Abriéndose paso a una nueva clase social, integrada por mercaderes, artesanos y agricultores, que ganaron poder y notoriedad cuando el dinero comenzó a importar más que un título noble, a este grupo se los asocia directamente con el poder económico de las sociedades industriales.
Para ese tiempo los nobles perdieron cualquier poder político en el imperio, aun así, su influencia social se mantuvo.
Con el fin de adaptarse al nuevo poder político y la nueva forma de vida, los nobles decidieron incursionar en el mundo de los negocios.
Algunos burgueses adinerados, que aún buscaban tener un título noble, se casaron con las hijas de nobles empobrecidos.
Es de esta forma como la hermosa y elegante, pero caprichosa Diana, la duquesa de Percy, hija de los duques de una pequeña región del norte del imperio, terminó contrayendo matrimonio, con un prominente burgués, quien era 10 años mayor que ella.
Diana se vio obligada a casarse a inicios de septiembre del año 1822, sin embargo, la joven duquesa, al ser un aristócrata de cuna, siempre se consideraba superior que otros, es por eso que contemplaba aquel matrimonio como una ofensa a su persona.
Juzgaba que casarse con alguien sin un título noble, era como casarse con un plebeyo, por mucho dinero que esa persona tuviera, no era suficiente para ella, oh, al menos eso era lo que pensaba Diana, al ser tan joven no sabía la importancia que estaba teniendo en ese momento el dinero.
La joven duquesa ya había pasado una decepción amorosa, todo por qué su antiguo prometido, el joven duque de Bardot, le confesó que se casaría con una joven, hija de una familia de mercaderes de la región.
-Mi familia está en problemas económicos... ¡Es por eso que únicamente pasaba para decirte que mi padre romperá el compromiso!... Mi padre le prometió al hermano de esa joven con la que me casaré, que ella sería mi esposa dentro de unos meses, le dijo el joven duque de Bardot.
En el imperio Garmaly, en el siglo XIX, las familias eran completamente patriarcales, era obligación del hijo varón, heredar el poder de la familia.
Aunque antes de eso, los abuelos o padres, buscaban a otras familias más o igual de influyentes para casar a sus hijos o hijas, es por eso que los matrimonios siempre eran arreglados por los mayores de la familia.
-Fueron nuestros abuelos quienes establecieron nuestro compromiso como acuerdo mutuo de los dos ducados... ¿Por qué su padre quiere faltar al acuerdo?... ¿Acaso la palabra del duque de Bardot no tiene valor? Le preguntaba Diana, con lágrimas rodando por sus mejillas, seguidamente se dio la vuelta y se alejó del joven Enrique, duque de Bardot.
Días más tarde, Diana continuaba esperando que el duque fuera a pedirle disculpas y solucionar todo, ella creía que él en verdad la amaba, se conocían desde pequeños, también su padre le permitía las visitas de él.
Aunque para nada sucedió lo que la duquesa deseaba, porque ese día, mientras cenaban, su padre, Cédric, duque de Darcy, le anunció que había roto el compromiso con el ducado de Bardot.
-Ellos se encuentran en este momento igual que nosotros, en la completa ruina... tuvimos que liberar a todos los esclavos y no tenemos dinero para pagar a los criados... las cosechas se están perdiendo, si no consigo mano de obra pronto, no podré rescatar nada de ella.
En vista que la única solución, es un matrimonio, en un mes, una de mis hijas se casará con un mercader de la región... ese hombre, está dispuesto a colaborar con nuestra familia... únicamente nos pide nuestro título de noble y un matrimonio para unir las familias... El título ya no importa, así que es mejor que la familia pueda sobrevivir, se dijo para sí mismo el Duque Cédric.
-Pero ya todas mis hijas están comprometidas, con familias prominentes, esas familias... aún no han dicho nada de romper los compromisos, pensó nuevamente.
-Diana, te casarás dentro de unos meses... con un mercader muy rico... ¡Cierto que es un poco mayor, pero seguro te hará feliz! Le dijo el duque Cédric a su hija mayor.
La duquesa se resistió al matrimonio, pero en una época patriarcal, donde la opinión de la mujer no era tomada en cuenta, se vio obligada a contraer matrimonio unos meses más tarde.
Su esposo no era nada como ella lo había imaginado, era hermoso, alto, delgado, pelo rojizo, ojos azules y tenía unos hermosos labios y sobre todo aún se veía joven.
Sin embargo, la misma noche de la boda, había sido abandonada por su esposo, quien decidió dormir en otra habitación.
La vida de Diana, se había vuelto un verdadero caos, no lograba llevarse bien con su esposo, tampoco estaba acostumbrada a seguir siendo castigada por él cada vez que lo desobedece.
Unos meses después, ella recibió un castigo por parte de su esposo, quien la encerró en una habitación.
Dando la orden a sus criados, de no darle comida ni dejarla salir hasta que él regresara de su viaje de trabajo, el cual emprendería al día siguiente y le tomaría un par de días regresar.
Pero dos días más tarde que se ausentó el esposo de la duquesa, sin forma de saber, se desató una gran tormenta de nieve.
La mayoría de las casas no estaban preparadas para el frío, aunque la casa del burgués tenía suficiente leña para calentarse, los trabajadores no se atrevieron a dejar salir de la habitación de castigos a Diana.
Hasta dos días después, cuando el frío se intensificó, y llegaron a la conclusión que si no la dejan en libertad en un instante, ella moriría.
Consideraron que su empleador estaría más molesto si la dejaban morir, no obstante, cuando lograron extraer a la joven de aquella habitación oscura y húmeda, ella ya se encontraba agonizando.
Los empleados hicieron todo lo posible para mantenerla con vida, sin embargo, todo era incierto dado a su mal estado.
Si bien habían logrado mantenerla con vida durante un mes, ella se hallaba inconsciente durante todo este tiempo.