Capítulo 5 5

Era casi la hora de la cena. Esther le había dicho a Sean que esta noche cocinaría unos cuantos platos para cenar juntos porque sería la última vez que se sentarían a comer juntos.

Tristán tenía un aspecto sombrío. Su traje estaba manchado con algunas hojas de té. Parecía que Sean le había salpicado con té.

Después de entrar, Tristán arrastró a Esther sin decir nada. Esther se sobresaltó y forcejeó: -¿Qué estás haciendo?

Tristán la agarró de la muñeca y apretó los dientes. -Esther, ¿por qué le has contado al abuelo lo del divorcio? ¿No sabes que está mal de salud?

Esther intentó retirar la mano. -Es que creo que, ya que nos vamos a divorciar, deberíamos hacérselo saber. Si crees que estoy armando un escándalo, bueno, lo que sea.

El criado ya se había marchado en el momento en que Tristán entró, dejándolos Solo a ellos en el enfrentamiento en la cocina.

Tristán miró su rostro obstinado y distante, y la ira en su corazón aumentó.

Pretendía sacar a Esther a rastras, pero esta forcejeó desesperadamente. -¿Qué intentas hacer?

Tristán reprimió su ira y la miró. De repente, sus labios se curvaron en una sonrisa malvada. -¿Te gusta estar aquí?

-De acuerdo. -Mientras hablaba, levantó la mano para desabrocharse el cinturón.

-Tristán, ¿estás loco? -El rostro de Esther estaba pálido y lo miraba con incredulidad.

En el pasado, cuando a Esther le agarraba de vez en cuando una rabieta, él parecía indiferente, pero después, siempre se desquitaba en la cama.

En este momento, su expresión era muy parecida a cada vez que se desquitaba con ella en la cama.

Tristán la presionó contra la puerta. Esther se resistió desesperadamente con los ojos rojos. -¡Suéltame!

Tristán se acercó por detrás de ella y le dijo en tono frío: -Si quieres que todos en la casa escuchen lo que estamos haciendo, Solo tienes que gritar. Pero no creo que nadie se atreva a detenernos. Después de todo, seguimos casados.

A Esther se le cayeron las lágrimas. Hoy llevaba un vestido, lo que facilitaba su invasión gratuita.

Después de tener sexo con Tristán en la cocina, Esther estaba tan avergonzada y agotada.

Pensaba que Tristán la trataba sin respeto, por lo que se sentía humillada.

-¡Tristán, te odio! -Esther se arregló la ropa y le rugió con los ojos rojos. Luego se dio la vuelta y salió corriendo. Tristán se quedó en la cocina con la mandíbula desencajada, observando su espalda mientras se marchaba.

Se preguntó, yo estaba a cargo de nuestro matrimonio.

No dependía de ti.

Tristán no la siguió.

Esther se fue con Nola hecha un lío. Sabía que las cosas no podían seguir así. Tenía que divorciarse de Tristán. De lo contrario, Tristán se vengaría de ella todo el tiempo.

Tristán había estado ignorando su petición de divorcio, pero no era que ella no tuviera manera.

El aniversario del Grupo Flynn comenzó el sábado por la noche.

El escenario estaba repleto de estrellas, con muchos magnates de los negocios presentes.

Avery también estaba allí, sentada junto a Tristán.

Casi todos los presentes sabían que el Grupo Flynn tenía un departamento de cine y televisión. Se decía que Tristán lo había creado para Avery. Y en los últimos tres años, Avery se había convertido en una actriz famosa.

Como Tristán y Esther estaban casados en secreto, la gente pensaba que Tristán estaba soltero, por lo que siempre había habido rumores sobre Avery y Tristán. Esto hizo que la gente pensara fácilmente entre una famosa estrella femenina y un misterioso y rico hombre de negocios.

A mitad del espectáculo en directo, Tristán, Avery y algunos dirigentes del Grupo Flynn subieron al escenario para participar en el inicio de un proyecto cinematográfico.

Al final del acto, justo cuando Tristán se dio la vuelta para marcharse, alguien le llamó con voz dulce: -Señor Flynn, espere un momento.