La pasante del CEO
img img La pasante del CEO img Capítulo 4 Saliendo del cascarón
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Capítulo 6 Decepción img
Capítulo 7 Reencuentro img
Capítulo 8 El inicio desde otra perspectiva img
Capítulo 9 La propuesta img
Capítulo 10 Anhelo img
Capítulo 11 Reunión de negocios img
Capítulo 12 La primera cena img
Capítulo 13 Conociendo las oficinas img
Capítulo 14 Primeriza img
Capítulo 15 Primera vez img
Capítulo 16 Otra perspectiva img
Capítulo 17 La felicidad dura poco img
Capítulo 18 Explicaciones, sexo y un parque img
Capítulo 19 Cuentas claras conservan amistades img
Capítulo 20 Remordimientos cortantes como navajas img
Capítulo 21 Me declaro culpable img
Capítulo 22 Librando asperezas img
Capítulo 23 De novio a hermano img
Capítulo 24 Aclaraciones img
Capítulo 25 Estímulos img
Capítulo 26 Mi amor img
Capítulo 27 Desastre img
Capítulo 28 Huída img
Capítulo 29 Nuevas experiencias img
Capítulo 30 Margaritas img
Capítulo 31 El viñedo img
Capítulo 32 Reunión familiar img
Capítulo 33 Hombre perfecto img
Capítulo 34 Promesas img
Capítulo 35 Detalles que enamoran img
Capítulo 36 Rompiendo la burbuja img
Capítulo 37 La intrusa img
Capítulo 38 Desde otra perspectiva img
Capítulo 39 Verdades selectivas img
Capítulo 40 Emergencia de chicas img
Capítulo 41 Atentado img
Capítulo 42 Señuelo img
Capítulo 43 Alcanzar la felicidad img
Capítulo 44 Urgencias img
Capítulo 45 Despertar img
Capítulo 46 Lugar seguro img
Capítulo 47 Salir con vida img
Capítulo 48 Encrucijada img
Capítulo 49 Libres img
Capítulo 50 Pequeños momentos img
Capítulo 51 Primer aniversario img
Capítulo 52 Dos en uno img
Capítulo 53 Todo lo necesario img
Capítulo 54 Elevadores img
Capítulo 55 El ensueño perfecto img
Capítulo 56 Más fantasmas del pasado img
Capítulo 57 Secretos del pasado img
Capítulo 58 Decepciones img
Capítulo 59 De vuelta a la verdad img
Capítulo 60 Promesa de hermanos img
Capítulo 61 Promesa de padre img
Capítulo 62 Lugar seguro img
Capítulo 63 Conversaciones de amigas img
Capítulo 64 Un nuevo futuro img
Capítulo 65 Caos img
Capítulo 66 Justicia propia img
Capítulo 67 Cerrando ciclos img
Capítulo 68 Fin img
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Capítulo 4 Saliendo del cascarón

Narra Leana.

Desperté agitada, estaba bañada en sudor, pero no había tenido una pesadilla, no, todo lo contrario, había soñado con el encuentro que tuve con el amigo de Sara, ese chico sí que sabía lo que hacía, hasta mi subconsciente quedó enganchado con todo ese cúmulo de nuevas sensaciones, si yo era una novata, él era todo un experto, o al menos así me había parecido a mí.

Miré hacia la cama de Sari pero no estaba ahí, la cama estaba hecha, así que lo más seguro era que todavía no hubiera llegado de la fiesta, ella sí que parece haber disfrutado la noche, cuando llegue tengo que preguntarle por su amigo, si le comentó algo sobre mí, si se molestó porque me marché sin decir nada, además, tengo que preguntarle su nombre, anoche entre tanta agitación se me olvidó preguntárselo.

¡Oh por Dios! Besé a un chico que ni su nombre conozco, ¿pero a mí qué bicho me ha picado? En otro momento jamás hubiera hecho algo así, a pesar de eso, tengo que reconocer que esa adrenalina se siente tan bien, en otro momento me hubiera repudiado a mí misma, pero, ahora, creo que hasta orgullosa me siento de mí. Esto es algo que todas las chicas de mi edad hacen, experimentar no está mal, no estoy haciendo nada malo -trataba de convencerme a mí misma porque en el interior me daba miedo convertirme en alguien como mi madre.

Me alisto para ir a clases, Sara no ha llegado todavía, seguramente va directo a la conferencia, no es la primera vez que lo ha hecho, son los efectos de la resaca que no le permiten levantarse más temprano para pasar por el cuarto primero. Saco un vestido amarillo pastel estampado de flores y unos tenis blancos, me hago una coleta y salgo hacia el aula.

Iba distraída, mirando el campus (me encantaba la vivacidad del verde del césped y los árboles) cuando de repente, siento esa voz de depredador en mi nuca. Me giro sobresaltada y ahí estaba él, el chico de anoche, inmediatamente mis mejillas comenzaron a arder, no sabía cuál iba a ser su reacción después de mi comportamiento de anoche.

- Pero si no sabía que estaba hablando con la mismísima Cenicienta anoche.

- ¿Perdón?

- Sí, como te fuiste tan rápido y cuando mejor se estaba poniendo el clima entre nosotros -mis mejillas ardieron aún más, si es que eso era posible.

- Sí, discúlpame, es que recordé que tenía un compromiso y tuve que irme -mentí con la esperanza de que no se percatara de ello.

- ¿Hay otro chico? -preguntó de la nada.

- ¿Qué? -ahora sí estaba confundida, no entendía lo que me preguntaba.

