Capítulo 3 Una oportunidad

Sofía se tiró en la cama y comenzó a recordar todo lo que pasaron ese día, pensaba en responder el mensaje hasta mañana para no verse desesperada, pero la verdad, es que ya no le importaba lo que pensará la gente, así que respondió al mensaje diciendo " que duermas bien sueña conmigo"

Se preparó para ir a dormir, y despertó con su alarma para ir a trabajar.

Cuando revisó su teléfono tenía 20 llamadas perdidas de alejandra y 49 mensajes sin leer, cuando tuvo un tiempo en la oficina de descanso llamó a su amiga.

• No puedo creer que recién me llames a esta hora Sofía, me tienes nerviosa pensando en si estabas viva o no, no me puedo quedar con la novela a medias eso no se hace amiga. (Resopla)

Sofía se ríe al escuchar a su amiga emocionada esperando su historia

• ¡Bah! que exagerada eres, te lo diré con unos tragos, por ahora solo te puedo decir que me encanta, veámonos a las 5 a la salida del trabajo en el bar de siempre, besos.

Sofia colgó antes de que alejandra alcanzara a decir algo, Ale quedó impactada, hace tiempo no escucha a su amiga tan feliz.

Sofía llegó al bar donde se reúnen con sus amigas y al entrar se da cuenta que no estaba solo Alejandra, si no que había invitado a sus otras dos mejores amigas. Al sentarse Claudia, Alejandra y Camila la miraban con caras de policía en interrogatorio esperando ansiosas de saber que pasó, la primera en hablar fue Claudia:

• ¿Se acostaron?, ¿de que porte lo tiene? ¿Coge bien? Necesito saberlo todo mencionó con impaciencia.

• Sofi, necesito saber que paso esto es lo más interesante en que ha pasado este mes mí vida es muy fome dale un poco de acción .- Dice Cami riendo.

• Amiga por favor cuenta todo de una y sin pausas o me terminaré tomando todo el bar.- Repitió Alejandra con cara de pucheros.

Sofía se ríe al ver a sus amigas emocionadas por escuchar su historia, les cuenta todo lo que pasó con Benja, las tres quedaron boca abierta y rieron a carcajadas de lo atrevida que fue.

La tarde pasó volando para las 4 juntas, siempre que se juntaban reían y lloraban, pero por sobre todo sentían que era un momento de desconexión con la realidad, volvían a sus casas relajadas y felices de tenerse unas a otras.

Siempre fui una persona muy alegre, mis amigas son las que han estado en cada momento de mi vida, cuando termine con Pablo ellas me alimentaban y cuidaban, jamás me dejaron sola.

Pablo fue mi primer amor, estuvimos 3 años juntos, lo ame a mi manera, el media 1.70, tenía una barba perfecta, piel morena y un cuerpo bien trabajado, aún pensando en que lo amaba jamás me proyecte con él, vivía el presente solamente. Pablo erá el hombre con el que podía tener sexo todos los días y jamás me cansaba, el deseo que nos teniamos era incontrolable, él me tomaba con sus manos y me subía a la mesa, me penetraba hasta harcerme gritar su nombre mil veces y tenía el don de otorgar placer. El único problema es que no solo me deseaba a mi. Terminamos porque pillé mensajes de él con varias mujeres y hasta usaba mi auto para ir a verlas. El día que lo encare me lo negó todo, me rogó, me dijo que me amaba, que por favor no lo deje, que nos vayamos a vivir juntos y nos casemos, en 3 años jamás me había hablado de esas cosas, yo siempre espere que el me amara más a mi que yo a él, pero eso nunca paso, no al menos hasta que decidí dejarlo después de dos semanas de haberlo perdonado. Llore mucho, sentía que moría, bajé mucho de peso, solo quería llorar y dormir, no lograba entender que me faltaba, porque me engaño, pensé que conmigo lo tenía todo. Resulta que el problema no era yo, lo entendí con el paso del tiempo, él pensó que yo no era suficiente y al perderme se dio cuenta tarde lo que quería, pero fue muy tarde, al menos para mí.

Hasta el día de hoy, él intenta ponerse en contacto conmigo, me envía mensajes rogando perdón y pidiendo verme. La verdad es que en algún momento dudé en volver, pero mis amigas me ayudaron a no volver atrás y no estar con alguien que creyó que no soy lo suficientemente buena para estar solo conmigo.

Pablo fue mi primer amor, ese amor que te desgarra el alma y que sabes que marca un antes y después en tu vida, gracias a él sé cuales son mis límites, pero también aprendí que es lo que no quiero en una relación.

