Sensaciones Que No Mueren Con El Tiempo
img img Sensaciones Que No Mueren Con El Tiempo img Capítulo 7 Necesitas leer el manual
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Capítulo 16 Una madre perfectamente calificada img
Capítulo 17 Serás reemplazado img
Capítulo 18 Deja de intimidar a mi mami img
Capítulo 19 ¿Por qué esta mujer sucia sigue aquí img
Capítulo 20 Cierra la boca img
Capítulo 21 Hace cinco años img
Capítulo 22 Debería mantenerse en secreto img
Capítulo 23 Serás tú o tu ropa img
Capítulo 24 El desayuno img
Capítulo 25 Modales en la mesa img
Capítulo 26 El Director img
Capítulo 27 El motivo img
Capítulo 28 ¿Ella quién es img
Capítulo 29 Nunca rechazo las peticiones de Eric img
Capítulo 30 No seas tan codiciosa img
Capítulo 31 Cariñosa como tú, mamá img
Capítulo 32 Una simple sirvienta img
Capítulo 33 ¡No necesitamos tus migajas! img
Capítulo 34 Matar a dos pájaros de un tiro img
Capítulo 35 No me toques con tus manos sucias img
Capítulo 36 No tienes derecho img
Capítulo 37 No me dejes img
Capítulo 38 Doble intención img
Capítulo 39 No es asunto tuyo img
Capítulo 40 Quiero a mami img
Capítulo 41 Temblando de miedo img
Capítulo 42 ¿Eric tiene madre img
Capítulo 43 ¡Quiero a mi mami! img
Capítulo 44 A menos que Shepherd me ruegue img
Capítulo 45 Sólo te importa el dinero img
Capítulo 46 Subestimarla img
Capítulo 47 Déjala quedarse aquí img
Capítulo 48 Una cucharada de su propia medicina img
Capítulo 49 ¿Tiene doble intención img
Capítulo 50 Un día me casaré con él img
Capítulo 51 Regrésate por donde viniste img
Capítulo 52 Un plan malvado img
Capítulo 53 Quiero mantenerla vigilada img
Capítulo 54 Demasiado parecidos img
Capítulo 55 Nunca te voy a dejar img
Capítulo 56 Durmiendo en la misma cama img
Capítulo 57 Una mujer realmente interesante img
Capítulo 58 Una situación incómoda img
Capítulo 59 Ella no quería quedarse img
Capítulo 60 Avena con vegetales img
Capítulo 61 Indigna del desayuno img
Capítulo 62 Quédate img
Capítulo 63 Devuélveme el cheque img
Capítulo 64 Medio año de salario img
Capítulo 65 El auto de lujo img
Capítulo 66 ¿No sabes qué clase de persona soy img
Capítulo 67 Gracias por ayudarme img
Capítulo 68 Trabajo para la familia Li img
Capítulo 69 ¿Cómo nos iremos a casa img
Capítulo 70 Un simple juguete img
Capítulo 71 Cámbiate de ropa img
Capítulo 72 El gusto de un niño de cinco años img
Capítulo 73 Pensando tonterías img
Capítulo 74 No te hagas ilusiones img
Capítulo 75 ¡Siguiente! img
Capítulo 76 Mal gusto img
Capítulo 77 Un vestido lujoso img
Capítulo 78 Patética img
Capítulo 79 Desobediente img
Capítulo 80 No puedes quedarte aquí img
Capítulo 81 Levántate img
Capítulo 82 Lana Yu img
Capítulo 83 Decir la verdad img
Capítulo 84 Sólo es una bastarda img
Capítulo 85 ¿Quién se metió con mi mamá img
Capítulo 86 No quiero ser una niña maleducada img
Capítulo 87 ¿Estás enamorada de Malcolm img
Capítulo 88 Solo una niñera img
Capítulo 89 El primer baile img
Capítulo 90 Intenciones inapropiadas img
Capítulo 91 Quiero bailar con mami img
Capítulo 92 Disminución del coeficiente intelectual img
Capítulo 93 Estás condenado img
Capítulo 94 Competir por el favor img
Capítulo 95 No es un sueño img
Capítulo 96 Dormir juntos img
Capítulo 97 ¿Ella se fue img
Capítulo 98 Una familia de tres img
Capítulo 99 Cierra tus malditos ojos img
Capítulo 100 Ven a casa conmigo img
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Capítulo 7 Necesitas leer el manual

"¡Mami!".

Tal palabra brillo como un rayo, golpeando a Elise en su trayecto, yendo directo a su corazón, y dejándola entumecida por completo.

Cinco años atrás, ella había perdido todas las posibilidades de ser madre y, sin embargo, en ese momento, podía escuchar que la llamaban de aquella manera tan solo por un ridículo contrato.

Entonces, ella sonrió con amargura, al tiempo que se frotaba los ojos y respiraba profundamente, para decir: "Está bien, te ayudare".

