LA DUQUESA REENCARNADA
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Capítulo 2 2

Hace 4 días comenzó la tormenta invernal, también bajó mucho la temperatura. Únicamente falta una noche, para que se completen los 5 días que anunciaron los meteorólogos.

Incluso si la ventisca se detiene al día siguiente, aún pasará algún tiempo, antes de que la temperatura comience a subir moderadamente.

Eran más de las 8:00 p.m. y la Dra. Carson, se encontraba duchándose en uno de los baños VIP del hospital.

Ella es de piel blanca, tiene el pelo color castaño y largo, su cara es en forma de diamante, aparte de eso sus labios eran gruesos al centro, así como de color rosado, sus pestañas eran largas, naturales.

Aunque en ese momento su piel se encontraba completamente erizada, por el agua fría en la ducha. Después de unos minutos, cerró el grifo y se preparó para salir del baño.

Tomando una toalla, se envolvió en ella y salió de la ducha, entrando a la habitación que ella estaba utilizando por el momento.

Se estaba vistiendo cuando sonó su celular, Aitana de inmediato levantó el teléfono para atender la llamada. -Sí, dijo ella.

-¡Dra. Carson!... estamos hablando de la recepción... Hace un rato, su padre llegó al hospital... nos comentó que no podía localizarla.

Dijo que tiene algo importante que decirle... nos pidió que le informemos, que la estará esperando, en donde siempre se encuentran cuando viene a verla, le dijo una voz femenina.

-Está bien, dijo Aitana y colgó... Aun cuando le dijeron que su padre se encontraba ahí, ella decidió llamar al número privado del señor Carson.

- ¡Si mi padre realmente está aquí, algo muy serio debe estar pasando!... pues, ¡con este clima!... ¿No sé cómo hizo para poder llegar hasta el hospital?.

A pesar de que intentó en reiteradas ocasiones en llamar al número de su padre, la llamada no fue contestada, sino que desviada al correo de voz.

Aitana, al no recibir respuesta de su padre, se puso la bata blanca y salió de la habitación, comenzando a caminar hacia el lugar donde siempre se encontraba con el señor Carson.

- ¡Papá, espero no sea una de tus bromas!... porque hace tanto frío, que no quiero subir a la azotea.

¡Bueno, reconozco que es mi culpa!... porque no quiero que otros médicos sepan que soy la hija del dueño de este hospital, pensó... enseguida empezó a subir las escaleras de los próximos 5 pisos.

Minutos más tarde, Aitana, se encontraba llegando a la salida a la terraza, ya se hallaba a punto de abrir la puerta, cuando sonó su celular.

Tomando el teléfono, miró la pantalla donde alcanzó a ver el nombre del contacto. - ¡Mhmm!... ¡Quien llama es papá! Dijo sorprendida... Sin embargo, antes de que pudiera contestar la llamada, un pinchazo en su brazo la detuvo.

- ¡Auch!... Exclamó Aitana, dejando caer su celular, el cual rodó escaleras abajo.

La joven intuitivamente sujetó su brazo, volteándose inmediatamente, para poder ver a la persona que la había lastimado.

-¡Tú!... ¡Catalina!... exclamó sorprendida... ¿Qué me inyectaste?... ¿Cómo conociste el lugar donde iba a estar?... Aitana le preguntó, mientras caminaba hacia atrás para alejarse.

-¡Bueno, eso es porque he estado tratando de deshacerme de ti, desde hace un tiempo!...

Por lo cual este clima, era lo único que necesitaba, para poder llevar a cabo mi plan... ¡Eres tan tonta!... ¿Cómo pudiste creer que tu padre vendría aquí?...

¿Acaso no has visto afuera? Hay casi 4 pies de nieve, le decía Catalina.

-¿Por qué haces esto? Preguntó la Dra. Carson.

-Carlos prometió deshacerse de ti... pero yo sé que lo único que quiere es pedirte mucho dinero a cambio del divorcio.

Oh, quizás también tuviera planes de enviarte al cielo... ¡Ay, qué sé yo, qué es lo que Carlos está pensando para deshacerse de ti, dado que me lo prometió, seguro lo haría en cualquier momento!.

El único problema es que sin tu dinero... Carlos, el hombre del cual me enamoré, es solo otro hombre más... No obstante, me enteré de que si tú mueres, en el tiempo en que aún siguen casados, todos tus bienes van a ser de Carlos.

Por lo que considero que apenas termine el funeral, yo podría ser su esposa, le dijo Catalina, sonriendo y agarrando la barbilla de Aitana.

- ¿Qué me inyectaste?... ¡Mujer idiota!... le preguntó Aitana, sintiendo que se iba a desmayar.

-Oh, eso es solo midazolam... Como médico, ya estás informada sobre los efectos... pero si no lo sabes te lo diré... Esto puede causar serios problemas respiratorios.

Puede provocar una respiración superficial, lenta o temporalmente interrumpida, lo que puede provocar daño cerebral permanente o la muerte.

Si bien puede salvar, si este medicamento es bien administrado, no obstante, una sobredosis puede ser causa de muerte... por lo cual, es un medicamento que solo se puede administrar por profesionales en un hospital... pero como estamos en uno... ¿No creo que te importe si ya te inyecté un poco?.

¡Lo suficiente para que no quede rastro en tu sangre, pero sí para que te mate!... Oh, al menos te dejaré con daños cerebrales.

¿No te importa un poco de frío? Verdad, le dijo Catalina... mientras abre la puerta, empujando a Aitana contra el suelo lleno de nieve.

Segundos más tarde cerró la puerta, luego únicamente se dio la vuelta con la intención de marcharse, sin ningún tipo de remordimiento.

Sabía muy bien que Aitana ya no podría pedir ayuda, dado que la inyección la había paralizado por completo.

- ¿Así es como terminará mi vida?... se preguntó Aitana.

Unos minutos más tarde, la Dra. Carson comenzó a sentir que su cuerpo empezó a enfriarse... de repente también notó que ya no podía mantener los ojos abiertos.

- ¡No quiero morir!... ¡No, no quiero morir!... ¿Por qué tengo que morir por este hombre?... ¡Si tengo la oportunidad de tener una segunda vida, nunca me volveré a casar!... dijo Aitana, y como pudo se encogió por el frío.

            
            

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