Capítulo 4 3

- ¿Porque no me dijiste que tu hermano es un malnacido.

Bufo mientras que me cambio rápidamente para ir a la dichosa celebración de la llegada de Chase Sullivan a la presidencia de la empresa, esta vez como invitada de Selena.

- Siempre te dije que me hizo la vida imposible.

- Si, pero es tu maldito hermano, los hermanos mayores siempre hacen la vida imposible. Pero como Jefe es el mismísimo diablo.

Le explico mientras que paso la plancha de cabello por toda mi larga y negra melena, agradecia que Selena solicitó a unas maquillistas y mi rostro lucía bastante prolijo, digamos que no soy muy buena con el maquillaje, solamente suelo peinarme las pestañas, un poco de blush y brillo labial. La persona en frente del espejo ni siquiera se parece a mi, lucía perfectamente como alguien de la alta elite. Llevaba un vestido de color rojo muy pegado al cuerpo, mis curvas resaltaron de inmediato y ni hablar de como lucia mi trasero bien tonificado por el gimnasio, el gran escote de la espalda dejaba a la vista mi blanquecina piel.

- Es lamentable lo que te sucedió esta mañana, por lo menos pagó los daños de tu auto, él siempre se sale con la suya, afortunadamente siempre tiene a Benjamin a su lado para aconsejarle.

- Benjamin... él es muy simpático y...atractivo trabajar con él fue una tortura para mi de lo atractivo que es.

- Te entiendo perfectamente, tuve un crush con él, pero él y mi hermano tienen un fetiche extraño de compartirse las chicas.

- Algo me comentó con respecto a eso, pero no pensé que se compartieran mujeres. - Me giro para ver a mi amiga. - tendré que alejarme de él entonces.

- ¿Te coqueteo?

- Eso creo. - respondo dejando la plancha en su lugar. - Me dijo que huelo a vainilla.

- Pero ni siquiera te gusta la vainilla. - se carcajea mi amiga. - No lo sé, ellos dos son extraños, no me extrañaría que esos dos sean amantes. - Selena se encoge de hombros. - Ya debemos bajar, nos están esperando.

- ¿Quién nos está esperando? - pregunto confundida.

- Mi hermano y Benjamin.

Me congele de inmediato, era la tercera vez que iba a ver a mi jefe y a su asistente en el día, ¿que me querrá decir el destino con esto? No es para nada común que esto ocurra más de una vez, sacudo todo mi cuerpo alejando todo mal pensamiento de mi, tomo mi pequeño bolso de color plateado y allí guardo mi telefono y un poco de dinero por si quiero regresarme un poco más temprano, ya había asistido junto a Selena a celebraciones de la elite, y siguen sin gustarme, sin embargo acudo a ellos, porque en este mundo hay que tener contactos de todo tipo.

bajamos hasta el primer piso, y salimos del edificio, una brisa cálida nos recibió, una limusina estaba estacionada perfectamente en frente de nosotras, la puerta se abre y de allí sale Benjamin junto a Chase, los dos chicos pasaron su mirada por mi cuerpo, y ambos en un mismo movimiento pasaron su lengu entre sus labios dejandolos un poco brilloso. Me sentí un poco intimidada ante la belleza de ambos hombre, ambos estaban vestidos con trajes de tres piezas, perfectamente peinados y oliendo riquísimo, cualquier mujer que tenga a estos hombres es una completa suertuda.

- ¡Idiotas! - Selena chasquea sus dedos en frente de los dos hombres. Ambos vuelven a la realidad. - ¿Acaso nunca han visto una mujer en sus vidas?

- Estás celosa porque no te hemos visto a ti. - dice Chase a su hermana.

- De hecho no, me sentiría mal si Julieta acepta estar con ustedes dos. - Mi amiga me mira.

- Señorita Denver. - Benjamin se acerca a mí y me tiende su mano. - Un gusto verla nuevamente luce radiante esta noche.

