- Lo siento, pero estoy enojada y frustrada porque llegaré tarde a mi primer maldito día de trabajo ¿acaso es un crimen?
- Deja de ser tan dramática. - El primer hombre habla con prepotencia. - Si tanto estas falta de dinero, hazle un cheque y larguémonos de aquí.
El elegante hombre me deja con su secuaz, el cual saca de su bolsillo una chequera y comienza a escribir sobre él.
- ¿Cómo sé que esto tiene fondo? - pregunto cuando recibo la hoja.
- Se sorprenderá cuando se de cuenta con quienes están tratando. - responde el otro hombre. - Espero que le vaya bien en su primer día de trabajo.
Y se va a su auto dejándome sola. Sin mirar la cifra del cheque me subo a mi auto y con una gran abolladura me dirijo a mi nueva zona de trabajo.
Al llegar estaciono mi auto junto al resto de trabajadores y miró el gran edificio. "Sullivan inc." En un edificio tan alto como el Empire State en Nueva York, las personas entraban y salían del edificio con sus elegantes trajes. Mire mi vestimenta y supe de inmediato que había elegido la incorrecta, ya sin más nada que hacer entro al lugar y me acerco a recepción.
- Buenos días, mi nombre es Julieta Denver.
La mujer que allí se encontraba comenzó a teclear en su computador para luego levantar su mirada y sonreír.
- Bienvenida señorita Denver, por favor acérquese a este lugar. - La mujer me señala una máquina bastante alta, tiene una pantalla que justo muestra mi rostro, a pesar de estar maquillado se ve un poco demacrado. La máquina hace un escaneo completo de mi rostro y empieza a hacer un sonido bastante extraño. Veo como la mujer de recepción se inclina hacia abajo y toma algo. - Aquí tiene señorita Denver, su carnet de acceso.
Me entrega el carnet y preferí omitir como lucia.
- Muchas gracias.
- Su piso es el último, debe tomar el ascensor si no quiere llegar tarde. - señala el elevador que estaba casi repleto.
- ¡Gracias! - Exclamó y empiezo a correr en dirección al elevador.
quedó justo en la entrada del aparato y las puertas se cierran dejándome con unas diez personas dentro. A medida que subían los pisos los trabajadores iban bajando hasta que me dejaron completamente sola.
Las puertas por fin se abren en mi piso y salgo de allí completamente cansada como si hubiera subido las escaleras. Al salir noto que en aquella planta no habían tantas personas, a lo mucho cuento 8 personas en sus escritorios concentrados en sus pantallas.
- ¿Eres Julieta Denver? - Una mujer mayor se acerca a mí.
- Si. - respondo con una sonrisa.
- LLegas tarde Julieta.
- Lo siento, es que me chocaron cuando venía de camino.
-Está bien, que no vuelva a ocurrir, el nuevo jefe es un poco... especial, le gusta que todo se de a la perfección, cualquier margen de error significa la acabose.
- Entiendo perfectamente. - asiento con mi cabeza. - ¿Él ya se encuentra aquí?
- Si, pero ahora está junto a su padre, cuando termine podrá verlo para que se conozcan, pero mientras tanto te presentaré a todo el grupo.
La mujer me llevó a cada uno de los lugares de los trabajadores en aquella planta, algunos simplemente se presentaron y ya, pero otros se tendieron en las conversaciones y lo horroroso que es trabajar con el nuevo presidente de la compañía Sullivan. Según Selena, su hermano es la persona más horrenda y petulante que puede existir en el mundo, sin embargo he tratado con personas mucho peores en esta vida, incluyendo al hombre que me chocó cuando venía al trabajo.
Las puertas de la oficina se abrieron dejando ver a al padre de Selena, el cual al verme me sonrió con ternura como lo sabe hacer, aquel hombre es de las personas más bondadosas que he conocido en toda mi vida, con su cabello blanco y su gran porte, le daban ese toque de persona solidaria.
- Ya puedes pasar y conocer al jefe. - La mujer me codeo y asenti con mi cabeza.
Alejo todas las malas vibras y todo lo negativo y procedo a entrar con una gran sonrisa. " Julieta este momento es crucial para ti, lo has esperado toda tu vida, cuando cruces esa puerta tu vida será otra " Me dije a mi misma mentalmente dándome ánimos.
- Buenos días señor Sullivan mi nombre es Julieta y Denver y seré su... - Mi boca casi cae al suelo al ver las personas que se encontraban allí dentro, mi corazón comenzó a latir con fuerza y mis piernas querían fallar.
- Esto debe ser una maldita broma. - dijo él.
Definitivamente hoy no era mi día.
- ¿Nos seguistes hasta acá? - preguntó él. - ¿No te bastó con lo que te dimos? - Espeta esta vez con furia.
- Eh... Esto debe ser un mal entendido, yo vine a mi trabajo y me los encuentro a ustedes.
¿Recuerdan a los hombres que me estrellaron? Bueno, ahora mismo se encuentran en frente de mí.
- Yo a ella no la quiero como mi secretaria. - mi corazón comenzó a latir con fuerza cuando el presidente habló, no podía creer que en mi primer día de trabaja haya sido despedida y ni siquiera pude realizar absolutamente nada.
- Chase, ella fue recomendada por tu padre. - Habla con él otro hombre. - Mucho gusto señorita Denver, me llamo Benjamin Fitzpatrick y soy el asistente personal del señor Chase Sullivan.
Ahora que estas dos personas tienen nombres podía identificarlos perfectamente. Chase me lanzo una mirada matadaroa, tanto que una corriente recorrio todo mi cuerpo con miedo, le había dicho idiota minutos antes y resulta ser mi maldito jefe. Mentalmente me tiré de un onceavo piso hasta aterrizar en el pavimento, necesitaba que la tierra me tragara y me escupiera en mi departamento mientras que me como un pote de helado de chocolate. Pero por lo menos el asistente personal de Chase lucía como una buena persona.
- Debo decir primero lo siento, por lo que sucedió hace algunos minutos en la carretera. - hablo tragándome mi orgullo. - A pesar de que no fue mi culpa quiero pensar que no habrá ningún tipo de rencor entre nosotros y seremos tres personas profesionales.
- Así será señorita Denver. - Dice Benjamin mientras asiente con su cabeza.
- ¡Nooo! - exclamó Chase Sullivan -- sería como trabajar con el enemigo.
"Hijo de perra" Pense en lo más profundo de mi ser, con razón Selena no tenia una buena relacion con ese idiota, ya que fue uno de los primeros en decirle que iba a ser una pobretona de quinta.
- Será mejor que vaya a hacer mi trabajo. - Suelte un fuerte bufido
- Será lo mejor señorita Denver. - Benjamin me sonríe con pena.
Salgo de la oficina completamente desorientada, y enojada con este dia, no podia creer la mala suerte que estaba teniendo y tampoco entendía como es que Chase Sullivan podía ser hijo de los Sullivan si todos son amables y cariñosos, en cambio él era un maldito hijo de perra que no conocía más allá de sus narices, cree que todo giraba a su alrededor. No estaba dispuesta a pelear contra aquel sujeto ermitaño, me dieron una oportunidad en esta empresa y la voy a aprovechar al máximo, cuando encuentre uno mejor que este me iré y más nunca lo veré.