Capítulo 6 Una cita incómoda

Dedicada a mi sobrino, que hoy, 12 de Abril, cumple años. Sé que algún día verás esto. Mis mejores deseos. No crezcas más, Jackie Chan.

Capítulo 6: ❝Una cita incómoda❞

⏤Jamás había tenido una cita ⏤comenté con inquietud y nerviosismo, mientras Karl buscaba en mi armario⏤. ¿Qué se supone que tengo que hacer?

⏤¿No vomitar? ⏤dijo Leonardo, acostado sobre mi cama.

Ambrose estaba más inquieto de lo normal, y le gruñia a Karl, pero tenía problemas más importantes que su celo.

⏤Tranquilízate, estarás bien. Solo evita...

⏤¿Ser un raro? ⏤completé por él⏤. Créeme, jamás lo volveré a ser.

Se giró a verme.

⏤¿Qué quieres decir?

⏤Que eso desapareció.

⏤Traduce.

⏤¡Que voy a cambiar! Y además, ya no las veo...

⏤¿Qué? ¿Cómo? ⏤dio unos pasos adelante, sorprendido, pero Ambrose, que estaba sobre mi regazo, le gruñó.

Acaricié su cabecita para calmarlo.

⏤Ah, pues no sé.. Desaparecieron mis alucinaciones.

⏤Oh, vaya... ⏤negó con la cabeza, y esbozó una gran sonrisa⏤. Bueno, en ese caso, debemos empezar a crear otra reputación para Lucien Benedetti.

Al final me dio unos vaqueros azules, una camiseta de mangas largas color negro, además de cuello de tortuga y una bufanda gris, y una chaqueta marrón.

⏤Ya que no quisiste ir de compras, esto fue lo que pude hacer.

Asentí, todavía nervioso, pero tuve que correr al baño para vomitar.

⏤Eh, sí, también evita hacer eso durante la cita.

⏤Gracias... ⏤dije mientras alzaba mi dedo pulgar, segundos antes de volver a vomitar.

Después de un rato Karl se fue, pero me hizo prometer contarle todo cuando la cita terminara. Leonardo dijo que estaría conmigo para ayudarme, a pesar de que hacía años que no tenía una cita. Era un buen hombre, y aunque fuéramos totalmente diferentes hacíamos un gran equipo, aunque faltase Jace.

⏤Recuerda; no rayes mi auto ⏤me pidió mi padre, todavía sosteniendo las llaves.

⏤No lo haré.

Esbozó una media sonrisa sin mostrar los dientes, mientras me daba las llames, y luego puso una mano en mi hombro. La sonrisa hizo que se acentuaran más las arrugas.

⏤Suerte, hijo.

Sonreí.

⏤Gracias, padre... ¡Te quiero! ⏤le grité cuando me iba.

Me estacione frente a la casa de Natalie, bajé del auto, cargando un ramo de flores, y toqué su puerta. Una niña japonesa, tal vez de unos 10 años, me abrió la puerta. Sus ojos se abrieron con asombro, que tuve que mirar atrás creyendo que había visto algo.

⏤¿Quién eres? ⏤me preguntó.

⏤Ah, Lucien, vengo por Natalie.

Relajó su rostro.

⏤Ja, te imaginaba diferente ⏤ladeó la cabeza, entornando los ojos⏤. Pero tienes sus ojos, esa aura azul, preciosa, que los caracteriza a ustedes los...

⏤Diana, no lo estés molestando ⏤de repente Natalie apareció, interrumpiendo la extraña conversación.

Usaba un vestido amarillo, con una chaqueta de mezclilla. Se veía preciosa, como siempre.

⏤Natalie ⏤la saludé con ánimo⏤. Te vez bien.

Ella me devolvió el saludo con una sonrisa.

⏤Gracias, igual tú.

La tal Diana hizo una mueca de asco, y Natalie la miró.

⏤La niñera vendrá en un minuto. Hazle caso, y por favor no hagas que tenga un ataque al corazón, que esta por irse.

⏤Sí, sí ⏤hizo un gesto con la mano.

⏤Cierra la puerta.

Asintió la niña y la cerró.

⏤Es para ti⏤le di el ramo.

⏤No debiste. Gracias. Hacía tiempo que no me daban flores.

⏤¿Por qué? ⏤no pude evitar sonar un poco sorprendido, y es que siempre había un chico atrás de ella.

Le abrí la puerta del copiloto.

⏤La mayoría de chicos solo me dedican sus goles, o nada ⏤continuó cuando estuve dentro⏤. El único hombre que siempre me daba flores era mi padre.

Noté nostalgia y tristeza en su mirada.

⏤Siempre que algún niño me molestaba, y terminaba llorando, mi madre me llevaba a la playa. Decía que éramos uno con el mar, que siempre podía ir y encontrar mi camino cuando lo perdiera.