- Estamos fuera del trabajo, puede llamarme Julieta. - respondo un poco apenada. Por alguna extraña razón Benjamin me transmitía un poco de tranquilidad pero a la vez me sentía intimidada ante su mirada penetrante.

- Ok, será mejor que nos embarquemos en el auto, ya vamos tarde, por venir a recogerlas. - habla Chase como siempre en su tono frío.

- Por favor. - Benjamin me hace un espacio y me señala la puerta abierta del auto.

Subo y por dentro tenía una ambientación con luces moradas y azules, había una botella de vino sobre una hielera sin descorchar y música clásica sonaba a través de unos altavoces, Selena se sienta a mi lado y coloca los ojos en blanco.

- ¿En serio Chase? - habla mi amiga. - ¿Música clásica?

- Yo si tengo cultura. - Lanza Chase con un tono de prepotencia.

- Ahora si te das cuenta porque él y yo no nos llevamos bien. - me susurra Selena. - El idiota se cree el mejor.

- ¿Sabes que te puedo escuchar? - Chase le lanza una mirada aniquiladora. - Y si, soy el mejor no como tu que echó su vida a perder.

- No eche nada a perder, elegí ser feliz que es diferente.

- Claro, porque pasar fumando marihuana todo el dia es ser feliz

Mi amiga y yo nos miramos con sorpresa, ¿De dónde había sacado aquella mentira? Selena era una de las personas que más odiaba el tabaco, y fumar marihuana, prefiere tomar agua antes que cualquier bebida alcohólica, es vegana, hace yoga y pilates, y no solamente eso, las esculturas que ha hecho se han vendido hasta por 10 mil dólares.

- Retractare. - habló con severidad.

- ¿Qué sucede? - pregunta confundido Benjamin al entrar en el auto.

- Nada, simplemente le dije la verdad a Selena de su vida. - Benjamin de inmediato niega con su cabeza. - Y no me voy a retractar de nada señorita Denver, recuerde que soy su jefe.

- Pero no estamos en el maldito trabajo, ahora está hablando con Julieta, la mejor amiga de Selena y te estoy diciendo que te retractes de todo lo que dijiste, porque tu no sabes nada acerca de Selena y lo que ha hecho con su vida. - Lo amenazó con mi dedo índice. - Ella es una de las personas que más admiro por que ella si hizo lo que muchas no han logrado ser, ser feliz con lo que hace, la vi llorar cuando estudiabamos juntas porque no le gustaba lo que estudiaba, ahora la veo reír y disfrutar mientras que embadurna sus manos en arcilla, cemento y papeles y pintura. Y déjame decirte algo, tú estás ocupando ese puesto de presidente porque ella lo rechazó.

Las palabras salieron de mi boca como una cascada, tanto que Chase no dijo absolutamente nada durante todo el viaje hacia su maldita celebración, siempre iba a defender a mi amiga todo lo que le haga daño y si Chase Sullivan es quien le hace daño y si por eso perderé mi trabajo lo haré con todo honor.

Al llegar muchos fotógrafos tiraban flashes a todas las personas que pasan por una gran alfombra de color negro, pero cuando la limusina se detuvo justo en frente, las luces se fueron en nuestra dirección. Los primero en salir fueron Benjamin y Chase.

- Gracias por defenderme. - Selena me abraza.

- Eres mi mejor amiga y siempre lo haré, ahora salgamos y demostremos quienes somos... bueno, quien eres.

Ambas salimos del auto y nos dimos cuenta que ya los chicos estaban a mitad de camino posando juntos con sus mejores rostros. Cuando los fotógrafos vieron a Selena comenzaron a lanzar preguntas con respecto a su decisión de negarse a la presidencia de la empresa, ella no respondía ni una sola pregunta, simplemente posaba hasta que alcanzamos a Chase y Benjamin.

