SONRISA
img img SONRISA img Capítulo 4 La llegada, (1ra parte)
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Capítulo 8 Secretos Revelados img
Capítulo 9 Anillo de Compromiso, 1ra. Parte img
Capítulo 10 Anillo de Compromiso, 2da. Parte img
Capítulo 11 Anillo de Compromiso, 3ra Parte img
Capítulo 12 Una Cena Muy Peculiar: Invitados NO DESEADOS img
Capítulo 13 Pam, Aoki y Ross: ¡Sorpresa! img
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Capítulo 4 La llegada, (1ra parte)

"Hoy nos iremos a Japón, 3 meses de vacaciones"

- Haruto, - me llamó Hikaru. - ¿Si sabes que nos iremos al aeropuerto en unas horas?

- Eh?, - pregunté distraído. - ¿Dijiste algo?

- Gemelo idiota, - me contestó. - ¿Otra vez estás soñando despierto? Sólo por hoy hermano, concéntrate.

- No sé hasta cuando podré controlarme, - le dije. - Al menos me queda claro que saturarme de actividades no es suficiente.

- Créeme hermano, - dijo. - En la universidad lo que vas a añorar es tiempo a solas con tu mente.

- No seas mentiroso Hikaru, - dije. - Lo mismo me dijiste de la preparatoria y veme, siempre estoy pensando en ella, no sé cómo rayos le hago para pasar y seguir con las excelentes notas.

- Leyendo la mente, - dijo sonriendo.

- Muy gracioso, - dije. - Sabes que papá vigila que no hagamos trampa.

- Haruto no te hagas el tonto, - me dijo un poco molesto, - Aprendemos rápido, eso es todo.

- Quizás, - dije distraído. - Hoy volví a soñar con ella.

- Ahora entiendo porque tienes esa cara de idiota, - me dijo más animado. - Y ahora que fue.

- Esta vez, - dije. - No solo vi sus ojos. Esta vez la vi tal y como es, su cabello, su grácil caminar, su hermoso rostro y no solo me sonrió con la mirada, lo hizo en todo su esplendor, se veía HERMOSA.

- Y papá se dio cuenta, - preguntó preocupado.

- Hace un momento comencé con lo que siempre me pasa, - dije, él me miró confundido. - Tú sabes, cuando veo el "futuro". Y me selló, ahora solo puedo leer la mente.

- ¿Eso hizo? - preguntó sorprendido. - Pero entonces ¿cómo rayos se supone que aprenderás a usarlos? Si cada vez te deja con menos. A Lin, Kaito, Nao y a mi nos cuesta demasiado controlarnos cuando papá nos pone a entrenar con el 100% de nuestras habilidades.

- Sabes que nunca me ha puesto a entrenar, - dije avergonzado. - Piensa que con ver basta.

- Eso lo sé mejor que nadie, - me dijo. - Pero bueno, ¿ya tienes todo listo?

- Sí, - dije poco interesado, - Y si se me olvida algo, lo compro allá, pero lo esencial lo llevo.

- Está bien, - me dijo resignado, - Vamos, el viejo ya se desesperó y quiere que salgamos ya.

- Ah! A veces no sé porque nos da una hora si terminamos saliendo muchísimo antes, - dije molesto.

Agarré mi equipaje y acompañé a Hikaru a su habitación por sus maletas. Nos encontramos a todos con el ceño fruncido, no por habernos tardado tanto, sino porque al gran Ryota Taisho y el talentoso Izuno Koryu, les urgía llegar cuanto antes a Japón. Ambos tenían una estúpida cita de trabajo con unos empresarios famosos de allá.

