Capítulo 5 Término del relato y de los personajes

Ahí otra vez el silencio prolongado se apoderó de Leo. Sus amigos le miraban, pero no intentaban decirle nada. Marlo seguía allí esperando que terminase, pues le había estado escuchando con una atención profunda.

Luisito lo ignoraba absolutamente el porqué otra vez se detuvo, pero en su rostro no dejó de mostrar algo de inquietud.

Gabito era el que más profundamente había asimilado el relato y en sus ojos no dejaron de aparecer notas excesivas de tristeza.

El silencio pasado un buen rato seguía en García. El que se atrevió a implorarle a que culmine su interesante relato fue malo. Aunque claro también le pidió que algo de erotismo pusiera de su parte al menos para terminar con broche de oro.

Esa petición estaba complicada, pues el relato no tenía nada de eso o tal vez un poco.

A García le parecía carente de sentido en esos momentos lo que pedía su amigo.

Para que no se estropee la historia y teniendo en noble propósito de salvar la interesante historia, Leo continúa con el cierre.

Jessica a estas alturas a pesar de todo estaba más hermosa que nunca. Los cazadores se demoraban a hurtadillas en apretar el gatillo. Ella no obstaba nada, esperaba lo que tenía que pasar. Uno de ellos desistió en apuntarla. Mantenía una sonrisa maliciosa. Parecía ser el líder del grupo.

Jessica ya no entendía el sentido de sus expresiones. Su corazón seguía latiendo ante el no resuelto peligro. Vio otra sonrisa maquiavélica. Si uno de ellos no se acercaba a darle de beber algo, nada habría tomado forma en absoluto. Era una bebida muy conocida y muy aplacable para la sed. Ella no quiso beberla. El despreciado le dio un sopapo en una de sus bellas mejillas.

Ella simplemente con expresión de dolor bajó el rostro y no dejaba de tocarse la parte adolorida. Los otros dos siguientes fueron a revisarle sus piernas. Se colocaron una a cada lado. Ella esperaba un pequeño roce para reaccionar. No iba a quedarse quieta.

El otro se asoma a revisar sus pechos. Ella les mira con un odio terrible. Inagotable manantial de recuerdos no dejó de ir a la par de en ella.

Que en esos lugares tan solo estaban para Martín o Royer, pero no esos maliciosos cazadores. No lo iba a permitir. El líder que está cercano a la cabeza de Jessica de guiña un ojo amistosamente al que está casi cercano a él.

Sin tener más curiosidad acá falta el último. Aquel sigue apuntándole a ella. No se ha movido de su lado. La intención es Clara. Los cuatro intentan llevar a cabo sus maquinaciones, pero ella reacciona. A los que intentan subir su vestido y descubrir más parte de sus piernas les ha propinado unas patadas en sus respectivos rostros.

Al cazador que se aproximó a palpar su seno le ha dado un cachetadón que le ha volteado esa parte de su rostro y con ello le recordará por el resto de su existencia.

A líder que intentaba aprovechar el momento para besar sus labios le ha arañado el rostro.

Todos salen afectados. Ella muestra una rabia Incontenible. Su rostro muestra un espantoso y diabólico aspecto. Sus ojos se han agrandado y les hace entender su fisonomía que lo tocarán y abusaran de ella cuando haya fenecido. Esos ojos desmesuradamente abiertos les ha resultado rimbombantes. Ella seguía haciéndose más bella, se mostraba con todo el esplendor de una flor.

Bien lo sabían ellos que tenían que actuar. Sin más tiempo que dejar pasar, el último faltante en acción le dispara en el centro de su frente. Ella ha caído..

Se toma esa parte de su cabeza que borbollea sangre sin parar.

Ella, pasado unos minutos No mueve ninguna parte de su cuerpo. Ha caído inconsciente. Ahora se ha arrojado como una venada moribunda. Sin más que hacer los cazadores asumen que es parte de los cervidos y van y la toman. Lo han subido a sus hombros y cantando una canción de cacería van alegremente perdiéndose entre los espesos bosques.

