Mi esposo millonario: Felices para siempre
img img Mi esposo millonario: Felices para siempre img Capítulo 4 Linsey, realmente has cambiado
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Capítulo 6 Ayúdame a bañarme img
Capítulo 7 ¿Puedo usar la cocina img
Capítulo 8 ¿Qué tal está img
Capítulo 9 Lo resolveremos juntos img
Capítulo 10 No estoy acostumbrado al contacto físico img
Capítulo 11 Estoy felizmente casada img
Capítulo 12 ¿Por qué no se enamora de mí, en cambio img
Capítulo 13 Estoy en el lugar equivocado img
Capítulo 14 He oído tu nombre img
Capítulo 15 Cómo ella sabe todo esto img
Capítulo 16 Hacen demasiado ruido img
Capítulo 17 Por qué está dormida aquí img
Capítulo 18 Encontré un trabajo img
Capítulo 19 Collin, ¿qué tienes en los pantalones img
Capítulo 20 Me estás lastimando img
Capítulo 21 Qué pasó anoche img
Capítulo 22 Ella trabajará con nosotros img
Capítulo 23 Necesitas desarrollar tus habilidades img
Capítulo 24 Aprenderé de mis compañeros img
Capítulo 25 ¿Estás bien img
Capítulo 26 Linsey es intrépida img
Capítulo 27 Vine a entregar unos documentos img
Capítulo 28 ¿De qué te ríes img
Capítulo 29 Un mal presagio img
Capítulo 30 ¿Qué compraste img
Capítulo 31 No te hagas ilusiones img
Capítulo 32 ¡Ella es mi novia! img
Capítulo 33 Ella es quien miente img
Capítulo 34 ¿Por qué no estás en casa todavía img
Capítulo 35 ¿Por qué viniste tú mismo img
Capítulo 36 ¿Ya salió Linsey img
Capítulo 37 Anoche no fuiste tan reservada img
Capítulo 38 Desnudarme img
Capítulo 39 Debo haber hecho enojar a Collin img
Capítulo 40 ¿Cuánto escuchaste img
Capítulo 41 ¿De verdad crees que soy tan impredecible img
Capítulo 42 ¿Cómo supiste mi talla img
Capítulo 43 ¡Tómate un trago conmigo! img
Capítulo 44 El matrimonio no es un juego img
Capítulo 45 Has estado distraído toda la noche img
Capítulo 46 Es solo un lisiado img
Capítulo 47 ¿Escuchaste algo img
Capítulo 48 Puedo manejarlo img
Capítulo 49 ¿De verdad estás casada img
Capítulo 50 ¿De qué quieres hablar img
Capítulo 51 Aléjate de mi esposa img
Capítulo 52 Nunca me arrepentiré de mi elección img
Capítulo 53 ¿Por qué me besaste img
Capítulo 54 No lo quiero cerca de Linsey otra vez img
Capítulo 55 Solo sería una amante img
Capítulo 56 No eres digna de conocerlo img
Capítulo 57 No lo tomes personal img
Capítulo 58 Tengo que irme img
Capítulo 59 ¿Consideraría dejarlo ir img
Capítulo 60 Mi esposa merece mucho más que eso img
Capítulo 61 Collin regresó img
Capítulo 62 Quién se preocuparía por mí img
Capítulo 63 ¿Cómo pudiste tirarlo a la basura img
Capítulo 64 Déjame ayudarte con eso img
Capítulo 65 Me dieron ganas de besarte img
Capítulo 66 ¿Qué la trae por aquí img
Capítulo 67 No se ve muy bien img
Capítulo 68 ¿Por qué estás tan nerviosa img
Capítulo 69 ¿Me crees ahora img
Capítulo 70 Esto no es suficiente para mí img
Capítulo 71 Veámonos img
Capítulo 72 Terminé con alguien diferente img
Capítulo 73 Linsey, ¿te volviste loca img
Capítulo 74 Quizás juzgué mal a Collin img
Capítulo 75 Te quiero ahí conmigo img
Capítulo 76 Ya me acostumbré al insomnio img
Capítulo 77 ¿Dónde estás img
Capítulo 78 Estás jugando con fuego img
Capítulo 79 Será mejor que te prepares img
Capítulo 80 Aún no has guardado mi número img
Capítulo 81 El vestido es precioso img
Capítulo 82 No te haré las cosas más difíciles img
Capítulo 83 Debemos ser cautelosos img
Capítulo 84 No les hagas caso img
Capítulo 85 ¡Collin, suéltame! img
Capítulo 86 Siempre has envidiado a Huntley img
Capítulo 87 Mi esposa también puede protegerme img
Capítulo 88 No se saldrán con la suya img
Capítulo 89 Espero no molestar img
Capítulo 90 Es bastante inusual para ti img
Capítulo 91 Trae a tu esposa la próxima vez que vengas img
Capítulo 92 Mi esposo es un hombre ordinario img
Capítulo 93 No tengo otros motivos img
Capítulo 94 Estoy dispuesta a confiar en ti img
Capítulo 95 Hiciste un excelente trabajo img
Capítulo 96 Te extraño img
Capítulo 97 Parece verdaderamente feliz img
Capítulo 98 Por qué me secuestraste img
Capítulo 99 Eres más astuta de lo que pensaba img
Capítulo 100 Nunca me dejarás img
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Capítulo 4 Linsey, realmente has cambiado

