La mejor venganza
img img La mejor venganza img Capítulo 1 Engaño
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Capítulo 12 Estás despedido img
Capítulo 13 ¿Liam se aprovechó de Isabella img
Capítulo 14 ¿Liam era el CEO img
Capítulo 15 Divorcio img
Capítulo 16 Dos horas de pie img
Capítulo 17 Liam se vengó de Julie img
Capítulo 18 ¿Qué haces aquí img
Capítulo 19 Alguien se arrodilló img
Capítulo 20 Dándole a Liam una lección img
Capítulo 21 Mi conductor personal img
Capítulo 22 Maybach img
Capítulo 23 Ladrón img
Capítulo 24 El robo img
Capítulo 25 Un ladrón multimillonario img
Capítulo 26 Rescatando a Dennis img
Capítulo 27 El Bar Skeleton img
Capítulo 28 Sin la mitad del pulgar img
Capítulo 29 ¡Arrodíllate! img
Capítulo 30 El juguetico de Julie img
Capítulo 31 La tarea img
Capítulo 32 Mi amante img
Capítulo 33 El agravio de Yolanda img
Capítulo 34 Su socia img
Capítulo 35 La ayuda de Liam img
Capítulo 36 Liam era el director ejecutivo img
Capítulo 37 La cancelación img
Capítulo 38 El contraataque de Liam img
Capítulo 39 Un hombre astuto img
Capítulo 40 Es hora de destrozarlo img
Capítulo 41 Cinco minutos img
Capítulo 42 Señor Hoffman img
Capítulo 43 Lealtad genuina img
Capítulo 44 El lado oscuro img
Capítulo 45 La propuesta de Dennis img
Capítulo 46 El bar Hollywood img
Capítulo 47 Propuesta matrimonial en el Bar Hollywood img
Capítulo 48 La propuesta img
Capítulo 49 Acepto img
Capítulo 50 Cumplir su promesa img
Capítulo 51 Un descarado img
Capítulo 52 El dueño del bar img
Capítulo 53 Un corazón hecho trizas img
Capítulo 54 Yo puedo mantenerte img
Capítulo 55 Destruir a la familia Caldwell img
Capítulo 56 La ruina del bar Pandora img
Capítulo 57 Una excusa poco convincente img
Capítulo 58 El empleado de Liam img
Capítulo 59 Klaus img
Capítulo 60 Andrew se estrelló con la realidad img
Capítulo 61 Sirviendo a Liam img
Capítulo 62 El regalo de bodas img
Capítulo 63 Derribando a la familia Caldwell img
Capítulo 64 La fecha de la boda img
Capítulo 65 La cooperación de Kervin img
Capítulo 66 ¿Cómo te atreves a aparecer aquí img
Capítulo 67 Todo es culpa mía img
Capítulo 68 Malcom Quinn img
Capítulo 69 Obsesión img
Capítulo 70 Soy el nuevo dueño img
Capítulo 71 Los problemas de Kervin img
Capítulo 72 La rendición de Kervin img
Capítulo 73 El día más esperado img
Capítulo 74 El señor Hoffman apareció img
Capítulo 75 ¡Liam es el jefe! img
Capítulo 76 Liam será mi esposo img
Capítulo 77 Las dos mujeres de la familia Lambert img
Capítulo 78 Regalos lujosos img
Capítulo 79 La boda img
Capítulo 80 Evidencia img
Capítulo 81 La pérdida total img
Capítulo 82 Cancelando la boda img
Capítulo 83 Desvergonzado img
Capítulo 84 La familia Riley img
Capítulo 85 Cantaré para ti img
Capítulo 86 Todos en la ciudad ya sabían img
Capítulo 87 Una lucha interna img
Capítulo 88 Un plan img
Capítulo 89 Un buen espectáculo img
Capítulo 90 La verdad img
Capítulo 91 Llevar a cabo una investigación img
Capítulo 92 Una jugada inteligente img
Capítulo 93 Un beso apasionado img
Capítulo 94 El nuevo pretendiente de Yolanda img
Capítulo 95 Las intenciones de Isabella img
Capítulo 96 Bastardos desvergonzados img
Capítulo 97 Liam indignado img
Capítulo 98 Una aventura secreta img
Capítulo 99 Atrapada img
Capítulo 100 La confrontación img
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La mejor venganza

