Solo lo he visto a la distancia, pero es arrebatador en todos los sentidos: alto, con un físico delgado pero muy bien tonificado, piel morena y una melena negra e intensa, ligeramente alborotada.
-Vaya, parece que tu vecino volverá a hacer una fiesta -Emily mira con interés por la ventana de mi habitación, que da justo frente a la casa de Cristián.
-¡Hombres adultos! Tendremos una vista privilegiada esta noche cuando empiecen a llegar -Jessi sonríe con malicia.
-Ni que lo digas. Cristián es increíblemente guapo, y sus amigos no se quedan atrás -Suspiro, sin poder evitarlo-. Aunque Cristián es, definitivamente, la estrella.
Sé su nombre gracias a la señora Isabel, quien cuida y limpia la casa. Ella es mi fuente constante de información.
-Debe dar unas fiestas memorables -Trato de asomarme mejor. -Chicas, ¡dejen ver! -Las tres ocupan casi todo el espacio de la ventana, obstaculizando mi vista.
-¡Oh, ahí viene tu lindo vecino! -exclama Jessi, conteniendo el aliento.
-A ver, a ver... -Las empujo suavemente y alcanzo a ver a Cristián dando instrucciones a unos hombres que descargan material para la fiesta. -¡Chicas! ¡Abajo! -Grito al notar que Cristián voltea instintivamente hacia mi casa.
Todas nos tiramos de golpe sobre mi cama, riendo a carcajadas por nuestra actitud de malas acosadoras.
Jessi vuelve a asomarse con sumo cuidado. -Ya está adentro. ¡Alarma desactivada!
-Qué locas estamos -Aún sigo riendo-. Iré a revisar mi jardín. Ustedes decidan qué vamos a almorzar.
Hoy es jueves y no tuvimos clases, pues los profesores tenían una reunión administrativa. Con la mayor calma posible, busco mis herramientas de jardinería, no sin antes ponerme una gorra para el sol y mis guantes.
Salgo a mi pequeño patio trasero y me concentro en la tarea, eliminando las plantas marchitas y las hojas secas, para luego regar mis macetas con mi regadera vintage. -Qué hermosas son -Sonrío, hasta que una voz grave y profunda me hace congelar.
-Hola, hermosa.
Cristián está apoyado en la cerca de madera que divide mi propiedad de la suya, observándome.
Mi respiración se acelera. Nunca antes había cruzado palabra con él, por lo que mi nerviosismo es palpable. -Hola...
-Eres Luna, ¿cierto? -Sus ojos son de color miel, hipnotizantes y cálidos.
-Así es... -Me fuerzo a mantener la compostura. Mi conciencia me obliga a tranquilizarme-. ¿Cómo sabes mi nombre?
-La señora Isabel habla mucho de ti. Dice que eres una buena chica -Me mira con una curiosidad juguetona y una expresión divertida-. Y aunque no vengo a menudo, te he visto... sobre todo a ti y a tus amigas observándome desde la ventana.
-Joder -Susurro. -Solo estábamos curioseando, no solo te observamos a ti.
-¿En serio? Vaya, qué lástima. Me entristece saber que no acaparo toda su atención -Su tono es claramente burlón, y él ríe levemente.
-Bien, ¿puedo ayudarte en algo? -Sigo regando mis flores con obstinación, fingiendo que su presencia no me afecta.
-Me gustaría que...
Angela lo interrumpe al salir de la casa. -Luna, pediremos pizza y... -Mira a Cristián y se detiene. -Oh, disculpen la interrupción.
-Tranquila -Miro a Cristián, notando a las demás chicas detrás de Angela. -Pizza estará bien -Vuelvo a Cristián. -Decías...
-Bueno, ahora que tus amigas están aquí -Las mira a todas, y luego vuelve a fijar sus ojos intensamente en mí-. Me gustaría invitarlas. Las veo muy animadas. ¿Quieren venir a mi fiesta esta noche? Si es que les gusta el ambiente de fiesta, claro -Sonríe de lado, esperando nuestra respuesta.
-¡Nos encantan las fiestas! Sobre todo a Luna, a quien le fascina bailar toda la noche -Jessi sonríe, pero con un brillo de maldad en sus ojos.
Le devuelvo la misma sonrisa pícara, aceptando el juego. -Jess tiene razón. Nos encantaría ir -Miro a Cristián y veo cómo sus ojos quedan completamente fijos en mí.
Ahora puedo oler su aroma. Es fuerte y envolvente, con notas de ron y especias oscuras, tan intenso y perceptible como el de Liam o Eric. Es otro alfa cuyo olor puedo percibir a la perfección.
