TINDER
img img TINDER img Capítulo 3 ¿Otra vez tú
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Capítulo 6 ¿Qué está pasando img
Capítulo 7 No me equivoqué contigo img
Capítulo 8 La campaña img
Capítulo 9 Simplemente hermosa img
Capítulo 10 Pequeño malentendido img
Capítulo 11 No es lo que parece img
Capítulo 12 Odio ser un idiota contigo img
Capítulo 13 Todo va a estar bien img
Capítulo 14 La familia se apoya img
Capítulo 15 Te quiero a ti img
Capítulo 16 ¿Dónde quedó la magia img
Capítulo 17 Quiero correr el riesgo img
Capítulo 18 Feliz cumpleaños img
Capítulo 19 Comercial en Italia img
Capítulo 20 Tú y sólo tú img
Capítulo 21 Nada puede salir mal img
Capítulo 22 Fantasma del pasado img
Capítulo 23 ¿Es muy pronto para decir Te amo img
Capítulo 24 La verdad siempre sale a la luz img
Capítulo 25 El misterio se revela img
Capítulo 26 Prometo mejorar img
Capítulo 27 Amanda y Julia img
Capítulo 28 Una eternidad suena como un paraíso img
Capítulo 29 Cuando tengas tu propia familia lo entenderás img
Capítulo 30 Di que sí img
Capítulo 31 Epílogo img
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Capítulo 3 ¿Otra vez tú

¿En verdad acababa de acostarse con un hombre así de apuesto? Isabella siente que se sacó la lotería, y no puede amar más a Silvana por haberla ayudado en todo. Sabe que es tarde, pero no tiene sueño, lo único que desea es llegar a su casa, despertar a su mejor amiga para contarle todo sobre su cita con Edward. Finalmente, su mala racha de citas de Tinder había terminado.

Abre con cautela la puerta de su apartamento, quizá debía esperar a que sea más temprano para hablar con Silvana, por la hora su amiga debe estar durmiendo. Le sorprende verla echada en el sofá, intenta orientarse en la oscuridad y se sienta a su lado.

- Sil- Isabella la samaquea un poco- mejor descansa en tu cama.

- Bonitas horas de llegar- se sobresalta al escuchar la voz de su mejor amiga detrás de ella- ¿la pasaste bien?

- Silvana, ¿quién mierda está en nuestro sofá?- pregunta la castaña asustada.

- Ah, se llama Caleb, me trajo unos brownies especiales y al final se hizo tarde, le dije que se quedara en el sofá.

- ¿Has dejado que un extraño duerma aquí?

- No grites, lo vas a despertar y se pondrá insoportable, no es un extraño, lleva algunos cursos conmigo.

- Me hubieras dicho que tendrías compañía.- se queja la chica, se acerca hasta la otra muchacha intentando abrazarla pero la aleja

- Vienes de coger, no me agarres con tus sucias manos hasta que te bañes, puerca.

- Exagerada.

- Bien, te rociaré con alcohol para que vengas a contarme todos los detalles de hoy.

Las dos chicas se dirigen hacia la habitación de Silvana e Isabella le cuenta todo lo que ocurrió en la cita, lo guapo que se veía Edward, lo caballero que había sido, lo inteligente y apasionado por su trabajo, lo buen amante que era, básicamente le dijo lo perfecto que había sido todo.

- ¿Te imaginas si te quedabas y Edward te pedía tu número para volver a salir?

- Es raro verte creando historias de amor, Silvana.

- Nunca mención la palabra con "A", sólo dije que podían verse otra vez, no proyectes tus deseos en mí.

- Parece que alguien estuvo leyendo a Freud- se burla - pero siento que Edward ha jodido mi vida sexual, no encontraré a alguien que sea como él.

- Podemos buscar a otro Edward.

- No, no quiero otro Edward, estuve pensando y fue divertido, pero por ahora quiero divertirme con mi mejor amiga lo que queda del verano, salgamos hasta que tengamos que regresar a la universidad.

- ¿Solo nosotras?

- Solo nosotras- repite Isabella y le entrega su celular a Silvana- elimina esta cosa de mi teléfono.

[...]

Mira su reloj por tercera vez, lleva esperando más de una hora a que su cita llegue. Se rasca su nuca con incomodidad, desde aquel casual encuentro apasionado con "Silvana", la suerte del hombre de grandes ojos avellana había ido de mal en peor, cada cita que prosiguió fue cada una más decepcionante que la otra.

