Mi chico de la Deep web
img img Mi chico de la Deep web img Capítulo 3 ❝Ray Martín, ¿sabes algo ❞
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Capítulo 6 ❝Mata para mí❞ img
Capítulo 7 ❝El misterio de Jaeden❞ img
Capítulo 8 ❝Sugar❞ img
Capítulo 9 ❝Honey❞ img
Capítulo 10 ❝Ice❞ img
Capítulo 11 ❝Tea❞ img
Capítulo 12 ❝Vigilando a mi presa❞ img
Capítulo 13 ❝Sensaciones extrañas❞ img
Capítulo 14 ❝Duda❞ img
Capítulo 15 ❝Entre ser y no ser❞ img
Capítulo 16 ❝ Trampoline❞ img
Capítulo 17 ❝Debilidades❞ img
Capítulo 18 ❝Aves y abejas❞ img
Capítulo 19 ❝Hoyuelos del infierno❞ img
Capítulo 20 ❝Caos❞ img
Capítulo 21 ❝Tan poético como «Romeo y Julieta»❞ img
Capítulo 22 ❝Black sea❞ img
Capítulo 23 ❝Hockey sobre hielo❞ img
Capítulo 24 ❝Lake❞ img
Capítulo 25 ❝Mi hombre❞ img
Capítulo 26 ¿Ángel o bestia img
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Capítulo 3 ❝Ray Martín, ¿sabes algo ❞

Al día siguiente me dirigí al salón de computación, y no me esperé lo que vendría al poner un pie ahí.

⏤Ray, hola ⏤lo salude al estar dentro, inquieto⏤, quería hablar...

De pronto, interrumpiendome y tomándome de sorpresa, Ray me sujetó del cuello de la camiseta y me pegó contra la pared, claramente molesto.

⏤¡¿Qué le hiciste?! ⏤me preguntó.

Solo habían dos chicos además de Ray, ya que era hora de receso, y ellos no tardaron en identificarme, lo supe por sus expresiones. Estaban molestos conmigo.

⏤¿Qué?

⏤A Allen lo secuestraron, y sospechoso que es tu culpa ⏤gruñó, y su voz tembló⏤. Él era como un hermano para mí...

Ray también tenía el cabello castaño, solo que más oscuro y corto, ojos marrones y piel color caramelo.

⏤Yo jamás lo lastimaria.

Me pegó con más fuerza.

⏤¿De verdad? Porque recuerdo que lo ignorabas hasta asegurarte de que nadie los veía.

⏤Sí, y soy una mierda y me odio por eso, pero también quiero que vuelva, como tú, para disculparme... Si te hace sentir mejor, puedes golpearme. Me da igual. Me lo merezco.

Me soltó con brusquedad.

⏤No tiene gracia si lo quieres ⏤se dio la vuelta y colocó sus palmas sobre el escritorio con frustración.

⏤Entonces, ¿no sabes dónde está?

⏤No.

⏤Sus padres dicen que desapareció el Sábado en la tarde, pero él me envió un mensaje la noche del Domingo, como si nada.

Me miró, interesado.

⏤Muéstrame.

Saqué mi teléfono y se lo di.

⏤No estaba en su casa ⏤dijo sin mirarme.

⏤¿Cómo lo sabes?

Me miró.

⏤Esa mañana del Sábado pasé a su casa, me dio hambre y quise prepararme un sándwich de mantequilla de maní y mermelada pero no tenían.

⏤¿Y? Tal vez fueron al supermercado a comprar luego de que te fueras.

⏤Pero ellos ya habían ido el día anterior.

Abrí más los ojos.

Entonces es cierto, Allen está con alguien. La pregunta ahora es: ¿con quién?

⏤Quería revisar su portátil, pero la policía ya lo tiene.

⏤Y Allen suele borrar sus mensajes, historial de navegación, etcétera ⏤agregué.

Ray asintió de acuerdo conmigo.

⏤¿Notaste algo raro en él cuando lo viste por última vez? ⏤pregunté de pronto.

⏤Ahora que lo pienso, sí. Parecía nervioso, y no quería que usara su portátil. Decía que tenía un virus y que lo mandaría a arreglar, cosa imposible ya que sus padres tienen algunos problemas de dinero y arreglarla costaría mucho.

¿Será posible?...