Después de unas horas de vuelo en el Jet de papá, llegamos al aeropuerto de Tokio y aun nos restaban 2 horas y media más en ese nefasto avión. Bajamos ahí para descansar, pero ni tardamos 10 minutos cuando papá nos exigió volver y partir a la Playa de Yonaha Maehama en la isla de Miyako, Okinawa.

uf... odié a mi padre, pero ese sentimiento desapareció en cuanto vimos las instalaciones del famoso hotel-cárcel de lujo en donde nos quedaríamos por 3 meses. Estaba de 10, pero bueno eso no es lo que más llamó mi atención, lo que lo hizo fue la conversación que tuvimos antes de entrar al hotel, todos los empleados nos esperaban, era obvio. Pero mi padre dijo...

- Haruto voy a darte las razones por las cuales sellé tu último don, - me dijo mi padre.

- Dime padre, - le dije, - ¿Cuáles son?

- Es una sorpresa, - me dijo, - Pero debes saber que la visión que tendrías era sobre ellos.

- Eso lo supuse, - le dije, - Sabes que esta vez la he soñado bien.

- Si lo sé hijo, - me contestó, - Pero te sorprenderás cuando veas que te quedaste corto al soñarla así, - me dijo como si de una indirecta se tratase.

- Tú crees padre, - le dije despistado, de verdad así estaba.

- Sí, - me dijo sonriente, - Bien familia, entremos.

- Esta bien, - dijimos todos a una voz.

Por fin entramos, "Coral"era el nombre del hotel más lujoso y costoso de todo el mundo, propiedad de mi familia, y ahora sería nuestro hogar, (como les dije, pasaríamos las vacaciones aquí, para luego regresar y mudarnos nuevamente). Todos los empleados nos recibieron con bombo y platillo, pero todo se arruinó en cuanto vieron la belleza que poseíamos; los descuidados quedaron boquiabiertos.

Estábamos en la recepción cuando nos enteramos que la Familia Higurashi y la Familia Rossenthal estaban en este lugar. La recepcionista y el botones estaban pasmados, los chicos eran muy atractivos y las mujeres parecían salidas de un sueño. Aunque papá lo sabía por el simple hecho de leer la mente de ellos, se animó a preguntar...

- Bien, - dijo en voz solemne, - Algún huésped importante está en estos momentos en el Hotel.

- Sí señor, - dijo la recepcionista un poco embobada con Hikaru.

- ¿Quiénes? - inquirió mi padre.

- En el 2° piso se encuentra un príncipe árabe, - dijo calmada. - Quiere mantener su permanencia en absoluta discreción.

- Bien, - asintió el tío Izuno, - Alguien más.

- En el 3° piso se encuentran los herederos de la Constructora Higurashi & Rossenthal A. C., son 3 señoritas y 2 jóvenes.

- Ya veo, - dijo papá sorprendido, - Y mi socio Sora Higurashi...

- Oh! Lo siento, - se disculpó la recepcionista. - Él y su esposa están en el 11° piso y reservaron una habitación más a nombre de Aoi y Akade Rossenthal.

- Muy bien, - dijo el tío. - Suite pent-house para 5 personas en el 3° piso, para mis hijos y...

- En el 11° piso dos habitaciones con las mismas características que la de mi socio Higurashi, - dijo papá, - Para la cena, necesito que reserven una mesa lo suficientemente grande, para mi familia y la del Arq. Higurashi.

- Muy bien, - y comenzó a teclear.

Fue cuando inspeccioné mejor la mente del botones, la recepcionista estaba concentrada en las indicaciones que sus "jefes" le dieron. Aunque el inútil botones estaba embobado con Nao, vi como notaba la belleza sobrehumana de mi prima y la comparaba con las chicas Higurashi. Entonces la vi. Era alta, delgada, con los ojos color miel y las pestañas que hipnotizan al que la vea, el cabello negro azulado, ondulado en las puntas, hermosa a morir, pero seria.

"Sabía que papá tramaba algo, pero nunca pensé que fuera algo así" pensé satisfecho, "Tenía la esperanza de que algún día tendríamos que conocernos, ellos eran de nuestra clase, nuestra otra mitad, Ella estaba más cerca de mí". Y ahora, a la única integrante que quería conocer era a ella, la chica de mis sueños...

