Capítulo 4 Una gran lección

Andrew Lambert, el primo de Yolanda, se emocionó al escuchar lo que dijo Vera. Estaba ansioso por ver a Liam siendo castigado.

Aunque, después de dar unos pasos hacia adelante, el hombre de repente se detuvo.

Él se volvió hacia Vera y comentó: "Liam se fue de la casa. Me temo que, si se esconde, no lograré encontrarlo pronto".

Cuando escuchó eso, Dennis dio un paso adelante y comentó: "No creo que sea un problema. Liam es un conductor de Uber, ¿no es así? Yo conozco al gerente y creo que puedo conseguir que él nos ayude a saber su paradero".

Después de aclarar eso, el hombre sacó su teléfono, llamó a Archie Zanis, el gerente de Uber en esta ciudad, y lo puso en altavoz.

"Señor Zanis, tienes un empleado llamado Liam Hoffman, ¿cierto? ¿Podrías darme su ubicación actual?".

Archie replicó con simpleza: "No hay problema. Te enviaré la información a tu teléfono de inmediato".

Cuando William escuchó la conversación, imaginó que Archie también era un tipo importante en la industria. Entonces, si él lograba hacerse amigo de él, este hombre podría serle útil algún día.

Por eso, él invitó a Archie a la boda de Isabella.

De hecho, el hombre lo accedió de buena gana.

Después de que Dennis terminó la llamada, Vera le lanzó una mirada cariñosa y comentó con satisfacción: "Gracias, señor Caldwell".

"Claro. Fue fácil de todas formas". Dicho eso, el hombre hizo un gesto con la mano y envió la ubicación de Liam al teléfono de Andrew.

Este último revisó el aparato enseguida, y cuando vio las coordenadas, dijo: "Muchas gracias, señor Caldwell".

"Ni lo menciones. Lo importante ahora es que le des una buena lección a Liam".

Tras eso, Andrew asintió con una mueca sonriente que reflejaba crueldad.

Mientras se palmaba el pecho, este explicó: "Soy cinturón negro en kárate desde hace dos años. Claro que lo golpearé muy fuerte. Cuando ese tipo sienta mi puño, te haré una videollamada y te mostraré todo el proceso".

Sintiéndose muy orgulloso, él salió del hotel con la frente en alto.

En ese mismo momento, Liam estaba en una gasolinera llenando el tanque de su auto.

Tras esto, devolvería el vehículo a la empresa y se despediría de sus tres años de vida como conductor de forma oficial.

De la nada y mientras estaba distraído, un Ferrari pasó por encima y se detuvo detrás de él.

Entonces, Andrew salió y gritó con ferocidad: "¡Oye, perdedor! ¡Te estaba buscando!".

Algo sorprendido, Liam frunció el ceño, aun así, habló con calma: "Ya no tengo nada que ver con la familia Lambert, ¿por qué me persiguen?".

Antes de responder la pregunta de Liam, Andrew hizo una videollamada a su padre y colocó su teléfono encima de su lujoso auto.

"Parece que te hace falta una golpiza para que me recuerdes. ¿Cómo te atreviste a engañar a Yolanda? ¡Dímelo!". Tras espetar eso, Andrew se frotó los puños, ansioso por pelear.

"¿Yo? ¿Dices que yo engañé a Yolanda? ¡Qué ridículo eres!". Sin querer discutir más, el joven se dio la vuelta con el ceño fruncido, con la intención de marcharse.

"¿A dónde crees que vas? ¿Acaso te dije que podías irte?", Andrew rugió de inmediato. Entonces, este levantó el puño con la intención de pegarle a Liam en la cabeza.