LA ESPOSA EQUIVOCADA DEL ITALIANO
img img LA ESPOSA EQUIVOCADA DEL ITALIANO img Capítulo 4 Encuentro Inesperado
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Capítulo 6 La Noticia img
Capítulo 7 Regreso a casa img
Capítulo 8 Última Voluntad img
Capítulo 9 Sacrificios img
Capítulo 10 Trato con el diablo img
Capítulo 11 Nueva Vida img
Capítulo 12 Votos matrimoniales img
Capítulo 13 Reglas img
Capítulo 14 Intruso img
Capítulo 15 Gala img
Capítulo 16 ¿Quién es realmente img
Capítulo 17 Dudas img
Capítulo 18 Enfrentamientos img
Capítulo 19 Golpes Bajos img
Capítulo 20 No estas sola img
Capítulo 21 Quédate img
Capítulo 22 ¿Qué pasó anoche img
Capítulo 23 Fiesta Improvisada img
Capítulo 24 La Boda img
Capítulo 25 Una Sonrisa img
Capítulo 26 Emboscada img
Capítulo 27 Formalismos img
Capítulo 28 Decisiones img
Capítulo 29 El poder de los Rossellini img
Capítulo 30 Amargo Despertar img
Capítulo 31 Redención img
Capítulo 32 Una seria Conversación img
Capítulo 33 Aliados img
Capítulo 34 Llamada img
Capítulo 35 ¿Quién es Ámbar img
Capítulo 36 Recordatorio img
Capítulo 37 New York img
Capítulo 38 Investigaciones img
Capítulo 39 Excepción img
Capítulo 40 Sorpresa img
Capítulo 41 Tan Cerca img
Capítulo 42 Recuerdos Dolorosos img
Capítulo 43 Información Importante img
Capítulo 44 Lagartona img
Capítulo 45 El peso del silencio img
Capítulo 46 Detalles img
Capítulo 47 Obras de Arte img
Capítulo 48 Ratón de laboratorio img
Capítulo 49 Misterio sin resolver img
Capítulo 50 Momento de Lucidez img
Capítulo 51 Cifrado img
Capítulo 52 Cambios notables img
Capítulo 53 Hogar Dulce Hogar img
Capítulo 54 Necesito tu Ayuda img
Capítulo 55 Te Ayudaré img
Capítulo 56 Aliada Inesperada img
Capítulo 57 Pequeña Mentira img
Capítulo 58 Consejo img
Capítulo 59 Almuerzo img
Capítulo 60 Rescate img
Capítulo 61 Sensaciones img
Capítulo 62 Sed de Venganza img
Capítulo 63 Ayuda Profesional img
Capítulo 64 ¿TÚ img
Capítulo 65 Explicaciones img
Capítulo 66 Imágenes img
Capítulo 67 Culpa img
Capítulo 68 Ansiedad img
Capítulo 69 Un mal día img
Capítulo 70 Lejos de ti img
Capítulo 71 Secuestro img
Capítulo 72 Por favor, hablemos img
Capítulo 73 Suelo fangoso img
Capítulo 74 Novedades img
Capítulo 75 Padres que no son padres img
Capítulo 76 Bizcochito Traidor img
Capítulo 77 Secreto al Descubierto img
Capítulo 78 El Rey en su Trono img
Capítulo 79 Nuevos hallazgos img
Capítulo 80 Juego del Engaño img
Capítulo 81 Reflexiones img
Capítulo 82 Verdades a la fuerza img
Capítulo 83 Mentiras con patas cortas img
Capítulo 84 Secretos img
Capítulo 85 El precio de la verdad img
Capítulo 86 Noticias img
Capítulo 87 Siempre fue ella img
Capítulo 88 Noche estrellada img
Capítulo 89 Hermano mayor img
Capítulo 90 Misterios de la Genética img
Capítulo 91 Planes img
Capítulo 92 Película de ciencia ficción img
Capítulo 93 Pacto con el diablo img
Capítulo 94 Pensamientos negativos img
Capítulo 95 Telaraña de mentiras img
Capítulo 96 Daños Colaterales img
Capítulo 97 El Debut img
Capítulo 98 La Cena img
Capítulo 99 El hijo perfecto img
Capítulo 100 Reconstruir img
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Capítulo 4 Encuentro Inesperado

El frío metal de la silla contra mi piel me devuelve a la realidad. La sala de visitas, con sus paredes grises y despojadas, parece burlarse de mí. Hace ya días que vinieron los padres de Giulia, dejaron ese sabor amargo en mi.

Tan así que cuando el guardia me dijo que tenía otra visita inesperada hoy me negué, pero mencionó era mi abogado y eso me dio esperanzas

"Al menos así podría contratarlo"

El hombre frente a mí; rubio, ojos azules, traje impecable, me mira como si fuera un rompecabezas que no logra resolver.

-¿Giulia? -pregunta, su voz teñida de duda.

Suspiro, cansada de este juego interminable.

-Así dicen que me llamo.

Sus cejas se alzan, sorprendido.

-No me jodas... no tienes tu acento.

Frunzo el ceño, confundida y frustrada.

-¿Señor...? -dejo la frase en el aire, esperando que se presente.

-Soy Marcello Donati, tu amigo -responde, inclinándose hacia adelante.

Lo observo detenidamente, buscando en su rostro algún indicio de familiaridad. No encuentro nada.

-Te ves horrible -dice de repente-, has aguantado mucho en este lugar.

Suelto una risa amarga.