- ¡Una foto de los cuatro juntos! - gritó uno de los paparazzi. A pesar de ser una completa desconocida también solicitaron una foto junto a la gran familia Sullivan.

Selena se colocó en medio de Benjamin y Chase, dejándome del otro lado del jefe.

Chase pasó su mano sobre mi espalda desnuda, su mano estaba fría, lo cual hizo que mi piel se erizara ante su toque, su mirada se posó sobre mi y los nervios nuevamente recorrieron mi cuerpo, sonrió en grande para salir bien en algunas fotos, no suelo ser fotogénica como lo es mi amiga, la cámara la ama tanto que hasta despeinada se ve fabulosa.

Seguimos con la pasarela hasta entrar al lugar, la música que sonaba era un poco movía, tanto que Selena comenzó a moverse y a disfrutar del momento, pretendia seguirle el royo, sin embargo alguien tira de mí y me arrastra hasta un pasillo completamente desolado y oscuro.

- Tu. - su voz se escuchaba fría y ronca. - Desde el momento en que saliste de ese auto y vi tus piernas largas hiciste que me colocara tan duro que tuve que aguantar todo un dia empalmado ¿Sabes lo doloroso que es eso?

Era Chase Sullivan pegándome completamente a su cuerpo.

- Aléjese de mí. - Trato de zafarme de su agarre.

- No, Tu Julieta no sabes lo loco que me vuelves. - mete su rostro en mi cuello. - Hueles a Vainilla

Vainilla... Vainilla... Benjamin también me había dicho aquello. Con fuerza me separo de él completamente en shock, era cierto lo que Selena me dijo con respecto a compartir chicas.

- No te quiero más nunca cerca de mi. - Le advierto.

- Eso será imposible. - Él vuelve a tomarme del brazo, pero como un acto reflejo estampo mi mano sobre su mejilla. - Uh... no debate hacer eso. - niega con su cabeza. - Tu Julieta Denver te has ganado un pase VIP, para estar atada a mi cama.

- No seas ridículo, no estoy interesada ni en ti, ni en Benjamin, porque no sé qué clase de juego tienen ustedes, yo no haré parte de eso.

- Chase. - Esta vez interviene Benjamin como si lo hubiera invocado. - Mejor dejala ir, no la forzaremos a nada que ella no quiera.

Chase me suelta.

- Vuelvo a repetir, no sé qué clase de juego tengan, quiero estar fuera de todo eso, si lo que quieren es compartir chicas, busquen a otra que esté dispuesta.

Tacone lejos de aquellos dos con la respiración completamente agitada, busco a Selena con la mirada, apenas llevaba unos 20 minutos en el lugar y ya me quería ir, solamente quería avisarle que me iré a casa, la ubico cerca de sus padres y su hermano menor William.

- Hola Familia Sullivan. - Saludo con una sonrisa.

- ¡Blanca nieves! - William me saluda. él tiene dos años menos que yo, con 23 años. Me levanta por los aires y me carcajeo. - Tenía mucho tiempo sin verte. - dice colocandome el suelo.

- ¡Pequeño! - Lo tomo de las mejillas con cariño. - ¿Cuándo llegaste?

- Hace algunas horas, pretendía quedarme durmiendo, pero Selena me dijo que vendrías y me cambie rápidamente para poder verte.

- ¡Ya sean novios por favor! - Exclama Selena dando unos brinquitos.

Un carraspeo se escuchó cerca de nosotros, mi giro y me encuentro con aquellos cuatro pares de ojos, Benjamin y Chase me miraban junto a William.

- Hermano, sorpresa tenerte aquí. - hablo Chase. - ¿Cuando llegaste se suiza?

- Hace unas cuantas horas. - responde William con seriedad. - Ju ¿Qué te parece si vamos a tomar algo? - señala la barra de licores.

- Si, vamos. - yo simplemente quería salir de aquella locura, sin embargo pude sentir como sus miradas se clavaban en mi espalda.