Mycalyna - La reina del Este
img img Mycalyna - La reina del Este img Capítulo 6 El nuevo integrante de la escuela
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Capítulo 8 Ofensa img
Capítulo 9 Solo te veo como amigo img
Capítulo 10 Somos amigos img
Capítulo 11 Una profunda conversación img
Capítulo 12 Una muerte dolorosa img
Capítulo 13 No eres mi tipo img
Capítulo 14 Invitación de Jerónimo img
Capítulo 15 Mi primer beso img
Capítulo 16 ¿Qué sucede entre los dos img
Capítulo 17 No tienes nada con él img
Capítulo 18 ¿Salida al cine img
Capítulo 19 No contesto sus llamadas img
Capítulo 20 Otra vez en la clínica img
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Capítulo 6 El nuevo integrante de la escuela

La verdad, desde esa mañana sentí una extraña fuerza, ya me estaba cansando de las actitudes de mis compañeros, de sus insultos. Nunca había sentido rabia, a lo mejor estaba despertando la energía de la reina. Le iba a contestar de nuevo, solo que Jerónimo fue quien lo hizo.

-Dice la verdad.

Me quedé callada, la tonta lo miró indignada con la boca abierta, él se la mantuvo con esa imponencia e indiferencia, con una cínica sonrisa.

» No dijo nada que no sea cierto. Pero... fue un momento entretenido pasar una hora contigo. -¿Qué clase de hombre?- Ya debes irte.

Katrín me miró furibunda, ingresó al cuarto mientras él se quedó en el balcón. La vi salir de su casa en dirección a quién sabe a dónde. Sentí pena ajena, así debe ser una cachetada sin fuerza física. ¡Acaban de acostarse!, uno espera atención de parte del hombre... pero él la desechó como papel arrugado directo a la papelera.

» ¡Gracias! -Le gritó.

Lo miré con la boca abierta, ¡qué patán!, se dio la vuelta y cerró su ventana. Me quedé por unos segundos pensando en esa forma tan... ¿Cómo se le diría a una persona así? Era insensible, descortés, mal educado. ¿Cómo pudo hacerle eso a una mujer?, por muy fácil, al menos la hubiese llevado a su casa. Suspiré. Ingresé al cuarto, busqué pijama para dormir.

Habían pasado tres semanas. El nuevo compañero era muy inteligente a pesar de su indisciplina o de esa forma promiscua en la que vive. Se ha acostado con la mayoría de las mujeres del curso, también tiene afinidad por las mujeres mayores, hasta las profesoras han caído en sus garras. La mayoría de las tardes pasa solo en su habitación.

Era el líder de un grupo de jóvenes rebeldes, los más problemáticos, drogadictos y ruines seres humanos, ahora tenía una pandilla, al menos no he sentido olor a hierbas en el cuarto. Los amigos que lo visitaban no son de la escuela, sus otros amigos eran de muy mal aspecto hablando de energías A leguas se les nota los siniestros. Vestían de manera similar; ropas negras, peinados extravagantes, sin dudas eran pandilleros, sus amigos tenía aspectos satánicos.

No volví a cruzar palabra con él desde aquel percance con Katrín. Ni los buenos días, en clase, seguían con los comentarios de mal gusto e intencionados conmigo. Hasta el momento no había comentado nada, tampoco ha participado en ninguno y se lo agradezco, preferí que me ignorara. Las mujeres, a pesar de ser tomabas para pasar unos pocos días, lo seguían buscando, se conformaban con una miradita de vez en cuando por su parte, eso era tener poca autoestima. Yo no he tenido novio, pero de algo sí estaba segura, soy y seré la única para quien llegue a mi vida, de lo contrario no tendré nada. Además, hay mujeres peleándose por mantenerse a su lado, era una locura. -Lástima sentí por conformarse con tan poco.

