Capítulo 3 (3)

Las lágrimas de los chicos, salieron con mucha facilidad. Era algo tan inhumano y tan difícil de describir. Mi querida Alice había sido masacrada, que sabíamos que tenía mucha suerte de seguir con vida.

Después pude ver que como un hombre joven y alto de bata blanca, entra a la habitación, sorprendiéndose por ver a tanta gente en el lugar.

-¿Disculpen, son la familia de la señora Volkova?-Yo de inmediato respondí, ya que el hombre parecía algo confundido, al ver a tantas personas dentro de la habitación.

-Es mi esposa.-Dije con rapidez, mientras me apropio de ella con mis palabras.

-Como usted es su esposo, necesito que todos dejen la habitación, necesitó hablar con usted.-Nos dice invitando a todos los demás, a salir de la habitación. Esta vez no tuve que decir absolutamente nada, para que los demás se retiraran, ya que ellos solo pudieron decirme:

-"Estaremos esperando afuera" En forma de apoyo.

Y cuando ellos abandonan el lugar, el doctor me ofrece la mano para presentarse.

-Soy el doctor Flynn, mucho gusto señor Volkova.-No dije absolutamente nada y solo espere a que prosiguiera, solo aceptando el saludo de manos.-Quiero decirle que el estado en que encontramos a su esposa es inusual.-Dijo respirando profundamente, para luego proseguir.-Creo que él que intentó hacerle daño a su esposa, intentaba asesinarla.-Siento como si un balde de agua fría pasara por mi cuerpo entero, al escuchar tal cosa espantosa.-Pero por alguna razón milagrosa e inusual, ella Sigue aquí, muy grave señor, pero sigue aquí.-Yo mismo suspiro un poco aliviado, pero sabía que no tenía por qué estarlo, ya que se aproximaba una tormenta y está caería frente a mis ojos muy pronto.

-Quiero decirle lo que encontramos.-Tomó su pequeña libreta y me empieza a decir todo lo que tenía.-Él que quiso hacerle daño a su esposa, la golpeó hasta dejarla completamente inconsciente, tomo de su cuello e intentó estrangular la. Tenemos algunas contusiones, para corroborar que hubo algún intento de estrangulamiento. También pudimos observar que sus paredes vaginales están realmente lastimadas y dilatadas.-Me comenta mientras que a pesar de llevar poco tiempo en el hospital, se le han hecho toda clase de pruebas.

¿Paredes vaginales? ¿Eso qué significa?

-Su esposa fue abusada sexualmente, señor Volkova.-Me lo dice con mucha frialdad, mientras que entiendo lo que hace, ya que es doctor, trata estos casos con tanta frecuencia, que en algún momento sabrá solo decirlo y ya. Pero para mí fue como mil quinientas agujas pasar por todo mi cuerpo.-Lo siento mucho.-Me comenta el doctor, mientras todo mi mundo se cayó por completo enfrente de mis ojos Así que de inmediato, tomé de mi cabello intentando jalármelo y arrancarlo. . por la ansiedad.

-¿A-Abusada?-Pregunté tartamudeando, mientras siento que mis piernas no están aguantando mi peso.

-Lo lamento.-Es lo único que me puede decir, al verme tan petrificado, consumido y tan miserable.

-¡No!-Dije en un grito de ayuda, mientras caía al suelo, dejando al doctor completamente perpetuo. Golpee el suelo una y otra vez, rompiendo mis nudillos, mientras maldecía con toda mi fuerza. ¡Vaya, que era tan desdichado!

Después pude escuchar la puerta abrirse. Todo era borroso para mí en ese momento, solo pude ver como alguien tomo de mi mano, para después darme cuenta que ese alguien, era mi padre.

-Hijo.-Dijo levantándome del suelo y poniendo mi cara sobre su pecho por primera vez en su vida. Lo cual yo no pude resistirme, así que lo abrace.

Llore encima de su traje de edición limitada, como un pequeño niño, que pareciera llorar porque quizás cayó de un columpio, destrozándose la rodilla con las piedras duras. Nunca en mi vida había abrazado a un padre con tanta fuerza, ni él a mí, siempre fue muy duro conmigo y supongo que yo también lo fui con él.

Por lo tanto, yo también fui una persona fría.

-¡Padre!-Grite en un chillido ahogado.-La tocaron, padre.-No podía decir más. Lo único que mi mente podía pensar era en la masacre que le dio a ese ángel caído del cielo.

No puedo pensar en cómo alguien pudo tocar a alguien que nunca ha dañado a nadie. ¿Pero quién? Mi mente solo quiere tomar un arma y matar a cada hombre de este mundo, que esté relacionado con Alice. Lentamente suelto a mi padre ferozmente, para salir corriendo al corredor, donde me encuentro con todos mis amigos, mirándome asustados como si fuera un fantasma.

Inesperadamente y luciendo como un loco, tomé a Chace del cuello de su chaqueta, mientras le murmuraba:

-¡Tienes que encontrar al responsable! Te lo suplico.-Dije rogándoles clemencia a cada uno de ellos. Chace por su parte, pone su mano en mi hombro con lástima, para decirme:

-Encontraremos a ese hombre.-No puedo dejar de retorcerme del dolor que hay en mi corazón, mientras sé que ellos pueden moverse a todas sus influencias. No por nada éramos los herederos más famosos de nuestra clase.

*

Todo era completamente oscuro. Y para mí, la oscuridad era totalmente inexplicable. No sabía dónde me encontraba. Yo estaba parada en medio de la nada, vestida con un pequeño vestido hecho de una ligera tela blanca, que lograba llegarme a mis tobillos descalzos.

