Irresistible encanto
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Capítulo 6 People - Part 1

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* * * * * * * * * * * LIANA* * * * * * * * * *

Estoy tan atenta a la película que, cuando volteo a ver a Rizz para comentar sobre esta, ella ya se encuentra totalmente dormida. Verla con la boca abierta y con el tazón de las palomitas desparramadas por toda la parte de la cama que ella ocupa me hace reír. Le advertí muchas veces en que no era necesario que veamos una película que sabía solo yo disfrutaría, pero aquella pelirroja insistió tanto en que debía de darme mis gustos y no pensar siempre en tratar de satisfacer a los demás, que accedí a poner una de mis películas favoritas: " Beautiful Mind". Pero creo que no fue una buena elección, ya que apenas habían pasado menos de 20 minutos desde que esta había empezado. Me río ante la escena tan graciosa que tengo frente a mí y no me resisto a la oportunidad que tengo de jugarle una broma a mi querida súper inter archi mejor amiga.

Pienso muy bien en lo que debería hacerle, pero no se me ocurre nada original, ante lo cual me siento muy decepcionada de mí misma.

-Pero qué te pasa, Liana – me digo – apenas tienes 25 años, no puede ser posible que no tengas ni la más remota idea de una buena broma ahora – me reclamo.

Sigo pensando en cuál sería una buena idea, pero nada.

- ¡Dios! Esto está peor de lo que imaginé, ni siquiera llego a los 30 y ya tengo mente de unos 70. – reniego – ni siquiera mi abuelo y abuela son así. A esos 2 les sobra vida y energía y tú aquí pensando en una simple broma.

- Piensa, Liana, piensa. No pierdas esta oportunidad. – me reclamo – ¡Lo tengo! – digo en un grito ahogado – Síiiiiiii ... aaaaaah – celebro con esas palabras a la vez que hago un extraño baile de celebración con un fallido intento del paso lunar de Michael Jackson – Vaya que eres pésima bailando, Liana – me río – Bueno, espero que nuestra bromita realmente funcione.

Luego de tramar mi juego de niños, salgo de mi departamento y me dirijo al departamento de mi vecino de al lado. Su nombre es Mark y es un chico muy divertido y atento de mi misma edad. Él es un músico profesional y fan de Bon Jovi, por lo cual tengo que soportar un estruendoso ruido de las canciones de ese gran cantante algunas veces, ya que, generalmente, él y los demás integrantes de su banda suelen practicar en su departamento cuando su pequeño estudio, el cual está muy cerca de mi universidad, está en mantenimiento. Algunas veces solía acompañarlos a sus ensayos después de mis clases, pues, para ser totalmente sincera, todos eran muy buenos; además que no solo tocaban rock, sino que todos eran buenos en otros géneros como, por ejemplo, en la música clásica, la cual solía disfrutar muy a menudo.

Y bueno, creo que con todo esto que estoy comentando podrían sacar la conclusión de que soy un poco aburrida (por no decir bastante), pero qué podía hacer, así era yo. Aunque recuerdo la oportunidad en la que Rizz me obligó a hacer parapente, yo estaba muy temerosa a hacer ello, pero terminé disfrutándolo a como nunca me lo habría imaginado. Tal vez el problema sea que no me haya dado la oportunidad de disfrutar más de aquellas cosas, pero bueno, la verdad es que mi vida aburrida tampoco tenía de malo, pues amaba los fines de semana tranquilos que pasaba en mi departamento o en los que iba a visitar a mis padres o a mis abuelos; así como las caminatas que solía dar en mis tiempos libres durante los días de semana laborales. Amaba mi tranquilidad, pero creo que podría darle una oportunidad a vivir más la adrenalina, aunque eso podría ser después, ya que mis estudios me suelen tener muy ocupada y no tengo mucho tiempo para perder.

Toco la puerta de Mark un poco fuerte, ya que el volumen de su reproductor de música estaba un poco alto. Espero unos minutos y nadie sale. – No puede ser – murmuro – esta iba a ser una buena broma para Rizz – toco otra vez.

- ¿Mark? – pregunto mientras toco otra vez, pero nadie sale y ante ello me rindo. – Bueno, será para otro día – digo mientras me encojo de hombros y me volteo para regresar a mi departamento.