Honestamente, elegir la ropa para Eric fue algo bastante sencillo, pues, pese a tener muchas prendas, todas eran del mismo estilo.

Su armario se componía de camisas blancas, trajes azules y moños rojos. El único detalle que se diferenciaba era el estampado.

Mientras revisaba las pertenencias del chico, la mujer comenzó a sospechar que el padre de este no tenía ni la más mínima idea de cómo cuidar a su hijo. De lo contrario, entonces, ¿por qué toda su ropa sería igual? Tal monotonía seguro era para la conveniencia del padre, y no una elección del pequeño. Si un chico tan apuesto como él fuese su hijo, ella le habría comprado todo tipo de atuendos.

"Ric, ¿no tienes otro tipo de ropa?", preguntó ella.

"¿Eh? Mami, ¿te refieres a esa clase de ropa que llaman adorable?", preguntó él, extrañado. "No la necesito, me parece que deberías mejorar tu gusto por ese tipo de cosas", agregó.

Al escucharlo, Elise se sintió impotente debido a ese pensamiento. Y, después de enderezar el moño del niño, ella lo observó detenidamente, por alguna extraña razón, sintió que le parecía bastante familiar.

Se parecía mucho un personaje de dibujos animados.

Entonces, soltó el nombre, sin pensarlo.

"¡El detective Conan!".

Al instante, el ambiente pareció congelarse, en silencio, los sirvientes apartaron la mirada temiendo que Eric enfureciera en cualquier momento. Incluso, retrocedieron de miedo.

El niño despreciaba cuando la gente le decía que se parecí a Conan.

Pese a que aquello era cierto, él no quería escucharlo.

No obstante, sorprendentemente, él tan solo frunció el ceño y respiró profundamente, para después hablar: "Mami, me parece que necesitas leer el manual del empleado. Ángela, llévatela. ¡Y deja que desayuna conmigo dentro de media hora!".

Al dar la orden, una criada salió del grupo de sirvientes inmediatamente, y se llevó a Elise con una cálida sonrisa en sus labios.

"Señorita Ye, este es el manual del empleado. Por favor, léalo cuidadosamente".

"¡Vaya! ¡Es bastante grueso!". Aquel libro era casi tan grueso como el Diccionario Oxford.

Sin embargo, a Angela no parecía importarle el tamaño y, en un tono relajado, le explicó a la mujer: "¡Este es simplemente el primer libro!".

"¿Qué?", exclamó Elise, abriendo el objeto al azar, y notando que las páginas estaban impresas con un tipo de letra muy pequeña. Entonces, se arrepintió de haber firmado el contrato. "Bueno, ¿puedo ver al padre de Ric en algún momento? Debería estar en casa pronto, ¿no es así?", agregó.

"¿Qué es lo que quiere? ¡No sueñe despierta! ¡El señor Li no es alguien a quien se pueda molestar!", le recordó la criada, en tono de advertencia. "Pienso que lo mejor sería que termine de leer el manual lo antes posible, Ya que, si Eric se enoja, todos estaremos en un enorme problema", añadió.

"Yo...", comenzó a hablar la mujer, estando a punto de decir que ella tan solo quería aclarar con el padre del niño el hecho de ser llamada "mami". Ella sentía que siendo solo una niñera, no era adecuado que se le llamaran de esa manera, pues, podría causar malentendidos entre ella y el padre del chico.

No obstante, antes de poder formular sus pensamientos, la criada la interrumpió despiadadamente.

"Le quedan 28 minutos y 40 segundos. Yo me ocuparé de mi trabajo y, dentro de media hora, la llevaré al comedor. No debe hablar de más o, de lo contrario, puede morir sin tener idea de la razón".

Tras aquellas palabras, se fue dejando sola a la mujer para que luchara contra el manual. Esta, mientras más ojeada el pesado libro, más le dolía la cabeza. Ella sentía que el hecho de haber sido contratada por un niño para que fuese su madre, era un trabajo muy poco confiable y arriesgado.

Por otro lado, en la sala, el mayordomo se encontraba hablando por teléfono con Shepherd.

"Señor, Eric contrató hoy como su mamá a una mujer".

"Entiendo", respondió el otro, indiferente.

"Yo me encargué de hacerle una simple investigación. ¿Quiere que le envío su información, señor?".

"No, solo se trata de una compañera de juegos". Su actitud ante aquella información se mantenía casual y, luego, se escuchó el sonido de unos papeles siendo volteados.

El anciano estaba acostumbrado a eso pero, sin embargo, recordó algo del contrato. "Señor, me parece que esta mujer puede tener un motivo oculto".

"Eso será bueno para que él aprenda una lección". Tras ello, hubo un silencio al otro lado del teléfono, el cual hizo entender al mayordomo, así que, finalizó la llamada.

Treinta minutos después, cuando Elise entró al comedor, frunció el ceño ante todo el tipo de platos que estaban puestos sobre la mesa.

            
            

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