-Pues verás, no es que sean muy acogedores acá. La cárcel no me deja usar teléfono ni nada parecido, disculpa si no te atiendo como mereces.

Marcello sonríe, pero su mirada sigue siendo intensa, escrutadora.

-¿De verdad no recuerdas nada?

Cierro los ojos por un momento, intentando controlar mi frustración. Cuando los abro, mi voz sale más firme de lo que esperaba.

-Mira, señor Donati, si ese es tu verdadero nombre. Estoy cansada de que todos aquí decidan por mí. No sé quién es Giulia, no sé por qué estoy acusada de matar a un prometido que nunca tuve, y ciertamente no sé quién eres tú.

El silencio que sigue a mis palabras es pesado. Marcello me mira, una mezcla de sorpresa y algo más ¿compasión? en sus ojos.

-Ambar -dice finalmente, y el sonido de mi verdadero nombre me sobresalta-. Sé que estás confundida y asustada. Pero estoy aquí para ayudarte. Necesito que confíes en mí.

Por primera vez en semanas, siento una chispa de esperanza.

-¿Cómo... cómo sabes mi nombre real?

Marcello se inclina aún más cerca, bajando la voz.

-Porque te conozco, Ambar. He investigado algunas cosas. Y voy a sacarte de aquí, pero necesito que me cuentes todo lo que recuerdas. Desde el principio.

Miro a mi alrededor, consciente de las cámaras en las esquinas de la sala.

-No sé si puedo confiar en ti -susurro.

Él asiente, comprensivo.

-Lo sé. Pero ahora mismo, soy tu única opción. ¿Qué dices? ¿Estás lista para descubrir la verdad?

Trago saliva, considerando mis opciones. Finalmente, tomo una decisión.

-Está bien -digo-, te contaré todo lo que sé. Pero más te vale que no estés jugando conmigo, Marcello Donati.

Una sonrisa enigmática cruza su rostro.

-Créeme, Ambar. Esto es solo el comienzo.

Marcello Donati se recuesta en su silla, sus ojos azules nunca abandonando los míos. Me remueve incómoda por su escrutinio

-Bien, Ambar -dice, su voz suave pero firme-. Cuéntame qué pasó realmente.

Tomo una respiración profunda, agradecida de que alguien finalmente esté dispuesto a escucharme.

-La verdad es que recuerdo perfectamente lo que sucedió -comienzo-. Estaba en el aeropuerto de Amalfi, regresando a Nueva York después de unas vacaciones para las que me costó mucho ahorrar. Mi vuelo tenía dos horas de retraso, así que fui al baño a refrescarme.

Marcello asiente, animándome a continuar. Sus ojos muestran una mezcla de curiosidad y preocupación.

-Y entonces -prosigo, mi voz temblando ligeramente-, entró una mujer. Era... era idéntica a mí, Marcello. Como si fuera mi hermana gemela perdida y malvada. Antes de que pudiera reaccionar, me golpeó.

Hago una pausa, los recuerdos inundándome. Marcello se inclina hacia adelante, su expresión intensa.

-¿Qué pasó después, Ambar?

-Cuando desperté, estaba vestida con la ropa de esa extraña. Y luego, sin explicación alguna, la policía me detuvo. Desde entonces, todos insisten en que soy esta tal Giulia Mastriani, pero te juro que no es así. Soy Ambar Reed, una pintora de Nueva York.

Marcello se queda en silencio por un momento, procesando mi historia. Finalmente, habla:

-Te creo, Ambar.

Parpadeo, sorprendida.

-¿De verdad?

Él asiente.

-Soy el mejor amigo de Giulia. La conozco desde hace años. Y aunque te pareces mucho a ella, ahora que te escucho hablar, que veo tus gestos... sé que no eres ella. Como también se que es extraño que al entrar a esta sala no estuvieras sobre mi despotricando quejas. Giulia no resistiría un día aquí.

Respira hondo

-son totalmente iguales, pero Giulia es hija única, a menos que... haya algo más que no sepamos...

Siento que un peso se levanta de mis hombros. Por fin, alguien me cree.

-Pero entonces, ¿qué está pasando? -pregunto, desesperada por entender-. ¿Y dónde está la verdadera Giulia?

Marcello frunce el ceño, su mente trabajando rápidamente.

-No lo sé con certeza, pero tengo algunas teorías. Lo que sí sé es que estás en grave peligro, Ambar. La familia de Andrea Rossellini D'Avalos es muy poderosa y creen que tú -hace una pausa- o mejor dicho, que Giulia lo asesinó.

-Pero yo no he hecho nada -protesto-. Soy solo una pintora que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.

-Lo sé -dice Marcello con suavidad-. Y voy a ayudarte a salir de aquí y a descubrir la verdad. Pero necesito que confíes en mí y que sigas mi juego por ahora. ¿Puedes hacer eso?

Lo miro a los ojos, buscando algún indicio de engaño. Solo encuentro sinceridad y determinación.

-Está bien -respondo finalmente-. Confiaré en ti, Marcello. Pero por favor, ayúdame a salir de esta pesadilla.

Una sonrisa tensa cruza su rostro.

-Lo haré, Ambar. Te lo prometo. Juntos, descubriremos qué le pasó a Giulia y limpiaremos tu nombre.

Mientras las palabras de Marcello resuenan en mi cabeza, siento una mezcla de miedo y esperanza. No sé en qué me he metido, pero al menos ahora tengo un aliado. Y tal vez, solo tal vez, pueda recuperar mi vida.

            
            

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