La Princesa Perdida: El Renacimiento del Fénix
img img La Princesa Perdida: El Renacimiento del Fénix img Capítulo 9 Una luz brillante en la oscuridad
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Capítulo 16 Ascenso a la fama img
Capítulo 17 Una enfermedad repentina img
Capítulo 18 El plan de la dama Helen img
Capítulo 19 La visita del maestro Wu Na img
Capítulo 20 El lado positivo img
Capítulo 21 Reunión familiar img
Capítulo 22 La princesa ha crecido img
Capítulo 23 El regreso al palacio img
Capítulo 24 Chismes img
Capítulo 25 El gato envenenado img
Capítulo 26 Mala intención img
Capítulo 27 La lucha entre dos titanes img
Capítulo 28 La horquilla con el símbolo del fénix img
Capítulo 29 Una invitación de su hermana img
Capítulo 30 Una trampa img
Capítulo 31 El banquete de la victoria img
Capítulo 32 Otro incidente img
Capítulo 33 El bordado img
Capítulo 34 Ceremonia de mayoría de edad (Primera parte) img
Capítulo 35 La ceremonia de mayoría de edad (Segunda parte) img
Capítulo 36 Príncipe Juan img
Capítulo 37 Enfermedad img
Capítulo 38 La persona detrás de la dama Alice img
Capítulo 39 El doctor recomendado por el príncipe Juan img
Capítulo 40 Alianza img
Capítulo 41 El error de Hannah img
Capítulo 42 El castigo de Hannah img
Capítulo 43 El plan de la emperatriz img
Capítulo 44 La desaparición de Julian img
Capítulo 45 La sirvienta Sophie img
Capítulo 46 Un gambito img
Capítulo 47 Hannah busca ayuda img
Capítulo 48 ¿Embarazada img
Capítulo 49 Seducción img
Capítulo 50 El adulterio expuesto img
Capítulo 51 Hannah recibió un título img
Capítulo 52 El regreso de Joyce al palacio img
Capítulo 53 La dama Helen estaba embarazada img
Capítulo 54 Deja que la emperatriz se encargue de Lady Jin img
Capítulo 55 : Yun Shang está desaparecido img
Capítulo 56 El fracaso de la trama de Hua Jing img
Capítulo 57 Lady Zhao img
Capítulo 58 Las preocupaciones de Hua Jing img
Capítulo 59 Un regalo de Yun Shang img
Capítulo 60 Presentando el regalo en la sala de oración budista img
Capítulo 61 La solicitud de Hua Jing img
Capítulo 62 Adivinación para Lady Zhao img
Capítulo 63 La chica llamada Qian Shui img
Capítulo 64 Un asesinato img
Capítulo 65 El interrogatorio img
Capítulo 66 El secreto que Wang Jinhuan escuchó img
Capítulo 67 La tentación de Hua Jing img
Capítulo 68 Matrimonio organizado por el emperador Ning img
Capítulo 69 La fiesta img
Capítulo 70 Cayendo por la trampa img
Capítulo 71 Contraataca img
Capítulo 72 La emperatriz está embarazada img
Capítulo 73 Antes de la tormenta img
Capítulo 74 Buscando Prueba img
Capítulo 75 Las visitas de Lady Jin img
Capítulo 76 Una advertencia de Lady Ming img
Capítulo 77 El banquete en el palacio Jinxiu img
Capítulo 78 La actuación img
Capítulo 79 El secreto de la emperatriz img
Capítulo 80 Una lección para Lady Shu img
Capítulo 81 Caos en la ceremonia de sacrificio img
Capítulo 82 Resolviendo el Caos img
Capítulo 83 llegando a la frontera img
Capítulo 84 Conspira con el diablo img
Capítulo 85 Una carta secreta de Qingsu img
Capítulo 86 : Llegada repentina de Hua Jing img
Capítulo 87 El fuego en el campamento img
Capítulo 88 El amor inesperado img
Capítulo 89 Contramedidas img
Capítulo 90 El Plan de Despliegue del Ejército Robado img
Capítulo 91 El polvo se asentó img
Capítulo 92 Lady Fu img
Capítulo 93 El gato extraño img
Capítulo 94 : Dejándolo sin resolver img
Capítulo 95 La pesadilla img
Capítulo 96 Las versiones de la verdad img
Capítulo 97 La visita del Príncipe Jing img
Capítulo 98 Matrimonio concedido en la víspera de año nuevo chino img
Capítulo 99 Enmarcado img
Capítulo 100 Rompiendo img
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Capítulo 9 Una luz brillante en la oscuridad

Sorprendida, Joyce rápidamente se puso de pie y se arregló el vestido. A pesar del dolor que sentía, hizo una reverencia forzada hacia la persona que se encontraba en la puerta vistiendo una túnica amarilla. "Padre", lo saludó con simpleza.