Otra de sus costumbres era trepar el techo de su casa, solo para meditar quién sabe en qué, cuando lo miraba en ese estado sentía lástima. Aunque se encuentre rodeado de personas, mujeres abrumándolo, amigos por doquier, era un joven triste tratando de ocultar su verdadera personalidad, en algo nos parecíamos. No sabía cuál era mi interés en observarlo... bueno, lo he analizado por una petición de la abuela quien me sugirió escanear a los seres humanos para sacar un reporte de su personalidad, ya estoy tan acostumbrada y sin querer estudié al vecino. Algo gritaba desde el interior de mi alma que lo protegiera, ha generado en mí la necesidad de cuidarlo.

Lo había analizado por varios días, podían decir que estaba obsesionada, a Jerónimo le pasaba algo diferente, ese era mi sentir. Era como si se perdiera en el firmamento, en ese estado era cuando se deja ver como en verdad era. Un joven triste. Traté de no dejarme ver, sin embargo, su comportamiento era rutinario; subir al techo cada día. No sabía en qué momento realizaba las tareas. Lo decía por su ritmo de vida; si no le hacía el amor a una mujer, estaba por fuera con su grupo o en el techo pensando.

Cerré la ventana, apagué la luz de la habitación. Mañana Sharon pasará la tarde conmigo, tenía tantas cosas por contarle. La abuela no sabe de mis enseñanzas para ella, en un principio Sharon no creyó hasta verme mover un objeto, ahora ella también lo intenta, los mueve solo un poco. Salimos juntas de la escuela. La conversación de camino fue en torno al vecino, le interesaba un poco, pero a él no le gustaban las menores de edad.

-Tiene fama de ser una delicia en la cama.

Me reí, si supiera las veces que había escuchado desde mi cuarto los gritos de sus acompañantes al hacerle el amor.

-¿Quién te mantiene tan informada? -pregunté.

-Solo se habla de él en la escuela, los hombres le tienen rabia, bueno la mayoría, porque se ha acostado con sus novias.

-Devuélvanle los golpes. -Llegamos a la casa.

-Ya lo hizo Andy.

Suspira por ese joven de último curso y compañero de clase. Se ilusiona con todos, pero no ha pasado de un beso.

» Los dos días en que no fue a clase, fue porque lo hospitalizaron dado a la paliza recibida por Jerónimo. -abrí la boca, eso no lo sabía-. La mayoría de los estudiantes le tienen rabia y otros, miedo. -sentí lástima, ¿por qué será un joven problema?

-Debió de pasarle algo en su vida, no encuentro otra explicación para su comportamiento.

-¡Vaya! -Me miró-. Lo has analizado, ¿cierto?

No dejó de mirarme. A nuestra llegada, saludó de abrazo a la abuela, le robó unos bocadillos hechos por ella y nos dirigimos a mi habitación.

-No lo he analizado, solo es evidente. -cerró sus ojos para luego mirarme acusándome con su dedo índice.

-Yelena, Yelena. -Se limpió los dedos con la servilleta, tomó un poco de jugo de fresa-. ¡También te gusta!

-¡No seas tonta! -La empujé, casi derrama el jugo en mi cama-. No tengo interés por él, además es feo.

-¡Feo! -Soltó la carcajada-. Di lo que quieras, pero ese monumento de hombre para nada es feo.

-Tiene aretes... su aura es oscura. -comenté, no era atracción por el vecino, nada más sentía un poco de lástima porque lo he visto muy triste en las noches-. Además, es demasiado promiscuo.

-Debe ser excelente profesor. -hice una mueca y puse mis ojos en blanco-. ¡No tienes remedio! En esa casa entran más mujeres que en una agencia de modelaje, créeme. Todas son esbeltas, modelos y reinas de bellezas. -Ella me miró con los ojos bien abiertos-. Es más, a veces pienso que lo hace con dos al mismo tiempo. -arrugué mi cara.

-¿Qué se sentirá hacer el amor?

            
            

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