Capítulo 2 Amor de primavera

Sentada en la cama de la habitación del hotel, Harmonie divagaba sobre si lo que me encontraba a punto de hacer estaba bien. Mi novio salió del baño sosteniendo una toalla en su cintura dejando ver su esbelto cuerpo, las luces de la habitación eran tenues, pero nuestros ojos brillaban como chispas de fuegos pirotécnicos, tiernamente se acercó a mí y sosteniendo mi mano manifestó;

-Sabes que aún puedo esperar, te amo y no quiero perderte. Decidí no prometerte la luna, ni la vida perfecta, porque no quería convertirme en un mentiroso, quiero que nuestra relación sea tan bella como las rosas y tan preciosa como las pequeñas cosas, que hacen de la vida maravillosa.

Conozco a Sebastián, desde hace algun tiempo nos conocimos en la universidad, ambos estábamos en nuestro último año realizando las prácticas profesionales, fui asignada al hospital esprit al área de salud mental donde estaban las secciones de psicología y psiquiatría. Sebastián ya había pasado por los demás departamentos hasta que fue trasladado a la misma área donde yo me encontraba, lo nuestro no fue amor a primera vista como muchas de las personas expresan, algunas veces nos topábamos el uno con el otro, pero después de un vago saludo seguíamos nuestros caminos.

En ese tiempo estábamos completamente ocupados, y enfocados en las metas que queríamos lograr en el futuro. No había tiempo que perder, rondábamos los veinte, éramos jóvenes, pero por eso mismo debíamos trabajar duro.

-... ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? Pareces distraída, menciono aquel chico de cabello negro azulado y ojos cafés que observaba mi rostro con preocupación.

-Estoy bien, no pasa nada, tan solo recordaba el pasado, antes no solías ser tan guapo como lo eres ahora. Sonreí burlándome de su cara de desconcierto. Después comencé a jugar con su cabello y mencioné;

-¿Qué pasa, no piensas hacer nada? Te estoy esperando. Él, acercándose más, susurro a mi oído

-... te amo... nuestros labios se encontraron y el beso se prolongó por unos minutos hasta que su boca poco a poco se deslizo a mi cuello, a mi pecho, y continuaba bajando cada vez más

-Esta no es tu primera vez, ¿cierto? Exclame con voz baja, el joven levanto su cabeza y dijo;

- 'no, no lo es' y lamento que no lo sea. Inclino su cabeza mientras pregunto suavemente

- ¿puedo seguir?

A veces desearía que no fuera tan honesto, pensé, para mis adentros y critique

-Sabes que apagas el ambiente, no tenías que responder, no me interesa si no es tu primera ves, porque estoy confiando en ti Sebastián, hable con seguridad.

Esa noche el beso cada parte de mi cuerpo de manera tan delicada como si de un jarrón de vidrio se tratara, nunca había visto su rostro tan sonrojado como aquella vez y el sudor que emanaba de su cuerpo era tan visible a pesar de la oscuridad, parecía incluso estar sufriendo y sé que era la responsable de eso. Era mi primera vez y estaba un tanto nerviosa, por eso, él se contuvo tanto como pudo, cuando mi cuerpo y el de él se unieron sentí un dolor bastante profundo, en verdad dolía, pero sé con seguridad que esa noche no fui la única que paso por un momento difícil, el solo recordar su cara ahora, me hace reír con bastante intensidad, aunque ya hayan pasado dos años de ese momento.

Año 2021

-... Ana despierta, Ana... un sonido casi imperceptible, se filtraba por mis oídos, era Sebastián que vestía un traje bastante elegante

-Humm ¿Qué sucede? Hoy es domingo, ¿a dónde vas? Hable un poco enojada.

-Te dije que tenía un almuerzo con mi jefe y compañeros de trabajo, tenemos un caso bastante importante de un paciente con una enfermedad bastante rara, así que después de la comida nos reuniremos en el hospital para discutir el proceso y tratamiento a seguir con esta persona. Debo marcharme, llámame en cuanto llegues a tu casa.

Mientras decía esto, beso mi mejilla y se marchó, al verlo alejarse, solo conteste somnolienta;

- De acuerdo, ten cuidado. Dos horas más tarde me levante de la cama, me fui al baño y tome una ducha, algunas veces iba a quedarme en la casa de mi novio, en otras ocasiones era el quien llegaba a mi casa.

Aunque era domingo debía regresar temprano, pues tenía que organizar algunas cosas de mi trabajo, Sebastián trabaja en el hospital universitario Meridis y yo en la clínica Sincox mente. A decir verdad queríamos vivir juntos, pero las complicaciones de su trabajo y el mío realmente no eran algo que lo permitieran. Contantemente estamos ocupados, incluso cuando nos encontramos él recibe llamadas del hospital y tiene que marcharse.

Eso es algo que comprendo, porque en ocasiones cuando el personal no es suficiente en la clínica, recibo llamadas de urgencia, los pacientes con enfermedades mentales suelen lastimarse ellos mismo con frecuencia y durante la noche la clínica es visitada por familiares que traen a pacientes en estados psicóticos, o alterados con una gran confusión mental, y claramente necesitan ser intervenidos rápidamente antes que la situación se complique.

Esto es un escenario bastante común en nuestro campo. Ante esto decidimos rendirnos por el momento, de igual manera si viviéramos juntos, el tiempo que compartiéramos sería aproximadamente el mismo. A pesar de eso nuestra relación es estable y usual como cualquier otra, también solemos discutir, pero nuestros conflictos no han sido tan estremecedores y complicados. Él es bastante tranquilo y considero que mi carácter también lo es, la gente que nos rodea suelen burlarse de nosotros, nos llaman la pareja tortuga por nuestras personalidades, cuando nos reunimos con nuestros amigos suelen decir que les gustaría vernos enojados aunque sea una vez, aunque es un poco incómodo tanto Sebastián como yo solo nos limitamos a sonreír.

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"En esa epoca realmente pense que nuestra relación duraria para siempre. A un ahora me arrepiento de entregar mi primera vez tan fácilmente, me traicione a mi misma y abandone mis principios por alguien mas. Aunque muchos esten en desacuerdo y no piensen lo mismo, debi haber esperado para estar con el hasta el matrimonio. El no me obligó, yo acepte, y tome esa decisión. Lo que verdaderamente me duele es que ignore mi voz interna, no me escuche a mi misma."

... Continuará...