Despues de que me revisaran el medico fue muy claro conmigo, si no comía y descansaba bien podría llegar a tener un infarto como mi papa, eso descoloco a mi mama y su mirada hacia mi me dio miedo, que por primera vez en años sentí el terror puro recorriéndome las venas nuevamente. Cuando llegue a casa de mi mama al día siguiente habia recibido varios ramos de rosas con tarjetas de "Mejórate", y algunas cajas de bombones.
-"¡Mejórate!". Como si fuese tan fácil, gente estúpida- comente dejando las flores donde estaban-
-No seas así. Si te las mandaron...-
-Fue para hacerse ver madre, no porque en verdad les importe. Solo son un montón de ricos estúpidos que creen con un "Mejórate" uno se va a curar de milagro-
-Tu elegiste esa vida hija-
No, no fue así, yo elegí esto solo para ganar dinero y darles una buena vida a ustedes, aunque si le decía eso me iba a dar vuelta la cara de un cachetazo.
-Yo elegí cocinar, no tener que aguantar a ricos estúpidos- mentí mientras revisaba la caja de bombones-
-Pero sin esos ricos estúpidos no hubieras llegado a donde estas-
-Mi talento me llevo a donde estoy, no ellos-
-El boca en boca te llevo a donde estas hija, se mas amable-
-Seguro, voy a tomar las flores y les voy a tomar una foto para publicarlas en mis redes sociales para agradecerles. ¿Que te parece?-
-Si dejas ese tono de sarcasmo de lado, me parece bien-
Revolee los ojos y comencé a juntar las flores y las cajas de bombones que me regalaron para tomarles una buena foto y así publicar en mi Instagram para agradecerles el apoyo.
Lo bueno es que ni Elliot ni Roth habían aparecido para molestarme estas ultimas semanas, lo cual me puso contenta al ver que por fin me habían dejado en paz.
Unas semanas despues a mi papa le dieron el alta y por fin pudo volver a casa aunque para eso tuve que contratar a una enfermera para que ayudara a mi mama con todo lo que pudiera con respecto al cuidado de mi papa. Me quede en casa de mis padres por un tiempo mas ayudando a mi mama y con respecto al trabajo habia sacado vacaciones, gracias a Dios habia dejado a Freddie a cargo de la cocina o seria todo un desastre.
Unos días despues mientras regresaba a mi casa de visitar el restaurante para ver como iba todo sentí una pequeña descarga eléctrica recorriéndome el cuerpo haciendo que cayera de rodillas al piso y poco a poco mi visión se fue volviendo cada vez mas oscura.
Me desperté con un horrible dolor de cabeza y escuchado los gritos de un hombre de fondo así que me senté rápido en la cama, tuve que parpadear varias veces al notar que esta no era mi casa y que esta no era mi cama. Al pararme sentí como me temblaban las piernas así que tuve que volver a sentarme, la habitación en si era enorme, con su propia sala de estar incluida y se veía realmente moderna, predominaba mucho el color blanco y la madera oscura dándole un toque elegante al lugar, la cama también era enorme y todo en ella era blanca.
Me pare con cuidado y me puse mis botas militares negras, mis demás cosas estaban en una pequeña mesa al costado de la cama así que las tome y me dirigí a la puerta para salir del lugar.
Al terminar de bajar las escaleras me lleve con la sorpresa de que Elliot estaba sentado en un sofá individual viendo seriamente al chico que le estaba gritando al hombre frente a el, reconocí al chico enseguida, era el mismo al que le pegue hace como cuatro meses atrás mas o menos.
Flashback.
Llevábamos toda la noche trabajando de un lado haca el otro porque hoy a todo el mundo se le habia ocurrido pedir ostras y pasta, también me habían para llamado para felicitarme por la comida una quince veces y ya estaba hasta la mierda.
-Otro cliente quiere verte- comento Robert uno de los meseros- Y te aviso es un idiota con todas las putas letras-
-¡Ah no es cierto!. ¿Los del tipo que manosea o del tipo que se cree mucho?-
-Del tipo que se cree mucho- aseguro antes de fingir una sonrisa y salir por la puerta-
-Dame paciencia Zeus o voy a matar a alguien-
Al salir, el restaurante estaba lleno, casi abarrotado de gente así que fingí la sonrisa mas falsamente creíble y camine detrás de Robert para que de guie hasta la mesa en cuestión. Cuando llegue un tipo de no mas de veintitrés o veinticuatro años estaba sentado contra la silla mirándole el culo a las camareras cuando pasaban.