El emperador Robert se acercó a una silla en la cual se sentó manteniendo la mirada fija en las tres mujeres que se encontraban en la habitación. Después de una larga pausa, dijo a la emperatriz: "Me has decepcionado mucho. Primero, me reportaste las anormalidades en el comportamiento de Yvonne insinuando que podía estar poseída por algún espíritu maligno. Posteriormente, me pediste traer a un monje taoísta para que llevara a cabo un exorcismo. A pesar de que no creo en la existencia de espíritus ni demonios, me vi obligado a acceder pensando en el bienestar de la niña. Sin embargo, nunca imaginé que le permitirías la entrada al palacio a una persona sin antes haber realizado las diligencias necesarias. Eres la emperatriz Scarlett, la mujer que se convirtió en mi esposa y, no obstante, no eres capaz de manejar una situación tan insignificante de forma correcta. ¿Cómo podría confiar en que continúes al frente del palacio de aquí en adelante?".

Al escuchar la molestia del hombre, Scarlett sintió que un estremecimiento subía por su espalda, por lo cual inmediatamente se arrodilló frente a él colocando su frente en el piso. "Lo siento mucho, Su Majestad. Todo esto ha sido culpa mía".

De pronto, la mujer escuchó la voz de Yvonne provenir desde sus espaldas, mientras decía en un tono dulce y afectuoso: "Padre, por favor, no culpe a mi madre de lo sucedido. Todo lo que hizo fue pensando en mí. Desgraciadamente, ese supuesto sacerdote era alguien malvado que la engañó lastimando incluso también a mi hermana. No podemos permitir que se salga con la suya".

A pesar de ello, Robert no se permitió relajarse. "Una de las sirvientas me comentó que ese hombre incluso se atrevió a dirigir su espada hacia Yvonne. ¿Y si la hubiera lastimado? ¿Y si luego hubiera intentado asesinarme? ¿Cómo pretendes asumir la responsabilidad de tus actos, Scarlett?".

La mujer se inclinó nuevamente frente al emperador a la vez que le decía: "Su Majestad, todo ha sido mi culpa. Nunca debí haber actuado con tal negligencia. Inmediatamente solicitaré una investigación al respecto".

El emperador volteó a verla con indiferencia al mismo tiempo que le decía: "No hay necesidad de hacerlo. El crimen es demasiado obvio. Ya nos hemos encargado de eso. En cuanto a la parodia que se desarrolló en el patio hace un rato, ya le he pedido a la dama Alice que se encargue de investigar el asunto. No tendrás que involucrarte más en esto. Además, la ceremonia de la mayoría de edad de Joyce se llevará a cabo en pocos días. Debes dedicarte por completo a los preparativos. Pero ten mucho cuidado de no volver a cometer más errores como este. La dama Alice se encargará de ayudarte".

Al escuchar esas palabras, la emperatriz sintió que una enorme rabia surgía en su interior, sin embargo, no se atrevió a decir nada al respecto. Por el contrario, dirigió su cabeza nuevamente hacia el piso mientras respondía: "Como usted desee, Su Majestad".

En ese instante, el emperador asintió y luego se puso de pie disponiéndose a abandonar el recinto dejando a la mujer postrada en el piso. Después de un rato, ella finalmente se levantó notando inmediatamente la presencia de Yvonne en un rincón de la habitación. Entonces, con el ceño fruncido, comenzó a estremecerse por la ira a la vez que señalaba a la niña diciendo: "No puedo creer que te comportes de forma tan sofisticada siendo tan joven. ¿Cómo te atreviste a hablar mal de mí frente a mi esposo? ¿Esto es lo que obtengo después de haber sido tan buena contigo tratándote como si fueras mi propia hija durante tantos años?".

Yvonne casi pone los ojos en blanco al escuchar sus palabras. ¿Después de haber sido tan buena con ella? No obstante, decidió contenerse, pues no era el momento adecuado para provocar un rompimiento con la emperatriz. Ante tal panorama, volteó a ver a la mujer con los ojos llorosos. "Madre, pero ¿de qué estás hablando? No entiendo tus palabras. Nunca fue mi intención decirle a mi padre lo sucedido. No sé quién le informó lo que pasó. Yo solamente estaba tomando una siesta en Qingxin Palace cuando mi padre entró acompañado de la dama Alice. Luego ella me tomó en sus brazos tratando de hacerme sentir mejor al mismo tiempo que hablaba de lo asustada que yo debía estar. Después le dirigió numerosas maldiciones a ese sacerdote mientras aseguraba haber notado que todo eso no era más que un engaño. Puesto que aseguraba que ese hombre se había comportado de forma audaz e imprudente. Después de eso, mi padre me preguntó cómo me sentía. Yo le dije que estaba preocupada por Joyce debido a que había sido mordida por un perro. De pronto, se dirigió hacia acá a toda prisa. Creí que deseaba reconfortarlas, por lo tanto, quise acompañarlo".