No, Allen no es tan idiota.

⏤Si pudiera traerte su portátil, ¿lograrías entrar a su cuenta y recuperar sus mensajes e historial?

Enarcó una ceja.

⏤No me llaman hacker por nada.

⏤Entonces, nos vemos aquí mañana a las siete de la noche.

Me extendió una mano. Sin dudarlo, la acepté.

⏤Pero esto debe quedar entre nosotros, porque seguramente lo que haremos es ilegal ⏤le indiqué.

⏤Todo lo que sea para recuperar a mi hermano ⏤asintió.

Al llegar a casa, subí las escaleras y mientras caminaba por el largo pasillo Magnus me interceptó.

⏤¡¿Qué haces?! ⏤le grité cuando me empujó a mi habitación.

Cerró la puerta y me miró con los brazos cruzados.

⏤Ya lo sé.

Tragué saliva.

⏤¿Qué cosa?

⏤Sobre la desaparición de aquel chico.

Suspire. De igual forma debía decirle.

⏤¿Nancy te dijo? ⏤sonó más a una afirmación.

Arqueó las cejas.

⏤¿Ella lo sabía? ⏤inquirió como respuesta.

⏤Sí. ¿Cómo te enteraste de que Allen y yo somos amigos?

Abrió más los ojos.

⏤¿Eran amigos? ⏤sonó sorprendido.

Fruncí el ceño.

Mi detective...

⏤Creí que lo sabías... ¿Por qué viniste entonces?

⏤Te seguí ⏤confesó⏤. Vi cuando fuiste a la comisaría y luego te quedaste viendo aquel poste.

Genial, vio cuando pegué mi frente en la foto de Allen como un dramático...

⏤No lo entendí hasta ahora.. Lo lamento, no lo sabía.

⏤No lo hagas. Tiene sentido que no lo sepan, después de todo, nunca me escuchan ⏤caminé hacia mi escritorio, queriendome ver más dolido de lo que ya estaba.

Necesitaba la ayuda de Magnus, pero primero debía hacerlo arrepentirse.

⏤Dash... ⏤me hizo verlo, apenado⏤. Te queremos, de verdad, pero cuando creces tienes que tener prioridades.

Vaaale, eso sí me molesto.

Lo empujé.

⏤Ah, mira tú, ¿entonces es más importante cualquier otra COSA que tu familia?

⏤No, Dash, no quise decir eso...

⏤¿Entonces qué querías decir?

Exhale. Bueno, ya, al grano. Los problemas familiares los dejaremos para después.

⏤Magnus, si en verdad te sientes mal por ser un pésimo hermano mayor, entonces ayuda. Te necesito ahora más que nunca ⏤hice un movimiento con la cabeza, dudando de eso⏤. Bueno, a tu reputación como detective.

⏤De acuerdo. ¿Qué quieres que haga?

Le conté el plan, y me soltó un:

⏤No.

⏤¿Qué? Creí que querías arreglar las cosas.

⏤Sí, quiero hacerlo, ¿pero qué pasa si Kurata se llegará a enterar de lo que hice? ¿o te pasa algo malo por hacer eso?

⏤¿Qué me podría pasar?

Se encogió de hombros.

Me pasé una mano por el rostro con frustración.

⏤Deja que ellos se encarguen, solo dires lo que sabes ⏤me dijo Magnus.

Solo le conté mi plan, no del por qué lo hacía, o lo que yo sospechaba.

Al menos no la verdad.

⏤Magnus, por favor, se lo debo, fui un idiota con él. Déjame hacer algo.

Suspiró.

⏤Solo si prometes tener cuidado, y decirme si ocurre algo extraño.

⏤Lo prometo ⏤crucé mis dos dedos detrás de mi espalda.

⏤Bien, pero no podemos hacerlo solos.

Fuimos a la comisaría, y se estacionó en la acera, cerca de la entrada.

⏤¿Recuerdan el plan? ⏤les pregunté.

⏤Yo distraigo a Kurata ⏤respondió Magnus⏤. Tu amigo el hacker apaga las cámaras de vigilancia con su poder de hacker.

⏤Yo distraigo a los guardias cerca del cuarto de evidencias ⏤asintió Ashton.

⏤Y yo entró ⏤agregué.

⏤Bien, ¿listos? ⏤nos preguntó Magnus.

