Capítulo 8 ¿La lastimaste (Segunda parte)

Ella terminó de maquillarse y de inmediato se puso su vestuario de actuación. Tomó un momento para poner en orden sus emociones antes de darse la vuelta y salir del camerino.

Desde la habitación contigua, Cynthia escuchó a un hombre y una mujer susurrando. Cynthia, al escuchar una voz familiar, detuvo sus pasos.

A través de la grieta de la puerta del salón, la mujer echó un vistazo al interior para ver qué estaba pasando.

Felix se sentó en una silla con Nina sobre sus piernas, tenía una expresión impaciente en su rostro, posó una mano en la espalda baja de Nina a manera de protección.

"Señor Ning...", la voz de la joven era suave y gentil al llamar al hombre. A la gente común se le pondría la piel de gallina si la escucharan.

Cynthia apretó el pomo de la puerta con más fuerza mientras su rostro emblanquecía. Se dio la vuelta y decidió alejarse lo más rápido que podía.

Cuando Cynthia terminó de filmar sus escenas ya había anochecido. Filmando, ellos se enfocaban solo en trabajar, excepto cuando se tomaban un descanso para comer. Debido a que era solo el primer día, Layne estaba dispuesto a dejar que todos partieran tan pronto como oscureciera, todos estaban exhaustos. No obstante, la mujer sentía que aún podía continuar, pues estaba de buen humor. De inmediato, corrió a su camerino para cambiarse de ropa y desmaquillarse, mientras lo hacía, recibió una llamada de Felix.

"Tienes media hora, te espero en el lugar de siempre", el hombre comentó con rapidez cuando ella contestó su teléfono, luego colgó.

La escena íntima de Felix en el salón pasó por su mente, lo que la hizo sentir abrumada de disgusto.

Antes de marcharse, la joven se tomó unos minutos para chequear Weibo.

El primer tema candente era sobre Vivian, seguido del de Nina y Felix.

Como ella ya sabía lo que dirían, decidió no hacer clic en ellos. Cuando llegó al lugar, avistó colillas de cigarrillos alrededor de los pies del hombre, su rostro reflejaba impaciencia cuando llegó la joven.

"Señora Ning, ¡mi tiempo es oro! ¡Llegas quince minutos y cuarenta y siete segundos tarde!", Felix posó los ojos en su exquisito reloj que adornaba su muñeca con una expresión fría en su rostro.

"¿Tienes mucha prisa por volver con la señorita Zhang?", la mujer replicó con una sonrisa.

Felix la observó, un destello de peligro atravesó sus encantadores ojos.

"¡Métete en tus propios asuntos!".

La joven se limitó a hacerle una mueca en respuesta. Luego, siguió a Felix al interior del auto.

La última vez, Felix le pidió que fuera sola a la mansión de la familia Ning, y la abuela del hombre lo reprendió por eso toda la tarde. Así que aprendió la lección y eligió un lugar para que se reunieran antes de visitar a su abuela. Si no fuera por la señora, Cynthia nunca tendría la oportunidad de subir al auto del hombre.

No estaban lejos de la mansión y Felix conducía con rapidez. Al salió del vehículo, el rostro de la joven se notaba pálido y aterrorizado.

El hombre vislumbró a Cynthia y entró al lugar de buen humor.

"¡Oh, Felix!", Cynthia gritó de repente, entonces, él se dio la vuelta de manera inconsciente. Luego, se acercó a él y le dio un abrazo.

Él arrugó la frente y se encogió de hombros.

"¿Cuántas veces te lo tengo que decir? ¡No me pongas las manos encima! ¡Es desagradable!".

Ella dio marcha atrás cuando el hombre se deshizo de ella, todavía quedaba una pequeña sonrisa en el rostro de la mujer mientras se mantenía firme.

"Si entramos de esta manera, la abuela estará más feliz. ¿Por qué no tratas de adivinar por qué la abuela de repente nos pidió que volviéramos?".

El hombre no respondió nada, pero la vislumbró con profundidad. Aunque la mujer no podía descifrar la expresión exacta de sus ojos, seguían siendo impresionantes.

Ambos callaron y la atmósfera entre ellos se calmó un poco. Minutos después, Felix decidió entrar, Cynthia lo siguió de cerca. Vacilando un poco, extendió la mano y volvió a sujetarle el brazo.

El hombre no la apartó esta vez. Con cuidado, Cynthia deslizó su mano hacía el pecho de Felix. Sin embargo, él la detuvo.

Ella alzó la cabeza y se topó con sus ojos inexpresivos.

"Señora Ning, ¡será mejor que te comportes y no trates de seducirme!".

Ella inclinó la cabeza y asintió con una suave sonrisa.

Él, satisfecho con su réplica, soltó la mano de la joven y continuó caminando. La mano de la mujer, sigilosamente se escabulló dentro del abrigo del hombre y se detuvo en su pecho.

Una vez puso su mano cerca de su corazón, Felix tiró de su muñeca y se apartó, su rostro estaba tenso y sonrojado.

Era fácil notar su enojo.

"Felix...".

Él agarró su muñeca con tanta fuerza que la lastimaba, lo que provocó que su respiración se acelerara.

Por instinto, al fin él la soltó. Sin embargo, recordó lo que ella le dijo momentos atrás. La mano que sostenía su muñeca se tensó por un momento al empujarla dentro de la casa.

Apenas su abuela bajó las escaleras, los vio llegar unidos de las manos. La cólera que ella sintió por el escándalo que causó Felix se disipó de inmediato.

"Abuela, venimos a verte", su voz reflejaba ternura. Aunque Cynthia estaba sonriendo, Johanna notaba su rostro pálido.

La rabia de la señora resurgió al instante y maldijo: "¡Felix! ¡Vivian luce muy mal! ¿La lastimaste? ¡Dímelo ahora mismo! ¿Acaso le hiciste algo? ¿En qué estabas pensando?".