"La dama Alice". La mirada de la emperatriz se llenó de furia al mismo tiempo que preguntaba: "¿Cómo se atrevió a hacerme algo así? ¿No le es suficiente con ser abiertamente la consorte del emperador? ¿Acaso tiene la intención de reemplazarme por completo?".

Súbitamente, Yvonne sintió la necesidad de sonreír. Ya que nadie parecía estar libre de pecado en el harén del emperador. Aún no había podido olvidar que en su anterior vida la dama Alice la había puesto en contra de Scarlett. Ahora era la misma Yvonne quien se encargaba de añadir más leña al fuego en el palacio. Pues estaba dispuesta a aprovechar cualquier oportunidad para sacar ventaja sobre sus enemigos.

En ese instante, la niña sacó una pequeña botella de jade blanco de su manga con la intención de entregársela a Joyce. "Quiero entregarte esto, hermana. Es medicina preparada personalmente por el médico real. Yo ya la utilicé y funciona muy bien. Ni siquiera me quedó cicatriz de la herida".

"¿Quién necesita ese maldito aceite de serpiente?", gritó la princesa Joyce a la vez que hacía que el frasco con medicina cayera de las manos de Yvonne. En cuanto la niña recibió un golpe en sus extremidades, el frasco cayó al piso rompiéndose en mil pedazos.

De inmediato, Yvonne se agachó con la intención de recoger los pedazos de vidrio con sus dedos. "Hermana, tu herida debe ser muy dolorosa. Cuando yo estaba herida, sentía una gran tortura, por lo que mi ánimo también se tornó amargo. Pero te aseguro que todo va a estar bien. Te lo prometo. Nuestra madre se encargará de traer al mejor doctor de todo el imperio. Te recuperarás después de algunos días".

"Joyce, discúlpate inmediatamente con tu hermana. Solamente estaba intentando ayudarte. Yvonne, ten mucho cuidado. Los pedazos de vidrio tienen mucho filo y podrían penetrar la piel como el papel. Le pediré a los sirvientes que lo limpien. Me siento muy cansada y necesito descansar. Tú debes volver a Qingxin Palace a descansar también. Debes estar muy cansada por lo que sucedió en el patio hace un rato". Súbitamente, la emperatriz volteó a ver con desprecio a la niña, quien seguía inclinada en el piso. A pesar de ello, su voz había sido matizada con un tono amoroso y maternal.

A continuación, Yvonne se puso de pie mientras le hacía una reverencia a la emperatriz. "Cuídate mucho, madre". Luego de salir lentamente de la habitación, se dispuso a abandonar Qiwu Palace de inmediato.

En cuanto Yvonne cerró la puerta a sus espaldas, la princesa Joyce se acercó cuidadosamente hacia la emperatriz con la intención de tomar sus manos. "Madre, es muy evidente que ella está involucrada en todo esto. ¿Por qué decidiste ponerte de su lado?".

A la vez que fruncía el ceño, la emperatriz tomó asiento en una silla con un gesto de cansancio en el rostro. "No, en esta ocasión ella no fue la culpable. Todos estos años ha demostrado ser muy explosiva y poco prudente. Ella no sería capaz de ocultarse tras un plan tan elaborado. Incluso si hubiera estado involucrada en los eventos de hace un momento, seguramente alguien más debió utilizarla. Creo que últimamente he sido demasiado generosa y amable con las concubinas del emperador. Sin embargo, ellas están cometiendo un grave error. Pero yo no permitiré que me consideren en un blanco fácil. Voy a enseñarle una lección a la dama Alice. De esa forma, las demás mujeres que integran el harén del emperador podrán entender quién tiene más poder en este lugar".

"Madre, ¿cómo puedes estar tan segura de que la dama Alice fue la responsable? ¿Cómo pudo haberse enterado de lo que estábamos planeando? Además, Yvonne fue la única persona que resultó ilesa el día de hoy. ¿Cómo explicas eso?". Joyce parecía tener sus dudas acerca de lo sucedido.

No obstante, la emperatriz no pareció escucharla. Pues, por el contrario, comenzó a murmurar para sus adentros: "A pesar de que el emperador me haya prohibido involucrarme en la investigación, buscaré la forma de averiguar lo sucedido y cuando lo descubra, juro que no tendré piedad".

Repentinamente, la mujer se puso de pie y comenzó a llamar a su asistente: "Jane, Jane, Jane".

Posteriormente, la sirvienta principal se inclinó a toda prisa ante su ama con gran diligencia en espera de sus órdenes.

"Necesito que, con gran discreción, hagas venir a todos los sirvientes de Qingxin Palace frente a mí. Me encargaré de investigarlos cuidadosamente hasta llegar al fondo de todo esto".

            
            

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