Mi mama se dedico a contarles el porque de algunas fotos mientras que mi papa solo veía las fotos con ternura. Mientras tanto Derek y Thomas les tomaban algunas foto con sus celulares a nuestras fotos alegando que querían enmarcarlas. Con mi hermana no pudimos evitar mirarnos porque ya sabíamos que claramente las iban a usar para burlarse de nosotras.
-Mi vida, ¿Me haces masajes?- me pidió mi papa-
Mi papa se quito la remera dejando ver la cicatriz en su brazo.
-¿Qué le paso?- le pregunto Thomas sin dejar de ver su brazo-
Yo por mi parte le coloque crema en la espalda y comencé a masajearlo de apoco.
-Hace años trabaja en una empresa que reparaba equipos para YPF, una noche mientras trabajamos uno de los discos de una amoladora se soltó y salió volando, me corto desde la espalda alta hasta la mitad del bíceps. El medico dijo que si hubiera estado mas cerca podría haber perdido el brazo-
-Eso fue tener una increíble suerte- afirmo Thomas-
-No, a eso se llama siempre contesta el teléfono cuando te llame tu esposa, así te haya llamado veintisiete veces al día-
-¿En serio?-
-Si, Ana estaba embarazada de Agustina y estaba en las ultimas semanas así que me llamaba a cada rato para decirme que la bebe estaba bien ya que nos habíamos asustado con lo que nos habia dicho el medico hacia unas semanas atrás. Nos dijeron que tenia riesgo de aborto así que estaba muchísimo mas al pendiente de ellas-
-Básicamente tener una esposa molesta te salvo la vida- aseguro mi hermana-
-Si pero no fue tu mama la que me llamo, fue tu hermana para avisarme que mama estaba bien y que estaba durmiendo y que la bebe se movía de un lado a otro como un alíen-
-¿Fui yo?- le pregunte deteniendo mis masajes-
-Si fue por eso que no colgué enseguida, si hubiera sido tu madre hubiera terminado la llamada a penas escuchar "Estoy bien"- comento en un tono de burla-
-¡Ja!, y pensar que después ese alíen trato de matarme como veintisiete veces- me burle-
-Ni tanto-
-¡Apa!- me queje-
-Diría que como treinta- aseguro-
Mientras mi hermana se quejaba de que eso era mentira y mi papa le aseguraba que era cierto, Derek miraba cada uno de mis movimientos sobre la espalda de mi papa, sobre su brazo y cicatriz.
-¡No fueron tantas veces!- se quejo mi hermana- ¡Mama deciles algo me están injuriando!-
-Perdón hija pero tu papa tiene razón. Y yo tengo un cuaderno en donde tengo anotado todos los accidentes que tuvo tu hermana por tu culpa-
-¿Llevas la cuenta Ma?-
-Si, de todos y cada uno-
No pude evitar soltar una sonrisa victoriosa ante la cara de decepción de mi hermana.
-No te rías-
-¿Vas a intentar matarme otra vez?- le pregunte en burla-
-¿Y te parece gracioso burlarte de casi te mueres tantas veces?- me pregunto Derek algo irritado-
-No me rio de eso vida. Me rio porque es la primera vez que escucho a mis papas decir que llevan una cuenta de las maldades que me hizo mi hermana. Hasta ahora jamás me habían dado la razón en algo- le explique-
-Eso no es cierto- aseguro mi mama-
-¿A quien culpaste porque te rompieron tu olla essen favorita?-
-Porque fuiste vos- me culpo-
-Yo no fui. Puedo ser descuidada en muchas cosas pero jamás arruinaría la olla essen que era de la abuela. Hay que ser idiota para no darse cuenta que esas ollas no se lavan con esponja de alambre-
-No te creo- insistió mi mama-
-¡Que yo no fui!- le replique enojada-
-¡Que no te creo!-
-¡Yo...no...fui!-
-Fui yo- afirmo mi papa-
Quite mis manos de su espalda y me puse a su costado para verlo.
-Me quise hacer un huevo frito y se me pego al fondo de la olla así que lo lave con esponjita de alambre- nos explico-
A mi mama se le deformo la cara y un tic apareció en su ojo derecho.