Seguía probando su suerte, no perdía la esperanza de conocer a alguna que sea al menos la mitad de lo interesante que "Silvana" le resultaba. Con ninguna otra había podido entablar una conversación, o se interesaban en los temas que esa chica sí.

Tan solo iban y directamente accedían a acostarse con él. Aquella situación empezaba a incomodarle.

Entra a su auto cansado de esperar a aquella pelirroja con la que había quedado en salir. Desde su celular busca la conocida aplicación y busca la foto de la castaña.

*Mensaje de Edward*

Hola Silvana, nos vimos hace unas semanas y tal vez resulte raro, pero ¿te gustaría volver a salir conmigo?

Borra el mensaje y bloquea su celular. Tal vez este tema de las citas casuales no funciona en todos.

[...]

- ¿Cómo te fue ayer, tigre?- le pregunta Mark, su mejor amigo y socio de la empresa.- por tu cara creo que no te fue tan bien.

- La esperé más de una hora y nunca llegó.

- Creo que no eliges bien a tus citas.

- Ya me aburrí de esto de las citas en línea Mark, ayer desinstalé la aplicación, es un desastre.

- No pensabas lo mismo la primera vez que saliste.

- Es que todo fue distinto, era como si Silvana y yo tuviéramos cierta complicidad...

- No – lo interrumpe su amigo- estás confundiendo las cosas, que esa chica también sea una loca obsesiva en su trabajo y que hayan pasado más tiempo hablando sobre anécdotas en sus campañas publicitarias que follando no lo convierte en especial. Descargaste Tinder para divertirte, no para buscar una novia.

- Quizá debería buscar mujeres de mi edad- duda el rizado.

- Lamento que tu experiencia con las jovencitas haya sido mala.

[...]

El verano se le fue en un abrir y cerrar de ojos. No recuerda hace cuánto no se divertía de esa manera. Desde aquel encuentro con Edward su vida sólo mejoraba, ese hombre le devolvió las ganas de vivir, le había recordado que en la vida hay más cosas que el trabajo, y que debe aprovechar en divertirse las veces que pueda.

Durante el verano pasó de fiesta en fiesta con Silvana y Caleb, descubrió en aquel moreno a un buen amigo y confidente. Ahora, los tres se encontraban en la puerta de la universidad, Isabella no podía evitar una piza de nerviosismo en ella, finalmente se encontraba ahí, por lo que tanto luchó. Estudiaría su último año en la universidad que tanto quería.

- Recuérdame la razón por la que nos inscribimos en un curso tan temprano- se queja Silvana.

- Porque dicen que el Señor Cross es el mejor enseñando plan de inversión en medios.

- ¿Cross?- se burla Caleb- por culpa de ese tipo reprobé taller de proyectos digitales y tengo que llevarlo nuevamente. Es un hijo de puta al que le hace falta una buena follada.

- Pensé que era un maestro nuevo, nunca lo he visto- dice Silvana confundida.

- Enseña algunos cursos de últimos años, y tiene una empresa grande, casi nunca está aquí.

- ¿Y me estás diciendo que estoy inscrita con un amargado que proyecta sus frustraciones sexuales en los trabajos de sus alumnos? Demonios Isa debemos cambiarnos de salón.

- Tal vez no sea tan malo, además, Caleb, eres un holgazán.

- Bien, llegó el momento de separarnos, suerte con Cross- se despide de sus amigas mientras camina hacia su salón.

Dio una mirada rápida al aula, a comparación de otros cursos, había menos estudiantes, un total de veinte, incluyéndose Silvana y ella.

Por su experiencia en anteriores pasantías, Isabella sabía lo complicado que era armar un plan de inversión, pero no creyó las advertencias de Caleb, tal vez el moreno tenía razón y el famoso profesor Cross era más exigente de lo que pensaba.

¿Cómo sería? Notó que algunos parecían nerviosos, y algunas chicas lucían ligeramente emocionadas, los minutos pasaban y la hora de la verdad se aproximaba. Siendo las ocho en punto de la mañana la puerta del aula 503 se cerró, e inmediatamente todos quedaron en silencio, observando como aquel hombre se adentraba hacia el centro del salón.

- Bien, llegaron temprano, eso me gusta- sonrió mirando hacia los estudiantes que tenía en frente. Tenía la manía de mirar sólo a los alumnos de las primeras filas para evitar distraerse.

Oh mierda.

            
            

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