Capítulo 4 4

Miro al magnífico italiano, alto, moreno y guapo con su traje de diseñador. Gabriel Ferrara es una estrella de rock en Nueva York, pero para mí es solo un querido amigo. Conocía a mi difunto esposo, y aunque nunca lo conocí cuando Wade estaba vivo, se puso en contacto conmigo poco después de su muerte. Es dueño de una de las compañías de medios más grandes del mundo, y su edificio no está lejos de aquí. Me da consejos aquí y allá, y nos ponemos al día para almorzar cuando podemos. Es completamente platónico entre nosotros, él es una roca en la que me apoyo de vez en cuando.

"Gabe, dile a Claire que necesita ir a esta conferencia". Marley suspira con exasperación.

Él frunce el ceño mientras mira entre nosotros. "Está bien . . . Claire, tienes que ir a esta conferencia -repite sin entusiasmo. "Ahora vamos a comer. Sushi espera.

Los ojos de Marley encuentran los míos. "¿Puedes tomarte una semana libre e ir a París? Tómate un tiempo para ti. Aléjate de los niños. Puedo ocuparme de todo aquí en la oficina. Teníamos ese efectivo inyección: las cosas están bien por aquí por el momento. Usa el tiempo para recargar".

Exhalo pesadamente. Sé que necesito sacarme de este funk. Mi vida es tan aburrida; He perdido el entusiasmo por todo. Mi vida que alguna vez fue salvaje y despreocupada ha sido reemplazada por animosidad. A veces estoy tan furiosa con Wade por dejarme con este lío que lo regaño en mi cabeza, como si pudiera oírme, y luego me siento tan culpable porque sé que él habría dado cualquier cosa por ver a sus hijos. crecer y que dejarme nunca hubiera sido su elección.

La vida no es justa a veces.

Dicen que solo los buenos mueren jóvenes, ¿y los mejores? ¿Por qué tuvo que ir él también?

"Ve a la conferencia", me insta Marley. "No irás a almorzar hasta que estés de acuerdo con esto".

"Date prisa, mujer. Sí. Está de acuerdo; ella va." Gabriel intenta terminar la conversación. Cuando no me muevo, exhala pesadamente y cae sobre el sofá.

"Sabes que no sé cómo hacer el galimatías motivacional". Me pongo de pie y empiezo a empacar archivos. "La mierda con la que continúan es una locura de otro nivel".

"Creo que necesitas un poco de locura, porque la ruina no es un lugar divertido para visitar". Marley suspira de nuevo.

sonrío

"Esto es cierto." Gabriel sonríe mientras revisa su teléfono.

Sigo guardando cosas. esto es cierto Batshit rompió no es un lugar que quiera visitar en absoluto. Me siento en mi silla y miro a mi esperanzado amigo.

"Ve, recarga. Está en Épernay en el distrito de Champagne de Francia, por el amor de Dios. No hay nada más hermoso que esto, Claire. Es una deducción de impuestos; o pagas por esto o lo pagas en impuestos: la elección es tuya. Por lo menos, puedes recibir un masaje. todas las tardes y luego beber dos litros de champán todas las noches con su cena gourmet y caer en la cama en un estupor dichoso".

"Épernay es hermoso", murmura Gabriel, distraído. "Iría solo por la ubicación."

"¿Has estado allí?" Yo le pregunto.

"Unas pocas veces. Fui con Sophia el verano pasado", responde. "A ella le encanta estar ahí".

Me imagino solo en una lujosa habitación de hotel. Ha pasado tanto tiempo desde que me escapé. Cinco años, en realidad. "Ahora, una cena gourmet y champán. . . eso es tentador."

"Si la parte de la conferencia del viaje es aburrida, simplemente deshágase de ella y tómese una semana para usted en Francia. Necesitas este descanso", dice Marley.

Gabriel se pone de pie. "Acordado. Vas. Apresúrate; Estoy hambriento.

Exhalo pesadamente.

"¿Vas a ir por mí?" Marley toma mi mano entre las suyas. "Por favor." Ella sonríe dulcemente y pestañea mientras trata de ser linda.

Oh Dios, ella no va a dejar pasar esto. "Bien." Yo suspiro. "Iré."

Ella rebota en mi escritorio y aplaude con entusiasmo. "Sí, esto va a ser muy bueno para ti, Claire, justo lo que necesitas". Ella corre hacia la puerta. "Voy a reservar vuelos ahora antes de que cambies de opinión".

Pongo los ojos en blanco mientras tomo mi bolso. Ya lo estoy temiendo.

"Eep, estoy tan emocionada". Ella agita sus manos y sale corriendo de la oficina.

"¿Nosotros vamos?" Gabriel pregunta.

"Sí. Sin embargo, no tengo ganas de sushi".

"Bien." Él sostiene su mano hacia la puerta. "Tú eliges, pero hazlo rápido. Estoy a punto de desmayarme.

"Bueno. Repasemos los detalles", dice Marley mientras toma un sorbo de su bebida.

Asiento mientras tomo un bocado de comida. Estamos en un restaurante almorzando. Es el día antes de irme a mi conferencia. "Tus maletas están empacadas".

Marley saca su diario y comienza a leer de su lista.

"UH Huh."

Marca la primera casilla de verificación de su lista. "Pelo arreglado, tictac". Continúa repasando su lista. "Citas despejadas", murmura para sí misma mientras lee su lista.

Sigo comiendo mi almuerzo, totalmente desanimado por la próxima semana.

"Oh." Ella frunce el ceño y me mira. "¿Recibiste láser?"

Pongo los ojos en blanco.

"Hay muchas oportunidades interesantes en este tipo de conferencias, Claire".

"¿Me estás tomando el pelo?" La miro inexpresiva. "¿Quieres que vaya a esta conferencia para poder tener sexo?"

"Bien." Ella se encoge de hombros. "¿Por qué no?"

"Marley". Dejo caer mi cuchillo y tenedor con un sonido metálico. "El sexo es lo último que quiero. Todavía me siento muy casada con un hombre".

Se le cae la cara y deja la pluma y el papel. Pero no lo eres, Claire. Toma mi mano sobre la mesa. Wade murió, cariño. Hace ya cinco años. . . y sé a ciencia cierta que él no querría que vivieras sola para siempre.

Mis ojos caen al plato de comida frente a mí.

"Él querría que vivieras la vida al máximo. . . para ambos."

Siento que se me empieza a formar un nudo en la garganta.

"Él querría que fueras feliz y que te cuidaran. . . amado."

Entrelazo mis dedos en mi regazo. "Yo solo . . ." Mi voz se apaga.

"¿Tú sólo qué?"

"Simplemente no creo que alguna vez seguiré adelante, Marl", le digo con tristeza. "¿Cómo podría cualquier hombre estar a la altura de Wade Anderson?"

"Nadie lo reemplazará jamás, Claire. Es tu marido. Ella sonríe suavemente. "Solo digo que tengas algunas citas. Diviértete un poco . . . eso es todo."

"Tal vez", miento.

"Tienes que quitarte los anillos de boda y ponértelos en la otra mano".