La ganas de ir al baño me invadieron y no podía aguantar más, ya había tomado mucho champagne y ya estaba un poco entonada.
- Espérame aquí, voy al baño, ya regreso.
Corro en dirección al baño, sin embargo estaba ocupado, brinco tratando de que no se me saliera ni una sola gota de orina, odiaba mi vejiga, parecía como la de un niño pequeño que no tiene control de su esfínter. Afortunadamente la chica que estaba adentro sale y yo puedo hacer lo mío. Gimo al evacuar toda mi via y disfruto de aquella sensación de tranquilidad. El pomo de la puerta comienza a moverse de forma incesante.
- Está ocupado. - hablo mientras lavo mis manos. Pero no se detuvo. - ¿Acaso eres sorda? está ocupado. - Vuelvo a hablar, y ni así se detuvo, enojada abro la puerta de golpe y no me dio tiempo de reaccionar, cuando aquellos dos hombres ya estaban conmigo en el baño. - ¿qué carajos creen que hacen?
- ¿Te diviertes? - preguntó con severidad Chase.
- Salgan del maldito baño. - Ladro. - Este baño es de mujeres.
- Me sabe a mierda si es de mujeres o no, ¿Te diviertes estando con mi hermano? - Chase estaba casi botando humo por su nariz como un toro.
- A ti que te importa. - Lo empujo, ya que era él quien tapaba la entrada, pero no se movió ni un centímetro. Me giro y me encuentro con Benjamin. - Le puedes decir a tu amigo que se quite de la puerta.
- No. - responde él. - No sabes cómo nos has tenido toda esta noche sobre todo por el pedazo de vestido que tienes. Julieta, te has metido en mi sistema en un día ¿Puedes creer eso? Nunca antes una chica me había provocado toda esta revoltura de sensaciones y sentimientos.
Benjamin se fue acercando cada vez más a mi y yo retrocedía hasta quedar pegada al cuerpo de Chase y fue cuando pude sentir un bulto en medio de mi trasero, lanzó un gemido de sorpresa.
- Así me tienes desde que te vi con ese vestido y ni hablar del escote de tu espalda que deja a la imaginación como será tu trasero. - Chase se mete en mi cuello y lo beso.
Inevitablemente muerdo mis labios ante la sensación grandiosa que estaba teniendo.
- No muerdas tus labios. - Benjamín me toma de las mejillas. - Déjame ese trabajo por favor.
Todo esto se lo atribuyó al alcohol, dejó que Benjamín me bese, su lengua se mete en mi boca y fue magnifico, nuestros labios se movían al compás, el hombre besa como los mismos dioses del olimpo, no quería que parara de besarme, quiero más que un simple beso, sin embargo mordió mi labio inferior como lo prometió y se separó. Chase tomó aquella oportunidad y me dio la vuelta y estampo sus labios con los míos, la diferencia con Benjamín es que él lo hacía con ferocidad. Sus manos pasaron de inmediato a mi trasero y lo azotó con fuerza, tanto que resonó en todo el baño.
- ¿Cómo es que no se te marca la ropa interior? - preguntó Chase entre besos.
- Fácil, no tengo ropa interior. - Respondo con atrevimiento.
- Me estas matando mujer, déjame hacerte mía por favor.
- Déjanos hacerte nuestra. - Benjamin se unió pegándose a mi trasero.
Entonces caí en cuenta de todo lo que estaba sucediendo, había caído en la trampa de estos dos en pocos segundos. sin que ellos lo vieran venir, me deshago de sus agarres y salgo del baño rápidamente.
- Julieta. - Escucho a Benjamin, pero no lo escuche y seguí adelante.
Me acerco hasta donde estaba Selena, hablando con algunas de sus amigas elitistas, la tomó de la mano y la arrastró hasta el patio trasero del lugar donde estaban haciendo el evento, no podía creer lo que había hecho minutos atrás y no solamente con uno solo, fue con los dos definitivamente Selena tenía razón al decirme que aquellos dos les gusta jugar en duo.
- ¿Qué pasó Julieta? - Pregunta confundida mi mejor amiga.
- Hice algo terrible. - Hablo mientras camino de un lado al otro.
- ¿Qué hiciste?
- Tenías razón cuando me dijiste que ellos juegan de dos. - Selena se quedó en silencio unos cuantos segundos procesando lo que le había dicho, intentó decir algo, pero nada salió de su boca. - Me bese con Benjamín y Chase. -Caigo sentada en una de las bancas que había en el patio trasero. - No sé cómo voy a reaccionar mañana en el trabajo, o cómo vayan ellos a reaccionar ellos mañana en el trabajo, Selena, esto será una completa locura.
