Capítulo 3 3 Recuerdos y Nostalgia

Recuerdos y Nostalgia

Esa mañana , mientras el sol despuntaba tímido entre los cerros , Flor se despertó con una sensación de vacío en el pecho . Aún era temprano y Dylan dormía profundamente en su cuna , con su suave respiración llenando la habitación de paz. Flor se quedó unos segundos contemplándolo , pensando en cómo esa pequeña vida había llegado a cambiar la suya en formas que apenas podía imaginar .

Pero en su corazón, junto a esa inmensa felicidad , también sentía un hueco, una tristeza que, por más que intentara , no conseguía disipar del todo . Su amor, su compañero de vida, su Manuel ya no estaba a su lado .

Se quedó en la cama , abrazando una almohada , mientras una ola de recuerdos la transportaba a aquellos días felices a los comienzos con Manuel , cuando la vida era tan solo ellos dos y un mar de sueños por cumplir .

Recordó su primer encuentro en el liceo, esa chispa especial que había surgido entre ellos . Cómo él , con su eterna sonrisa y esos ojos verdes que parecían iluminar cualquier lugar , la había mirado nervioso aquel primer día . Flor sonrió con nostalgia al recordar cómo él le había pedido prestada una lapicera , claramente solo buscando una excusa para hablarle. Desde entonces, no se habían vuelto a separar .Fueron unos años maravillosos .

A medida que el sol iluminaba la habitación , Flor cerró los ojos y se dejó llevar , como si al hacerlo pudiera volver a esos días .

Recordó cómo , en aquellos años , caminaban juntos por los pasillos del liceo , compartiendo sueños y confidencias .

Manuel solía hablarle de su deseo de ayudar a otros , de convertirse en bombero , de hacer la diferencia en el mundo . Y ella , como quien se descubre a sí misma en las palabras de otro , escuchaba cada sueño , cada anhelo y sentía cómo , poco a poco, sus propios sueños se entrelazaban con los de él.

Los recuerdos la llevaban a ese momento de sus vidas en el que ambos eran tan jóvenes e invencibles .

Cada fin de semana era una aventura , recorriendo el pueblo , caminando junto al río , quedándose hasta tarde solo para ver cómo las estrellas se reflejaban en el agua . Manuel la abrazaba entonces ella sentía que el mundo entero podía detenerse en ese instante .

Se acurrucaba contra su pecho y escuchaba los latidos de su corazón , prometiéndose que , pase lo que pase, nunca se separarían .

Pero, como toda historia de amor , la suya también tuvo sombras. Flor sintió cómo las lágrimas le nublaban la vista al recordar la pérdida de los padres de Manuel . Era apenas un muchacho de dieciocho años y la tragedia había cambiado su vida para siempre . Aun así, Manuel nunca se dejó vencer,siempre un luchador .

Luchó y se aferró a su sueño de ser bombero, como una promesa de vida que le daba fuerzas para seguir adelante .

Flor fue su sostén en esos días oscuros y juntos aprendieron a ser más fuertes , a sostenerse uno al otro .

Mientras sus dedos jugueteaban inconscientemente con el borde de la manta , Flor recordó la primera vez que compartieron su sueño de formar una familia .

Después de una de sus salidas al río , Manuel la había abrazado más fuerte de lo habitual y le dijo , casi en un susurro: "Un día , Flor, me gustaría que este lugar fuera nuestro hogar , que tengamos a nuestros hijos corriendo por aquí . Quiero envejecer a tu lado , ver crecer a nuestra familia". Esas palabras quedaron grabadas en su corazón , y aunque la vida les había puesto muchos obstáculos , ambos sabían que querían construir un futuro juntos .

Cuando Manuel finalmente se convirtió en bombero y ella en maestra , decidieron mudarse al pequeño pueblo . Era un lugar sencillo, tranquilo, pero lleno de calidez . Allí encontraron el hogar que tanto anhelaron , un rincón del mundo que parecía hecho a su medida .

Flor comenzó a enseñar en la escuela , rodeada de niños que pronto se convirtieron en sus "pequeños", mientras Manuel , con su entrega y valentía , se ganaba el respeto de todo el pueblo . Ella recordaba cómo se sentía cada vez que él partía hacia el cuartel , con esa mezcla de orgullo y preocupación que nunca desaparecía . Cada vez que se iba , no sabía si volvía así era siempre.

Sabía que él amaba lo que hacía , y aunque entendía que el peligro formaba parte de su vocación , no podía evitar desear que volviera a salvo cada vez.

El llanto suave de Dylan la devolvió al presente y Flor se levantó con lentitud, acunando a su hijo entre sus brazos . Al mirarlo , sintió cómo el amor y la tristeza se entrelazaban en su corazón.

Veía en los ojos de Dylan destellos de Manuel , esos mismos ojos verdes llenos de vida que la habían cautivado desde el primer día .

Se permitió sonreír, aunque fuera una sonrisa teñida de dolor , porque sabía que en cada gesto, en cada mirada, Manuel seguiría vivo a través de Dylan .

-Tu papá era un hombre increíble, Dylan" le susurró mientras lo balanceaba suavemente "Era valiente, generoso y tenía un corazón enorme. Sé que desde donde esté, él nos cuida y nos ama, y nos recuerda cada día que tenemos que seguir adelante-.

Y así , Flor se quedó un rato más , acunando a su hijo , recordando cada momento compartido con Manuel, cada promesa , cada sacrificio , cada palabra . Sabía que debía ser fuerte , que ahora tenía a Dylan y que él era el motivo para seguir adelante .

Sin embargo, en esos momentos de soledad , cuando el silencio llenaba la casa, se permitía llorar por el amor de su vida , por el hombre que le había enseñado el verdadero significado de amar y a quien siempre llevaría en su corazón .

            
            

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