Siempre era lo mismo, nos veíamos, me sonreía le sonreía, le pedía su nombre y ella en respuesta quería el mío, intentaba dárselo pero ella me besaba, obviamente le correspondía y susurraba: "Soy Hana".

Nos instalamos en el 3° piso, Hikaru, Kaito, Nao, Lin y yo, en una suite pent-house con 5 recámaras, cada una con un baño de lujo y closet, la estancia tenía un Centro de entretenimiento de alta definición, una pequeña mesa de té, una cocina, comedor, sala, y el balcón dividido en 5, uno para cada habitación. Muy elegante, mis padres se quedaron en una suite matrimonial en el 11° piso; los tíos también estaban en el 11° piso en una suite parecida de lujo.

Acordamos vernos en 2 horas para cenar en el restaurant del hotel.

Decidí ducharme y salir a ver el océano desde mi balcón. La brisa era fresca, de pronto me llegó un olor a rosas, voltee a ver y me encontré con una chica de cabellos azabaches ondeando al son del viento, no se le veía el rostro. Sonreí, no me vio.

- Hermana, debemos ir a alcanzar a nuestros padres, - le dijo un chico, - Recuerda que quieren que pasemos a su habitación.

- Claro, - dijo ella, su voz era hermosa. - Solo deja me pongo el vestido que me regalaste.

- Si, pero apresúrate, - le dijo una chica.

Y entró a su habitación.

Luego de eso todos quedamos listos en un santiamén y salimos al restaurant del hotel para encontrar a nuestros padres ya instalados en una mesa prácticamente de honor, EMORME, fácilmente cabían 20 personas, tenía en cada asiento "Reservado", nuestros padres nos indicaron dónde sentarnos, la mesa era rectangular, así que todos quedamos perfectamente acomodados en un lado de la mesa, en los extremos no había nadie.

- No puede ser, venimos entrando y ya llamamos la atención, - espetó Hikaru muy molesto.

- Es muy rutinario esto verdad, - dijo Kaito.

- Sólo quiero que comience la cena y ya, - dijo Nao, - Estoy cansada.

- Secundo a mi hermana, - dijo Lin.

- Veo que ya saben porque me empeñe en venir aquí, - dijo papá, nosotros asentimos.

- Sí, - dijo Hikaru, - Quieres presentarnos a uno de tus socios.

- Hijos míos, ustedes han tenido sueños con los Higurashi y las Rossenthal, - dijo papá, mis hermanos lo vieron sorprendidos, yo no, - Y ha llegado el momento de que se conozcan.

- Te refieres a Ellos, - dijo Nao ilusionada, si ella también los soñaba, - De quiénes Haruto siempre habla.

- Así es, - dijo su padre, - Ha llegado el momento...

- De que unan sus vidas, - dijo papá terminando la frase de él, siempre eso hacían cuando algo les importaba.

- Ryota, - llamo mamá. - No crees que es muy apresurado.

- Ellos aun son muy jóvenes, - la apoyó la tía Kaede. - Los gemelos Higurashi y la mayor de las Rossenthal son de la edad de Nao.

- Querida Yumi, mí querida cuñada Kaede, - dijo papá con ternura. - Es lo mejor, además ya habíamos pactado esto hace tiempo con sus padres, y estuvieron de acuerdo.

- En eso tienes razón primo, - dijo el tío Izuno. – Pero los hijos de esas familias ni siquiera saben de nuestra existencia, sólo el mayor de los gemelos lo sabrá muy pronto, eso según tus planes.

- Tranquilos, - dijo papá. – Hijos...

Y ya no terminó de hablar porque ellos entraron con sus aires de belleza y humildad, se notaba que estaban cansados de ser el objeto de tanta atención, hasta que la vi...

            
            

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