, pensé antes de saludarlo.
El tipo en si no era nada feo, se notaba que iba al gimnasio y que le encantaba presumirlo, también tenia algunos tatuajes en su brazo izquierdo, el pelo en forma de libro pero de manera sexi y algunos aritos de diamante en su oreja derecha. El típico mocoso rico que vive gastando el dinero de papa.
-Buenas noches- salude cortésmente aunque hubiera preferido tomarme un litro de cloro-
-Estas mas buena que en las fotos- comento viéndome de arriba a abajo- Aunque algo caderona para mi gusto-
.
-¿Disculpe?- le pregunte sin apartar mi vista de sus ojos-
Su comentario habia hecho eco en casi todas las mesas alrededor nuestro y eso era malo.
-Que si no fueses tan grande de caderas probablemente te cogería delante de todos estos imbéciles-
-¿Que?- le pregunte atónita-
Los comentarios alrededor no se hicieron esperar y eso me ponía nerviosa. Sin contar con que Elliot Ellis estaba sentado comiendo a un par de mesas con su hija Marie, la cual no le quitaba la vista de encima al idiota tatuado.
-Es un halago para felicitarte por tu comida, esta bastante buena- comento mientras movía las tenazas de un lado a otro con su cuchillo- ¿Que?, ¿Nunca te dijeron que tu comida estaba tan buena que daban ganas de cogerte?-
-¿Nunca te dijeron que hablas de mas?. Agradezco que te guste la comida pero esas obscenidades estuvieron de mas. En este restaurante no se permite acosar así a sus empleados- le explique calmadamente ya que todos me observaban-
-¡Oh vamos!. No lo dije para ofenderte gordita, lo dije como un cumplido- sonrió enseñándome sus perfectos dientes blanco-
-Deberías ser un poco mas respetuoso no solo conmigo sino con todos en este restaurante y aun mas con tu acompañante-
-Solo es la zorra con la vine, a no ser que quieras tomar su lugar-
Ignore su comentario y trate de irme pero al hacerlo se levanto de su asiento y tomo mi muñeca con fuerza jalándome hacia el.
-A mi nadie me deja hablando solo gordita-
La voz en mi cabeza me suplicaba que le diera una paliza así que no me resistí mas y le di un cachetazo con los dedos abiertos para que lo sienta aun mas, a lo que el me soltó enseguida para llevarse la mano a su cara.
-¿Como te a través?- pregunto completamente enojado dando un paso hacia mi pero me adelante y me pare adelante de el haciéndole frente-
-¿Como te a través tu a faltarme el respeto de esa forma?. Y no solo a mi sino a cada comensal en este establecimiento, eres un mal aprendido y vulgar mocoso que no tiene idea en donde esta parado. No solo me haz faltado el respeto sino que también me haz humillado adelante de todo el mundo-
Hice una seña para que los de seguridad viniera por el y así lo hicieron. Al llegar lo tomaron con fuerza de los brazos.
-¿Quien demonios te crees que eres, no sabes quien soy?-
-Un mocoso que se atrevió a faltarme el respeto a mi y a mis comensales. Sáquenlo de mi vista o llamare a la policía por acoso-
Los guardias se lo llevaron prácticamente a rastras y la mujer que venia con el no sabia que hacer así que me acerque de nuevo a su mesa.
-Por favor, invita la casa por el mal momento que ese tipo te hizo pasar. Pide lo que quieras-
-Yo no tengo mucho dinero para pagar-
-No te preocupes, como dije, invita la casa- le sonreí-
Despues de gire y me disculpe con todos los clientes por el mal momento que el tipo les habia hecho pasar, algunos me llamaron para felicitarme por el manejo de la situación otro me llamaron para preguntarme si estaba bien. Incluso Marie se acerco a mi para preguntarme si estaba bien, le respondí rápidamente que si, le agradecí su preocupación y volví a la cocina para no tener que seguir viéndolo a Elliot.
Fin del Flashback.
Los ignore por completo y me dirigí hacia la puerta, la cual estaba cerrada con llave.
, pensé respirando hondo.
Regrese sintiendo las miradas de los tres hombres sobre mi, me pare adelante de Elliot sin ninguna expresión en mi cara.
