Capítulo 2 2

Empezó a dudar de su dedicación y persistencia durante los últimos tres años.

-Ya veo -dijo Esther y se dio la vuelta para salir del baño.

Su espalda tenía un aspecto sombrío pero decidido. Tristán dio inconscientemente un paso adelante, pero sus ojos pronto se oscurecieron. Pensando en las bromas que le había hecho Esther, entrecerró los ojos con frialdad.

...

La cena continuaba, pero Esther no estaba de humor. Se recompuso y le dijo a Sean que se iría.

Sentada en el coche, estaba confundida sobre si debía rendirse.

Avery estaba embarazada y Tristán no permitiría que su hijo fuera ilegítimo. Pensando en esto, Esther sabía que Tristán se divorciaría de ella tarde o temprano.

-Entonces, que termine aquí-. Un hermoso comienzo y un desagradable final podrían ser una explicación para este matrimonio.

Al llegar a casa, se duchó y se quedó dormida.

Mientras dormía, alguien le mordió los labios con fuerza. Estaba lleno de lujuria y era como un castigo.

Esther pudo saber por el aura familiar que era Tristán. -¿Ha vuelto? ¿No está Avery disponible hoy?

Esther lo apartó de repente. Luego, encendió la lámpara de la cabecera y se bajó de la cama.

Esther se quedó descalza al lado de la cama cubriendo su desaliñado pijama. Miró a Tristán, que estaba sentado en la cama con el rostro sombrío, y dijo con amargura: -Tristán, vamos a divorciarnos.

-¿Has terminado? -dijo Tristán con impaciencia.

Llevaba varios días de viaje de negocios. Ahora Solo quería quitarse la carga de encima.

Justo ahora, Esther gimió instintivamente en respuesta a él mientras dormía, lo que le excitó.

Pensó que Esther se hacía la difícil.

Esther respiró profundamente para reprimir la tristeza y luego repitió: -Hablo en serio. Vamos a divorciarnos.

El rostro de Tristán se ensombreció al instante.

Se apoyó en la cama, entornando los ojos para mirarla. Preguntó débilmente: -¿Estás segura?

Esther frunció los labios y no dijo nada.

Tristán curvó los labios en una sonrisa burlona. -Esther, ¿necesitas que te recuerde que tu padre y tu hermano pródigo han estado dirigiendo una empresa que no puede llegar a fin de mes? Si no fuera la familia Flynn, habrían quebrado hace tiempo.

Esther se tambaleó y su rostro se puso rojo de vergüenza y bochorno por las duras palabras de Tristán.

Si no fuera porque su empresa iba a quebrar, no habría sido engañada por su padre y enviada a la cama de Tristán.

Durante los últimos tres años, había intentado encontrar una oportunidad para explicárselo, pero él no la escuchaba en absoluto y no creía que fuera inocente.

-No importa. Me vendí a ti durante tres años y les ayudé durante tres años. Es suficiente.

Tristán se enfureció al instante. -¿Crees que te vendieron a mí?

Esther se volvió para mirarle, con los ojos llenos de lágrimas. -¿O qué? Tu corazón anhela a otro. Aparte del sexo, no hay otros sentimientos entre tú y yo. Por eso, dije que me había vendido a ti durante tres años.

Tristán apretó los dientes y dijo en un tono escalofriante: -¡Genial!

-Esther, ¿y tú? ¿Puedes renunciar a una buena vida aquí? Aparte del amor, te lo daré todo.

Su desprecio y burla despertaron la terquedad del corazón de Esther. Levantó la cabeza y le miró. -Gracias por tu recordatorio. Eso no es de tu incumbencia.

Esther sabía que, en toda la familia, aparte de Sean, nadie más se había preocupado por ella.