Matrimonio con el alemán multimillonario
img img Matrimonio con el alemán multimillonario img Capítulo 7 Leyna: Eres imposible
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Capítulo 10 Leyna: Lo que querías img
Capítulo 11 Leyna: Mientes img
Capítulo 12 Leyna: No exageres img
Capítulo 13 Leyna: Bésame img
Capítulo 14 Leyna: Desnúdate img
Capítulo 15 Eres hermosa img
Capítulo 16 ¿Interrumpo img
Capítulo 17 Leyna: Vieja arpía img
Capítulo 18 Aléjate img
Capítulo 19 ¿Que quieres img
Capítulo 20 ¿Dónde estás img
Capítulo 21 ¿Que haces aquí img
Capítulo 22 ¿ Estás bien img
Capítulo 23 Acerté el amor img
Capítulo 24 Preciosa LEYNA img
Capítulo 25 Mi cielo img
Capítulo 26 Mi diamante más precioso img
Capítulo 27 Te ves hermosa img
Capítulo 28 Te quiero img
Capítulo 29 Leyna: Madre img
Capítulo 30 Lo supuse img
Capítulo 31 Fotografía img
Capítulo 32 No tengo idea img
Capítulo 33 Pensando en ti img
Capítulo 34 Te extrañaba img
Capítulo 35 Sorpréndeme img
Capítulo 36 En la cocina img
Capítulo 37 Muy despierto img
Capítulo 38 Bonjour img
Capítulo 39 Felicidades img
Capítulo 40 Anormal img
Capítulo 41 Trueno img
Capítulo 42 Ya lo veremos img
Capítulo 43 ¿Y bien img
Capítulo 44 Vete a la mier... img
Capítulo 45 Voy a foll... img
Capítulo 46 No te duermas img
Capítulo 47 Esposo afortunado img
Capítulo 48 ¿Compras img
Capítulo 49 ¿Madre img
Capítulo 50 No llores img
Capítulo 51 Estamos en la misma img
Capítulo 52 Solo para mi img
Capítulo 53 En el Club img
Capítulo 54 Leyna Fischer img
Capítulo 55 Es solo amigo img
Capítulo 56 Celos de esposo img
Capítulo 57 No eres así img
Capítulo 58 Un castigo img
Capítulo 59 Vulgar img
Capítulo 60 La niñita img
Capítulo 61 Princesita img
Capítulo 62 Sorpresa img
Capítulo 63 Barry y Melisa img
Capítulo 64 Eso creo tio img
Capítulo 65 No tengo hambre img
Capítulo 66 Muy molesta img
Capítulo 67 ¿Bebé img
Capítulo 68 Tu deseo img
Capítulo 69 Te... Mucho img
Capítulo 70 No fastidies img
Capítulo 71 Tu me quieres img
Capítulo 72 ¿Puedo img
Capítulo 73 Keyla y el perro img
Capítulo 74 ¿Que intentan hacer img
Capítulo 75 Una sorpresa img
Capítulo 76 Te amo, Alphonse img
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Capítulo 7 Leyna: Eres imposible

Llegamos al hotel situado en el

centro de Londres y una gran manada de gente nos espera en la entrada. Hay

fotógrafos y periodistas. Es una de las noches más importantes de mi vida.

Mañana mi perfecto rostro estará en todos los periódicos de Londres.

Alphonse me ayuda a bajar del coche y

ambos automáticamente nos colocamos las máscaras de felicidad total. Él me besa

en los labios cuando la puerta del automóvil se cierra y solo siento los

flashes de las cámaras que se disparan en mi dirección.

Periodistas hacen preguntas a los gritos

mientras caminamos hasta la entrada del hotel. No puedo responder a ninguna

aunque quiera. Alphonse me lo prohibió la primera vez. Dice que eso no nos

conviene, que es mejor ignorarlos, y por primera vez le hago caso.

Sonrío, sonrío y sonrió una y otra

vez. Soy feliz, muy feliz. Eso tengo que decírselo a mi cerebro y hacer que me

crea. Mi esposo toma mi mano cuando entramos al salón dorado del hotel. Hay

muchísima gente y por lo visto somos los últimos en llegar. Con mi vista rodeo

el lugar rápidamente. Hay más de cuatrocientas personas, eso quiere decir mucho

tiempo perdido saludando a empresarios y esposas ancianas que no tienen nada

interesante de que hablar.

Mi esposo y yo comenzamos a saludar a

todos, nos acercamos a algunos grupos en específico y hablo en idioma de los

que están a mí alrededor. Primero español con algunos empresarios de España,

luego italiano y un poco de alemán. Les agrado a todos, ¿y por qué no voy a

agradarles? soy perfecta. Todos elogian mi vestido y las celosas mujeres

cuchichean entre ellas a mis espaldas, eso solo eleva mi ego y mi

seguridad.

Una hora después, acabo con los

saludos y me concentro en comer algo. Alphonse habla con algunos hombres y

decido no interrumpirlo. Que tengamos que fingir que somos el uno para el otro

no quiere decir que debemos estar juntos todo el tiempo.

Me acerco a la mesa principal. Hay

comida española, italiana, alemana y china. Mucha variedad pero al ver todo

tipos de bocadillos sé que no se me antoja ninguno. No debo comer nada de esto,

si lo hago tendré que correr media hora más de lo habitual para quemar

calorías.

