Manuel se dio cuenta de esto en la expresión del rostro de Ángela y le explico:
- Cuando me sentía mal mi madre me hacía un té como este, calientito y me pedí que me lo tomara todo, tenía mucho tiempo que no lo veía y la verdad debo reconocer que no me he sentido bien, por eso me pareció apropiado tomarme uno ahora mismo, espero no le moleste
- No, para nada me parece genial se recuerdo
- ¿Quieres uno para ti?
- Sería genial. Cuéntame más sobre tu madre
- Se parecía mucho a ti, en su forma de cuidarme, en el color de los ojos y cuando te molestaba se te levanta una venita en la frente como la de ella
- Jajaja que particular que notes esos detalles, igual si te estoy cuidando es porque es mi deber como medico
- Lo sé, no estoy pensando otra cosa
Manuel sirvió el té para ambos y se sentó en la pequeña mesa que había en un costado de la pequeña cocina, Ángela saco unas galletas de avena para acompañar el té y quiso reconocer la buena actitud de Manuel cuando quedaron frente a frente en la mesa:
- Hubiese sabido que con el baño te mejoraría el olor y el humor y te hubiese recetado una ducha antes, casi me caes bien
- Jajaja no se equivoque conmigo doctorcita que yo no soy precisamente un terrón de azúcar
- Eso está claro
Continuaron una charla trivial hasta terminar el té para nuevamente intentar dormir, Manuel tomo su lugar en la cama invitando de nuevo a Ángela a compartirla, pero ella regreso al sofá pensando que a fin de cuentas no esta tan mal. Manuel prendió un televisor y puso el canal de deporte mientras Ángelo se conectó a su celular para contestar unos mensajes y procrastinar un rato por las redes sociales, de vez en cuando se veían desde lejos con cierta picardía tratando de que el otro no se diera cuenta y al terminarse el partido Manuel ya estaba dormido así que Ángela se dispuso a hacer lo mismo para aprovechar de descansar ya que el paciente no la necesitaría en un buen rato, apago las luces y el televisor para luego acostarse, solo habían pasado unos minutos estando a punto de conciliar el sueño cuando escucho de nuevo como el timbre de la clínica sonaba desde abajo, sonrió pensando que de nuevo era algún carro en la calle tratando de dormir, pero hubo insistencia y hasta golpes en la puerta así que decidió levantarse, se colocó una bata por encima de la pijama y corrió a ponerse unas pantuflas sintiéndose presionada o apurada por los golpes y el timbre abajo que no paraban, pensó que podría ser otra emergencia, pero cuando ya estaba próxima a abrir la puerta de un golpe la habían abierto y antes que ella pudiese reaccionar ya estaban entrando a la fuerza unos diez hombres altos con actitud militar vestidos de negro de aspecto amenazante y fuertemente armados, seguían las ordenes de uno de ellos que tenía gafas y un tatuaje de dragón en el brazo izquierdo, uno de los que parecían soldados o más bien mercenarios siguiendo las instrucciones del líder tomo a Ángela por los brazos impidiendo que se moviera, le amarro las manos con fuerza y la cargo sobre uno de sus hombros como si fuese una presa de caza, haciendo caso omiso a las quejas e improperios que les gritaba por la intromisión en su clínica, estos hombres comenzaron a revisar todo, como buscando algo aunque no parecía un robo porque no tomaban nada para si solo veían en cada uno de los espacios del lugar, hasta que uno de ellos le aviso al de las gafas y el líder del grupo armado que hay un segundo piso, subieron llevándose a Ángela con sus manos atadas y totalmente inmovilizada, luchando pero contenida por la fuerza física que ejercía sobre ella el mercenario que la tenía sobre su hombro, al subir prenden las luces con lo cual despiertan a Manuel cuyo primer instinto fue levantarse de golpe y ponerse en guardia, solo que al recibir el saludo respetuosos del hombre de gafas y darse cuenta de quienes eran empezó a llamarles la atención en malos términos que sorprendió profundamente a Ángela, diciéndoles:
- La próxima vez que requiera un apoyo operativo será mejor buscar a los niños exploradores, de seguro hubiesen sido más rápidos y eficientes que ustedes comando de inútiles
- Señor que pena con usted, tuvimos unas dificultades para encontrarlo y su mensaje de pronto nos llegó un poco tarde
- ¿Un poco tarde? Por favor si es por ustedes me hubiese muerto como un perro en el bosque, es insólito su nivel de negligencia con esta operación, me dispararon y he sido operado, todo antes de que ustedes como mi apoyo llegasen esta acá aun cuando estoy casi en la mitad del pueblo, súper céntrico
- No sabíamos que estaba herido ¿Está muy mal señor?