Antes de dejar a Pablo lo engañe, con ex compañero de la universidad, este siempre me invitaba a salir y yo lo ignoraba, me acosté con él por una seudo venganza para que Pablo sepa lo que yo sentí, deje que Pablo encontrará los mensajes, sabia que revisara mi telefono. El problema fue que mi ex compañero igual tenía pareja y cuando Pablo leyó los mensajes quedo la embarrada, la pareja de él hizo un tremendo escándalo, Pablo quería buscar al tipo y golpearlo, y la verdad es que a mi no me importaba nada, debo decir que tampoco me sentí mejor al hacer eso, solo tuve un buen sexo por venganza.

Después de eso me di cuenta que jamás lo iba a perdonar así que lo deje para siempre. Creo que Pablo no me ha superado, cada cierto tiempo intenta ponerse en contacto conmigo, hasta me transfiere dinero a mi cuenta para que me llegue. Las notificaciones a mi correo electrónico. Aún recuerdo su descaro cuando me dijo que yo era su catedral y las demás mujeres sus iglesias, que me amaba y que por culpa de su padre el era infiel que heredó sus genes.

Luego de Pablo decidí quedarme sola y no volver a confiar en ningún hombre, pero bueno, uno no puede escupir al cielo y si no me caigo no me puedo levantar, total como dice el dicho echando a perder se aprende.

Ya eran las 9 de la noche y todas nos debíamos ir a casa, en eso me llega un mensaje de Benja "hola que haces, vi tu historia en el bar, ¿puedo ir por ti?"

Solo había pasado un día desde que salimos, pero me emocionó leer que estaba pendiente de mí, así que le dije que si, no se si hablo el alcohol o yo pero me encantaba la idea de verlo.

Mis amigas esperaron hasta que llego Benja por mí, me subí a su auto y me beso como si fuéramos pareja hace mucho tiempo. (Por el espejo miraba a mis amigas reír viendo esa escena, se que me harían bullying después)

Me dijo que fuéramos a su casa a comer algo, que me prepararía la cena, para que conversamos y miremos películas, entre mí pensaba que eso es lo último que haríamos y mí plan de hacerme esperar creo que no funcionaria, mientras lo pensaba me ardía todo el cuerpo.

Benja vivía solo, era un departamento hermoso bien decorado con colores blanco y negros en un barrio tranquilo.

Al llegar se puso el delantal de cocina, prendió la música y mientras cocinaba cantaba feliz, se le veía relajado como si esto lo hiciéramos hace mucho tiempo.

Yo estaba sentada en la barra de la cocina y mientras él cocinaba , le preguntaba cosas de su día, sobre su familia, mientras tomaba una copa de vino.

Luego de unos 30 minutos me quedé mirándolo fijamente, verlo me hacía sentir mil cosas nuevas así me pare a su lado, lo agarre de la cara y lo bese. Benja algo incrédulo apagó el gas de la cocina, ya no se podía concentrar en nada más que en mí, me cargó y subió arriba de la encimera, comenzó a tocar mis pezones mientras su miembro se ponía cada vez más duro yo emitía ruidos de placer mientras nos besabamos. Estaba con un vestido corto de flores, así que metió sus manos entre mis piernas y comenzó a frotar mí clítoris con sus dedos, retiro mí ropa interior de un tiro y bajo hasta entre medio de mis piernas, me hizo sexo oral, fue mí primer orgasmo con él, quería agradecer lo que hizo, así que antes de que me penetre me amarre el pelo en una cola y comencé a hacerle sexo oral, sus gemidos tan masculinos y de placer solo hacia que me mojara más, cuando Benja no pudo más me dio vuelta en un segundo contra la encimera y comenzó a penetrarme lentamente, me decía Sofía me encantas en mí oído suavemente y tocaba el clítoris mientras entraba y salía de mí hasta que ambos volvimos a tener un orgasmo juntos.

Estuvimos toda la noche teniendo sexo, al final no comimos nada y nos quedamos dormidos agotados tanto sexo.

Sonaron nuestras alarmas a las 6 am, ambos debíamos ir a trabajar a las 8, así que le pedí que me lleve a mí casa para que me pueda preparar.

Benja se fue a bañar, se vistió con un traje azul que le quedaba como hecho a la medida, al salir de la pieza me miró con cara de deseo pero ambos sabíamos que ya era tarde así que me acompañó hasta mí casa. El quería esperar mientras yo me arreglaba para llevarme al trabajo, pero le dije que no se preocupe, que no puede llegar tarde por mí culpa y que iría en mi auto. Me dio un beso en la mejilla y dijo que más tarde me escribiría , se fue corriendo a trabajar.

Me metí a la ducha, me vestí y corrí al trabajo un poco acalorada, pero de buen humor, hace meses no me sentía tan feliz.

            
            

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