Capítulo 5 No eres rival para mí

En el pasado, Liam soportó todo lo que la familia Lambert le hacía porque vivía con ellos, y como consecuencia, cada uno de ellos lo tenía en un concepto de cobarde.

Sin embargo, ahora que había decidido divorciarse de Yolanda, ya no tenía que aguantar ni una sola de sus groserías.

Moviéndose rápidamente, y antes de que Andrew pudiera alcanzarlo, Liam le dio una patada en el estómago.

Con un fuerte estruendo, Andrew terminó boca abajo y rodó por el suelo varias veces.

"¡Maldito bastardo! ¿Cómo te atreves a golpearme? ¡Eres un imbécil!", murmuró él, revolcándose de dolor.

En los últimos tres años, Andrew golpeó y regañó a Liam en innumerables ocasiones, de las cuales, este último no se defendió ni una sola vez.

Él era el futuro heredero de la familia Lambert. ¡Cómo se atrevía ese tipo a vencerlo frente a su gente!

"¡Voy a matarte!", el hombre gritó mientras luchaba por ponerse de pie y trataba de golpear su puño contra la cara de Liam.

No obstante, el joven giró su cuerpo de repente y pudo esquivarlo con agilidad.

¡Aunque Andrew fuera cinturón negro en karate, no era rival para él!

Después de todo, él nunca había tenido una pelea real, y sus únicas batallas habían sido tras las cuatro paredes de un gimnasio.

Por otro lado, Liam había perfeccionado sus habilidades de lucha directamente en situaciones reales.

Después de que recibir un fuerte puñetazo en la garganta, Andrew comenzó a sentir dificultad para respirar antes de caer hacia atrás.

Habiendo lidiado con él, Liam se giró y miró la pantalla de su teléfono, dándose cuenta de lo atónitos que estaban los Lambert, dijo con frialdad: "Quiero que algo les quede bien claro a cada uno de ustedes, ¡de ahora en adelante, ya no tengo nada que ver con su familia!".

Luego de terminar su oración, él se subió a su auto y se fue.

Entretanto, solo hasta que Liam desapareció de su vista, todos volvieron a sus sentidos, intercambiando miradas desconcertadas.

Golpeando su bastón contra el suelo, Vera frunció el entrecejo y gritó enojada: "¡Qué tipo tan desagradecido! ¡Vivió bajo nuestro techo durante tres años! ¿Y ahora se está poniendo en nuestra contra?".

Por otro lado, Debra Lambert tenía el corazón hecho pedazos luego de ver que golpeaban a su hijo. Aguantándose las ganas de llorar, ella le preguntó con voz angustiada: "Cariño, ¿estás bien?".

"Sí, mamá... Lo estoy, pero... Por favor mátalo, ¡termina con ese idiota!", Andrew replicó con dificultad, agarrándose el cuello.

Sosteniendo su celular, William le dijo a la anciana: "Mamá, sugiero que contratemos a Klaus Horton para lidiar con ese bastardo".

"Pero...", titubeó Vera, al no estar convencida de la idea de su hijo.

Después de todo, Klaus era líder de una pandilla en Ninverton, y si pedían su ayuda, seguro tendrían que pagarle muchísimo dinero.

¡No valía la pena gastar tanto solo para eliminar a Liam del panorama!

Luego de unos minutos de reflexión, la anciana respondió solemnemente: "No hay necesidad de apresurarnos, porque no es un asunto urgente. Aparte, por ahora, nuestra prioridad es la boda de Isabella, ¿o no?".

En ese momento, Archie entró al hotel con un regalo en la mano, y cuando vio que todos los Lambert seguían en el vestíbulo, preguntó: "¿Por qué están todos parados aquí?".

Dada la vergüenza que sentían por lo que acababa de suceder, solo se miraron y balbucearon algunas palabras con torpeza, incapaces de responder a su pregunta.

Sin embargo, a Dennis se le ocurrió una idea y tomó la iniciativa de explicar lo sucedido.

"¿En serio? ¿Liam fue capaz de hacer tal cosa?", Archie preguntó con una mirada hosca.

Poniendo una expresión afligida, Dennis continuó: "Si me permites opinar, no creo que debas seguir empleando a una persona tan violenta, señor Zanis. Eso solo dañará la reputación de tu empresa o podría traerte problemas innecesarios. Lo mejor que podrías hacer sería despedirlo".

Como gerente de Uber, Archie soñaba con codearse con la alta sociedad de Ninverton, y ahora que esta oportunidad se le había presentado, naturalmente no la dejaría pasar.

Entonces, sacó su teléfono y respondió: "Tienes razón, señor Caldwell. Voy a pedirle que venga para hablar con él".

Al segundo siguiente, el hombre llamó a su secretaria y le pidió que le dijera a Liam que fuera al hotel.

Por su parte, en cuanto recibió la llamada de la secretaria, Liam no dudó en entregar el auto, ya que de todos modos iba a hacerlo.

Vera no esperaba que Dennis pudiera hacer todo esto sin cobrarle un solo centavo y mucho menos que les salvara el pellejo a los miembros de su familia. Asombrada, ella no pudo evitar mirarlo con más aprecio que antes.

Diez minutos más tarde, Liam se detuvo frente al Hotel Von Merri. Agarró las llaves del vehículo y se dirigió al interior del lugar, siguiendo las instrucciones de la secretaria.

No obstante, tan pronto como entró al salón, inmediatamente vio a Archie con los miembros de la familia Lambert, quienes parecían estar esperándolo.

Negando levemente con la cabeza, el joven soltó una risa irónica.

¡Resultaba que lo habían engañado!