-¿Abuelo? -preguntaron los reyes mirando al extraño delante de ellos. -Tu no tienes abuelo hija -dijo el rey. -¿Quién es usted?
-Ja, ja, ja..., Gardariel saluda a los reyes de Aratía.
-¿Gardariel, el gran Gardariel cuidaba de mi hija? -preguntó ahora la reina viniendo a inclinarse delante de él -Muchas gracias, Suprema Buenisidad.
Al escuchar aquello, todos sin excepción en el reino se inclinaron ante el máximo bien. Era un milagro que perduraría por los siglos de los siglos en la historia de la ciudad mágica. Pues muy pocos en el mundo de la magia habían tenido la oportunidad de ver a esta personalidad máxima. Shairy miraba a todos sin entender, caminó hasta su abuelo y sin importarle, lo abrazó y besó como acostumbraba a hacer desde que recordaba.
-Abuelo, ¿puedes explicarme que es todo esto? ¿Estoy soñando verdad?
La Suprema Buenisidad abrazó a Shairy ante el asombro de todos, la iluminó completa, haciendo que viera todo lo que había sucedido desde el mismo momento de su nacimiento. Ella abrió los ojos sorprendida, a pesar de haberlo recordado cuando su padre el rey le devolvió las memorias y de verlo ahora, tenía necesidad de escucharlo del único ser en quien confiaba ciegamente y que nunca le mentiría, su abuelo.
-¿Entonces en verdad soy un hada?
-Sí.
-¿Una princesa?
-Sí.
-¿Y tengo una hermana mayor?
-Sí.
-¿Dónde está?
-Atrapada en un cuerpo y mundo que no son de ella. Deberás acudir a su llamado cuando sea la hora a reclamarla, solo así podrá volver a ser quien es. Bueno mi nieta, sé feliz. -Dijo e hizo el intento de desaparecer.
-¡Espera abuelo! -gritó Shairy impidiendo que se marchara. - ¿Adónde crees que vas? No puedes dejarme aquí en un lugar extraño que no conozco.
La Suprema Buenisidad se giró hacia ella y le acarició el rostro con cariño. Luego le mostró a sus padres que la miraban con infinito amor y dijo.
-Estarás bien Shairy, sé juiciosa y escucha siempre a tu corazón. Ahora debo irme, adiós. Si algún día en verdad me necesitas, solo debes de llamarme como siempre hiciste.
Y sin más, desapareció eliminando la memoria de su visión a todos. Solo Shairy se quedó con sus memorias, suspiró resignada y se dejó abrazar por sus padres, regresando al palacio. Los días que siguieron fueron para ella los más extraños de su vida, a pesar que estaba convencida de que sí era un hada, no se reconocía en ella.
Seguía escuchando la voz lastimera que la llamaba, la cual la hacía regresar al mundo paralelo donde vivían los humanos, e ir hasta el lago esmeralda sin descubrir nada. Luego retomaba su forma humana y paseaba por todas partes como antaño. Un buen día viajó al futuro cuando se encontraba en compañía de una de sus amigas, llamada Luddie que la agarró y se la llevó con ella, era una preciosa chica del mundo del agua. Decía ser un dragón del agua, y sabía que ella era un hada. En ese futuro conoció a muchas chicas y se hizo amiga de ellas, pero la Suprema Buenisidad una noche se le apareció y la regresó a su tiempo.
-¡Abuelo! ¿Por qué me trajiste de regreso? -protestó molesta.
-Porque todos ellos regresaron, si no te traía no podías volver tu sola, deja de convertirte en humana y aprende a ser una buena princesa de tu reino -la regañó.- Tienes obligaciones que cumplir, vendrán tiempos difíciles para ti y tu pueblo. Deberás realizar una importante decisión.
-¿Qué quieres decir con eso abuelo? ¡Abuelo...!
Pero había desaparecido y dejado en medio del bosque encantado de su reino. Comenzó a volar entretenida, todo era muy hermoso y le gustaba como la saludaban. Hasta que fue a dar a una hermosa cascada, donde se sentó y se puso a cantar como era su costumbre, cuando lo vio venir hacía ella. No lo podía creer, ¿cómo era que podía venir al mundo mágico?
-Hola Shairy.
-Hola, ¿cómo te llamas y cómo puedes estar aquí en mi reino?
-¿Tu reino? ¿Es que acaso eres un hada?
-Sí, soy la segunda princesa de las hadas, pero todavía no me dices quien eres y qué haces aquí.
-¿Y dónde están tus alas si eres un hada? -seguía él esquivando las respuestas
-Las guardo porque me gusta parecer humana.
-¿De veras? ¿Por eso vivías con ese anciano en su mundo?
-No, no fue por eso. Alguien me robó y la Suprema Buenisidad me rescató y se hizo pasar por mi abuelo. Luego mis padres me encontraron, fue después..., después...
-Entiendo, después de la última vez que nos encontramos, por eso cuando regresé a buscarte no pude encontrarte y te sentí aquí.
-¿Me sentiste? ¿Qué cosa eres?
