-¿Porqué esas chicas están en esa...vitrina?- el miró y sonrió
-no son vitrinas, son algo así como una especie de cúbiculos transparente y, esas chicas que están ahí son vírgenes... Básicamente solo posan un poco y algunos clientes pagan por sus ropas interior, ya sabes, algunos tienen uno que otro fetiche con eso de la virginidad- tragué duro
-eso es... ¡Wao!, Me he quedado sin palabras en toda la noche, solo tengo preguntas- clave la vista en mi copa, la cual aún no iba ni por la mitad
-no seas tímida, me encanta responder inquietudes-
-¿Cómo haces para que ninguna pesque alguna enfermedad sexual?- y al decir aquello, sentí mis mejillas enrojecer
-por lo general una ginecóloga viene quincenal para hacerle chequeos rutinarios y, los miembros del club deben hacer lo mismo quincenal, sencillo- se encogió de hombros
-¿Y cómo sabes que no te están engañando con aquellos resultados?, Digo, podrían ser de otra persona-
-ellos van al mismo laboratorio que mis chicas, además, ellos firman un contrato para poder ser miembros y, en ello implica ciertas cláusulas, por ejemplo
»Solo pueden traer un acompañante semanal
»Si una de las chicas contraen una enfermedad, por ellos o por uno de sus invitados, estos serán demandados por incumplir las normativas del lugar y, ellos deberán pagar una indemnización de por vida a la chica que resulte afectada
»no se permiten celulares, cámaras o algún otro objeto que pueda poner en riesgo la integridad de quienes están en este lugar; en fin, son muchas las cosas que ellos perderían si mienten en algo tan delicado como esos análisis
-veo que tienes todo cubierto- tome un trago largo, quería empezar a relajar mi cuerpo, ya que estaba completamente rígido
-asi es...y, para mis florecitas, también tenemos una psicóloga, ella se encarga de evaluar a cada una de ellas semanalmente para encargarse de que todo esté bien y que no reciban maltrato alguno-
-oh!-
-son muchas las cosas que nos hacen ser únicos en lo que hacemos, muchos tal vez, me verán como un proxeneta, pero no me siento así, jamás le quitó comisiones a las chicas de sus propinas y, independientemente de lo que ganen, siempre les doy su paga correspondiente, ya de ellas dependerá si quieren compartirla conmigo, tampoco las obligo a tener sexo, cada chica lo hace semanalmente y solo con dos hombres en diferentes horas y bajo un control...- suspiro - por eso mis chicas aquí se sienten como una flor y yo me encargo de que así sea siempre, lo mejor para mis flores- acarició la mejilla de Mati
-¡Amores mío!- dijo una rubia despampanante uniéndose a la mesa con nosotros -¡Qué bueno que estás aquí!, He estado toda la noche con Henry...estaba a una uva de llamarte-
-Kendall, ella es Ara- nos presentó
-¿Esa Aracelis de la secundaria?- su voz emitía emoción, mientras Mati asentía -encantada de conocerte...Matilde siempre que puede me cuenta sus jocosas anécdotas de la secundaria- ambas reímos
-un gusto para mí también Kendall- ella se acercó hasta mí para darme dos besos y luego un fuerte abrazo, como si fuésemos grandes amigas
-creo que ya tendré otra hermana- dijo una vez se separó de mí
-y Henry, ¿Ya se fue?- pregunto Mati, mientras servia más champagne a su copa
-no, aún está lloriqueando, según me contó, encontró a su mujer con la amiga- tomó un trago de la copa de Jean Carlo
-¡¡Qué!!- las boca de Mati quedó completamente abierta
-asi como lo oyes-
-debio de haberse metido bajo las sábanas y hacer un trío- dijo Jean Carlo haciendo que todos excepto yo rieran a carcajadas, yo solo estaba ruborizada
-ire con él un momento-
-te acompaño, debo ir a ver cómo están las habitaciones negras-
-Kendall, ¿Te puedes quedar con ella un momento?- Se puso de pies en compañía de Jean Carlo
-claro- dijo la rubia sonriente.
-Entonces, ¿Te quedarás a dormir conmigo o prefieres que te lleve a tu casa?- preguntó Mati mientras encendía el auto
-lo mejor es que vaya a casa, necesito asegurarme de que mi mamá no cometa más estupideces- me coloque el cinturón
-bien- condujo a la velocidad que los coches le permitían y, en menos de lo esperado ya estaba en mi casa
-fue grato el volverte a ver- dije antes de bajar
-no creas que será la última vez- me pidió mi número
-prometo mañana entregarte el vestido- le entregue su móvil ya que me lo había dado para anotar el número, nos despedimos y entre a la casa; el lugar era un completo desastre, habían vasos y personas por doquier tiradas en el suelo, camine hasta la cocina y fuí hasta la puerta que daba acceso al patio y pude ver como habían dos hombres dentro de la piscina teniendo sexo, mientras que en el césped había una mujer haciéndole oral a un hombre, aquello causó un revoltijo en mi estómago y salí disparada en busca de mi madre.
Abrí la puerta del baño y allí había alguien devolviendo el estómago, eché un vistazo a la habitación de mi madre y está estaba pulcramente ordenada, fuí al cuarto de visitas y nada, entonces decidí ir a mi habitación, ya eran más de las tres de la madrugada y, si ella no estaba, de seguro que mañana volvería. Entré a mi habitación y le coloque el seguro, di un suspiro mientras una lágrima recorrió en mi mejilla, apoyé mi frente sobre la puerta
-es el infierno que te toco vivir- dije en un susurro
-¡Ara!... Pensamos que no ibas a venir- mi corazón martillo fuerte en aquel momento, no quería mirar, así que contoda la rapidez del mundo quite el seguro y empecé a correr, pero para mí desgracia el vestido se enredó con los tacones y caí de bruces contra el suelo -¿A dónde crees que vas?- pregunto nuevamente aquella voz que se había grabado en mi interior, me tomo de los pies y me arrastró hasta la habitación nuevamente.
Pensamos que no ibas a venir- mi corazón martillo fuerte en aquel momento, no quería mirar, así que contoda la rapidez del mundo quite el seguro y empecé a correr, pero para mí desgracia el vestido se enredó con los tacones y caí de bruces contra...