Joanna soltó un grito estridente, quedándose momentáneamente congelada por la conmoción de la cachetada.

Después de que se recuperó, se agarró su mejilla afectada y clavó sus ojos, llenos de incredulidad, en su atacante.

"Linsey, ¿cómo te atreves a cachetearme?", escupió, con voz temblorosa por la furia.

"¿Por qué no me atrevería? Tú lo pediste. Querías disculparte, ¿no? Pero una cachetada no basta para calmar mi ira. Quizás una segunda lo haga", respondió la aludida con una sonrisa fría y burlona; su mirada era tan dura como sus palabras.

Acto seguido, volvió a levantar la mano, sin quitarle los ojos de encima a Joanna.

Felix, todavía conmocionado por lo sucedido, finalmente regresó en sí. Se lanzó hacia el frente y empujó a Linsey, mientras gritaba: "¡Suficiente! ¡No te excedas!".

Luego, envolvió sus brazos protectoramente alrededor de Joanna, a quien le murmuró algo para calmarla, en un tono mucho más suave.

Linsey se tambaleó hacia atrás, pero rápidamente recuperó el equilibrio. Su expresión era de indiferencia mientras clavaba su mirada distante, casi clínica, sobre ellos.

"¿Esto es excederse? Felix, ¿estás sordo? Joanna dijo que quería disculparse. Si realmente quería hacerlo, debió quedarse callada y dejar que me desahogara. Lo único que hice fue darle una cachetada. ¿Cómo es que eso es excederse? Además, lo que hice no es nada comparado con lo que ustedes me han hecho", replicó la acusada, con la voz llena de sarcasmo.

Instantes después, con una mirada llena de amargura, agregó: "Ustedes dos no son más que unos tramposos despreciables. El día que todo salga a la luz, ¿creen que alguien creerá alguna palabra que digan?".

Él se quedó paralizado, aturdido por el aluvión de acusaciones. Abrió la boca para defenderse, pero no le pasó nada por la mente.

Siguió abrazando a Joanna, rodeándola con su brazo de manera protectora; mientras miraba con los ojos entrecerrados a Linsey, su frustración crecía.

"Aunque Joanna dijo que quería disculparse, esa no era razón para que la cachetearas. Una disculpa es solo eso: una disculpa. Además, las cosas no se solucionan con violencia; ¡estás actuando como un animal salvaje!", declaró con molestia, tras un largo y tenso silencio.

Linsey ladeó ligeramente la cabeza y curvó los labios en una sonrisa helada. Luego hizo girar su muñeca, en un gesto brusco y deliberado. "Lo tomaré como un cumplido", respondió con frialdad, mirándolo directamente a los ojos. "Ya que piensas tan bien de mí, ¿debería abofetearla unas cuantas veces más para estar a la altura de tus halagos?".

Felix se quedó boquiabierto; su respuesta burlona lo había tomado por sorpresa. Por un momento, se preguntó si la mujer que tenía frente a él era la que alguna vez conoció.

Joanna, igualmente aturdida, observó a Linsey con incredulidad, mientras su mente luchaba por procesar lo sucedido. Se había burlado de ella en innumerables ocasiones, pero... este caso era diferente. Su rival nunca había contraatacado de esa manera. ¿Finalmente estaba perdiendo el control?

