Capítulo 5 5

Al día siguiente, Lía se encontraba nerviosa detrás de una carpeta. La mitad de su cuaderno, era cubierta por la misma.

Su respiración, era un tanto agitada; lo primero que vieron sus ojos fue a él. Se encontraba, a unos metros de distancia, como siempre hablando en un tono alegre riéndose con sus compañeros de clase.

Mientras Lía, intentaba disimular para poder verlo un poco más, era todo lo que estaba bien para su vista.

"¡Es tan lindo!"

Karen, miraba a su amiga con curiosidad, y en parte sonreía. Le daba gracia verla tan enamorada de alguien, que había conocido hace tan solo un mes.

-¿No es lindo..? -le preguntó directamente, suspirando tal enamorada.

-Supongo -dijo, se encogió de hombros mientras escribía unas notas de su cuaderno.

-Claro que lo es, tiene una sonrisa muy linda -dijo en un suspiro.

De pronto los ojos de Julian, se desviaron hacia ella. Enseguida, borró su sonrisa y miró hacia otro lado completamente avergonzada.

"Casi me descubre espiando".

-No eres buena para disimular -comentó de repente Karen, mientras se sentaba en la silla.

Ella, hizo lo mismo quitando su cuerpo de la mesa. Apoyó su cuerpo directamente en la silla.

A pesar de las mejillas sonrojadas, empezó a escribir un poco de la tarea, mientras sentía una mirada puesta en ella.

Al levantar la barbilla, puede encontrarse de nuevo con los ojos de Julián. Ella levantó la mano en modo de saludo y él la saludó con una sonrisa.

Suspiro de nuevo, aunque esta vez intentó disimular un poco. Pero sentía tantas mariposas de su estómago, que era bastante difícil controlarse.

En cuanto tocó el timbre del recreo, todos salieron disparatados para afuera. A excepción de ella.

Quería guardar con calma sus útiles escolares; al igual que terminar de escribir los apuntes que había dado el profesor.

Era una persona bastante cuidadosa en ese aspecto. Julián, al verla sola se acercó unos pasos con bastante sigilo.

Parecía muy concentrada.

"Se ve muy bonita, sí- pensó -me pregunto en que estará tan concentrada".

Cuando se puso enfrente de ella, la misma asustada arrojó sus lápices al suelo.

-Mierd...

-¿Estás bien..? -quiso saber Julián, mientras se inclinó para ayudarla a recoger todo el desparramo que había hecho.

Se inclinó a su altura, sus ojos estaba puestos en ella.

-S-...upongo que sí -tartamudió bastante nerviosa, mientras se había puesto de rodillas buscando un lápiz travieso, se había alejado dos metros de distancia.

-¿Hasta dónde llegó ese maldit0 lápiz? -se preguntó a sí mismo en voz alta.