Asentimos. Primero sería Ray, luego Magnus y Ashton, después Magnus me enviaría un mensaje para que entrara.

Me sentí en un capítulo de El monstruo de Washington. Si fueran en otras circunstancias estaría emocionado por esa travesura, pero solo estaba preocupado, angustiado y enojado conmigo mismo.

⏤Ojalá siga vivo ⏤dijo mi hermanito antes de salir.

⏤Lo está ⏤aseguré, aunque nadie me escuchó ya que estaban afuera.

Todos, luego de hablar con Magnus ese día, se enteraron de mi amistad con ese chico desaparecido. Me tuvieron lástima, lo vi en sus ojos. Era lo último que quería ahora, lástima.

Iba a encontrar a mi amigo, aunque eso me llevara a contactar al caníbal, donde creía que estaba. Aunque eso me llevara a ser la comida de ese hombre a cambio de su vida.

Dos pájaros de un tiro, ¿no, Dash?

Luego de unos minutos Magnus me envió el mensaje «Tu turno, enano». Cogí mi mochila, me puse la gorra y salí del auto como Stephen Fox cuando supo que su padre había sido asesinado: decidido a hacer algo. Decidido a encontrar al asesino.

Entré a la comisaría actuando con normalidad, pero me detuve un momento cuando mi a Ashton actuando como un animal, mientras tiraba todo. Me miró por un milisegundo, como diciendo «¿Qué haces ahí parado, idiota? ¡Vete!». Asentí y con cuidado de que nadie me viera, me metí en el cuarto de evidencias.

Era grande el cuarto. Unas lámparas colgaban del techo, la luz era blanca, y estaba repleta de cajas con etiquetas sobre los estantes⏤los cuales los protegía una reja grande que dejaba solo una pequeña parte del cuarto descubierta, y además, tenía un panel para pasarle una tarjeta⏤, ropa, cosas que ni siquiera recordaba su nombre. Me mantuve concentrado y busque la caja con el portátil de Allen, aunque para eso necesitaba una tarjeta, pero como si el destino estuviese de mi lado: la puerta estaba abierta.

⏤Gracias... ⏤le agradecí a todos los dioses.

Ilumine con la linterna de mi teléfono a mi alrededor, importandome un comino dejar mis huellas⏤de todos modos ya no estaría ahí nunca más⏤. Hasta que encontré una caja con el nombre de «Caso n°54: Allen Martín». La metí en mi mochila cuando me aseguré de que era la misma y salí como personaje de caricatura; en puntillas y casi pegado a la pared.

Les envié un mensaje a ambos⏤Ray y Magnus⏤, y luego de unos minutos salieron, pero Ashton tenía la mirada baja, como apenado.

⏤¿Qué sucedió? ⏤les pregunté luego de que entraran.

⏤¿Lo tienes?

Asenti.

⏤Creo qué le debes una a Ashton ⏤dijo mientras encendía el motor, algo divertido⏤, y a mí...

Miré hacia los asientos traseros, Ashton seguía con la cabeza baja. Noté que tenía la barbilla enrojecida, como si se hubiera golpeado.

Quise disculparme, pero creí que era mejor guardar silencio.

Al llegar a casa, bajé tan rápido del auto que casi me caigo, mientras Magnus me gritaba, y subí, casi volando, a mi habitación para luego cerrarla con llave. Encendí la laptop, pero no tenía batería así que la conecté. Esperé a que tuviera lo suficiente y, sin desconectarla, la revisé antes de que Ray lo hiciera. No encontré nada, así que la dejé cargarse.

⏤¡Maldita seas, Allen! ⏤tiré una botella al suelo con frustración.

Pensé en enviarle un correo al caníbal, ya que tenía su dirección de correo electrónico, pero primero debía estar seguro.

Cuando fueron las siete, metí el portátil en mi mochila y bajé. Antes de que siquiera pudiese acercarme a la puerta, alguien me agarró del hombro y me abrazó con fuerza.

⏤¿Mamá? ⏤dije cuando sentí el olor de su reconocible perfume, aún con mi cara sobre su hombro.

⏤Ay, cariño. Vinimos en cuanto pudimos ⏤puso sus manos sobre mi rostro, y noté que se había cortado el cabello. Ahora lo tenía sobre sus hombros y ondulado, al estilo Marilyn Monroe⏤. ¿Estás bien? Ya nos contaron sobre tu amigo desaparecido.