EDMUNDO MALDONADO
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Capítulo 1 Engaño

Con una bolsa de papel en la mano, Liam Hoffman estaba caminando hacia la recepción de Decoración Sunrise, una compañía que estaba ubicada en la ciudad de Ninverton.

Dentro de la bolsa había una taza de café, por lo que estaba teniendo mucho cuidado de no derramarla.

"Este es el café que ordenó el señor Dennis Caldwell, ¿dónde debo dejarlo?", él le preguntó a la recepcionista.

Por su parte, la mujer observó a Liam de arriba abajo antes de agregar disgustada: "Sígueme".

De hecho, Liam era un conductor de Uber. No obstante, ese día en particular y de forma inesperada, recibió una orden de entrega con un pago bastante generoso. ¡Se trataba de doscientos dólares! Y él no lo dudó ni un segundo.

Con eso en mente, el hombre siguió a la recepcionista hasta que llegaron a la puerta de una oficina.

Tan pronto como Liam puso su mano en el pomo de la puerta, pudo escuchar el gemido de una mujer desde adentro.

Parecía ser una voz muy familiar. Él podría jurar que se trataba de su esposa.

Atónito, el hombre se negaba a creer lo que estaba escuchando. En el fondo, quería pensar que había oído mal.

Liam hizo todo lo posible por convencerse a sí mismo de que estaba equivocado. Pese a eso, no pudo evitar acercarse, para pegarse más a la puerta y escuchar mejor.

"Dios... Dennis, para con eso...".

"Vamos, no seas así, déjame besarte. De todos modos, tu inútil esposo nunca te ha besado, ¿o sí?".

Cuando Liam escuchó la conversación dentro de la oficina, se quedó estupefacto.

Cuando salió de su letargo, él se animó a llamar con fuerza a la puerta, gritando: "¡Abran ahora mismo!".

Al verlo así, la recepcionista preguntó con ansias: "Oye, ¿qué te pasa?".

En ese mismo momento, la puerta se abrió con un fuerte golpe.

Entonces, un hombre desconocido se presentó frente a Liam.

Este último no pudo evitar enfocarse en las marcas de lápiz labial en la mejilla derecha del tipo.

Enfurecido, tiró la bolsa al suelo y empujó al hombre, a la vez que echaba un vistazo dentro de la oficina.

Allí, avistó a una mujer de piel tersa y figura curvilínea, quien vestía medias de seda negra. Ella se estaba abotonando la camisa a toda prisa y con muchos nervios.

"¡Yolanda Lambert!", Liam rugió su nombre con gran cólera.

Al final, resultó que él tenía razón. La mujer nerviosa dentro de la oficina no era otra que su esposa.

Cuando se dio cuenta de eso, Liam sintió como si una roca gigante estuviera presionando su pecho, haciéndole difícil de respirar.

Posó sus ojos en la mujer y espetó enojado: "Hemos estado casados por tres años, y durante todo ese tiempo, he trabajado como conductor de Uber durante el día y cuidado de tu familia durante la noche. No he sido más que buen marido para ti. En todo el tiempo que hemos estado juntos, nunca me has dejado tocarte. A pesar de eso, jamás pensé mal de ti. Siempre me aseguraste de que solo eras una mujer reservada. Pero ahora, ¿de qué se trata todo esto? ¡Cómo te atreviste a engañarme con este hombre en su oficina! ¿Por qué me estás haciendo esto? ¿Qué hice para merecerlo?".