⏤Suena a que era una mujer sabia.

⏤Lo era. Lo es ⏤esboce una sonrisa nostálgica⏤. Me llamaba luciérnaga, ni siquiera sabía porqué, tal vez era por mi nombre, no lo sé...

Mientras veíamos la película Leonardo no paraba de decirme qué hacer:

⏤Según la televisión, tienes que rodear su hombro con tu brazo ⏤comentó, detrás de nosotros⏤. Hazlo, no seas tímido.

Tragué saliva, todavía un poco nervioso.

⏤Hay algún fantasma aquí, ¿cierto? ⏤preguntó Natalie de pronto.

Di un respingo, y es que estaba apunto de hacerlo.

⏤Sí...

⏤¿Jace?

⏤No, él se quedó en París cuidando a su hermana.

⏤Ah, cierto, lo había olvidado.

⏤¿Ese es Lucien Benedetti? ⏤preguntó alguien detrás de mí.

Cuando miré vi que era una chica como de nuestra edad. Demasiado colorida para mí gusto. Estaba disfrazada como de algún personaje de anime, pero había sangre en su ropa.

⏤Sí, ¿por? ⏤le preguntó Leonardo.

⏤Lo imaginaba diferente, pero es muy lindo...

⏤Hey, qué está en una cita ⏤señaló a Natalie.

⏤¿En serio? ⏤frunció el ceño⏤ pero no está rodeando su hombro con su brazo.

⏤¡Lo sabía! ⏤exclamó Leonardo.

Cielos, qué orgulloso...

⏤¿Qué sucede? ⏤me preguntó Natalie.

La miré.

⏤Ah, nada, solo son dos fantasmas.

⏤¿Qué? ¿Esa humana sabe que Lucien Benedetti puede ver fantasmas?

⏤Debe ser fastidioso no poder decirles que guarden silencio, ya que todos te verían raro.

⏤Un poco.

⏤¡Hey! ⏤se quejó la chica⏤. Puedo guardar silencio.

⏤Entonces hazlo ⏤le dijo Leonardo⏤. Estamos en la mitad de algo, ¿sabes?

⏤Me suena a manada.. Ella no puede verte ni oírte, genio.

⏤Pero Lucien sí, y eso es suficiente.

⏤Ay, qué tierno.

⏤No me refiero a eso, Rosita fresita, sino a que lo estoy ayudando en su cita.

⏤En primera; mi nombre es Wanda, y estoy disfrazada como Mitsuri Kanroji. En segunda; ¡¿en qué lo ayudaría un viejo mequetrefe que ha estado muerto hace siglos?!

⏤¡Respeta a tus mayores, niña!

⏤Rispiti i ti miyiris... Mira esa barba, está como para ser el viejo ese de los anillos.

Reprimi las risas.

⏤¿El qué?

⏤Ah, lo olvidaba, moriste antes de que se creara.

⏤¿Ahora qué pasa? ⏤me preguntó Natalie de pronto ante mi cara roja por reprimir las risas.

Me incliné hacia ella para susurrar:

⏤Los niños están peleando ⏤me burle.

⏤¿Acaso tengo cara de niño?

⏤Mmm, no, pero si de mono con síndrome de down.

⏤Permiso para golpear a esta mocosa irrespetuosa ⏤dijo Leonardo con molestia.

⏤Mira, ya no estamos en esos tiempos donde podías golpear a las mujeres sin ir a prisión, así que mantén esas manos quietas, viejo.

⏤¿O qué, rosita fresita?

⏤O te mandaré devuelta a la tumba ⏤dije esta vez yo, serio. No quería que se atrevieran a pelear, justo ahí.

Suspiró con hastío.

⏤Bien, me calmo.

⏤Vaya, Lucien, no sabía que eras todo un caballero ⏤expresó Wanda, con los brazos recargados sobre el asiento de mi lado, muy cerca de mí. Su escote era exagerado, en especial porque tenía mucho busto, pero no me fijé demasiado en ello sino en sus ojos, los cuales transmitían dolor, desesperación...

⏤Ah... ⏤intenté hablar, pero Leonardo me interrumpió:

⏤Deja de coquetearle, te recuerdo que está en una cita.

Me guiño el ojo y volvió a su asiento.

Negué con la cabeza y volví mi atención a la chica importante.

⏤Lo siento ⏤me disculpe con Natalie⏤. Ya se calmaron.

Después de la cita fuimos a por unos batidos. Antes de entrar Leonardo se quedó afuera con Wanda.

⏤¡Quita tus manos de mí, viejo mequetrefe! ⏤la oí gritar.

⏤¡Están en una cita, no puedes ir con ellos!

Me sorprendió la poca paciencia que tenía Leonardo, y es que parecía un hombre pasivo.

