-¡Mamá!- grité cargada de enojo, no creà que me pudiera decepcionar más de lo que estaba, pero me equivoque
-¡ARACELIS!- grito mientas se despegaba de aquellos hombres con dificultad -¿NO SE SUPONE QUE IRIAS A CASA DE TU AMIGA?- se puso de pies frente a mà completamente desnuda y, los hombres de los cuales se separó ahora estaban detrás de ella con sus erecciones al aire libre
-ÂżQuĂ© tal si hacemos un dĂşo?- dijo uno de ellos con una amplia sonrisa, mi madre solo le mire para luego darle un costado en su estĂłmago -piensalo Clara, podrĂas ganar más- dijo con cierto cinismo, causando un gran asco y unas inmensas náuseas
-ÂżSe supone que ahora eres actriz porno?- cruce mis brazos tratando de ignorar aquellos hombres que no dejaban de verme con lujuria
-Ara te puedo explicar- mirĂł a los hombres que estaban a su costado -continuaremos otro dĂa- fue lo Ăşnico que les dijo para que ellos entre balbuceos empezaran a recoger sus ropas
-no tienes nada que explicar- fuĂ hasta el recibidor donde estaba Matilde y le pedĂ que saliĂ©ramos de la casa, mi madre gritaba mi nombre, pero no me detuve, solo querĂa salir del lugar.
Minutos después llegamos hasta un café, ambas tomamos asiento, Matilde pidió dos malteadas de fresa y luego fijo su mira hacia mà cuando tomos asiento
-cuentame, ¿Qué ha sido de tu vida estos cuatro años?, Desde la muerte de tu padre no supe nunca más de ti, te marchaste sin explicación alguna- dijo un tanto triste, pero al mismo tiempo agradecà que no preguntase por lo ocurrido en mi casa.
Le redacte toda mi vida en fracción de segundo mientras disfrutábamos de una segunda malteada
-si que has pasado por mucho- agarró mis manos -no sabes cuánto lamento no haber estado ahà para ti- la apretó ligeramente
-y para completar, por culpa de un imbécil me he quedado sin empleo- suspiré
-¡Santo cielo chica! DeberĂas hacerte algĂşn despojo - dijo la mesera mientras se acercaba a retirar nuestras bebidas trayendo consigo otras -no quise escuchar la conversaciĂłn, pero fue inevitable- colocĂł las nuevas malteadas -estas son de parte del joven de allá- señalĂł discretamente a un joven que estaba sentado en uno de los taburetes del mostrador, este al percatarse de que le estábamos mirando nos sonriĂł amablemente y nosotras hicimos lo mismo
-gracias- dijimos ambas al unĂsono
-ÂżQuĂ© hay de ti?, Estás hermosa y veo que andas en un auto muy costoso- Matilde era una chica hermosa, no habĂa cambiado tanto, bueno, en realidad solo sus senos se veĂan más grandes, pero despuĂ©s seguĂa siendo la misma chica delgada de ojos color avellana, cabello castaño ondulado y aquella armoniosa sonrisa realmente era linda y lo mejor de todo es que era super simpática
-bueno, ya sabes que siempre soñé con una vida de lujos y decidĂ que yo misma me la darĂa, no soy esa princesa que espera por un prĂncipe azul en lugar de ella misma bajarse el universo completo- aquellas palabras profundizaron en mĂ, sĂ© que esa no era su intenciĂłn, pero yo siempre e sido de esas chicas a las que la vida golpea y se queda tirada, nunca supe ser aguerrida y luchar por lo que querĂa, solo... Dejaba que todo fluyera
-¡Hey!- Matilde se percatĂł de aquello -no dije eso para que te sientas mal, no lo digo por ti, sabes que siempre he sido algo codiciosa- ambas reĂmos -deje los estudios un mes despuĂ©s de que desapareciste- tomĂł un sorbo del popote
-¡¿CĂłmo?!- aquello si que me sorprendĂa, Mati era muy aplicada, tanto o incluso más que yo