"Cariño, yo... ¿Qué estás haciendo aquí?". Yolanda comenzó a hablar, incapaz de explicarse mientras se abotonaba la camisa, cubriendo su escote expuesto.

En ese momento, Dennis se rio y comentó con orgullo: "Llamas perdedor a tu esposo todos los días. La verdad, tenía mucha curiosidad de verlo por mí mismo, así que le pedí que viniera hoy".

Tras espetar eso, el hombre le lanzó una mirada desdeñosa a Liam.

En ese momento, Yolanda recuperó la compostura.

Al fin y al cabo, era verdad que ella creía que Liam era un perdedor. De hecho, incluso el dinero que él usó para comprar su auto era de ella. ¿Qué derecho tenía él de acusarla de algo?

La mujer se paró entre Dennis y Liam, levantó la cabeza y le agregó con arrogancia: "Ten cuidado con lo que dices, Liam. Yo no te estoy engañando a ti ni a nadie. El señor Caldwell y yo solo estábamos hablando de negocios y nada más".

Apretando los dientes, Liam se mofó de la situación y comentó: "¿Hablar de negocios requiere contacto físico y marcas de lápiz labial en la mejilla?".

Mientras estaba de pie en la puerta, la recepcionista por fin entendió lo que estaba pasando. Con eso, ella miró al tembloroso Liam y comenzó en tono de burla: "Deberías mirarte en el espejo, no eres más que un conductor de Uber. ¿Cómo te puedes comparar con el señor Caldwell, quien es el director ejecutivo de una empresa con un valor de mercado de mil millones de dólares? Incluso si condujeras durante cien años, nunca podrías tener ese capital".

Tras escuchar a la mujer, Dennis se volvió aún más arrogante. Entonces, este puso su brazo alrededor del hombro de Yolanda, tomó la copa de vino que estaba sobre la mesa y se la entregó.

Cuando notó eso, la chica vaciló por un momento. Pero entonces, ella aceptó la copa, para luego, brindar y beber el vino.

Los ojos de Liam estaban fijos en las dos personas frente a él. Jamás creyó poder toparse con tanto descaro y desvergüenza.

Enfurecido, él apretó los puños con tanta fuerza que sus uñas se clavaron en la carne de sus palmas. Su corazón estaba bañado en una cólera intensa.

Cuando la recepcionista notó su reacción, levantó las cejas y prosiguió: "¿Qué te pasa? ¿Quieres pelear? ¡Guardias!".

Yolanda se volvió hacia Liam con la cabeza en alto y concluyó con frialdad: "Liam, ¿por qué no te vas? ¿De verdad quieres que te golpeen?".

Atónito, el hombre se enfocó en los guardias de seguridad a su alrededor, los cuales contaban con porras en sus manos.

Poco a poco, él decidió bajar los puños antes de afirmar con frialdad: "Yolanda, algún día te arrepentirás".

Dicho eso, él se dio la vuelta y se alejó de la oficina.

Yolanda avistó la espalda de Liam en retirada, pero no dijo nada.

El joven partió del lugar y subió a su auto, con la idea intensa de tomar venganza.

En ese mismo momento, su teléfono sonó.

Tan pronto como la línea se conectó, el mayordomo de su familia, Theo Reed, comentó:

"Señor, su misión de los últimos tres años en la familia Lambert terminó. Su recompensa será la Villa Nube. Por otro lado, a partir de hoy, se levantan sus restricciones".

Tras una pausa, Theo continuó: "Su próxima tarea de capacitación es administrar negocios. Debo informarle que su padre compró el Grupo Kingland y lo nombró director ejecutivo".

"Perfecto", Liam comentó con voz ronca. De hecho, no se sorprendió en lo absoluto.

Enseguida, Theo inquirió: "¿Cómo van las cosas con su esposa, señor? ¿Piensa celebrar una gran ceremonia de bodas para ella con su identidad real?".

Cuando escuchó esa pregunta, el rostro de Liam se oscureció de inmediato. "No, ella no se lo merece".

            
            

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