- Jess estás muy herida, estuviste inconsciente durante dos día - me dijo mamá preocupada
Solté un suspiro.
- Te rompiste dos costillas, una estuvo muy cerca de perforar tus pulmones, tienes pequeñas fisuras en algunos huesos, una contusión y tu muñeca esta torcida, además de hematomas y cortes por todo el cuerpo - me explicó papá
- No paso nada grave, ya estoy mejor - les dije a lo que ellos me vieron preocupados
- Mañana te dan alta - me dijo mamá pasándome un vaso con agua
- ¿Qué ocurrió? - me preguntó papá
- Un hombre me ataco pero no logré verlo, se cubrió el rostro y fue muy rápido - dije molesta
Fui débil y me deje herir.
- ¿Quién es el chico de cabello castaño que te salvó' - me preguntó mamá esbozando una sonrisa
- Samuel, lo conocí hace un tiempo - dije tranquila
Mis padres se vieron a los ojos, a lo que yo simplemente los ignore.
¿Qué fue lo que ocurrió cuando estuve inconsciente?
Miré a mis padres.
Tengo que hablar con ellos después acerca de eso que me están ocultando.
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Al día siguiente salí del hospital, aún me duele el cuerpo pero ya menos. Durante el trayecto a casa nadie habló, supongo que todos tenemos demasiadas cosas que pensar.
Al llegar de inmediato fui a mi habitación, parecía como si nada hubiera ocurrido.
Me di una ducha para después vestirme con unos tejanos de mezclilla junto a una sudadera azul y mis tenis del mismo color. Cuando termine sonó el timbre, papá abrió y pude escuchar la voz de Sam por lo que fui a su encuentro. En cuanto lo vi lo abrace con fuerza sin importarme que mis padres me vieran.
- Me alegro de que estés bien Jess - me dijo apretando un poco su agarre en mi sin llegar a lastimarme
- Gracias - le susurré
- Me preocupe mucho - me susurró
-Ya estoy bien
- Siempre me voy a preocupar por ti - me susurró para después separarnos
Mamá nos veía esbozando una sonrisa mientras que papá tenía una mueca en su rostro, provocando que me sonrojara.
- Él es Samuel - lo presenté tratando de no pensar en lo avergonzada que me sentía en este momento
- Un gusto - dijo Sam
- Gracias por salvar a Jess - dijo mamá
- Gracias - dijo papá de manera seria
- No tienen que, ella es muy especial para mi
Nos dirigimos al comedor donde la comida ya estaba servida sentándome y Sam junto a mí para comenzar a comer.
- ¿De dónde eres Samuel? No te había visto - le preguntó papá poniéndome nerviosa, no me gusta esto
- California, ahí vive mi familia - respondió Sam tomando mi mano debajo de la mesa logrando calmarme
- ¿Qué haces en este pequeño pueblo?
- Estoy en contra del negocio familiar y decidí alejarme - dijo dando un leve apretón en mi mano
- ¿Cuál es el negocio?
- Papá, basta - le dije molesta sorprendiéndolo
- Lo siento Sam, mi esposo suele ser así de molesto - dijo mamá tratando de aligerar el ambiente
- No se preocupe - respondió Sm bastante tranquilo
- Eres buen chico - comentó papá
Al terminar de comer Sam y yo nos dirigimos a la salida cuando mamá nos detuvo.
- Sam, ¿podrías venir mañana? Hugo y yo saldremos y no nos gustaría dejar sola a Jess de nuevo
- Claro
Ambos salimos de la casa donde yo solté un suspiro frustrada.
- Lamento el comportamiento de papá - le dije a lo que él esbozó una sonrisa
- No te preocupes además me acabo de ganar su aprobación para estar contigo
Espera...¿Qué?
- ¿Cómo...? - pregunté sorprendida
Sam se acercó a mi tomándome por la cintura acercándome a él, su mano tomó mi nuca y sentí como nuestros labios se unían comenzando un beso cargado de amor y calidez. Me hare adicta a esta sensación, estoy segura.
Al separarnos Sam unió su frente con la mía.
- Te amo - me dijo provocando un sonrojo en mi y una gran felicidad
- Yo también te amo - le respondí
Nos separamos y él se acercó a su motocicleta.
- Nos vemos mañana - se despidió
- Adiós
Él arrancó y se alejó entré a casa encontrándome con mi padre esperándome.
- Necesitamos hablar - me dijo serio
Yo asentí siguiéndolo a su pequeña oficina.