-asi como lo escuchas, decidĂ empezar a buscar aquello que querĂa para mi vida que sabĂa que una universidad no me darĂa y me casĂ© con Kalvin- dijo lo Ăşltimo con tristeza
-ÂżAquel novio misterioso?- sonreĂ al recordar todas las travesĂas que hacĂamos para colarnos al tercer año para poder ver aquel chico
-si- dijo con pesar -no duramos tanto como creĂmos que serĂa...salĂ embarazada al poco tiempo y luego, luego...- de pronto empezĂł a sollozar - luego de una golpiza perdĂ al bebĂ© y gracias a ello no podrĂ© tener un hijo nunca más, aquel hombre se encargĂł de dejarme vacĂa- agarre sus manos y la apretĂ© tratando de aminorar su dolor - caĂ en depresiĂłn, estuve internada en un psiquiátrico durante seis meses, luego de eso volvĂ a casa de mis padres, quienes se dedicaron a llenarme de mimos cada momento del dĂa
»luego conoci a Kandall, una chica que se mudĂł justo frente a mi casa, nos hicimos grandes amigas y me sorprendiĂł el saber que ella apenas tenĂa veintidĂłs y se costeaba toda su vida, una vida bastante ostentosa, hasta que una noche me confesĂł que trabajaba para un club, llamado CLUB DEL MILLĂ“N y desde entonces mi vida cambiĂł por completo y soy una de esas chicas millonarias- sonriĂł limpiando sus lágrimas
-y pensaba que mi vida era un desastre- murmuré casi sin pensarlo
-¿Supongo que Kalvin está preso?-
-lo estuvo, ahora está muerto- me atragante con la malteada -si, en la cárcel en la cual estaba se armĂł un motĂn, el intento escapar y un policĂa le disparĂł, ÂżSabes cĂłmo le llamo a eso?- neguĂ© -karma instantáneo- sonriĂł
-ÂżY que se supone haces en ese club?- deje de lado la malteada sentĂa que iba a congelarme
-ofrezco mi cuerpo- su voz se escuchĂł con tanta naturalidad que me asombro
-ÂżEres una prost...
-no, soy una flor del lugar, solo acompaño a los hombres para desestrezarlos, solo hay sexo si aceptas, de lo contrario solo flipeo o tontas caricias, aunque cuando tienes relaciones las comisiones son más, pero aquello no es lo mĂo- ahora estaba más confundida
-ÂżCĂłmo es eso de una flor?- la curiosidad me ganĂł
-ya sabes cĂłmo es el rollo de las flores- empezĂł a enumerar con sus dedos -debes cuidarlas, regarlas, ya sabes, tratarlas bien para que puedan seguir con vida y no se marchiten, esa es la polĂtica del lugar, cuidar a cada una como si fuĂ©ramos rosas o flores de un hermoso jardĂn-
-ya...
-pregunta, no te quedes toda pensativa- sonrió para luego acomodar su cabello detrás de la oreja
-es que no sĂ© quĂ© decir, nunca habĂa escuchado de algo asĂ- mi mente realmente se habĂa quedado en blanco, nunca me imaginĂ© a Mati hacer algo asĂ
-ÂżQuieres que te lleve al lugar?-
-no, gracias- dije rápidamente
-vamos, no es cĂłmo piensas, aquel lugar es muy prestigioso y solo los socios pueden pasar, además, no te obligarĂ© a acostarte con nadie...amenos que quieras- dijo lo Ăşltimo con picardĂa
-aunque sea sofisticado o como le digas, es un prostĂbulo, además no me acostaria con nadie...aĂşn soy virgen-
-anda Ara, solo será un momento, hoy es mi dĂa libre y quiero presentarte a Kendall, es una gran amiga y se que ambas lo serán tambiĂ©n- asentĂ
-esta bien, solo un momento- olvide lo insistente e intensa que era está mujer
-pero antes, debes de cambiarte- tomĂł mi mano dejando algunos billetes sobre la mesa.
-pero antes, debes de cambiarte- tomĂł mi mano dejando algunos billetes sobre la mesa