-Genial. Entonces las veo en la noche, chicas -Se da la vuelta, pero se detiene en seco y nos mira a las cuatro con una advertencia implícita. -Solo una cosa: traten de no ir muy cubiertas. La temática de la ropa es rock -Sin añadir nada más, entra a su casa.
Con la mayor calma del mundo, mis amigas y yo entramos a la casa para poder soltar un grito de emoción silenciado.
-¡Nuestro deseo se hizo realidad! ¡Por fin entraremos a una de sus fiestas! -dice Angela, dando pequeños saltos de alegría.
-¡Aaaah! Qué bueno que nos hayamos quedado. Y menos mal que Luna tiene mucha ropa candente y adecuada -Jessi corre escaleras arriba hacia mi habitación.
-¿Vieron cómo Cristián te miró, Luna? -dice Angela, siguiéndonos. -¡Estaba que te devoraba allí mismo!
-Ay, Dios, qué emoción. Tenemos que decidir urgentemente cómo nos vamos a vestir -Voy directo a mi habitación, que también funciona como mi armario.
-Pediré la comida mientras -Jessi saca su celular.
Las chicas y yo comenzamos la cacería de ropa. Como Cristián especificó la temática rock, yo tengo varias prendas sumamente sensuales y provocadoras que se ajustan al código.
-Estos conjuntos son perfectos para esta noche -Jessi agarra varias prendas y las tira sobre mi cama. -Este sería ideal para Emily.
-Gracias, tienes un gusto impecable -Emily examina su conjunto con aprobación. -Chicas... hoy vamos a ligar con hombres mayores y adultos.
Angela levanta las manos. -¡Y asistiremos a nuestra primera fiesta de alfas de verdad! -Hace un pequeño twerk de pura euforia.
Jessi entra de nuevo. -Comida pedida. -Mira la ropa con admiración. -¡Oh, por Dios, esto es demasiado sexy! -Sujeta una minifalda de cuero. -Tenemos que estar a la altura de estos adultos.
-Será lo mejor de lo mejor, Jess -Río un poco. -Ya nos hacía falta una fiesta. Empezar las clases hace dos semanas y estar estresadas por las tareas es demasiado -Hago un puchero. -Con todo, ¿Ok? -Digo nuestro grito de guerra, una promesa de desenfreno.
-¡Con todo! -Dicen al unísono con fuerza.
Llegó la hora de arreglarnos. Con toda la emoción, fuimos al baño y nos duchamos juntas para ahorrar tiempo, un ritual habitual antes de las fiestas, ya que tardamos bastante en maquillarnos. Esta vez, el maquillaje debía ser más dramático e intenso, especialmente en los ojos, para evocar el estilo rock.
-Este outfit es realmente hermoso -Angela se mira en el espejo, girando con satisfacción.
Su conjunto consiste en un body de una pieza muy revelador, shorts negros muy cortos, botas altas hasta la rodilla y un arnés bondage que va desde la cadera hasta el cuello, añadiendo un toque audaz.
-Está espectacular. ¿Y el mío? -Emily termina de ponerse unos tacones de aguja.
El suyo es una falda corta y ajustada con una provocadora abertura lateral, combinada con un top de lazo que deja al descubierto sus hombros, brazos y abdomen.
-Te ves sexy e inocente a la vez -Angela la aprueba.
Jessi lleva una falda suelta y muy corta, decorada con cadenas metálicas alrededor de la cintura, un bralette de brillos y tacones a juego.
-Las tres están deslumbrantes -Empiezo a maquillarlas; soy la estilista oficial del grupo.
Después de arreglarnos, nos dedicamos a nuestra sesión de fotos: juntas, en pareja y por separado. Las fotos, por supuesto, irían directo a Instagram.
-Bueno, vayamos, que la fiesta ya empezó -Emily se acerca a la ventana y ve cómo una multitud de personas comienza a llegar. -La música está a todo volumen.
Jessi añade. -¡Será increíble, vamos, vamos! -Bajamos las escaleras con entusiasmo.
Mi celular comienza a sonar. Miro a las chicas. -Adelántense. Es mi padre -Les muestro el nombre en la pantalla. -Las alcanzo en un momento.
Ellas asienten y se dirigen a la casa de Cristián. Justo en el momento en que contesto la llamada, veo a Cristián abriéndoles la puerta e, inmediatamente, las cuatro miradas -la de Cristián, la de Eric, la de Liam y la mía- se posan en mí.