-Empeza a correr porque te mato Jorge Emanuel Lunatti, te mato-
Mi mama se paro de su silla y papa se levanto a las apuradas para salir corriendo al patio mientras que mi mama tomaba la escoba.
-Y...teníamos un papa-
-Debería matarlo, mama casi me mata con el cable de la plancha por su culpa. O lo mata ella o lo mato yo- asegure-
-¿Tu mama te pego con el cable de la plancha?- me pregunto Derek sorprendido-
-Si, ¿A ti no?-
-No, jamás. ¿Solo te pego esa vez?-
-No...- me reí- Me pegaba por mis bajas notas, por los desastre que hacia esa mocosa, por las cosas que se rompían y creían que habia sido yo. Tengo una infinidad de palizas por parte de mi madre-
-¿Es...en serio?- me pregunto Thomas mirándome con lastima-
-Si, es mas tengo alguna que otra marca en el cuerpo por eso- me encogí en hombros-
-¿Y lo dices como si nada?-
-¿Y como quieres que lo diga?, ¿Llorando?. Eso ya paso, ya no importa- asegure mientras me lavaba las manos-
-¿A ti también te pagaban?-
-No, ahora que me lo preguntas. Nunca. Mi hermana era la que se llevaba las palizas-
-¿Nunca te defendiste?- me pregunto Derek-
-Si lo hacia, me cubría con las manos. Porque digamos que mi temperamento iba de cero a prisión en cuestión de segundos así que era mejor para mi no decir nada y dejar que me culparan-
-¿Como puedes decirlo como si nada?, ¿Como es que todavía sigues visitándolos después de lo que te hacían?-
-Porque así los criaron a ellos, a base de golpes, así que no conocían otro método de crianza. No los justifico pero cuando escuchas en las reuniones familiares como eran mis abuelos te pones a pensar y eso te ayuda a entenderlos. No siempre pero ayuda un poco-
-No puedo creer esto- murmuro Thomas-
-Así los criaron a ellos y ellos a nosotras pero yo jamás le levantaría la mano a mis hijos o cualquiera, no soy así- afirme- Pero eso depende de cada persona. Hay personas que fueron criados a los golpes y que en su vida levantaron la mano, y hay personas a los que jamás le levantaron la mano y terminaron siendo unos abusivos golpeadores. Todo esta en la persona-
Tanto Thomas y Derek estaban en impactados por lo que acabada de contarles así que cuando mis padres entraron después de un rato se disculparon y dijeron que ya debíamos irnos. Prácticamente nos sacaron a rastras de la casa de mis padres. Al llegar a casa ambos iban y venían enojados por toda la sala.
-¿Por que están tan enojados?- les pregunte mientras bajaba las escaleras ya que habia ido a llevar a Mateo arriba para que durmiera en su cuna-
-¿Como que porque?- me cuestiono Derek con sus ojos rojos- Me acabas de decir que tus padres te pegan, ¿Y esperas que no me enoje?-
-Yo nunca dije que mi papa me pegaba, solo dije que mi mama lo hacia-
-Oh claro, como si fuese lo mas normal del mundo- ironizo-
-En esa época si lo era- me encogí en hombros-
-¿Tu papa alguna vez te pego?-
-No, pero tampoco se metía si mi mama lo hacia-
-Y lo dice como si nada- le dijo Derek a Thomas mientras pasaba las manos por el pelo-
-"El muerto se asusta del degollado"- se burlo mi hermana ganándose una mirada de odio por parte de Derek-
-¿Que quieres decir con eso?- le pregunto Thomas-
-Se enojan porque a mi hermana le pegaban de chica pero a ustedes les parece normal cortajearse toda la espalda por vergüenza. No sean hipócritas, hágannos el favor-
-Lo nuestro es algo que viene hace años, no es algo que podamos cambiar de un día para el otro, ya te lo explique. Que sus padres sean unos abusivos no tiene nada que ver en eso-
-¿Ustedes pueden cambiar eso?- le pregunte-
-¿Que cosa?-
-¿Cambiar el no marcar a las futuras generaciones?-
-Es difícil pero es posible-
-Lo mismo paso con mis papas. Con el tiempo se dieron cuenta que pegarme no era la solución así que dejaron de hacerlo y se disculparon conmigo por el maltrato que me dieron cuando era mas chica. Ellos si cambiaron y reconocieron que lo que hicieron estaba mal y no trataron de justificarse diciendo que sus padres así los criaron. Al menos no como mis tíos con sus hijos. Pero después de escuchar todas las historias que contaban en las reuniones familiares, logras entender, no justificar pero si entender que cambiar lleva tiempo, no es fácil de hacer-
-¿Los perdonaste?- me pregunto Derek-
-Me llevo tiempo pero lo hice, si no lo hubiera hecho, hubiera cortado la relación hace ya mucho tiempo-
-¿Te arrepientes de haberlos perdonado?-
-No, no lo hago-
Ninguno de los dos volvió a hablar así que di el tema por terminado. No era que me molestara hablar pero me sentía cansada y con sueño. Además ya no quería discutir y a pesar de ser las siete de la tarde para mi ya habia dado el día por terminado.