⏤Lo siento por lo de esta noche, no creí que otro apareciera ⏤decía mientras movía mi popote del batido de chocolate.

⏤No te disculpes, no hiciste nada malo. Aunque, me hubiera gustado saber qué decían, y el porqué estabas como un tomate.

⏤Bueno, una chica hizo que la paciencia de Leonardo llegara a su límite.

⏤¿El pintor? ¿Por qué?

Le conté lo sucedido, y terminamos riéndonos.

⏤Me divertí, en serio ⏤manifestó cuando estuvimos frente a su casa, ya afuera del auto.

⏤Yo también.

Nos quedamos en silencio un momento, donde oí a Wanda decirle a Leonardo: ¿va a besarla? Pero no lo hice. Mis manos estaban sudorosas del nerviosismo, que apenas podía hablar.

De forma inesperada, Natalie depósito un beso en mi mejilla.

⏤Descansa, Lucien.

⏤D-descansa, Natalie.

Ya a unos pocos centímetros de su puerta, me dijo:

⏤¡Envíale mis saludos a Jace!

Y desapareció. Solté una gran exhalación, sintiendo mi cuerpecito temblar, pero feliz.

⏤¿Quién es Jace?

⏤Otro fantasma ⏤respondió Leonardo⏤. Es igual de insoportable que tú.

Encendí el auto y nos fuimos, pero mientras conducía...

⏤Por cierto, Wanda, ¿a qué viniste? ¿Cómo me encontraste?

De forma rápida y fantasmal, se paso al asiento del copiloto. Su falda al igual que su escote eran exageradamente cortos, no dejaba mucho a la imaginación, pero me llamaba más la atención la sangre que tenía en ella.

⏤Eres popular entre los muertos, en especial porque los ayudas. Por eso vine, porque necesito tu ayuda..también porque quería conocerte...

⏤¿Puedo preguntarte algo?

⏤Lo que quieras ⏤asintió de inmediato.

⏤¿Por qué tienes sangre en tu ropa? ¿Era tuya?

Abrió más los ojos.

⏤¿Sangre?

⏤No tiene nada, Lucien.

⏤¿Qué? Por supuesto que tiene sangre, mira ⏤señalé su pecho, donde había más.

Wanda miró a otro lado.

⏤¿Wanda?...

⏤Una noche, en una fiesta de Halloween, salí a la terraza para fumar un cigarrillo, y minutos después apareció un ex, uno bastante loco, demasiado para mi gusto ⏤explicó, todavía mirando por la ventana⏤. Le pedí que me dejara sola, ya que me daba asco con solo verlo, pero por supuesto que no hizo caso: Comenzamos a discutir hasta que llegó a los golpes, donde en algún momento estuvimos demasiado cerca de la orilla..y ¡pum! En un mal movimiento me resbale y caí, justo sobre uno de los palos de alguna estúpida construcción...

⏤¿Y quieres que tu ex pague o qué? ⏤preguntó Leonardo.

Le lancé una mirada asesina, después miré a Wanda.

⏤Lo lamento, Wanda.

Me miró, y esbozó una media sonrisa, luego me asaltó con un abrazo. Por suerte estaba el semáforo en rojo.

⏤Eres tan gentil, Lucien Benedetti, que irradias una luz cálida, como una...

⏤Luciérnaga ⏤completé, confundido.

⏤¿Qué pasa?

Parpadeé varias veces, ahora mirándola. Me miraba desde abajo, y es que era mucho mas alto que ella. Además de que me estaba abrazando la cintura.

Tragué el nudo que se había formado en mi garganta.

⏤Nada... ⏤me rasque la nuca, notando que un hombre me estaba viendo con rareza.

⏤Su madre lo llamaba así, tontita.

Wanda me soltó con rapidez.

⏤Lo siento, debe ser un tema delicado para ti.

⏤Está bien, logré verla otra vez siquiera.

Ya en casa, Wanda no paraba de hablar, o seguirme... De verdad, casi entraba al baño conmigo sino fuera porque Leonardo la detuvo.

⏤Basta, mujer, Lucien tiene que dormir o muere ⏤le decía mientras yo me recostaba en la cama, listo para irme a dormir.

⏤Oh, cierto. ¡Descansa, Lucien!

Después de eso desaparecieron, y yo me quedé dormido casi al instante.

¿Qué será lo que quiso decir la hermana de Natalie?...

Narrador omnisciente.

El primer pensamiento de Wanda al ver a Lucien fue: amor a primera vista. Y es que la principal razón por la que ella lo buscaba fue porque quería volver a sentir el amor, y ser salvada por un héroe y no por el peor villano, como sucedió cuando aun vivía.

«Mi alma anhela a una luciérnaga como tú, Lucien Benedetti, a alguien que pueda salvarme de ésta oscuridad, de éste dolor. Solo tú puedes lograrlo. Sálvame, Lucien, sálvame, sé mi luciérnaga...» eso pensaba mientras lo veía conducir y horas antes de conocerlo.