Mi piel estaba manchada por algún tipo de suciedad que no tenía procedencia, mientras que el olor a miedo se podía sentir. Así que corrí entre el suelo rocoso y frío, mientras que aún no sabía con exactitud a que le tenía miedo, pero sin duda era algo maligno, que estaba tras de mí.

Después caigo al suelo, después de haber corrido por mucho tiempo.

Estoy indefensa y no hay nadie que pueda ayudarme. Por un momento me siento cubierto por unas alas de color negras, sus plumas se acomodan en mi piel como si estas se impregnan perfectamente en mi cuerpo. No puedo ignorar el hermoso sentimiento que siento con el tacto de sus alas cubriendo mis brazos desnudos, así que cierro los ojos y me encuentro con él.

Una especie de hombre oscuro con un antifaz negro cubriéndole los ojos, nariz hermosamente perfecta, labios rojos, piel ligeramente bronceada. De me inmediato siento una salvación entre sus alas. Por un momento pienso que es Demian, así que ciero los ojos dejando que sus alas me cubran mientras me siento paz y lista para irme. Pero luego logré abrir de nuevo mis ojos, ya no hay nadie más que una pobre niña indefensa en el suelo. Esa soy yo.

Después de algunos minutos de vagar en la nada, me encuentro con este hombre de nuevo.

Él enfrente está de mí con un pequeño látigo de cuero ante mis ojos. El hombre pasó de ser un ángel que bajó del cielo para ayudarme, al ángel negro que viene a castigarme. Su látigo golpea mis piernas, dejando un rastro de sangre. Yo gimo al sentir ese látigo encima de mí. Él lo vuelve a hacer y después de escuchar mis quejidos sin importarle, lo hace de nuevo. Todo esto duele mucho.

Luego se quita su capa negra y la deja caer, como si esas alas fuera falsas. Se quita el antifaz y puedo ver su cara, es Demian.

Él ríe al ver las grandes marcas que ha dejado en mi cuerpo. Después él se deja caer encima de mí, mientras sus ojos lucen tan angelicales, tan jóvenes y llenos de esperanzas, pero sus manos dicen lo contrario. Su cinturón se desabrocha, oyendo el horrible sonido la hebilla cayendo contra el suelo. Puedo sentir sus manos subiendo por mis piernas hasta llegar a mi sexo, sintiendo como metes sus dedos haciéndome dentro de mí, haciéndome chillar. Esto dolía mucho y él parecía no tener piedad de mí.

Después de pronunciar mi nombre peligrosamente.

-Alice.-Puedo ver sus intenciones de lastimarme. Quiere una parte de mí, que yo le daré.-Lo único que puedo hacerte es esto.-Mete su puño entre mis piernas, haciéndome gritar fuertemente.

Después de dejar lo que hace, de inmediato empecé a sentir un bulto entre mis piernas, sabía que era su erección. Sentía repulsión, quería matarme a mí misma para no poder sentir lo que me esperaba.

Lo mete dentro de mis piernas, haciéndome sentir un dolor, no puedo evitar gritar con fuerza. Cuatro sombras enfrente de nosotros se posan, al principio no logro saber quiénes son por el terrible dolor que siento entre mis piernas, pero luego logro ver claramente la palidez de Chace con esos labios rojos, mirándome sin hacer nada al respecto.

Los ojos de Kevin resplandecen como azules, mientras Liam luce enojado, su cuerpo es como un arma fuerte entre esa capa. También esta Kyle en el lugar, mirándome sin hacer nada, sus labios rojos se llamen más de una vez, como si deseara lo que Demian hace conmigo, ellos miran pero no hacen nada.

Gritó con más fuerza con todas las envestidas que me está dando, para después sentir como la sangre pasa por mi vestido. Estoy completamente manchada de sangre. Después puedo ver la boca de Demian, está llena de sangre mientras me sonríe fascinando por el rojo de mi sangre.

-Sabes tan rico.-Dijo lamiendo la sangre de su labio inferior.

Mi cabeza cae al suelo mientras siento como si me hubieran matado, como si un enorme cuchillo hubiera por mi corazón, desangrándome con mucha tortura. Me siento completamente usada de una manera asquerosa.

Y cuando abro mis ojos, otra vez toda se han ido. Estoy sola y sigo usando ese vestido con manchas de sangre, pero por otra parte, ya me siento tranquila sabiendo que él no está aquí más.

El sentimiento es tan relajante mientras su cara, es la de un bello satanás con cara de ángel. Demian volvió con su mirada que te puede decir lo que está deseando en el momento. Mis manos se pierden en mi cabello mientras la mirada de tres ángeles blancos está enfrente de mí. Completamente bellos, me susurran:

-Alice, Alice, Alice.-Una y otra vez, como si intentara decirme algo.

Cierro los ojos otra vez y puedo encontrar una hermosa luz resplandecer con tanta intensidad. Uno de los ángeles me señala la luz, que es completamente hermosa y tan atractiva. Mis pies descalzos caminan hipnotizada por esa hermosa luz brillante, mientras intento caminar, pero una fuerza extraña me jala de vuelta.

Miró a uno de esos ángeles que me dice con su mano que me retire, mientras yo trato de caminar adelante y seguir esa luz tan hermosa, llena de tranquilidad que me estaba llamando, pero es imposible poder caminar. Intento una vez más jadeando con fuerza, pero es imposible, una fuerza completamente extraña me jala de vuelta.

Luego esa luz se apaga y me deja en una oscuridad completa. Solo logro escuchar una fuerte voz decir:

-¡Doctor Flynn a la habitación 347, paro cardíaco!