-Voy a ir acostarme. Tengo sueño. Buenas noches- me despedí antes de subir las escaleras-
Al llegar a mi cuarto recordé que tenia que guardar toda mi ropa de nuevo ya que seguía en la cama. Tarde un buen rato pero cuando termine mi cama estaba libre. Me asegure de que el bebe estuviera bien tapado y encendí el ventilador. Después de entrar en la cama apague el velador y me acomode para dormir, en verdad estaba cansada. Un rato mas tarde sentí como me abrazaban por la espalda así que supuse que era Derek por lo que no me moleste en decirle nada y simplemente seguí durmiendo.
Me sentía agobiada por el calor, completamente asfixiada por las sabanas y mi ropa así que me quite las sabanas con cuidado de no despertar a Derek y me quite la ropa quedando completamente desnuda. El ventilador apuntaba directamente hacia la cama así que eso me refrescaba un poco. Aun no tenia ganas de levantarme y al mirar la cuna del bebe, este seguía dormido. ¿Como es que mi prima siempre se queja de que el bebe se despierta cincuenta veces por noche si estos días durmió como un angelito?. El cuarto tenia una luz tenue así que supongo que todavía era de noche y lo que lo iluminaba eran las luces del patio.
Cerré los ojos de nuevo intentando dormir pero no habia caso, no podía así que comencé a pensar en una nueva historia para mi siguiente libro. Últimamente lo que mas se lee es sobre hombres lobos y mafiosos así que tendré que hacer algo con eso. Después de un rato de piense y piense sentí la mano de Derek sobre mi abdomen. Me quede estática al sentirla.
-¿No puedes dormir?- me pregunto con su voz completamente roca-
-No, trate pero no puedo-
-Me duele la espalda- murmuro-
-¿Quieres que te traiga algo para el dolor?-
¿Que otra cosa podía hacer sin tocarlo?.
-¿Puedes darme un masaje?-
-¿Que?-
Juro que ese, "¿Que?", me salió del alma. Eso si no me lo esperaba.
-¿Que si puedes darme un masaje?- repitió en voz baja-
-¿Seguro?, porque puedo traerte algo para el dolor, tengo varias cosas que puedes tomar-
-No, quiero un masaje- afirmo-
-Esta bien, déjame tomar la crema-
Gracias a los dioses siempre tengo mi pomada de menta y eucalipto. Suelo usarla cuando me duelen los pies, después de un buen masaje siempre se me pasa. Me quite los anillos y los deje sobre la mesita de luz.
-¿Estas seguro?- le repetí antes de ponerme mi remera-
Tardo unos minutos en responder mientras se acomodaba boca abajo y sus brazos sujetaban la almohada.
-Seguro-
Quite las sabanas que lo cubrían y me senté dejando sus piernas rectas, y las mías una a cada lado de sus muslos. Me unte pomada en las palmas de mis manos y las frote para generar un poco de calor para después poner mis manos en su espalda baja. Lo sentí tensarse y lo primero que quise hacer fue quitar las manos pero no lo hice, no hasta que el me lo diga. Comencé de a poco, primero concentrándome en sus costados para después seguir poco a poco la línea de sus columna vertebral. Lento, tomándome todo el tiempo del mundo. A medida que mis manos se acercaban a su espalda alta podía notar como sus músculos se tensaban mas y mas, claramente estaba incomodo así que me senté en sus glúteos, eso lo hizo tensarse aun mas y estaba vez lo sentí de mas ya que debajo de mi remera no tenia nada puesto y el estaba completamente desnudo.
