Eres un creador de amor
img img Eres un creador de amor img Capítulo 2 Encontrarse con un niño encantador
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Capítulo 7 El beso img
Capítulo 8 Complicaciones imprevistas img
Capítulo 9 Lilah asciende a la dirección, desatando la controversia img
Capítulo 10 Jerrold sufre acoso escolar img
Capítulo 11 Su consideración img
Capítulo 12 ¡Beso para la foto! img
Capítulo 13 Los planes de su padre img
Capítulo 14 Gerard la salvó img
Capítulo 15 Abriéndose el uno al otro img
Capítulo 16 Lo hice por ti img
Capítulo 17 La familia Phillips es desahuciada img
Capítulo 18 Encuentro con la señora Lewis img
Capítulo 19 Brenda defiende a Lilah img
Capítulo 20 Se convirtieron en vecinos de nuevo img
Capítulo 21 El hombre guapo después del baño img
Capítulo 22 Maggie hizo un pedido img
Capítulo 23 Encuentro con Maggie img
Capítulo 24 Maggie quiere seducir a Gerard img
Capítulo 25 El hombre más rico hace una barbacoa personal img
Capítulo 26 La destacada actuación de Jerrold img
Capítulo 27 Abrazada por él img
Capítulo 28 Algo ocurrió con Jerrold img
Capítulo 29 Maggie pagó el precio img
Capítulo 30 El escándalo de Maggie img
Capítulo 31 El plan de Nevaeh falló img
Capítulo 32 Cena de celebración img
Capítulo 33 Noviembre img
Capítulo 34 La reclamación de Maggie img
Capítulo 35 Boicoteo img
Capítulo 36 La hermana de Gerard img
Capítulo 37 La conspiración de los villanos img
Capítulo 38 El trabajo de Lilah es el centro de atención img
Capítulo 39 La inesperada invitación de Gerard img
Capítulo 40 Un cumpleaños para recordar img
Capítulo 41 La llegada de Iker img
Capítulo 42 Lilah recibe una invitación para juzgar img
Capítulo 43 El desprecio de Adaline hacia Lilah img
Capítulo 44 Una familia de tres img
Capítulo 45 Lilah es parte del jurado img
Capítulo 46 Gerard defendió a Lilah img
Capítulo 47 Convivir img
Capítulo 48 Adaline plagió un diseño img
Capítulo 49 Adaline al descubierto img
Capítulo 50 Reputación arruinada img
Capítulo 51 Un malentendido img
Capítulo 52 Solo para una persona img
Capítulo 53 Sorpresa img
Capítulo 54 Ganar la competencia img
Capítulo 55 Alguien hizo trampa en la final img
Capítulo 56 Limpiar su reputación img
Capítulo 57 Traicionada img
Capítulo 58 Preocupación por ella img
Capítulo 59 Cuidando a Jerrold img
Capítulo 60 Dreamer img
Capítulo 61 Un nuevo reto en PK img
Capítulo 62 Lilah domina el escenario img
Capítulo 63 Lilah es Dreamer img
Capítulo 64 Se apellida Harris img
Capítulo 65 La carta de su abuelo img
Capítulo 66 Adaline intenta seducir a Gerard img
Capítulo 67 Su favoritismo img
Capítulo 68 Le tendieron una trampa a Gerard img
Capítulo 69 Drogaron a Gerard img
Capítulo 70 La ruptura de Iker y Adaline img
Capítulo 71 La caída de la vanidad de Maggie img
Capítulo 72 Tentación img
Capítulo 73 El cumpleaños de Brenda img
Capítulo 74 Era él img
Capítulo 75 El plan de Maggie img
Capítulo 76 Un espectáculo en vivo img
Capítulo 77 La reputación de Maggie estaba hecha jirones img
Capítulo 78 La protección de Gerard img
Capítulo 79 El regreso de su buena amiga img
Capítulo 80 El pasado de Ruby img
Capítulo 81 Gerard fue rechazado img
Capítulo 82 La carta de Jerrold img
Capítulo 83 La acusación de plagio img
Capítulo 84 Lilah frustra su plan img
Capítulo 85 Nevaeh y Joseph abandonan la empresa img
Capítulo 86 Pobre Jerrold img
Capítulo 87 Lilah es la nueva CEO img
Capítulo 88 Effie es intimidada img
Capítulo 89 Lilah les da una lección img
Capítulo 90 Ruby habla con Gerard img
Capítulo 91 La indiferencia de Gerard img
Capítulo 92 La advertencia de Gerard img
Capítulo 93 Gerard es confundido por un gigolo img
Capítulo 94 Lilah se emborracha img
Capítulo 95 Gerard no se da por vencido img
Capítulo 96 El movimiento malicioso de Evelyn img
Capítulo 97 Gerard interviene img
Capítulo 98 Un hombre dedicado img
Capítulo 99 Un buen físico img
Capítulo 100 Enfrentamiento img
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Capítulo 2 Encontrarse con un niño encantador

Cinco años pasaron en un abrir y cerrar de ojos. En el aeropuerto de Eleywood, una mujer, vestida con un elegante top negro y una sensual falda roja con una abertura hasta el muslo, llevaba una maleta. Su imponente presencia atraía miradas dondequiera que pasara.

