Capítulo 4 Alejandra

Alejandra era mí mejor amiga, ella siempre tuvo buenas notas y termino estudiando ingeniería civil, tenía un carácter fuerte pero era de las personas más compasivas que he conocido en mí vida, somos amigas hace 15 años y yo diría que más que amigas somos hermanas.

Ale tiene pareja hace 2 años, se llama Sebastián, trabaja en el mismo rubro que ella y están en planes de irse a vivir juntos pronto, pero Ale aún duda ya que Seba no le ha pedido matrimonio y ella dice que sin anillo no se irá de casa.

Mientras pensaba en ella tomo mí teléfono para llamarla:

• Amiga veámonos, necesito contarte que paso anoche, ven a verme a casa o salgamos a comer.

• Maldita al fin me llamas, me carga cuando me ignoras, vamos al café cerca de mí trabajo para no tentarnos en tomar algo más que café jajajaja.

• Perfecto, a las 6 nos vemos ahí.

• Nos vemos.

Ambas colgaron y siguieron trabajando hasta que llegó la hora de verse.

Camine lento hasta el lugar, por primera vez miraba a la gente pasar a mí alrededor y me imaginaba cómo serían sus vidas, al llegar al café veo que Alejandra queda mirando con cara de impacto sin poder reaccionar.

• Ale, que pasa ?

• Mira adentro, está Seba...

Miré hacía el local y vi a Seba con otra mujer la tenía tomada de la mano y reían juntos, jamás la habíamos visto y claramente Alejandra menos ya que no estaría tan impactada.

Cómo Alejandra ni reaccionaba y yo soy un poco impulsiva, entre a la cafetería y me pare en frente de ellos dos.

• Que mierda te pasa Sebastián?

Sebastián con cara de asustado me dice Sofi te lo puedo explicar ... mientras Ale se paraba detrás de mí aún en shock.

La mujer que está a su lado quedó sería y me dice:

• Explicar que ? ¿Quién eres ? Porque le hablas así a mí novio ?

Con esas palabras Alejandra reacciona al fin y agarra del pelo a la mujer y le grita como tu novio? Estamos juntos hace 2 años que mierda estás hablando. Comenzaron a gritarse cosas y a pelearse mientras yo le tiraba el café a seba.

Cuando vi que la gente se asustó y los camareros venían hacia nosotros agarre a mí amiga de la mano y salimos corriendo del lugar.

Fue una escena algo humillante para todos, jamás pensé que reaccionarías así, puedo decir que aunque la culpa no sea de ninguna de ellas nos sentimos un poco relajadas luego de semejante batalla, al menos pensaba que sería una historia para contar a mis hijos un día.

Corrimos hacia mí auto, Ale se puso a llorar a mares no sabía que hacer por ella más que estar a su lado. Yo ya había vivido esto, se que se siente que el estómago te apreté, te falte el aire y sientas como que alguien hubiera muerto, el dolor del engaño es tan poderoso que si estas sola podrías simplemente echarte a morir, se que suena trágico pero el la pena es algo horrible.

Espere unos minutos mientras Ale volvía a tomar aire y le dije:

• Amiga se que nada de lo que diga ahora importa, pero debes saber que todo lo que sientes ahora pasará con el tiempo, es mejor que te enterarás ahora a cuando pasara mucho más tiempo y seas la típica esposa gorreada ahí si que sentirías que habías perdido miles de años de tu vida con ese patán. Si te sientes muy mal puedes irte a quedar conmigo a casa.

Ale con la cara roja y los ojos como una papa, trata de contener sus lágrimas ante mis palabras, suspira varias veces y me dice.

• Llama a las niñas vamos de viaje este Finde a beber y olvidar todo.

Yo un poco incrédula de su reacción llamé a Claudia y Camila y todas aceptaron en ir a este viaje exprés, o se si sería la mejor idea pero se que al menos estaríamos juntas dejando la embarrada.

            
            

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