Cuando mis manos llegaron a su espalda alta me incline un poco hacia adelante para que mis manos se extendieran hasta sus hombros. Entonces recordé cuando el me dijo que los lobos no se enfermaban así que eso me hizo sospechar que quizás estaba molesto porque le hice masajes a mi papa y a el nunca se lo habia hecho. Me incline un poco mas y comencé a dejar pequeños besos a lo largo de su columna vertebral hasta llegar a su cuello en donde lo lamí con lentitud hasta llegar a su oreja.
-Derek...te necesito- gemí en su oído-
Lo escuche soltar un pequeño suspiro y me puse de rodillas a esperar a que el se girara.
-¿Que tanto?- me pregunto poniendo sus manos en el borde mi remera para quitármela de apoco-
-Mucho...-
-¿Segura que me necesitas a mi y no al otro tipo?- se burlo al terminar de quitarme la remera-
-Si quieres que lo llame puedo hacerlo- le dije estirándome para tomar mi celular-
El nos giro y se acomodo entre mis piernas para después pegar su frente a la mía.
-Ni te atrevas-
-Puedo darte algo para que tomes si el masaje no te hizo nada-
-Hizo mas de lo que crees mi hermosa Aysel- murmuro contra mis labios-
-¿Entonces no fue porque le hice masajes a mi papa y ti no?-
El soltó una pequeña risa antes de comenzar a pasar su mano por mi costado.
-Puede ser...-
-¿Te pusiste celoso?-
-Si-
Su mano llego hasta mi pierna donde la abrió un poco mas y de manera lenta comenzó recorrer mi muslo derecho hasta llegar a mis labios vaginales.
-Derek...-
-Dijiste que me necesitabas- murmuro en mi cuello-
-Lo hago-
-¿Solo a mi?-
Me quede en silencio. Y aprovecho para lamer mi cuello hasta llegar a mis labios.
-Te pregunte, ¿Si solo a mi?- volvió a repetirme en un tono mas grave-
-No...se-
Sus ojos se tornaron rojos al instante de escucharme decir eso.
-¿No lo sabes?- me gruño enseñándome sus dientes-
Mortalmente lento comenzó a frotar su erección contra mis labios vaginales mientras su mirada estaba clavada en la mía, era como si estuviera jugando conmigo para que le dijera lo mucho que lo necesitaba pero por mas que quisiera mis palabras no salían, no habia manera de que pudiera pensar en algo mientras el se frotaba contra mi.
-No lo voy a volver a repetir-
-Te necesito-
Cuando finalmente hable sonó mas como un suspiro.
-Otra vez- me ordeno- Pero dilo mas fuerte-
-Que te necesito-
-¿Solo a mi?-
-Yo...-
Antes de que pudiera terminar la frase el entro en mi de una sola embestida haciendo que un pequeño grito se escapara de mi boca.
-Termina lo que ibas a decir- me ordeno quedándose completamente quieto-
-Que te necesito, solo a ti. ¿Por que me siento así?-
Algo definitivamente estaba mal conmigo. Era como si no existiera nada mas, solo el, su cuerpo, su mirada, sus manos en mi, lo necesitaba todo de el. En verdad estoy muy mal.
-Es normal mi pequeña Aysel. Eres mi hembra, mi compañera y aunque no quieras, siempre vas a necesitarme de la misma manera en la que yo te necesito- murmuro en mis labios- No tienes idea de lo mucho que me dolió tanto física como mentalmente escucharte llorar por mi culpa. Sentir tu dolor, tu angustia y tu enojo para conmigo. El embarazo hace que pueda sentir por completo todas tus emociones-
-Dijiste que si fuera una loba podrías sentir aun mas mis emociones- le recordé-
De apoco comenzó a moverse de manera lenta y pausada mientras seguía hablando.