Sus enormes lentes de sol negros le ocultaban la mayor parte del rostro, pero no podían enmascarar su impresionante belleza. Su alta estatura, su piel impecable y sus pasos imponentes resultaban fascinantes.

"Ya estoy aquí". La voz de Lilah era firme mientras hablaba por teléfono. "Confía en mí, conozco bien el lugar".

Aunque había recuperado su encantadora sonrisa, sus ojos mostraban una férrea determinación.

Hacía cinco años, Lilah sufrió la angustia de perder a su hijo. Con el apoyo de un amable desconocido que la había salvado, viajó al extranjero para curarse y madurar.

Sin embargo, ahora, una nueva oportunidad laboral la había traído de vuelta a Eleywood, y tenía asuntos pendientes que atender.

Mientras esperaba un taxi, algo llamó la atención de la joven en su visión periférica. Un niño de unos cuatro años estaba solo en medio de la carretera, con aspecto perdido y asustado, mientras un automóvil se dirigía a toda velocidad hacia él.

Sin pensárselo dos veces, ella abandonó su maleta y corrió hacia el pequeño. Los neumáticos del vehículo emitieron un estridente chirrido al derrapar sobre la acera, pero no antes de que Lilah consiguiera apartar al niño del peligro inminente. El automóvil los esquivó por escasos centímetros.

Sin prestar atención a los rasguños en su codo, ella miró al niño que acababa de salvar. El pequeño, de mejillas regordetas y ojos grandes aterrorizados, le devolvió la mirada.

La mujer sintió que se le agitaba el corazón. Si su propio hijo estuviera vivo, tendría más o menos la misma edad. ¿Cómo podía alguien permitir que un niño se metiera así en el tráfico? Si ella no hubiera estado ahí, el desenlace podría haber sido fatal.

"¿Dónde están tus padres, cariño?", preguntó con delicadeza.

El niño, Jerrold Harris, se limitó a negar con la cabeza.

"¿Puedes verlos en algún lugar cerca?", continuó ella suavizando aún más su voz. "¿O conoces su número de teléfono?".

Sin embargo, las ojos grandes e inocentes del pequeño no mostraban más que confusión. Lilah se sintió invadida por la preocupación. ¿Qué debía hacer ahora?

El impaciente bocinazo del taxista interrumpió sus pensamientos.

"Señora, ¿viene? No puedo esperar aquí todo el día".

Lilah tenía que asistir a una reunión importante, pero no podía abandonar al niño. Debía actuar con rapidez.

"¿Por qué no vienes conmigo por ahora?", sugirió.

Los ojos del niño, llenos de incertidumbre, la estudiaron. Percibiendo sus dudas, ella propuso:

"¿Qué tal si vamos a la comisaría? Ellos pueden ayudarte a encontrar a tu familia. ¿Te parece bien?".

Al oír esto, Jerrold se aferró con rapidez a la mano de Lilah, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. El corazón de la joven se llenó de compasión. Todo lo que quería era garantizar su seguridad. Así que lo levantó en brazos y se dirigió al taxi.

Mientras tanto, un grupo de guardaespaldas se apresuró a buscar al niño, pero no tuvo éxito. Al ver que se les acercaba una figura intimidante, apartaron la mirada asustados.

"¿Dónde está?", preguntó Gerard Harris, con voz gélida como el hielo, haciendo temblar a los guardias.

"Lo hemos buscado por todas partes, señor. Su hijo no está por ninguna parte", tartamudeó el jefe del equipo de seguridad.

Los ojos de Gerard se ensombrecieron de forma inquietante.

"¡No se molesten en volver si no pueden encontrarlo!", gruñó, provocando que los guardias se llenaran de pánico.

Al otro lado de la ciudad, Lilah había denunciado la situación del niño en la comisaría y se había registrado en un hotel con él. Justo cuando se estaban instalando, la puerta se abrió de golpe y un grupo de guardaespaldas irrumpió en la habitación, como en una escena de una película de acción.

Por instinto, ella retrocedió y abrazó al pequeño. Observó a los intrusos y finalmente se fijó en su líder. Era excepcionalmente guapo, alto, musculoso y de rasgos impresionantes. El traje negro que vestía denotaba sofisticación y autoridad. Sus ojos profundos y penetrantes transmitían una sensación intimidante, indicando su naturaleza autoritaria.

Al sentir la tensión, el niño se aferró más a Lilah. Pero el hombre no dudó en arrebatárselo de los brazos.

"¿Quién es usted?", preguntó ella, con la voz teñida de furia.

Ignorando su pregunta, Gerard golpeó con suavidad el trasero del niño, arrancándole un ligero llanto.

Indignada, Lilah se abalanzó sobre el hombre, pero él la esquivó y la inmovilizó contra la pared.

            
            

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