- Julieta, escúchame bien. - Selena se sienta a mi lado. - Debes dejar las cosas muy en claro con esos dos, he visto chicas terminar completamente devastadas y no quiero eso para ti, eres mi mejor amiga y no quiero que por culpa de mi hermano te alejes de mi. Es con la única persona que no quiero que te metas en una relación, a Chase solamente le importa su bienestar, arrasa con todo a su paso y no le importa quién está en medio.
...
Mis manos estaban sudadas cuando presione el botón del elevador, las comencé a secar en mi falda y rece a todos los dioses para que nada sucediera estando dentro del elevador, porque Chase y Benjamin se encontraban dentro, justamente y para mi tan mala suerte eran los únicos dentro.
- Buenos días señorita Denver. - Escucho la voz de Benjamín detrás de mí.
- Buenos días señor Fitzpatrick. - respondo tratando de que mi voz no se escuchara temblorosa.
- No sé, porqué hay tanto protocolo. - Esta vez habla Chase. - Julieta, te quiero en mi oficina dentro de 10 minutos, no llegues ni un minuto antes, ni tardes un minuto más.
- Chase, no debes presionarla, no todas las mujeres lo digieren de la misma forma.
- No hablen como si yo no estuviera aquí. - Me giro para ver a los dos hombres. - Voy a ser muy clara con ustedes dos, porque creo que no me han entendido muy bien. - Me cruzo de brazos para ver a los dos con severidad. - Lo que sucedió ayer nunca debió pasar y ustedes lo saben perfectamente, no sé si se lo tomaron como un reto personal, pero yo no voy a ser parte de su treta fetichosa.
- Eso no fue lo que demostraste cuando te dejaste azotar ese riquísimo culo que tienes. - Suelta Chase con una gran sonrisa. - Mira linda. - da unos pasos hacia adelante para dejarme pegada a la pared del elevador, trago fuerte al sentir su perfume invadir mi espacio. - Dejanos probarte una sola vez y si después de eso no quieres hacerlo más, te dejaremos y haremos como si nada de esto hubiese sucedido ¿que dices?
- Digo que no. - Lo empujo lejos de mi. - Entiendanlo, no va a suceder nada extracurricular entre nosotros tres.
Las puertas del elevador se abren en nuestro piso y soy la primera en salir dejando a ambos hombres.
- De igual forma te quiero en 10 minutos en mi oficina. - dijo Chase cuando pasó enfrente de mi cubículo.
Me dejo caer completamente cansada en mi silla y medito unos cuantos segundos, por eso no quería que nada sucediese nada entre nosotros, porque este tipo de relaciones siempre terminan mal, y no quiero ser la perjudicada en esta treta, se nota que ellos dos han vivido muchísimas más cosas en el mundo que yo una mujer que fue criada de la forma más respetuosa, siempre he soñado que la persona correcta llega a mi en el momento en el que menos voy a pensar y tal vez, solo tal vez, me la puedo perder si estoy con ellos.
- ¡Hola! - alguien exclama frente a mi cubículo.
Levanto mi mirada y justo hay un chico con una gran sonrisa en su rostro, su cabello es muy parecido al de justin Bieber cuando apenas iniciaba su carrera musical, bastante simpático, no lindo como Chase y Benjamín, pero se notaba que tenía ese toque especial que siempre le cae bien a alguien.
- Mi nombre es Jim Parson, no nos conocimos ayer, porque no vine, pero me dijeron que había alguien nuevo ¿Como te llamas?
- Un gusto Jim, yo me llamo Julieta Denver.
- Tienes un nombre lindo Julieta ¿Dónde está tu Romeo?
Me carcajeo, ese chistecito siempre me lo han hecho, y cada vez que lo hacen, para mi se vuelve más gracioso, por una simple razón, y es que no lo he encontrado todavía.
- Aún no tengo un Romeo. - Respondo.
- Que mal, se nota que eres una chica agradable.
- Bueno... no puedo luchar contra lo que tiene el destino deparado ¿No?
- Tienes toda la razón. - El chico asiente con su cabeza.
Justo en aquel instante la puerta de la oficina del jefe se abre y de allí salió Benjamín sin una pizca de humor en su rostro, miró a Jim de arriba abajo como si lo juzgar por su apariencia.
- Señorita Denver, la estamos esperando en la oficina. - Habla ignorando a Jim.
- Jul, te dejo, nos vemos en la hora de almuerzo para presentarte al resto.
Jim se va de mi puesto dejándome a solas con Benjamin.