Capítulo 10 ¿Así es como se siente el amor

Cada uno de los sirvientes que se encontraban dentro de la habitación contuvieron la respiración, puesto que, estaban completamente seguros de que Eric estallaría en cualquier momento.

No obstante, sucedió algo totalmente diferente.

Él se sonrojó.

Pero no estaba enojado en esa oportunidad, así que, el enrojecimiento de su rostro no se debía a la rabia, sino, a la timidez.

¡El pequeño estaba tímido hasta los huesos! Pues, la lengua de Elise había tocado, sin querer, la punta de sus dedos.

Tal acción le hizo sentir como se le hicieran una descarga eléctrica, lo que lo dejó adormecido por un rato.

Él sentía que su corazón se saldría de su pecho de un momento a otro, además, su rostro se tornó aún más rojo en tanto miraba los brillantes ojos de la chica.

'¡Ay, Dios! ¿Acaso así es cómo se siente el amor?', pensó él.

"¿Te gustaron los rollos de huevo? Deberías comértelos todos".

Rápidamente, el niño retiró su mano, volteó hacia otro lado y se bajó de la silla, entonces, poniendo sus manos detrás de la espalda, se marchó de manera imponente.

Él no se había enojado, no lanzó algo debido a ello, tampoco pidió a alguien que echara a Elise de la casa por su comportamiento tan imprudente y desobediente.

Mientras tanto, los sirvientes permanecieron en absoluto silencio, tan solo miraron a la chica con emociones mezcladas.

¡Ella debe ser un hada o algo por el estilo!

Sin notar los pensamientos de sus compañeros, la chica soltó un suspiro de alivio cuando Eric abandonó la habitación.

Ella también tuvo la sensación de que el chico explotaría en cualquier momento, lo cual era totalmente comprensible, ya que, ella lo obligó a comer algo que a él no le gustaba.

Un momento atrás, cuando el niño se quedó en silencio, un aura fría se había apoderado de él, haciendo que el corazón de la chica se detuviera por un segundo.

Sin embargo, la chica ya se sentía feliz consigo misma y, gracias a su movimiento inteligente, logró acercarse al pequeño también. De repente, la criada irrumpió sus pensamientos señalando los rollos de huevo, al tiempo que preguntaba: "¿Se comerá los rollos de huevo después todo?".

"¡Sí!", exclamó ella, pues, no había comido nada.

Al transcurrir tres minutos, la chica terminó de comer, bajo la mirada incrédula de la criada.

"Gracias. Oye, el padre de Eric debe estar muy ocupado, ¿no es así? Él...". 'Él nunca aparece', se dijo ella.

"¿Y qué es lo que quiere con él? Sea lo que sea, debe dejar de soñar, él está completamente fuera de tu liga. Así que, ni siquiera intente llegar a él a través de Eric".

Antes de que Elise pudiese terminar de formular sus palabras fue interrumpida por la sirvienta, dedicándole una mirada de desprecio, como si la chica tuviera intenciones de seducir al hombre.

Tal afirmación, dejó muda a la mujer. Ella simplemente quería intercambiar algunos pensamientos con él, entonces, ¿por qué la otra la veía como una seductora?

Y, de todos modos, ¿quién era el padre del niño?

"¿El papá de Eric es muy poderoso?", preguntó ella.

En ese instante, los ojos de la criada se iluminaron por completo y, con una expresión de admiración y anhelo, respondió: "Bueno, temo que se sorprenderá mucho cuando le diga de quién se trata".

"Tan solo dímelo, y deja que sea yo quien juzgue eso".

"¡Es Shepherd Li!". Aquella exclamación llena de orgullo ocasionó que la chica se ahogara con el agua.

La criada tenía razón, ella realmente se sorprendió.

Shepherd era el dueño de un poderoso imperio de negocios en City Y, él tenía un pasado lleno de un inmenso misterio y poder. Se rumoraba que su influencia se había propagado hasta la política unos años atrás, iniciando en la ciudad y, luego, se expandió por el resto del país.

Tenía tanto dinero que era capaz de hacer lo que quisiera.

Tan siquiera imaginar a alguien tan poderoso eral algo imposible para Elise. Ella jamás podría ni soñar con tanta riqueza.

Además, existían muchos informes acerca de él en los periódicos, la televisión e internet, no obstante, nadie había podido fotografiar su rostro. Él era todo un misterio.

En ocasiones, ella había escuchado de él por los amigos de Marion, cuando ella estuvo en la familia Chi.

De manera muy vaga, ella podía recordar que las damas se referían a él como un despiadado, brutal y feo demonio.

En ese momento, ella pensó: '¿Eric es su hijo?

¡Dios mío! Entonces, la mamá del chico debe ser increíblemente hermosa, de no ser así, ¿cómo podría un demonio feo como él tener un hijo tan lindo?'.

Al instante, Elise se sintió mal por el pequeño, pues, tener un padre así no parecía ser una agradable experiencia.

'No me extraña que quisiera contratar a una mami.

Puede que yo no le guste a su padre'.