Las gotas de sangre que emergen de Jessica van quedando en medio de los senderos por donde se conducen.

A Martín le llega el presentimiento de que Jessica está moribunda y condenada a ir al otro mundo. Las imágenes constantemente le están aturdiendo y machacando su cerebro. Sin más que hacer intentan nadar y así avanzar a la ahora lejana orilla. Lo hace con una pereza terrible no tiene más ganas el por qué luchar. Sin ella la vida de él ya no tiene sentido. El grado de motivación e intentarlo otra vez ha quedado pretérito.

Su piel por el frío inmenso se está desnaturalizando. Su rostro intenta mostrar una vivacidad, pero su fisonomía en general muestra un dolor profundo.

Su mirada huidiza por llamarle de alguna manera ha decaído. Ahora el final está más cerca que de costumbre.

Al avanzar unas cuantas leguas, el lugar donde se encuentra atrae a los objetos y cualquier cosa que llegue ahí hacia abajo.

Martín cae en esa abruptosidad del pozo. Antes de desaparecer se percata que el mar está cercano. El promontorio está al costado le está invitando a pasar por ahí. Unos cuantos segundos trata de luchar para ir hacia allá, pero la atracción puede más. Abajo las aguas va su cuerpo. Unos cuantos minutos de espera y esa parte del pozo hiciera la función de un asesino, el cuerpo es exánime de Martín sale flotando. Esta vez va dirigido a aquel promotorio que muy cercano ahí tiene algo así de vecino a un risco.

Por una gruta apenas visible, pasó el cuerpo de Martín. De ahí no se pudo conocer más de él.

Royer intenta con todas sus fuerzas y valentía dar hacia adelante. Con una enjundia lograda por pocos logra subir a la cima del agua y así tomar aire.

Por lo obnubilado que está el lugar acuático, no se percata de las fieras. Él creyó que ya se habían marchado. Ante ello intenta llegar a la orilla de despaciosamente. No le interesaba en absoluto comprender el Por qué no se había ido hasta las profundidades del lago. Ya tenía suficiente con salir de acá de una vez por todas.

Lo logró, pero le convenía unirse en el lago y morir ahogado. Pues las fieras salvajes no tuvieron compasión de él. Lo esperaron tan subrepticiamente que cuando ya le habían embestido, recién Royer se sobresaltó.

Intentó luchar mientras pudo. Ver su ropa hechos unos remiendos y la mayor parte de su cuerpo que mandaba sangre, le desesperó mucho. Le acribillaban más ver las imágenes de Jessica, moribunda y ensangrentada.

Heridas y el mismo vertimiento de sangre les acompañó a ambos. Las fieras no pararon de atacarle. Cuando le atacaron el cuello y lo rompieron la yugular ya se creyó muerto. Sin más tiempo que esperar falleció. Las fieras al ver que no se movía, le rodearon y esperaban darse un banquete. En fin, pues tenían carne para sobrevivir.

Los tres estarán disfrutando o seguirán sufriendo en otro mejor lugar. De todos ellos ya no se sabe casi nada. Los diarios dieron la noticia por separado, cuando en realidad los tres tenían en común algo; y era eso de luchar por la supervivencia.

Después de una semanas, los que lo leyeron raramente se acuerdan de este truculento suceso. Tan solo colocaron ocurrió en... El lugar fue inexacto, pues trataba de tres lugares tan distintos.

El amor de Jessica continuará para Royer. Acá el destino les prohibió e hizo lo imposible para alejarlos y separarlos, vaya que lo logró. Que a donde se junten permanezcan eternamente inseparables.

Así hizo su epílogo Leo García.

Sus amigos le considerarían un opúsculo, pero a él no le importaba en absoluto el término que lo pusieran.

Los tres que oyeron concienzudamente relato quedaron muy apenados.

No obstante no dejaban de admirarlo a Leo.

                         

COPYRIGHT(©) 2022