Capítulo 8 No pertenece aquí

Clayton miró fugazmente hacia abajo antes de volverse hacia Yvonne y explicar casualmente: "Sólo es un poco de agua que se me cayó".

Tratando de ocultar sus emociones, ella cruzó instintivamente las piernas y agachó la cabeza.

Louis, siempre escéptico, se dio cuenta de que había algo raro entre los dos, especialmente cuando se percató de que su tío se había volteado a mirar sospechosamente a su exnovia.

Como resultado, su ceño se frunció levemente mientras miraba a Clayton con cautela.

"Oye tío, ¿y cómo es que alguien tan meticuloso como tú terminó con los pantalones mojados?".

Su tono de voz estaba teñido tanto de consternación como de un rastro de miedo, dada la prolongada intimidación que había sufrido por parte de Clayton.

De hecho, si no hubiera sido por la palpable tensión que había entre éste último e Yvonne, Louis no se habría atrevido a cuestionarlo en absoluto

Ciertamente estaba comprometido con Malinda, pero a pesar de eso, seguía viendo a la joven como si fuera de su propiedad.

Clayton, tamborileando los dedos sobre su muslo, respondió con una sonrisa sombría y sarcástica: "¿Y desde cuándo crees tener la autoridad para pedirme explicaciones?".

Sus palabras provocaron un escalofrío en todos los presentes en la mesa.

A medida que la tensión aumentaba entre los dos hombres, Yvonne se encogió en su silla con la esperanza de que nadie la mencionara.

Luego de mirarlos juntos, Louis se puso lívido.

Las mejillas ruborizadas de Yvonne y sus labios brillantes y rojos parecían sugerir que acababa de besar a alguien. Como resultado, imágenes de ella, tal vez en un momento de intimidad con Clayton, pasaron por su mente, un lado que él nunca había presenciado.

Aunque la sangre del joven hervía de rabia, enfrentarse a su tío estaba fuera de discusión.

En lugar de eso, tomó la muñeca de Yvonne, la apretó y gruñó entre dientes: "¿Acaso no tienes vergüenza de...?".

"¿Ya acabaste?", Clayton intervino con firmeza, "¿Así es como nuestra familia te enseñó a tratar a las mujeres? ¿No aprendiste nada de tus años en el extranjero? Quizás disfrutaste de un estilo de vida demasiado liberal donde estuviste".

El impacto de sus palabras fue tan fuerte que Louis y Eric Gibson, el padre de éste, se sintieron humillados.

Sin embargo, con Clayton al mando del negocio, la influencia de este último estaba llegando a su fin. De hecho, el joven lo había excluido de varios proyectos importantes. Si eso continuaba así, toda la gente que lo apoyaba lo abandonarían para ponerse del lado de Clayton.

A pesar de los esfuerzos de Eric para convencer a la junta directiva de aceptar a su hijo en la empresa, si un escándalo involucraba a una mujer, podría costarle su propio puesto.

Apenas conteniendo su furia, Eric miró a Louis y lo reprendió: "¿Cómo puedes dirigirte a tu tío de esa manera? ¡Discúlpate de inmediato!".

"¡Papá!", este apretó la mandíbula y sus ojos, estaba abiertos de par en par por la sorpresa, mientras miraba a su padre.

¿Por qué se disculparía con Clayton? ¿No había sido él quien se metió con Yvonne?

"¿No me oíste?", exigió Eric, provocándole un escalofrío a su hijo.

Sintiéndose intimidado ante la atenta mirada de los invitados reunidos, Louis abrió la boca y dijo: "Lo siento tío, por favor, acepta mis disculpas".

Luego, refunfuñó en un tono casi inaudible: "Sólo espera y un día serás tú quien me ruegue".

Sin otra alternativa, tuvo que tragarse su coraje para superar ese momento vergonzoso.

Con su imponente presencia, Clayton permaneció sentado, convirtiéndose naturalmente en el centro de atención.

Sin inmutarse por los espectadores, soltó una risita y comentó: "Vaya Eric, parece que deberías centrarte más en la disciplina de tu hijo".

Molestos por sus palabras, Eric y Louis apretaron las mandíbulas y lucharon por controlar su ira.

En un esfuerzo por calmar la tensión, Cody señaló a Yvonne y declaró: "¡Eres una vergüenza para la familia Lawson! ¡No hay lugar para ti aquí! ¡Retírate en este mismo instante!".

En su opinión, si ella no hubiera entrado con Clayton, Louis tampoco lo habría ofendido.

¡Se arrepentía tanto de haber criado a una hija como ella!

Yvonne miró al indiferente Louis, luego a Malinda, quien parecía deleitarse con el drama, y finalmente a Stella, la viva imagen de la calma. Sin embargo, no se sintió mal en absoluto.

Después de todo, tal como su padre había señalado, era la celebración de compromiso de su exnovio, por lo que ella no tenía lugar allí.

"Disculpen, necesito volver a trabajar", habiendo dicho eso, Clayton se levantó y se acomodó la chaqueta del traje.

Mientras lo hacía, su manga rozó a Yvonne, haciendo que su celular tocara su espalda descubierta. Por supuesto, el objetivo de esto era la joven mirara el dispositivo.

"Te espero en el estacionamiento en cinco minutos. No me hagas esperar o te arrepentirás".

El escueto mensaje no le dejó a Yvonne otra opción que obedecer.

Incapaz de soportar por más tiempo la mirada penetrante de Louis, ella se puso de pie y anunció: "Papá, me voy a casa".

No obstante, Cody estaba tan inmerso en su conversación con los padres de Louis que ni siquiera la miró.

"Louis y Malinda forman la pareja perfecta, ¿cierto?".