Capítulo 8 Debes divorciarte

El traje negro del hombre estaba lleno de manchas que parecían ser de aceite y pintura, además de que su pantalón y sus zapatos tenían varias raspaduras visibles.

Pero a pesar de su apariencia desaliñada, había algo en él que imponía autoridad y disuadía a cualquiera de subestimarlo.

Bajo la tenue iluminación exterior, su buena apariencia estaba teñida de un rastro de mal humor.

Esto se debía a que Shane acababa de tener un desafortunado encuentro en el camino con alguien que claramente carecía de sentido común, y si no hubiera sido porque tenía prisa de llegar a tiempo a la cita, le habría dado una lección al otro conductor.

"¿Shane?", Sheila preguntó al verlo, aunque no había duda de que era él.

A pesar de que ella le había pedido que causara una buena impresión, él no solo llegó tarde, sino que también parecía como si hubiera estado hurgando en un depósito de chatarra.

Lo que la joven no sabía era que Shane acababa de sufrir un accidente, pues aparte de las manchas, no tenía ninguna herida visible. Por supuesto, tampoco tenía idea de que el Bentley destrozado era suyo.

Sheila, como haría la mayoría de la gente, asumió que él simplemente había comprado una chatarra en un concesionario de autos usados para quedar bien con su suegro.

Con esto en mente, ella se le acercó y murmuró algo sobre discutir esto más tarde, tomándolo del brazo para llevarlo hasta donde esperaban Rogelio y los demás.

Mientras caminaban, un aroma familiar y reconfortante llegó a las fosas nasales de Shane, calmando un poco su irritación.

Finalmente, la pareja se detuvo frente a Rogelio, Paula y Rita, quienes estaban parados en las escaleras observando a Shane.

"Papá, él es mi marido", dijo Sheila, presentándoselo.

Sorprendida por el aspecto sucio pero atractivo de Shane, Rita no pudo evitar murmurar para sí misma: ¡Guau, ¡este chico es incluso más atractivo que Niko!'.

Sin embargo, su mirada se desvió inmediatamente hacia el Bentley dañado en el fondo, concluyendo: 'Pero la buena apariencia no paga las cuentas, especialmente cuando conduce un auto destrozado y usa ropa vieja y desgastada. ¡Seguro no tiene un centavo!'.

Rogelio arqueó una ceja al mismo tiempo que evaluaba a Shane. A pesar de su atuendo desaliñado y el vehículo destartalado que conducía, el muchacho era guapo y se veía muy seguro de sí mismo, por lo que no era de extrañarse que Sheila se hubiera casado con él.

"¿Entonces tú eres el joven que se casó con mi hija?", preguntó Rogelio, con una voz llena de autoridad.

"Así es. Encantado de conocerlo, suegro", Shane respondió con una sonrisa, tratando de mantener una conducta educada por el bien de Sheila.

"Espera, no te adelantes. Todavía no te he aceptado como mi yerno", espetó Rogelio, cuya molestia había aumentado de repente.

"Bueno, ya, como sea Sheila ya se casó con él", intervino Paula, calmando a su esposo aunque tenía ganas de reírse por dentro.

Dejando a un lado su irritación, Rogelio continuó: "Te ves bastante presentable. ¿A qué te dedicas exactamente?".

Acostumbrado a tratar con todo tipo de personas, Shane no tardó en darse cuenta de los motivos de su suegro. Pero si el hombre se creía demasiado inteligente y quería aprovecharse de su hija para obtener ganancias financieras, él estaba más que dispuesto a seguirle el juego.

"Desafortunadamente, perdí mi trabajo hace unos años. Y aunque he aprovechado algunas oportunidades de pequeños negocios desde entonces, no he hecho nada tan grandioso como en lo que usted está involucrado", replicó Shane, con un sutil rastro de sarcasmo en sus palabras.

Claro que esto no pasó desapercibido para Rogelio, quien se enojó aún más después de escucharlo.

Entonces, Paula volvió a meter su cuchara y preguntó con curiosidad: "Aún eres joven y todos sabemos que el éxito no se logra de la noche a la mañana. ¿En qué estás involucrado exactamente? ¡Quizás hasta podríamos ayudarte a crecer!".

Shane reflexionó por un momento y luego respondió: "Pues la verdad es que tengo varios negocios; estoy involucrado en una variedad de sectores".

Incrédulo ante lo que acababa de escuchar, Rogelio refutó: "Según tú estás involucrado en todo, ¿pero ni siquiera puedes especificar lo que haces? Honestamente, dudo que sobresalgas en algo".

Entretanto, Paula se burlaba en su interior de que la madre de Sheila no hubiera podido retener a su marido y ahora la joven pareciera haber hecho una mala elección de pareja.

Primero había salido con Niko, quien era bastante exitoso, pero ahora, no le había quedado más remedio que quedarse con alguien guapo pero sin futuro. ¡Vaya destino!

Con una sonrisa maliciosa, ella preguntó: "¿Y qué nos cuentas acerca de tus antecedentes familiares?".

En consecuencia de sus preguntas inquisitivas, Sheila no pudo evitar fruncir el ceño.

Ciertamente el trabajo de Shane no era convencional, pero cada hombre tenía su orgullo y él podía hartarse de sus cuestionamientos en cualquier instante.

Además, ahora estaban casados, por lo que su obligación como esposa era defenderlo de alguna manera.

Dando un paso adelante, Sheila se paró protectoramente frente a Shane y gruñó: "¿Estamos aquí para que conozcan a mi esposo o le están haciendo un interrogatorio? Lo que realmente importa es nuestro amor y que me trata como lo merezco, a ustedes no debe interesarles su entorno familiar ni su trabajo".

"¡Qué ingenua eres, hermana! ¿Cómo puedes esperar una vida segura si tu esposo no es financieramente estable?", intervino Rita, como burlándose de ella.

Luego de darle a Sheila una palmadita tranquilizadora en la mano, Shane se humedeció los labios y sonrió: "Está bien, mi amor. Después de todo, ahora que somos marido y mujer, es justo que tu padre conozca mis antecedentes. Empezaré por contarles que tengo una gran familia; una hermana mayor y una menor que yo. Mi madre falleció cuando yo era un niño y mi padre, quien es de edad avanzada, vive en el campo con mi abuela. Ambos crían pollos, patos y cultivan sus propios vegetales".

"¿Qué? ¿En el campo? ¿Entonces vienes de un entorno rural?", vociferó Rogelio, quien no pudo soportarlo más y estalló:

"Sheila, ¿es este el hombre con quien decidiste casarte? Este tipo jamás estará a la altura de Timothy, ¡debes divorciarte de él inmediatamente! ¡Jamás lo aceptaré como mi yerno!".