Capítulo 4 Mi Nueva Familia

El Dr. Reed y su familia me trajeron a casa y estuvieron a mi lado en el funeral. Cuando me sentía sola, llamaba a Jenna, y ella me invitaba a cenar con regularidad por lo que comencé a pasar bastante tiempo en la casa de los Reed.

Jackson siempre fue muy considerado y amable, también el Dr. Reed, pero Maximilian era una historia diferente, él no era grosero en una forma vocal ni nada por el estilo, pero simplemente era demasiado distante y muchas veces me sentí fuera de lugar debido a su comportamiento. Pensé que tal vez él sentía que yo estaba invadiendo su espacio así que comencé a visitar la casa de los Reed con menos frecuencia.

"Ahora eres como una hija para mí, la hija que desearía haber tenido. Amo a mis hijos pero te confieso siempre quise un tercer bebé, una niña. Supongo que no estaba en mi destino tener una hija de mi sangre pero también el mismo destino te trajo conmigo. Tampoco quisiera que te sientas comprometida a venir a verme, no me gustaría incomodarte, pero quiero que sepas que estamos aquí para ti, que no necesitas estar sola todo el tiempo". Jenna me dijo una tarde que vino a mi casa a traerme algo de cenar y notó que yo mantenía cierta distancia.

Habiendo perdido a mi familia, claro que yo estaba muy agradecida por todas las atenciones de los Reed. En especial por el cariño de Jenna pero también comencé a anhelar una compañía más juvenil. Mi amiga Lara me visitaba un par de horas todos los días, pero el silencio por las noches se volvía insoportable, así que comencé a llamar a Jackson cada vez con más frecuencia. Él venía a mi casa y nos quedábamos viendo la televisión y hablando hasta tarde. Algunas veces íbamos al cine o simplemente salíamos a caminar.

Una noche dijo que sus vacaciones habían terminado y que tenía que regresar a la escuela de medicina.

Nos besamos, lentamente. Mis manos viajaron a través de su fuerte espalda y me encantó estar atrapada en su abrazo. Luego mis manos fueron a su pecho y comencé a desabotonarle la camisa. Él me miró con avidez y me llevó arriba a mi habitación, luego se puso encima de mí en la cama, besando y lamiendo mi cuello y la insensibilidad que me invadía antes desapareció, así inmediatamente.

Me deshice de la camiseta militar que llevaba, él miró mis pechos con mi sujetador de algodón blanco, me miró a la cara y me dijo que era preciosa. Nos acariciamos así por un rato, ambos sin camisa hasta que el fuego entre mis piernas fue tan intenso que alcancé su cremallera y él me ayudó a desabrochar el botón. Deslicé mi mano debajo de sus calzoncillos y lo toqué, duro y cálido. El deseo estaba escrito en todo mi rostro y él me preguntó si realmente estaba convencida de hacerlo, asentí con la cabeza y se tomó el tiempo de besar cada parte de mi cuerpo, liberándome del resto de mi ropa. Me sentí viva y extraña al mismo tiempo, de repente fui consciente de todos los poros de mi cuerpo, de cada pequeño cabello reaccionando a su toque y de la humedad fresca que dejaba en cada lugar después de cada beso. Tomó su billetera y sacó un preservativo, lo vi romper el papel de aluminio y colocarlo sobre su erección.

Se puso sobre mi y lo acepté con un abrazo, cerré los ojos y acaricié su espalda, sus caderas me hicieron abrir aún más mis piernas y esa noche entre besos, susurros y un 'te amo', le di mi virginidad. Nos abrazamos hasta que el sueño me alcanzó, y pasó la noche conmigo. Sentí que me convertí en una nueva mujer.

Jackson era un verdadero caballero. Al día siguiente me llevó a su casa a desayunar y hablamos con sus padres, bueno, él fue quien habló la mayor parte. Les dijo que estábamos enamorados, que él estaba totalmente comprometido conmigo y que esperaba que no se hubiera problema por la diferencia de edad entre nosotros. Supongo que cinco años no parecen ser una gran diferencia entre adultos, pero yo era aún una adolescente, incluso cuando yo ya había llegado a la edad de consentimiento, ciertamente nuestra relación hizo que más de una persona fruncieran el ceño con desaprobación en este pequeño pueblo, pero en realidad no fue un gran problema ya que los Reed siempre fueron una familia respetable.

Jackson tuvo que volver a la escuela de medicina, pero me prometió que me visitaría con frecuencia y les dijo a sus padres que confiaba en ellos para cuidar de mí. Ellos estuvieron de acuerdo y nos dieron su bendición. El día que lo llevamos al aeropuerto Maximilian ya se había ido y después yo también regresé a la escuela.

Unos meses antes, mi idea de cómo iba a ser mi último año era distinta, pero ahí estaba yo, la niña huérfana, actuando como si los Reed fueran mi familia. Jackson cumplió su palabra y nos visitaba con frecuencia, nuestra relación era fuerte a pesar de la distancia, yo estaba muy tranquila e hice lo mejor que pude para disfrutar mi último año. Acudía a fiestas con Lara, bebíamos pero siempre me comportaba, a pesar de la tragedia todo iba bien. Mis padres no eran millonarios pero nuestra casa era hermosa y había pasado a ser toda mía, me heredaron algo de dinero y el señor Roberts prácticamente se ha hecho cargo de la tienda todo este tiempo; es él quien me ha ido enseñando todo lo que necesito saber sobre el negocio y nunca ha intentado hacer ningún movimiento para quedarse con la tienda o tomar dinero, es realmente un buen hombre, muy cercano a una figura paterna para mí. Siempre me pregunta cómo me tratan los Reed y me asegura que si pasa algo, puedo contar con él y su esposa.

Soy muy afortunada de que haya este tipo de personas en mi vida.

            
            

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