- ¿Que si el compromiso era con otro chico?

- No no, había quedado con una amiga para estudiar -volví a mentir.

- Pero si tú no tienes más amigas que Sara, te he estado observado por bastante tiempo corazón, lo sé casi todo de ti, ¿por qué crees que nos encontramos ahora? Sé lo que te gusta y déjame decirte que lo de anoche te gustó -sonrió con malicia, se le notaba en los ojos.

"Y ahora, ¿qué le digo? Es un poco engreído, a decir verdad, mi madre siempre decía que había que hacerse la dura con los hombres, así ellos se interesaban más en una, ella de amor y romanticismo podía no saber nada, pero no se podía negar que tenía un diplomado en esto de enganchar a los hombres, así que decidí hacerle caso."

- ¿Pero y tú quién te crees que eres? No sabes nada de mí por mucho que te esfuerces, solamente eres un engreído y bastante pedante la verdad -le respondí determinada.

- ¡Ehhhh! Pero si la Cenicienta tiene carácter fuerte, anda sacando las uñas. Corazón no te molestes, solo digo lo que es evidente -dio un paso al frente y se pegó más a mí- anoche cuando te besé te sonrojaste, justo como ahora -rodeó mi cintura con sus manos y me estrechó aún más- y cuando te pegué a mi cuerpo de esta misma manera, tu respiración se agitó, así como lo está en estos momentos e inconscientemente te lamiste el labio inferior que yo mordí.

"¿Lamí mi labio anoche? Eso no lo recuerdo, estaba tan nerviosa. Me molestaba la seguridad con que lo afirmaba todo, pero es que era cierto, cada una de las cosas que decía, incluso ahora me estaba sucediendo y esa palpitación en mi interior ¡Por dios! Ahora mismo deseo dejarme sucumbir ante él, su olor es increíble, anoche no lo noté porque había mucha peste a nicotina y alcohol, pero no, hay que ser fuerte, hasta ahora me está funcionando."

- Mira, no sé quién eres, pero definitivamente adivino no, no sabes nada de lo que estás hablando, ahora aparta que llego tarde a clases -dije retirando sus manos de mi cintura para luego comenzar a alejarme de él -se quedó observándome fascinado, con cara de sorpresa y creo que cierta admiración también, no estoy segura, solo sé que le escuché vociferar a medida que más me alejaba de él.

- ¡Al fin me preguntas mi nombre, creí que no lo harías, soy Joan, nos vemos esta tarde corazón, es una cita!

No pude evitar sonreírme, era creído sí, pero su encanto tenía y su insistencia me gustaba también ¡Espera! ¿dijo cita? A qué se referirá, con él nunca se sabe, tendré que preguntarle a Sara si sabe algo y sacarle más información sobre él, por lo menos ya conozco su nombre, ya no es un desconocido.

Llegué al salón y unos minutos después llegó Sarita, como de costumbre se sentó a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja, solo de verla ya sabía que se traía algo entre manos.

- ¿Y, cómo te fue con Joan?

- ¡Traidora! –pronuncié con un falso tono de dolida- Tú lo sabías todo, ¿por qué no me dijiste nada antes de ir a la fiesta?

- Lea, tú nunca querías salir, ya te había invitado innumerables veces por la insistencia de Joan, el solo hecho de aceptarme la salida anoche fue todo un logro y si te comentaba algo sobre algún chico me ibas a decir un rotundo no, ¿me equivoco? No quería forzar mi suerte –rió pícaramente.

- Te perdono solo porque tienes razón, pero, hablando ahora de ese chico, ¿tiene los zumos un poquito subidos no? -ella volvió a reír, esta vez, en voz alta.

- Puede ser, pero lo que sí te digo es que lleva tiempo queriendo salir contigo, no me dejaba tranquila para que los presentara y, a decirte verdad, creo que le gustas en serio.

- ¿Le gusto? –la sorpresa fue tangible en mi tono de voz.

- Claro, ¿por qué no habrías de gustarle Leana? eres preciosa, tienes un cuerpazo monumental y además eres buena persona, ¿qué más hace falta para gustarle a alguien? Créete más, confía un poquito más en ti. Por cierto, ¿te invitó a lo de esta tarde?

- ¡Ahhh! Sí, algo mencionó de una cita, pero no sabía a qué se estaba refiriendo. Si voy a salir con él necesito que me des más información suya, según él, sabe todo de mí.

- Si quieres saber más de él es porque te gusta descaradilla.

- No, es solo porque ando en desventaja y eso no me agrada, sabes que no me gusta perder.

- Jajajaja, sí claro, miénteme que me gusta.

- Pero dale, dime, desembucha, cuéntame cualquier cosa, ¿qué estudia? ¿qué edad tiene? ¿qué música le gusta? Lo que sea.

Justo en ese momento entró el profesor al salón y todo quedó en silencio, Elisa no hacía más que reírse, se estaba diviertiendo con toda esta situación en la que ella misma me había metido.

- Eyra, cuéntame, tienes que contarme –susurré para evitar que el profesor me atrapara hablando.

- Esas cosas las tendrás que averiguar tú solita, sal del capullo ese en el que te has metido por voluntad propia, ya es hora –me susurró de vuelta.

Por más que intenté en todo el día no conseguí sacarle ninguna información a ella, ni una sola seña me dio, supongo que tiene razón y ya va siendo hora de que me permita disfrutar más. Ya veré qué hacer con Joan esta tarde.

            
            

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