-¿Donde esta la llave?-
-No saldrás hasta que hablemos-
-No tengo nada que hablar contigo. Dame la llave-
El se levanto de su asiento y al hacerlo quedo como a un metro de mi, era mucho mas alto que yo en todo sentido, el media uno noventa y uno según el internet y yo a penas llegaba como al metro sesenta y tanto, era un hobbit a su lado. Pero si creía que con eso iba a intimidarme, estaba completamente equivocado.
-Dame las llaves- le ordene dando un paso mas hacia el-
-Ya te dije que no hasta que hablemos- explico lo mas calmado posible y con un toque de diversión en sus ojos-
-¿Te parece divertido?- le pregunte algo irritada-
-En absoluto-
Ese diminuto tono de burla en su voz me exasperaba al punto de querer romperle la cabeza con un cenicero. Me di la vuelta y comencé a revisar por todos lados en busca de la llave hasta que note que la puerta tenia un tablero a su lado.
pensé pegando mi cabeza a la puerta.
-Te dije que no tenia la lleve- se burlo abiertamente-
-¿Que carajos quieres de mi?, ¿Mhmm?, ¿Vas a matarme de una vez por todas?- le pregunte acercándome a el de nuevo- Porque si soy honesta me quitarías un enorme peso de encima-
-No vas a morir, eso te lo aseguro-
-¿Por que no?. Despues de todo tener que verte a ti y a tus estúpidos hijos todos los putos días de mi vida es como si me estuviera muriendo en vida-
No respondió pero note que se estaba enojando y yo igual.
-Abre esa maldita puerta- gruñí- Ábrela o te juro te mato-
-¿Quiero ver que lo inten...-
Le di un cachetazo con toda la fuerza que tenia en mi brazo y no me detuve, le di uno tras otro hasta que mis cachetazos se convirtieron en puñetazos. El por su parte trato de pararme tomándome de las muñecas pero seguí intentando golpearlo con mis piernas obligándolo a ponerme de espalda y pegarme a su pecho sosteniéndome con fuerza para que me detuviera.
-¡Suéltame!, ¡Te voy a matar, estas muerto!, ¿Quien demonios crees que eres para secuestrarme así?. ¡Maldito infeliz!, ¡Suéltame!- le grite una y otra vez sin dejar de moverme a lo que el me lanzo contra el sofá mas grande-
Me pare para volver a atacarlo pero esta vez me paro con un cachetazo. Me habia pegado.
-¡Yo soy tu padre mocosa y mi me respetas!. Yo fui quien puso un plato de comida en tu mesa cada noche, yo era quien pagaba tus estudios, yo fui quien sostuvo a tu familia durante años. No el inútil de tu padrastro y ciertamente no la inútil de madre-
No iba a llorar, no iba a darle el gusto de verme llorar, podía sentir como algo caliente recorría mi mentón.
-Tu no eres mi padre...- respondí con odio en mi voz, levante mi cabeza para mirarlo fijamente-...¿Tu pusiste un plato de comida en mi mesa?, ¿Estas muy seguro de eso?. Porque hasta donde yo recuerdo pase hambre toda mi infancia, ¿Sabes que habia para comer la mayoría de las noches?. Un te con galletas porque a penas nos alcanzaba para comprar eso. ¿Eso para ti es poner un plato de comida sobre la mesa?- me burle con lagrimas en los ojos- Recuerdo que por años comimos solo una vez al día y cuando teníamos suerte comíamos dos, y eso era porque mi mama trabaja limpiando casas mientras que mi abuela con setenta años seguía trabajando en un almacén que por suerte nos regalaba cosas de vez en cuando. Tu jamás me diste nada, estudie en una escuela publica hasta que entre como aprendiz en un resto bar en donde me pagaban el mínimo y debía quedarme hasta las dos o tres de la mañana y despues debía regresarme a mi casa sola caminando porque no podía permitirme el pasaje del micro. ¿Crees que enviarme una asquerosa torta en mi cumpleaños iba a cambiar algo?, ¿Sabes que hacia con esa torta?. La dividía y la repartía a mis vecinos para agradecerles el que nos ayudaran cada vez que nos cortaban la luz o el gas por no pagar. Tu jamás hiciste nada por mi. Mi mama nunca recibió un solo peso de tu parte, y cuando Julián llego a nuestras vidas nos trato como reinas desde el primer momento a pesar de no tener mucho que ofrecernos, el si se comporto como un padre. El estuvo ahí cuando lo necesite, cuando llovía y le tenia pánico a los truenos, el estaba ahí. Cuando intentaron abusar de mi a la salida del trabajo, si no fuera por el, hoy no estaría parada frente a ti escuchando como te jactas de cosas que jamás haz hecho. Tu para mi no eres nada mas que una sombra que me ha atormentado toda mi jodida vida-
-Eso es mentira. Yo enviaba a tu madre un cheque por doscientos mil dólares todos los meses. No seas mentirosa-
-¿Entonces Roth nunca te conto cuando le entregue la carta que tu esposa le escribió a mi madre diciendo que jamás vería un solo centavo de tu parte?. Deberías hablar con el antes de decir estupideces- finalice secándome las lagrimas- Abre esa puerta y desaparece de una vez de mi vida-
-¡Roth!- grito enojado frente a mi-
Unos minutos despues escuche la puerta abrirse y cerrarse.
