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Un Corazón Mal herido Nunca Sana

Un Corazón Mal herido Nunca Sana

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img Nash R.S
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Acerca de

UN CORAZÓN MAL HERIDO NUNCA SANA Alguna vez te has preguntado. ¿Qué se necesita hacer y todo lo que hay que pasar para obtener el máximo poder ?. Así es, tengo el poder absoluto sobre todo, todos me temen, todos me obedecen. Sin embargo, estoy totalmente sola, en mi camino me cruze con muchos enemigos que no tuvieron piedad de nada, ni de nadie que tuviera que ver conmigo ; mataron a mi madre, apartaron a mi hijo de mi lado y le lavaron el cerebro al amor de mi vida.me dejaron sola totalmente, pero ni así lograron hacerme a un lado, obtuve lo que más querían y jamás lograron conseguir. Mi corazón quedó mal herido. No sé qué sucederá pero, intentaré reparar algunas cosas de mi pasado, pero habrá otras que nunca lograré solucionar y, serán heridas y cicatriz es con las que eh de aprender a vivir. Esta es mi historia.

Capítulo 1 La Sombra De La Primer Copa

Nunca imaginé cómo una decisión tan simple, que parece ser tan buena, puede resultar ser tan mala, tan negativa y terminar condenando a una persona que tenía una vida tan brillante y próspera por delante, a una vida de persecución, dolor y, sobre todo, de soledad.

Eso es lo que más me ha atormentado desde que no sé por qué me envolví en este tipo de negocios, si es que realmente así se le puede llamar.

Me encantaría decir que es demasiado complicado entrar, pero en realidad es más sencillo de lo que se imaginan caer en esta clase de organizaciones; tienen gente en todos lados y en todas partes.

Creí ciegamente que, al ser una joven chica de familia, de las que nunca salen de casa sin permiso de sus padres o llegan más allá de la hora acordada,muy inteligente en cualquier aspecto y ampliamente sociable educada, con valores morales bien cimentados, estaba a salvo.

Pero es justo a esa clase de personas a las que buscan y se encargan de convencer para que entren, precisamente por ser buenas personas y por destacar en lo que hacen. Se encargan de persuadirte de una forma u otra. Te involucran poco a poco, hasta que ya no tienes salida y terminas por ceder y si más opcionnialternativa que unirte a ellos, lo cual no tiene salida.

De haberlo sabido, habría hecho algo, no sé, algo debí haber podido hacer para evitar ser involucrada y caer en las redes de las que jamás escaparía.

De igual manera, a pesar de no querer este estilo de vida, me toco adaptarme y me las he arreglado para, poco a poco, escalar y finalmente lograr convertirme en la mujer más temida y respetada de este mundo.

Pero, a pesar de lograr tener el control y el poder sobre todo y sobre todos, no he logrado dejar de estar sola. En el duro camino que me ha tocado atravesar, he perdido, o más bien me ha arrebatado, mejor dicho, aquello que realmente me importaba, aquello que realmente era valioso para mí, y eso es lo que verdaderamente importa en la vida de cualquier ser humano.

Todo comenzó hace no mucho tiempo. Llevaba como dos años ejerciendo mi profesión con calma; no tenía ningún tipo de problemas con nada ni con nadie, pero había una compañera con la que mi interacción no era precisamente la más amistosa.

"Un día, esa misma compañera con la cual realmente yo no tenía ningún problema, sino que más bien era ella a quien, por alguna razón, yo no le simpatizaba en absoluto. De igual manera, ese día se atrevió a hablarme amablemente para hacerme una interesante invitación para la hora de salida del trabajo, como a las seis de la tarde aproximadamente.

La invitación consistía en que ambas nos fuéramos juntas, pues habría una gran fiesta, una misteriosa fiesta a la que estaban invitadas muchas personas, pero yo no conocía a ninguna. Se suponía que esta salida nos ayudaría a mejorar nuestra relación, tanto social como laboral. Pero esta idea sonaba demasiado buena como para ser verdad; claramente, no lo era.