Ahora, viéndolo dormir, solo pensaba en lo lindo y tranquilo que se veía, ya que cuando estaba despierto se sentía una angustia y dolor emanar de su ser, que se esmeraba en ocultar.

«Tranquilo, mi luciérnaga, te curaré ese dolor. Ya verás...»

Narra Lucien.

Al día siguiente lo primero que vi fue el rostro de Wanda. Rara...

⏤¡Buenos días, bello durmiente!

⏤Buenos días... ⏤dije con incomodidad y extrañeza.

Miré alrededor, notando que Leonardo no estaba.

⏤¿Qué harás hoy? ⏤me preguntó mientras revisaba mi móvil, percatándome que tenía 10 mensajes de Karl de la noche anterior.

⏤Ir a la escuela ⏤contesté mientras le respondía a mi amigo.

Lucien: Perdón, tuve una larga noche, solo quería dormir. Te cuento todo en la escuela.

⏤Qué aburrido. ¿Y si faltas hoy y hacemos algo divertido?

Karl respondió:

Karl Müller: ¿Larga noche? ¿Qué hiciste, pillin?

Adjunto el mensaje con una berenjena, una papaya y un signo de pregunta. Qué sucio.

⏤No puedo faltar a clases, Wanda.

Lucien: Definitivamente nada sucio.

⏤¿Por qué no? Solo un día.

La miré.

⏤¿Qué quieres Wanda, de verdad?

Suspiró.

⏤Antes que nada, alguien necesita tu ayuda, un vivo.

⏤¿Para?

⏤Un familiar de un fantasma fue secuestrado, sigue vivo, pero la policía no lo ha encontrado. Son tan inútiles...

Me levanté con rapidez.

⏤¡¿Por qué hasta ahora me lo dices?!

⏤Es que Leonardo me dijo que necesitabas descansar, así que esperé.

Suspire.

⏤Bueno, ¿dónde está la persona secuestrada?

⏤El fantasma esperaba hablar contigo, pero se niega a apartarse de su hermano, así que le dije que te buscaría y te llevaría con él.

⏤Tendrá que ser después de la escuela.

⏤Entonces, ¿lo ayudarás?

Asentí.

Sus ojos brillaron, esbozando una gran sonrisa.

Aunque temía que Kairos me descubriera, pero si algo malo pasaba él lo sabría y vendría antes de que terminase sin cabeza.

⏤¿Se besaron al menos? ⏤me preguntó Karl, ya en clase, mientras yo mezclaba algunos líquidos en un frasco transparente, intentando que nada explotara.

⏤Besó mi mejilla... ⏤susurre como si fuera algo escandaloso.

⏤¿Y?

⏤Nada más.

⏤Agh, bueno, por ahí se empieza... Cambiando de tema, ¿qué harás después de clases?

⏤Tengo otra cita con Natalie ⏤fue lo primero que se me ocurrió.

⏤No es cierto ⏤contradijo Wanda⏤, al menos no los oí hablar de una segunda cita.

⏤¡¿Qué?! ¡¿Una segunda?! ⏤exclamó, llamando la atención de todos, incluyendo la del profesor.

⏤Joven Müller, ¿algo que comparti?

⏤Sí.. ¡Lucien ya no será virgen! ⏤festejó mientras me abrazaba, casi levantándome del suelo.

⏤¡Karl! ⏤lo regañe.

⏤¡Joven Müller!

Un compañero, el que más me molestaba, se hecho a reír.

⏤La única manera en la que Lucien el raro dejé de ser un virgen será cuando ustedes dos follen.

Se río junto con su grupito.

⏤¿Eres virgen? ⏤me preguntó de pronto Wanda, sonando sorprendida.

⏤La única razón por la que no hemos follado es porque los dos somos heteros, así que cállate, niño con daddy issues y con complejo de villano de cuarta.

Esa respuesta, por supuesto, fue de Karl.

Algunos compañeros silbaron, se burlaron.

⏤¿Cómo me dijiste, hijo de mami y papi?

⏤Al menos yo sí tengo padres.

Sino fuera porque el profesor se interpuso, ese bravucón hubiera destrozado a Karl a golpes.

⏤Bueno, ya me cae bien Karl ⏤comentó Wanda detrás de mí, divertida.

Al final llevé a Natalie conmigo a la misión, junto con Leonardo. Ahora, luego de pagarle al taxista, nos encontrábamos frente a un edificio viejo.

⏤¿Es aquí? ⏤me preguntó la castaña.

Miré a Wanda.

⏤Sí ⏤asintió.

⏤Es aquí.

Habían periódicos viejos pegados en una ventana, la cual parecía estar rota. