Capítulo 5 La llegada, (2da parte)

"Genial" ahora que lo pienso llevo 1 semana empacando y desempacando todo, pero "¿Por qué?" siempre era la primera en tener todo listo, y eso que siempre hacia mis maletas con una hora de anticipación o si les iba bien, un día antes. Pero esta vez sentía que debía llevar más cosas, cosas que antes no le tomaba importancia, sentía que algo en mi vida cambiaría...

- Hay, soy un caso perdido, - exclamé.

- No seas tan dura contigo hermanita, - dijo Yuki.

- "De donde rayos salió" pensé muy molesta. - ¿Qué haces en mi cuarto hermanito? - luego tomé un peluche y se lo arrojé con malicia. - ¡LARGO! El que seamos gemelos, no indica que siempre debamos estar juntos, una señorita necesita privacidad.

- Tranquila Hana, - dijo sin perturbarse. - Mamá dice que ya bajes y que si ya tienes todo listo.

- Ah..., - dije distraída. - Listo...

- Hana, salimos en una hora, - dijo Yuki molesto.

- Es verdad, ¡lo siento hermano! - dije. - Ya casi, solo me falta..., este..., unas cosas.

- Está bien, yo te cubro, - dijo como queriendo adivinar que me pasaba. - Sabes que siempre sé lo que te pasa.

- Ya lo sé, pero ahora ni yo misma sé que me pasa, - dije con un mohín.

- Si, - dijo él con una sonrisa muy sospechosa. - Lo noté, niña genio, pero yo si..., - dijo divertido, yo solo lo ignoré.

- Mira quién habla, - le rezongué.- Niño genio, - solo me lanzó una sonrisa fugaz y salió corriendo de mi habitación.

- Hay prima, - me llamo Bela, quién iba entrando junto con Eva. - Andas en las nubes.

- Muy graciosas, - les contesté. - ¿Qué pasa?

- Hana estas muy nerviosa y queremos saber por qué, - dijo Eva.

- Es que..., bueno..., yo..., lo que pasa..., - dije sonrojada. - Tengo un presentimiento.

- Malo..., - dijo Bela como en pregunta.

- No, - dije. - Es como si, no sé.

- Yuki lo sabe Hana, - dijo Eva. - Lo vi en su cara. Creo que sin querer le mostraste....

- Sí, eso noté, - dije distraída. - Pero creo que le dije que no me lo dijera.

- Ay..., - suspiró Bela. - Jamás entenderé la conexión que Yuki y tú tienen.

- Yo tampoco, - contesté sonriendo.

- Bueno, pero ya apresúrate por favor Hana, - dijo Eva. - Qué ya falta poco para irnos y no queremos que mamá Naomi se ponga furiosa.

La miré sonriendo y Bela dijo. - Si, este viaje es muy especial para ellos y nuestros padres.

- Lo sé, - dije sonriendo. - Ya casi termino, las veo abajo.

Ellas salieron de mi habitación sonriendo pícaramente y fue cuando recordé ese sueño, a ese chico y lo que provocó en mí, la razón por la que estaba ansiosa...

____ * * _____ * * sueño * * _____ * * ____

Era un chico alto como mi hermano, su piel era ligeramente morena, su pelo era negro platinado, estaba en el otro extremo de donde me encontraba, lo vi a los ojos, unos ojos dorados, hermosos y sentí como todo mi cuerpo se paralizaba, mi corazón latía como loco al verlo y mi rostro dejo de mostrar seriedad, solté un pequeña sonrisa y sé que claramente hacía que mi rostro se viera más hermoso, me sonrió en respuesta y se veía en verdad hermoso, tanto que logró sonrojarme quise desviar la mirada.

Él daba un paso hacia mí y yo hacía lo mismo, él me sonreía coquetamente y yo lo hacía muy nerviosa, llegó conmigo y nos quedamos viendo como unos tontos, cada uno embelesado con el otro, y fue entonces que escuche la voz más hermosa de todas.

- Señorita me encantaría saber el hermoso nombre que tiene, - dijo amablemente, lo vi como queriendo saber primero su nombre, al parecer entendió. - Soy..., - no escuche el resto, porque lo besé y me correspondió.

- Soy Hana..., - dije en un leve murmullo.

Nos tomamos de las manos y nos besamos antes de que el sueño se desvaneciera por completo.