- Liana, perdón ¿estabas tocando? – me comenta

- Sí, era yo – le sonrío – qué tal, ¿todo bien? – le pregunto

-Ah, sí, creo que sí, pero no es necesario todo este guion – me sonríe – dime, para qué soy bueno

- Bueno, yo quería... - iba a decirle algo más hasta que me doy cuenta de que estoy hablando con él estando semidesnudo, ya que solo lleva una toalla en su cintura. – Yo ... perdón creo que te estaba interrumpiendo en tu ducha, lo lamento.

- ¿Mi ducha? – me pregunta extrañado

- Sí, tu ducha – le digo como indicándole la toalla que lleva puesta.

Él se observa y dice – Ah, sí, la ducha – dice con nerviosismo mientras lleva una mano hacia su cabello y se lo empieza a desordenar.

- ¿Estás bien? – le pregunto - Yo lo siento mucho en serio, pero podría esperar hasta que termines, no te preocupes, ... - iba agregar algo más cuando escucho que alguien grita su nombre desde el interior de su departamento.

- Mark, mi amor, ¿por qué demoras tanto? – cuestiona la rubia mientas abraza a Mark por la cintura y sube sus manos hacia su pecho y besa uno de sus brazos.

- Carajo – digo en un muy inaudible murmuro a la vez que pienso – «Claro! Por eso la música a tan alto volumen y el que no saliera tan rápido ante mi insistencia» - ante lo que acabo de deducir de manera tardía, me llevo una mano hasta mi frente para darme una suave palmada por ser tan gil.

- Lamento interrumpirlos, yo estoy muy apenada. -digo

- No, no interrumpes – dice Mark tratando de ser amable supongo, pero el pobre se ve mucho peor que yo, lo cual me provoca ganas de reírme

- No, la verdad es que sí interrumpes – aclara la rubia, lo cual me hace reír

- La verdad es que sí los interrumpí horrible – menciono – debí entender las señales – me sigo riendo.

- ¿Las señales? – dice Mark

- Sí, las señales – digo – tu música en alto volumen, el que no salieras – sonrío – debí imaginármelo.

- Bueno, muy tarde tu reacción, castaña – dice la rubia con notoria molestia, pero supongo que debo entenderla, pues sé que a las personas no les gusta nada que se les interrumpa cuando están en pleno – pero bueno, aceptamos tus disculpas. Ahora vete que aún seguimos ocupados – me dice aquello mientras trata de hacer entrar a Mark y cerrar la puerta.

- ¡Espera, no! – habla Mark

- ¡Mark! - reniega la rubia

- Yo me voy – digo, ya que el momento se ha puesto muy incómodo

- Sí, vete – me dice la rubia muy, pero muy molesta

- Oooookey. Adiós. – digo mientras trato de huir de ese lugar

- No, espera, Liana. – insiste Mark – dime, qué necesitas – menciona mientras veo cómo la rubia desaparece de la escena totalmente molesta y haciendo una especie de berrinche.

- Ya nada, tranquilo.

-Por favor, Liana, dime, por algo somos amigos, ¿no es cierto? – me dice él

- En serio, Mark, era nada, ya no es necesario. – digo – Además, creo que debes entrar y hablar con tu novia, pues estoy segura de que te acabo de meter en un gran problema.

- No – se ríe – Lena no es mi novia, ella es solo una amiga que acabo de conocer.

- Bueno, como sea, será mejor que entres si quieres seguir teniéndola como amiga.

-Liana, por favor, no le demos más rodeos al asunto – me habla mirándome directamente a mis ojos – sabes lo terco que soy y sería capaz de entrar por la propia ventana de tu departamento hasta que me digas para qué me buscabas. – me reta con la mirada. Esas palabras me hacen reír, ya que me lo imagino trepando desde su ventana hacia la mía, la cual se encuentra en mi dormitorio.

- Mátame – digo mientras exhalo lentamente – pero te buscaba para saber si habría la mínima posibilidad de que me prestaras a Scrappy – termino de decirle y le sonrío con timidez.

- Vaya, ¿sabes algo? – piensa – hasta estoy llegando a creer que mi pequeño y peludo amigo es la única razón por la que las chicas me buscan.