- Ahora no tanto, pero casi no lo cuento y si ya estoy un poco mejor no es gracias a ustedes
Ángela estaba impresionada con la escena, primero llegan unos matones con ganas de matarlo y ahora llegan otros que parecen estar a sus órdenes, que clase de hombre será esté se pregunta, por un momento sintió alivio pensando que se iría con su gente y ella podría salir de esa situación tan incómoda, esa idea solo pudo posarse en su cabeza unos minutos porque antes de que se diera cuenta, ya Manuel estaba dando órdenes de que se fuesen y la llevaran a ella porque alguien debía cuidar de él, ese fue el motivo que dio, pero internamente sabía que tenía otros planes para Ángela, justo cuando comenzaban a bajar al primer piso para irse Manuel se desmayó soltando un quejido de dolor, es tan grande que tres hicieron falta tres de ellos para poder levantarlo y llevárselo en ese estado, a Angela le causo gracia ver esto y recordar que a ella le toco sola moverlo cuando estaba mas muerto que vivo en el bosque, vio que llevaban su cartera y un maletín donde acostumbraba a trasladar los insumos médicos básicos para cualquier emergencia.
Este comando venía en un par de autos rústicos, vio como montaron en el que esta parqueado adelante a Manuel todavía inconsciente y a ella en la otra, no pudo ver números de placas porque le cubrieron los ojos así que tampoco pudo ver el camino que tomaban cuando dejaron atrás la clínica y el pueblo, sin embargo sentía que tomaron un camino rustico, se sentía como de tierra, rodaron mucho rato aunque no era capaz de identificar que tanto y en algún momento le pareció que subieron una loma y habían muchas curvas. Cuando finalmente se detuvieron escucho que se abrían las puertas del vehículo que iba delante de ellos donde se supone que estaba Manuel, a lo lejos le pareció que escucho su voz, pero no estaba segura, parecía que discutían algunas cosas, pero no le era posible identificar exactamente lo que hablaban. Del vehículo donde ella estaba se bajaron todos y cerraron la puerta dejándola a ella sola, esto le permitió sentir un clima más bien cálido y podía sentir el olor de algunas plantas, además de tierra mojada lo que le indicaba que era un lugar boscoso y definitivamente lo suficientemente lejos para no poder regresar a pie hasta el pueblo si lograba escaparse. En momento sintió como se acercaba alguien al carro y la sacaban de él igualmente como entro, en hombros.
Sintió que la sentaron en un lugar acolchado, le quitaron el amarre de las manos que ya estaban entumecidas y mientras se quitaba la venda de los ojos vio como estaba en una celda y cerraban muy bien la puerta, no lo podía creer, después de haberle salvado la vida, de cuidarlo aun cuando se portaba como un patán, de ayudarlo cuando querían matarlo, de darle posada y comida este hombre la trata d prisionera. Ángela se llena en ese momento de ira y resentimiento en contra de Manuel por su falta de agradecimiento y malos tratos, a pesar de su juramento médico en ese preciso momento lo que desea es saber que las heridas de quien sintió como un paciente empeoraran y que le permitieran gran sufrimiento para que pagara lo que le está haciendo pasar.