La tensión en la habitación aumentó y, de repente, la percepción que tenía Joanna sobre el asunto cambió; su intuición le decía que algo no andaba bien.

¿Y si Linsey estaba haciendo eso a propósito para llamar la atención de Felix?

Llena de ansiedad, volteó a ver al hombre, solo para encontrarlo completamente absorto en esta; la miraba con tanta intensidad que se sintió celosa.

Joanna había hecho grandes esfuerzos para alejarlo de esa mujer, así que no permitiría que lo recuperara.

Con el pánico extendiéndose por su pecho, jaló del brazo a Felix para atraerlo hacia ella y pronunció con calculada dulzura: "No digas eso. Lo más probable es que solo esté molesta. Y a mí no me importa que me haga lo que quiera, con tal de que se le pase el enojo con nosotros".

Felix inmediatamente empatizó con Joanna, cuyas palabras hicieron que el enojo que sentía por Linsey aumentara.

"Realmente has cambiado", dijo con un tono de decepción. "La Linsey que yo conozco nunca habría actuado así. Si insistes con esa actitud...".

"¡Por supuesto que he cambiado! ¡De hecho, creo que antes estaba loca para soportarte tanto! ¡Pero ya no más! ¡Ahora soy más sabia y me doy cuenta de que solo una idiota seguiría humillándose como yo lo hice! Felix, déjame dejar algo muy claro: terminamos. ¡Lo nuestro se acabó!", lo interrumpió ella, con una voz aguda y mordaz, antes de que él pudiera terminar.

Y, sin decir otra palabra, agarró su maleta y se dio la vuelta, con rostro inexpresivo.

Felix se quedó congelado; había sentido esas firmes palabras como un puñetazo. Esa era la primera vez que la veía actuando de esa forma.

Mientras la veía salir del departamento, arrastrando su maleta tras ella, una abrumadora sensación de pánico, tan intensa que comenzó a sofocarlo, se instaló en su pecho.

Por razones que no podía comprender, un pesado sentimiento se extendió por su ser: sentía que una parte importante de su vida se le escapaba de los dedos.

"¡Linsey!", gritó con desesperación, moviéndose instintivamente como si quisiera detenerla.

Joanna abrió mucho los ojos por el shock, pues nunca se imaginó que Felix reaccionaría de esa manera. Sin pensarlo, se agarró la mejilla afectada y soltó con melodramático sollozo: "Felix, mi cara... Me duele mucho. ¿Crees que está sangrando?".

El otro se paralizó al oír eso y sintió que el corazón se le estrujaba por la angustia. De mala gana, volteó a verla.

Joanna tenía unas tenues líneas rojas en las mejillas, que formaban la huella de una mano, bastante visible, sobre su piel; al verla así, se le rompió el corazón.

"No llores", murmuró, con la voz llena de preocupación. "Te llevaré al hospital para que te receten un ungüento. Todo estará bien".

La mujer sollozó con fuerza; su llanto era casi teatral. Tras un momento de duda, suavizó su voz y expresó en un tono de fingida preocupación: "Linsey realmente se fue... Tal vez deberías ir tras ella, en lugar de preocuparte por mí. Yo estaré bien".

"Linsey se pasó de la raya, así que no la consentiré más. Dejemos que se calme un poco. Estoy seguro de que ella regresará arrastrándose. Y cuando eso pase, haré que se disculpe contigo", respondió Felix, mordiéndose el labio, con una expresión conflictuada.

Joanna, satisfecha, se apoyó en su abrazo y le dijo con dulzura: "Eres tan bueno conmigo".

Ella estaba feliz, pues su plan estaba funcionando perfectamente.

De hecho, se sentía extasiada por dentro ahora que creía que tenía el control de la situación. Linsey era una tonta si creía que podía recuperar a Felix.

Mientras tanto, este último sostenía a Joanna, pero el cariño de la mujer no hizo nada por detener la ansiedad que lo carcomía. En ese momento, una extraña incomodidad se extendía por su pecho.

No sabía por qué se sentía tan inquieto, pero logró reprimir la emoción y, reuniendo toda su paciencia, le dedicó una sonrisa forzada. Sin embargo, su mirada seguía desviándose hacia el punto por el que Linsey había desaparecido.

Sabía que no tenía a dónde ir, así que estaba seguro de que regresaría eventualmente a su lado.

            
            

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