- Pero qué carajos dices – menciono con sorpresa, pues mi vecino era lo suficientemente atractivo como para poder conquistar a cualquier mujer. Además de ser sumamente guapo (lo cual debía reconocer, ya que no era ciega) tenía una personalidad demasiado encantadora que, la verdad, si no estuviese tan rota por dentro, hace rato habría querido conquistarlo. Mark era muy interesante y, cada vez que solía hablar con él los fines de semana, siempre aprendía algo nuevo sobre música, historia, política actual, nos enredábamos en debates sobre cuál tinto era el mejor, pasando por si Thanos hizo bien o no en eliminar la mitad de la población del planeta hasta llegar a el porqué de la depredación del planeta por parte del ser humano, etc. El chico era lo máximo: inteligente, carismático, amable y, como plus, los genes lo favorecieron bastante, aunque también tenía un lado negativo, pues era súper impuntual; en varias ocasiones, sus amigos se quejaban de ello cuando no llegaba a tiempo a sus ensayos, ya sea por diversos motivos. En cuanto a mí, recuerdo que también me dejó esperándolo por unos largos 20 minutos cuando lo invité a almorzar un domingo, esa fue la única vez que llegó tarde, pues al resto de cenas se presentó muy puntual fuera de mi apartamento.

- ¿Por qué la sorpresa? – me pregunta – acaso crees que hay otra razón – cuestiona con un tono divertido.

- Es obvio que hay otro – le digo mirándolo directamente a esas pupilas verdes – así como es obvio que lo sabes – continúo – pero como deseas aumentar tu ego escuchándolo de otra mujer, es por lo que me haces la pregunta – digo muy segura.

- Me gustas, Liana. – menciona en un susurro y acercándose un poco a mí. Ante lo cual sonrío, pues está tratando de jugarme una buena broma.

- Lo sé – le digo acercándome un poco a su oído – así como te gusta Danya, la rubia que está dentro y muchas otras más de tu lista, ¿no es así? – le pregunto alejándome y mirándolo fijamente mientras alzo una de mis cejas.

- Yo – responde él titubeando, ante lo cual solo atino a matarme de la risa en su cara

- Bueno, ya basta de bromas – me sigo riendo – ¿Me podrías prestar a Scrappy? – lo miro suplicante - te prometo que no le sucederá nada – termino por agregar, mientras veo cómo él sigue mirándome, pero no dice nada.

- ¡Hey, Mark! ¿Sigues aquí? - trueno los dedos frente a él para que reaccione.

- ¿Eh? Sí, perdón. ¿Qué decía? – pregunta, ante lo cual lo miro extrañada

- ¿No me has estado tomando atención? – cuestiono – pero a dónde te fuiste – le pregunto mientras escucho que la rubia se acerca de nuevo. La mujer se encuentra vestida y pasa por el lado de ambos, no sin antes darnos una mirada de odio profundo a Mark y a mí para luego dirigirse al ascensor del edificio.

- Acabo de arruinar tu cita – digo mientras veo como se aleja Lena

- Tranquila, no te preocupes – dice él - mañana lo solucionaré. – me decías que querías a Scrappy, ¿cierto?

- Sí, eso te dije. – pienso un poco en su actitud de ahora, pues pareciese que algo poco agradable le hubiera ocurrido - Perdón, pero ... ¿te encuentras bien? - y pienso que podría estar así por haber arruinado su noche.

- Sí, sí, solo ... estaba pensando en algo, lo siento. – me dice – pero pasa, vamos a ver a Scrappy.

- Graciaaaaasss ... eres el mejor – trato de acercarme a él, pero recuerdo que está semidesnudo, lo cual me hace retroceder, sonrojarme un poco y aclarar mi garganta.

- Vaya, para haberme respondido a cómo lo hiciste antes, no esperaba ese sonrojo de ti – me habla divertido por lo que acaba de ver mientras sonríe de manera muy dulce – pero bueno, ya pasa – me indica mientras abre un poco más la puerta. Ante ello, paso y me acerco hacia donde se encuentra Scrappy. – Dame 2 minutos – agrega – voy a vestirme y salgo – menciona mientras cierra la puerta de su departamento y se dirige a su habitación.

- Vale – le digo a la vez que asiento con la cabeza.

- Bien, ya vuelvo – dice y veo cómo termina de entrar a su habitación.

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