Andrea más conocida como Andy, madre de Nicole, un día descargó una app de lectura de novelas, este era su pasatiempo, en esta app ingresó a un grupo de señoras con gustos afines, de diferentes edades y países, un grupo en el que halló una linda amistad con Liliana una uruguaya, que mostraba bastante confianza, acá ellas se hablaban ya no solo de temas como las novelas, sino también cosas cotidianas de sus vidas como madres, esposas, pero sobretodo amaban hablar de sus hijos, solían compartir anécdotas, y eventos escolares.
En una conversación Lili le comentó a su amiga Andy, que su hijo no quería tener una relación de adolescente, él tenía una mentalidad muy madura a su edad, contándole así una anécdota algo que sorprendió a Andy, y al mismo tiempo les causó gracia y ternura. Resulta que el día anterior una nena en el liceo al que asistía le declaró su amor, preguntndole si él podía ser su novio, Agustín con gesto serio le respondió que él no está en la edad adecuada y que tampoco quiere tener relaciones pasajeras, puesto que su madre desde muy pequeño le enseñó el respeto a las mujeres y tenía un estándar muy alto de una relación amorosa ya que el mejor ejemplo lo tenía en sus padres con el feliz matrimonio que llevaban, ya casi 27 años juntos, y amándose igual o más que el primer día. En la profundidad de su corazón se activó una pequeña llama que decía "el día en que me enamoré, lo haré para siempre "; así que muy educadamente rechazó el amor de aquella compañerita. Entre risas Andy le respondió en un mensaje: "Lily resérvame a tu hijo para mi hija, quiero un novio así para Nicole, uno que nunca le rompa el corazón". Lily del otro lado de su móvil, sonrió y respondió. "Con gusto Andy, sería un gusto ver la combinación de un uruguayo y una ecuatoriana " Como si con solo desearlo o decirlo fuese posible acomodar la vida de nuestros hijos, eran madres que sin saberlo eran peones en el tablero de ajedrez de la vida, donde un día un rey y una reina coronarían para siempre. En aquel tiempo Agustín tenía 11 años y Nicole 8 , sus madres comenzaron a tratarse con mayor frecuencia ya llevaban casi un año hablándose por mensajes, una amistad profunda y sincera. A la edad de 12 años Agustín un día se enfermo, tenía fiebre y no podía asistir al colegio, en casa veía como su madre se reía con tanta alegría que le llamo la atención, con curiosidad quería investigar "ESO" que le causaba tanta gracia, con esfuerzo se levantó de su cama, sintiéndose bastante mejor, se acercó a la sala y se sentó en el sofá junto a su madre y le preguntó: -Ma ¿qué haces, qué es lo que ves que te ha causado tanta gracia?,- lo dijo con curiosidad. Su madre lo mira con ternura y le indica un video que veía en una red social en la que seguía a su amiga Andy a quien le encantaba hacer videos de sus hijos y los compartía. -Mira Agustín es la hija de una amiga ecuatoriana, se llama Nicole y es muy divertida haciendo piruetas, de gimnasia- Agustín tomó el móvil y pudo observar donde una pequeña niña al ritmo de la música hacía acrobacias, se veía que las practicaba en un gimnasio, ella con un flequillo recto y peinada con dos trenzas una a cada lado sonriendo y haciendo una media luna, mostrando flexibilidad, y en una se la veía practicar tanto hasta que esta se perfeccionara, llevaba puesta una camiseta tipo crop de color rosa con una caricatura de minie mause en el centro, con unas mallas de gimnasia y zapatillas de ballet, se la veía increíblemente adorable, en ese momento Agustín se asustó mucho por pensar que su enfermedad se estaba complicando ya que sintió como un soplo en su corazón, al ver a esa pequeña niña a través de la pantalla de un móvil. Su sonrisa lo cautivó sin si quiera saberlo, era angelical con pequeños hoyuelos en sus mejillas, ojos tan negros como la noche, un brillo y una expresión tan tierna que daban ganas de cuidarla, abrazarla. Asustado por su salud le devolvió el móvil a su mamá, y regresó a su cama, quizá la fiebre aún lo estaba afectando, era mejor dormir. Es en este momento en que Agustín se enamoró por primera y única vez, sintió su corazón latir, aún era un niño que no podía diferenciar sus emociones, pero algún día recordara este día, como uno de sus mejores recuerdos. Lili como era de costumbre se despidió de su amiga y se fue a realizar sus actividades cotidianas. En otro país, estaba Andy, como de costumbre chateando con su amiga, que le envió un video de su hijo jugando fútbol en un campeonato, era un domingo por la tarde y los compartía con Nicole, así le indico el video y observaron juntas el perfecto gol que metía, la velocidad con la que se movía y la pasión notable que lo consumía. Nicole aún una nena de apenas 9 años, lo observó con admiración, había algo que llamaba su atención pero no podía definir que era, solo dijo: -Mamá, ¿ él puede ser mi amiguito?- Lo pregunto con inocencia revoloteando sus largas pestañas. Acariciando su cabello, sonriendo le dijo que quizá en el futuro, explicándole lo lejos que ellos vivían de su país. Sin importancia alguna estos niños continuarán sus vidas, Agustín marcando la diferencia en la cancha esforzándose al máximo para poder llegar a la selección Uruguaya , forjando aún más su carácter fuerte, determinante. Nicole, creciendo como una princesa rodeada de amor, dulzura, con un corazón bondadoso, sin dejar a un lado su alma rebelde que proclama justicia y lucha para alcanzar sus sueños, ambos niños con algo en común su noble corazón y su tenacidad en querer realizar sus sueños, hacerlos realidad. Inteligentes, llenando de orgullo a sus padres.