-¿Ella te entrego una carta hace años que era de mi esposa?- pregunto serio, tan serio que hasta daba miedo-
-Si señor-
-¿Por que nunca me informaste?- indago entre dientes-
-La señora me lo prohibió, ella se dio cuenta de que yo tenia la carta y la quemo frente a mi, amenazo con despedirme y en ese entonces mi hijo a penas era un recién nacido. No tuve otra opción señor. Lo siento-
-¿Que decía la carta?- le pregunto apretando sus puños-
-Que la señora Mariana y su pequeña...bastarda jamás recibirían un centavo que les perteneciera a su hijos. Haría su vida miserable si se atrevían a intentar contactarse con usted para contarles lo que les dijo-
-Como te dije. Mi madre, mi abuela y mi papa se partieron la espalda para que yo pudiera estudiar y así tener una oportunidad de ser quien soy hoy en día. Tu para mi no eres nada y jamás serás nada- exprese mirándolo a los ojos-
Me aleje caminado para despues subir escaleras arriba y entrar a la habitación en donde me desperté. Abrí la ventana del balcón y al salir mire hacia abajo para ver que tan alto estaba. Estaba alto pero no tanto así que me ate el pelo en una cola de caballo y poco a poco y con cuidado comencé a escalar hacia abajo para poder bajar.
Cuando estaba a unos metros me solté, caí de pie y termine de rodillas sintiendo un calambre en las dos piernas, observe el lugar con detenimiento y comencé a escuchar ruidos de autos no muy lejos por lo que comencé a correr hacia el sonido. Al llegar me di cuenta de que el lugar era un barrio cerrado así que tuve que caminar un largo tiempo hasta llegar a la garita ya que nadie se paraba ayudarme.
Cuando llegue a la garita vi el auto de Elliot acercándose a lo lejos así que me escondí detrás de unos arbustos a esperar a que se fuera. Tardo bastante pero cuando se fue salí despacio de donde estaba y tome mi teléfono para pedir un taxi. Mientras caminaba me di cuenta de que un auto me seguía así que acelere el paso pero este se adelanto y se puso adelante de mi impidiéndome seguir caminado. La puerta de este se abrió dejando ver al chico degenerado del restaurante.
-Si que diste un buen show gordita-
-¿Por que no te vas un poco a la mierda?- le pregunte mientras rodeaba el auto-
-No te enojes conmigo, despues de todo yo no te abandone-
-Muérete-
-¿Que dijiste?- le pregunto poniéndose a mi lado-
-Muérete-
-Oh, que raro. Entendí cógeme-
-Eres un asco. De muérete a cógeme hay una enorme diferencia-
-Ni tanto, ambas producen placer-
-En cierto modo-
-Si quieres podemos coger, no me molestaría-
-Preferiría usar un consolador de púas-
-Podemos incluirlo también si quieres, soy muy abierto a probar cosas nuevas-
-¿Por que no pruebas ser mas educado maldito idiota?-
-Mira quien lo dice. Nos estamos alejando demasiado del auto-
-Es tu problema no el mio-
-Es tuyo, porque si quieres ir a ver a tus padres antes de que el señor Ellis llegue vas a tener que venir conmigo-
-¿Que dijiste?- me quede estática al instante-
-Que tu padre esta yendo a tu departamento para encontrarse con tus padres- me respondió con una sonrisa-
-Mas te vale por tu vida que sea cierto o te juro que voy a matarte y a cocinarte-
-Tu tienes mas grasa que yo, tu vas a salir mas rica-
-Mas rica la patada en la cara que voy a dar maldito idiota- murmure volviendo hacia su auto-
Comenzó a reírse sin parar mientras entrabamos al auto. Necesitaba autocontrol o lo voy a matar de en serio.