-Lo dije sin pensar-
-Podría haber elegido a otra mujer. Alguien de tu misma especie-
-Mi amor...tu eres mi única mujer, no existe nadie mas en mi vida que tu. Tu eres mi compañera, solo tu-
-Derek...- gemí al sentir como sus movimientos se volvieron mas duros-
-¿Si?- me pregunto con un leve tono de burla-
-Amor...-
Su cabeza se enterró en mi cuello a medida que sus movimientos eran mas duros que antes. Estaba perdiendo la razón, mi mente no estaba en sus cinco sentidos en absoluto. Mi cabeza me daba vueltas, mi cuerpo se sentía completamente caliente y mi voz salía de mi boca tan débilmente sin dejar de gemir o suspirar.
-Pon tus piernas alrededor de mi, quiero hundirme aun mas dentro de ti- gruño en mi oído-
Enrolle mis piernas alrededor de su cadera y mis manos estaban aferradas a las sabanas para evitar tocar su espalda.
-Pon tus manos en mi espalda- me ordeno-
-Amor...-
-Hazlo-
Pase mis manos por debajo de sus brazos y de apoco fui bajando por su costado hasta llegar a su espalda baja, al hacerlo desenrolle una de mis piernas y la deje estirada contra la cama.
-Ahora si...vamos a dejar en claro a quien le perteneces mi hermosa Aysel-
-Obviamente a...- me calle-
-¿A quien?- me pregunto levantando su cabeza para mirarme-
Sonreí sin decir una palabra y el lo tomo como una declaración de guerra y estaba segura de que el no es de los tipos que pierde una guerra.
Creí que por mi embarazo tendría cuidado pero no fue así, sus movimientos eran completamente salvajes, duros y certeros, una de sus manos estaba completamente aferrada a la cabecera de la cama mientras que mi mano sostenía su muñeca y su otra mano sujetaba mi pierna para abrirla lo mas que pudiera mientras entraba en mi sin piedad, mi otra mano se encontraba en su glúteo izquierdo mientras enterraba mis uñas en el. Mi cabeza estaba estirada hacia atrás ya el me miraba desde arriba con una sonrisa al verme gimiendo y suplicándole por mas.
-Mi amor...los bebes- gemí-
-Están bien...no es por ellos de quien debes preocuparte-
-¿Así?-
-Mi pequeña y muy excitada Aysel. Es de mi de quien deberías preocuparte- murmuro antes de besarme con fuerza-
-No me preocupo por ti-
-Deberías amor. Voy a llenarte tanto que ningún hijo de puta se va a atrever siquiera a acercarse a ti-
-Seria una lastima, es tan lindo- bromee-
Claramente no le gusto ya comenzó a penetrarme aun mas fuerte.
-El no es quien esta entre tus piernas ahora mismo, ni es el que te preño. No quiero volver a escucharte decir algo como eso, jamás-
-Tengo ojos mi amor-
-Y son solo míos. Todo de ti es solo mío. Al único al que le perteneces es mi. El único que va a hacer que rebalses en semen por el resto de tu vida voy a ser yo. El único que va a preñarte, voy a ser yo. ¿Te quedo claro?- me gruño poniendo su mano en mi cuello antes de besarme con desesperación-
Mi cuerpo realmente se sentía demasiado caliente, al punto de empezar a sentir como mis músculos comenzaban a tensarse de tal forma que los dedos de mis pies se contraían con fuerza, y mis gemidos no dejaban de salir. Juro que no quería despertar a Mateo pero no podía controlar mi voz, ni siquiera podía controlar los movimientos de mi cuerpo.
Unos minutos después el mas potente orgasmo destrozo mi cuerpo y mi mente de una manera tal que era la primera vez en toda mi vida sexual que tenia un orgasmo múltiple y convulsiones a la vez. En verdad me habia destrozado pero no conforme con eso, continuo con su tortura hasta que mi cuerpo no aguanto y termine mojando la cama. Derek cubrió mi boca con la suya evitando que gritara pero a su vez tapando el enorme gruñido que salió de la suya al venirse dentro de mi.