El joven se sentó al lado de ella y sin más le tomó la mano y se la besó con amor. Ella la retiró ruborizada por el enorme placer que había experimentado. Sin embargo, él la volvió a tomar y le colocó un hermoso anillo. Era de cobre, con una hermosa piedra preciosa que no sabía definir pero que se ajustó a su dedo mágicamente.
-¿Por qué me das este anillo?
-Porque un día como te di mi palabra, serás mi reina.
-¿Tú reina? Me temo que eso no podrá ser.
-¿Qué quieres decir?
Shairy sacó sus hermosas alas con la intención de alejarse, pero antes de que lo lograra, el desconocido la atrapó y la besó con verdadera pasión. Al fin cuando se separaron ella lo miró, y sin más se alejó volando del desconocido que se quedó en el mismo lugar viendo como se perdía en el horizonte rumbo al palacio.
Cuando se hizo de noche, se apareció en el balcón de su amada. Sabía que podía ponerla en peligro por esa acción, pero no podía irse lejos sin asegurarse de que estaba segura y la vio jugar con unas doncellas, hasta que se quedó profundamente dormida. Se hizo invisible, entró y depositó un tierno beso en la frente de Shairy que se tiñó de un color que hizo que sonriera el extraño satisfecho. Volvió a besarla y luego de borrar toda huella de su presencia en el lugar, desapareció.
Shairy era visitada todos los días por el príncipe Edril que la estaba enseñando a usar sus poderes, cuando de pronto sintió otra vez aquella voz en su cabeza y deseó estar dónde quiera que fuera, y se vio desaparecer para ir a dar a la plaza del clan esmeralda donde vio a todas las chicas que había conocido en el futuro. Llegó justo en el momento que la princesa del agua y su amiga Luddie ha encontrado a su hermanita menor Thalia.
-Felicidades. Es asombroso que Thalia sea tu hermana menor de la que tanto hablabas -dice. -¿Y este es el príncipe heredero del reino del agua?
-¡Shairy! -se asombraron todas. -¿Qué hace un hada en el clan de los dragones esmeraldas?
-Hola chicas, ¿cómo están? Sí que me hicieron volar. ¿Por qué se mudaron tan lejos?
-Fue cosa de Lotha, ¿a qué viniste? ¿Tú pareja también está aquí? -pregunta Elizabeth. -No sabía que las hadas pueden ser parejas de dragones.
-No vine a eso, en verdad no sé porque vine, algo me llamó y no sé que es. Esperen un momento, tengo una enorme necesidad de convertirme en hada.
Al terminar se rodea de una luz blanca encegueciendo a todos, para al terminar, entonar una hermosa melodía de llamada, mientras vuela por encima de todos como si buscara a alguien. Hasta que se detiene delante de Lily.
-¿Lily?
-Hola Shairy, tan linda como siempre. ¿En serio algo te llamó? -pregunta Lily emocionada.
-Sí, estaba en el bosque con mis amigas y sentí una fuerte voz y energía que me hizo venir a reclamar algo que es mío. Y ahora lo siento saliendo de ti, ¿por casualidad es a ti a quién vine a reclamar?
-¿Qué quieres decir? ¿Tienes a alguien que se perdió de tu familia? -la interroga Liudmila.
-Sí, a mi hermana mayor. Y si eres tú Lily, te reclamo, ¡regresa a ser quien eres! -Y la llena de un polvo mágico blanco.
-¿En serio crees que ella es tu hermana Shairy? ¡Es una dragona! -dice Mayra. -Sigue buscando, creo que te equivocas, Lily acláraselo.
Lily la mira y sonríe sin apartar la mirada de Shairy, que ve como se le acerca despacio emanando una hermosa y conocida energía mágica, la estrecha muy fuerte, llorando en sus brazos.
-Gracias por venir por mi hermanita, muchas gracias. Solo si un hada venía a reclamarme podía romper este hechizo.
-¿Hermanita? -se asombran todas-, ¿no eres un dragón?
-No, yo soy un hada.
Ante los ojos de todos se convierte en una deslumbrante hada, para luego regresar a ser humana.
-Estaba contigo bañándome en el río cuando sentí que alguien nos vigilaba, solo me dio tiempo a esconderte y a mí me atraparon, al llegar aquí me convirtieron a semejanza de un dragón esmeralda. Pero soy un hada, para ser exacta, soy la hermana mayor de Shairy, no podía romper el fuerte conjuro de la reina madre esmeralda, necesitaba que viniera otra hada a reclamarme.
-¿Entonces sabías que no eras un dragón?
-Sí, pero algo me impedía decirlo, ni escapar.
Ambas hadas se funden en un fuerte abrazo felices. También son abrazadas por las demás sonrientes al tiempo que las felicitan. Luego de despedirse, regresan al reino de las hadas dónde son recibidas con gran alegría. Solo una cosa le molesta a Shairy, y es que el príncipe elfo Edril, ahora anda con las dos sin decidirse por una de ellas.
Por mucho que intenta que se olvide de que existe, la persigue a todas partes y teme que la elija, todo estaría bien si cierto desconocido no estuviera rondando en su cabeza y en su corazón.
¿Qué hará si el príncipe Edril la elige?