-¿Cómo va tu vida, ambiciosa? -Me pregunta la

inconfundible voz de Alexia a mis espaldas. Me volteo en su dirección y le doy

un gran abrazo. La extrañe.

-¿Qué haces aquí? -Pregunto fingiendo estar emocionada-. ¡creí que no

vendrías!

-También pensé que no vendría. -Me

responde con felicidad-. Pero ya sabes, Michael se deshizo de su esposa por

tres días.

Me rio, ella es mil veces peor que yo

y solo por eso finjo que me agrada. Es amante de uno de los empresarios que

trabajan para Alphonse y lo más gracioso es que todos en el lugar lo saben,

pero nadie dice nada.

Mi vieja conocida. Sobre todo vieja,

y yo hablamos durante largo rato. A lo lejos veo que Alphonse que me observa de

reojo de vez en cuando, pero no se acerca a mí y así es mejor. Bebemos algún

que otro trago e intercambiamos críticas con respecto a los hombres que

tenemos.

-Creo que deberías aprovechar más.

Seré sincera contigo y te diré que el marido que tienes no es nada feo y si

comienzas a utilizar más tu mente puedes lograr lo que quieres.

-No te entrometas. No es tan fácil. -Protesto

en mi defensa. Ella ríe sonoramente, algo que detesto que haga.

-Claro que es fácil. ¡Bajas sus

pantalones y lo complaces! -Exclama sin percatarse de sus palabras. Ambas nos

reímos y hablamos durante unos segundos sobre las fantásticas vidas que

tenemos.

-¿Cariño? -Musita Alphonse a mis espaldas. Me volteo

rápidamente y nuestras miradas se encuentran.

-¿Qué sucede? -Pregunto.

Él me toma del bazo y me aleja de

Alexia unos metros para que tengamos más intimidad.

-Sabes lo que todos dicen de ella,

deberías mantenerte alejada. No quiero que involucren a mi esposa con ese tipo

de mujer. -Musita severamente. Me suelto de su agarre y me acerco a su oído.

-No estoy casada contigo para que me

des órdenes. Haré lo que yo quiera. Como quiera y cuando quiera. -Endoso con

seguridad y luego como gesto provocativo deposito un besito en sus labios.

-Eres imposible.

Le sonrío cínicamente y regreso a

donde estaba anteriormente.

-¿Qué demonios fue eso? -Pregunta Alexia un tanto sorprendida. Sonrío.

-Eso fue un "tengo el control,

querido" -Murmuro y luego bebo lo que resta de mi copa de vino. Ella ríe y

continuamos platicando. Mi esposo se pierde entre la gente sin decirme nada más

y por primera vez en toda la noche me siento aliviada de no tener su mirada

controlándome todo el tiempo.

La fiesta continúa y me aburro a cada

instante.

Quiero salir de este lugar, necesito

tomar un poco de aire, pero cuando quiero hacerlo, una música de salón comienza

a sonar. Sé que tendré que bailar con Alphonse esta pieza que debe de durar

como cuatro minutos enteros. Lo busco con la mirada, mientras que los demás

invitados buscan una pareja desesperadamente.

Todos se posicionan y empiezan a

moverse de un lado al otro. Me veo completamente atrapada entre la inmensa

ronda de baile de salón que se acaba de formar. Siento como me toman de la

cintura y no puedo evitar sonreír en mi interior. Sé que es Alphonse. Me volteo

en su dirección y lo miro fijamente. No quiero bailar esto, pero es lo que

sucede en todas las malditas fiestas a las que asistimos.

Nos ponemos en posición, el toma mi

mano derecha y yo posiciono mi otra mano en su hombro. Nos acercamos y

comenzamos a movernos de un lado al otro con el compás de la música.

-¿Te estás divirtiendo? -pregunta con

una sonrisa a medias.

-Sabes que no suelo divertirme mucho

en este tipo de eventos. -aseguro evitando esa penetrante mirada. Siempre es lo

mismo y él lo sabe.

-Mírame, Leyna. -me pide en un

susurro, mientras que acerca su rostro al mío. No quiero verlo, no quiero

estar, solo quiero que me dejen en paz. Necesito calma.

-Sigue bailando y no fastidies, Alphonse.

-musito secamente, clavando mi mirada en el suelo. Sé lo que quiere hacer y no

puedo caer.

Mueve una de sus manos y toma mi

mentón con delicadeza para que lo mire. No tengo escapatoria, voy a ver sus

ojos y voy a sentir esa maldita sensación extraña en mi estomago que tanto

detesto.

-Eres realmente hermosa. -Musita

acercando sus labios a los míos. Apenas se rozan, pero el calor y la tensión

sexual en nuestra burbuja compartida, comienza a afectarme-. Eres la mujer

más...

-Basta, Alphonse. -le digo velozmente-.

No hagas esto. -le imploro desviando mi mirada hacia cualquier lugar.

A unos

metros veo a su madre acercarse con una amplia sonrisa en su rostro. Había

olvidado por unos pocos minutos que ella también está aquí con su mala cara y

sus expresiones falsas. Suelto la mano de Alphonse y sin decir más, dejo que el

siga bailando con su madre. Este no es un lugar para mí, no así, no con Alphonse.

Todo comienza a salirse de control y siento mucho miedo

            
            

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