Miré atrás, y Magnus bajó la cabeza, al igual que Nancy.

Maldita sea.

Papá también me abrazó, pero de forma diferente, casi sin tocarme. Ya saben, ese "brazo" formal, como si de un desconocido se tratase.

⏤¿Por qué no nos dijiste? ⏤me preguntó mamá.

⏤¿La policía te ha buscado?

⏤Ah...ah... ⏤no supe qué decir, pero por suerte Ray me envió un mensaje.

Decía «¿Dónde estás? El conserje no me dejará estar mucho tiempo aquí. Date prisa.»

Le respondí un «Voy. Tranquilo.»

⏤Lo siento, familia, tengo que salir ⏤les dije luego de guardar mi teléfono en el bolsillo de mi sudadera.

⏤¿Qué? ¿A dónde? ⏤me preguntó mi padre.

⏤¿Te acompañamos? ⏤preguntó esta vez mi madre.

⏤No ⏤me apresure a decir⏤, no tardaré mucho. Los veo luego ⏤salí a paso apresurado, para que no pudieran seguir insistiendo.

Al llegar, Ray daba vueltas en el aula de computadora. Al verme, se detuvo.

⏤Llegue a creer que no vendrías ⏤me dijo cuando cerré la puerta.

⏤¿Y abandonar a Allen? Ni de chiste ⏤saqué el portátil y la dejé sobre una mesa de ping pong⏤. No tenía batería, así que la cargué. Ahora, has tu trabajo de hacker.

Se acercó una silla, encendió el portátil y me puse detrás de él, con los brazos cruzados.

⏤Primero revisare lo básico; imágenes, su blog de notas...

⏤¿Allen hacia notas? ¿Escribía al menos? ⏤lo interrumpi, incrédulo⏤. Lo único que hacía era hacer garabatos.

⏤Bueno, sí, pero de igual forma lo revisare.

Y encontró algo.

Y fue escalofriante.

Pero útil.

Ray encontró en su blog de notas una supuesta carta de suicidio, donde explicaba sus razones por las que desapareció⏤las cuales, claramente, eran mentiras⏤, y de dónde había sacado el dinero.

Tal vez la policía ya lo sabía, pero aún no le decían a sus padres, ni siquiera a mí.

⏤Ya sé dónde está ⏤dije al terminar de leer la carta.

El castaño me miró, con los ojos bien abiertos.

⏤¿Qué? ¡¿Dónde?!

⏤No importa, lo que importa es que lo traeré de vuelta ⏤aseguré con seriedad, comenzando a sentir la adrenalina⏤. Aunque tenga que dar mi vida a cambio de la suya...

⏤Pero debes decirle a la policía, solo eres un adolescente.

⏤No puedo hacer eso ⏤lo sujete de los hombros⏤. Ray, promete no decirle a nadie de esto, ni siquiera cuando yo desaparezca.

Hundió las cejas, entre asustado y confundido.

⏤¡¿Eh?! ¡¿Estas loco?!

⏤Sí, y si quieres que Allen vuelva déjame hacerlo... Ray, se lo debo ⏤dije cuando siguió con esa expresión⏤. ¿Me dejarás recuperar a Allen o lo dejarás morir?

Suspiró, rendido.

⏤Esta bien, ¿pero qué pasará cuando la policía me busque? ¿Qué les diré?

Lo solté.

⏤Nadie sabe que hable contigo. Solo sigue con normalidad.

Asintió, aún inquieto.

⏤Mándales la carta a sus padres. Seguramente la policía no les ha dicho nada.

⏤¿Qué harás?

⏤Enviar un correo ⏤dije con simpleza, para luego irme.

Seguramente se preguntarán del por qué Allen lo hizo, ¿tan grave era el problema de sus padres? La respuesta es sí. Los padres de Allen habían tenido un problema con ciertas personas peligrosas, y si ellos no les pagaban a esas personas tenían que darle a Scarlett como pago, y claramente Allen no iba a dejar que eso pasara.

Y ahora me tocaba ayudarlo.

Y al mismo tiempo, cumplir mi sueño: morir. Morir haciendo algo bueno. Morir ayudando a un amigo, que además lastime.

            
            

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