____ * * ____ * * fin del sueño * * ____ * * ____

Me sonroje al recordar todo eso, pero también sentí deseos de conocer a ese joven que había logrado la manera de hacerme ser yo misma. Pero los sueños son una cosa y la realidad es otra, un fuerte grito me sacó de mis pensamientos.

- ¡Hana Higurashi! – llamo mi madre. – Tienes hasta 10 para bajar.

- "Ah, ya pasó 1 hora" pensé desesperada. – Ya voy mamá.

- Te quedan 5, - dijo más molesta.

- "Con tantos recuerdos y explicaciones se me olvidó por completo el viaje familiar, pero, qué... ay que alivio, ya empaque todo, uf"- Ya estoy lista mamá, - dije mientras llegaba al primer piso.

- Bien, - dijo ella más serena. – Es hora de partir.

Todos asentimos con una enorme sonrisa, salimos de casa felices, pensando en las aventuras que nos esperaban y nuestros padres más, en una playa tan hermosa como la Yonaha, ellos se irían por su lado y nosotros por el nuestro. Mis hermanos y yo en vacaciones siempre estábamos juntos y esta ocasión no sería la excepción (cuando menciono hermanos me refiero a ellos y a mis primas).

Después de unas horas de viaje por fin llegamos al hotel, era el más lujoso que se puedan imaginar, Coral, era el nombre, 5 estrellas, el mejor hotel del mundo . Llegamos y papá nos registró.

Souta, Yuki, Bela, Eva y yo compartiríamos habitación, una suite pent-house con 5 recámaras, cada una con un baño de lujo y closet, la estancia tenía un Centro de entretenimiento de alta definición, una pequeña mesa de té, una cocina, comedor, sala, y el balcón dividido en 5, uno para cada habitación..., ah, un sueño; todo ese paraíso en el 3° piso.

Mientras que papá y mamá estaban en el 11° piso en una suite matrimonial, con todo lo que nuestra habitación tenía, solo que ellos tenían un jacuzzi y su baño era ¡E-NOR-ME! También reservaron una igual para los tíos Rossenthal, en el mismo piso y con los 2 meses y medio ya pagados.

Pero mis hermanos y yo teníamos muchas aventuras por delante, en una pequeña reunión familiar antes de irnos a nuestras habitaciones acordamos:

1. Reunirnos siempre para desayunar y cenar; lo que quería decir es que podíamos perdernos el resto del día, es decir, hacer lo que quisiéramos.

2. Nada de alcohol, como si eso lo pudiéramos ocultar, no éramos fans del alcohol por suerte.

Por ser el primer día, decidimos pasarlo en familia, ya tendríamos el día de mañana para comenzar a distraernos. Era prácticamente hora de cenar, subimos hasta el 20° piso, ahí se encontraba el Restaurant del hotel, todo era como en un sueño, las mesas, las sillas, la pista de baile, hasta tenían una orquesta. Nos dieron una de las mejores mesas, con vista excelente a la pequeña orquesta, acceso excelente a la pista de baile y nosotros lucíamos como unos Ángeles, sin excepción alguna, a pesar de llevar ropa muy casual y fresca; y debo mencionar una cara de fastidio al percibir tanta atención, sin mencionar los pensamientos de los demás.

Mama iba en un hermoso vestido lila, se veía bellísima; papá iba en un elegante atuendo, (no iba de traje) un pantalón muy fresco pero formal color ocre y una camisa cómoda muy elegante color crema; Yuki y Souta iban más casuales, con unos jeans azules y una camisa manga ¾, muy elegantes pero juveniles; mi pequeña Eva, parecía un sueño, llevaba un vestido rosa pastel, su pelo rizado caía en cascada sobre sus hombros, se veía en verdad bellísima, Bela llevaba un vestido parecido al de Eva, pero en color salmón y en conjunto con su cabello castaño claro y sus ojos se veía como una princesa y yo pues con el cabello recogido y un vestido verde esmeralda, como el de mis primas y por desgracia también me veía muy bien, lo supe al descubrir lo que Yuki pensaba.

Los pensamientos de Yuki eran más o menos así: "Si, todas se ven muy hermosas. Souta y yo debemos estar en guardia para 'correr' educadamente a sus futuros pretendientes"

Fue entonces que lo vi...