Mi cuerpo no dejaba de convulsionar a pesar de estar completamente aplastado por el cuerpo de Derek. Su cabeza se movió hacia mi hombro y enterró sus dientes en mi piel pero esta vez lo sentí mucho mas profundo que la ultima vez, tuve que cubrirme la boca con las mano para evitar gritar de sorpresa y el dolor.
-Mi hembra. Mia- susurro contra mi piel antes de lamer en donde me habia mordido- ¿A quien le perteneces?, dímelo o lo siguiente que va a pasar es que voy a sacarte al balcón y hacerte gritar aun mas mientras me vengo dentro de ti, y todos los vecinos van a escucharte gritar por mi. Así que dime, ¿A quien le perteneces?-
-A ti mi amor. Solo a ti- susurre casi sin voz-
-Mas te vale. Me gusta que sepas quien es tu macho-
-Acabas de dejarlo muy en claro-
-Bien, mejor así-
Este hombre me habia destrozado solo para marcar su territorio, así que no sabia si sentirme feliz por eso o sentirme como que compro una propiedad. Aun así lo único que podía sentir era que estaba completamente agotada y destrozada físicamente, necesitaba seguir durmiendo. Aunque sea un rato mas.
Al despertarme Mateo no estaba en su cuna y Derek no estaba en la cama así que me apresure a darme un baño rápido pero lo que no fue tan rápido fue mi llegada al baño. No, no, Bambi aprendiendo a caminar era un poroto al lado mío. Cuando dije que me destrozo lo decía completamente en serio. Al terminar de secarme se me cayo la toalla frente al espejo.
-¡Oh, mierda santa! ¿Que cara...?-
En mi cuerpo no habia rastro alguno de todas las marcas que Derek me habia hecho hacia tres noches, ni una sola. Sin contar con que mi panza se veía un poco mas grande, empezaba a tener forma de pera y si que se notaba.
Al salir del baño me vestí con un short de jeans elástico en color negro y una remera del mismo color con tirantes que dejaba ver mi bikini, ya que hacia demasiado calor, o quizás era yo, no sabría decirlo.
Mientras bajaba las escaleras note el olor a carne al horno así que me apure a bajar para ver que Derek estaba cocinando con Mateo en sus brazos mientras este le explicaba que no podía estar siempre encima de el porque tenia que terminar de cocinar. Saque mi teléfono del bolsillo de short y le algunas fotos, se iba a pasar a mi prima mas tarde.
-Si a penas puedes con uno, ¿Como harás con tres?-
-Ya veré que hag...-
Su voz se detuvo al verme y su mirada inspecciono por completo mi cuerpo buscando las marcas y moretones que tenia hasta ayer.
-No están, ya las busque- le dije acercándome para tomar al bebe-
-¿Como?-
-¿Y se lo preguntas a la humana que no sabia que existían lobos?. Muy inteligente de tu parte- lo felicite-
Después de tomar a Mateo en brazos camine hasta el cuarto de lavado para sacar la ropa que habia puesto a lavar el día anterior.
-No es posible que hayan desaparecido de un día para otro-
Al verlo supe que el comentario no fue para mi, sino para el mismo.
-¿Y si llamas a tus padres y les preguntas?-
-Si, si voy a hacer eso. Tu encárgate de la comida- me dijo antes de salir corriendo escaleras arriba-
-¡Si mi capitán!- exclame antes de negar con la cabeza-
Al terminar de sacar la ropa del lavarropas, deje al bebe en su cochecito para sacarlo al patio conmigo y así poder vigilarlo mientras colgaba la ropa. Cuando termine entre con el cochecito y lo deje cerca de la mesa, para poder ver la comida en el horno. Cuando saque la bandeja del horno note que la porción de carne estaba cocida pero jugosa y eso mi hizo agua la boca. Revise las papas y las batatas y todo esta completamente cocinado así que apague el horno. Puse la mesa y serví la carne con las papas y batatas.
-Derek la comida ya esta en la mesa- le grite-
Unos minutos después bajo sumamente desconcentrado pero ahora mismo no me importaba, solo quería comer. Después de cortarme una porción generosa y otra para Derek, me serví alguna papas y batatas y mucha mayonesa, también me serví jugo y comencé a comer.