En cuanto salimos del trabajo y me subí al auto de Trix, me dio una sensación rara, como si algo no anduviera bien. Trix actuaba sospechosamente amable, lo cual nunca antes había hecho. La situación empeoró cuando llegamos al supuesto lugar de la fiesta; la vibra se sentía pesada, pero pesada en el sentido de que no era un lugar muy agradable. Era muy oscuro, las luces eran bajas, y era como si en ese lugar pudieran llegar el tipo de personas que solían hacer actos ilegales o moralmente incorrectos. Me sentía incómoda y muy tensa, no quería quedarme ahí mucho tiempo. Pero no podía irme así de la nada, había aceptado la invitación de mi compañera para llevarnos mejor.

-¿Qué pasó? ¿Cómo te sientes, Vero?

La luz apenas era suficiente para ver su rostro, a duras penas. Me hizo esas preguntas con una sonrisa muy marcada en el rostro, lo cual no me daba ni un poco de confianza.

-¿Qué es esto? ¿Dónde estamos?

Ya no podía más con la intriga. La zona de la ciudad donde estábamos tenía muy mala fama; era insegura y parecía que incluso podían llegar a secuestrarnos ahí. En mi temor de que pasara algo, no dejaba de voltear a todos lados, no podía relajarme como lo estaba ella; me mantenía totalmente en alerta máxima ante cualquier movimiento en ese lugar.

Se veían múltiples meseros con bandejas con copas ir de un lado a otro sin parar, la música era intensa pero desagradable mi gusto, músicas sentido.

"Cuando recién llegamos al lugar, Trix me condujo entre la multitud hasta una mesa un tanto aislada, lo cual agradecí, pues no creí que pudiera relacionarme de forma sana, y nuestra mesa estaba un poco más iluminada, pero aún seguía siendo demasiado opaca a mi parecer.

-¿Quieres beber algo, Vero?

Asentí y Trix, de inmediato, me indicó que debía esperarla ahí sentada. Vi cómo mi compañera se alejaba de nuestra mesa y se acercaba a la barra de tragos. Habló con el barman, y no pude escuchar lo que había dicho, pero de seguro solo solicitó las que serían nuestras bebidas.

-¿Y las bebidas?

Me miró con extrañeza y me dijo:

-Las está preparando. Es que las bebidas que solicitó son especiales, ya sabes, para celebrar que a partir de hoy vamos a llevarnos mejor. Además, son de su menú secreto y no deben prepararlas a la vista de los demás. Ya las traerán a nuestra mesa.

Definitivamente no podía irme de ahí, menos ahora. Quién sabe cuánto le habrán costado las bebidas que solicitó. Un rato después, llegó el mesero con las misteriosas bebidas secretas que había solicitado mi compañera.

El mesero llegó a nuestra mesa con una charola que sostenía dos copas muy llamativas. Esa solo fue otra acción que aumentó aún más mi desconfianza ante toda esa situación. Definitivamente, no debí haber bebido ni un solo sorbo de aquella bebida desconocida. No sabía qué tenía o qué era, y eso me inquietaba profundamente.

Tras terminar mi bebida, me sentí rara, como si mi humor cambiara de repente. Me levanté y fui a la pista de baile, donde, cabe destacar, había demasiada gente. Los rostros se confundían con facilidad. Quizás fue la bebida o el hecho de que casi no consumía alcohol, pero algo no me olía bien.

Vi cómo un chico joven y apuesto se acercó a la mesa donde mi compañera Trix se había quedado para comer algo, ya que era tarde y no había comido desde el almuerzo.

Parecía que ya se conocían, pues conversaron un poco antes de que ella me señalara y el chico volteara a verme fijamente.

Después, el chico se despidió de Trix con un beso en la mejilla y se dirigió hacia mí. En cuanto lo tuve frente a mí, me habló con una voz encantadora:

-Hola, soy Daniel, amigo de Trix. ¿Te gustaría bailar conmigo esta noche?

Parecía un chico bueno y educado a simple vista, por lo que no vi nada de malo en su propuesta y acepté sin mayor sospecha. Mala decisión, por no decir pésima, totalmente. Bailamos un rato, hasta que, de la nada, comencé a sentirme un tanto mareada, por lo que le pedí a Daniel que me llevara con Trix, quien era la única persona en ese lugar en quien confiaba. Le pedí disculpas por interrumpir así el momento tan agradable que estábamos pasando.

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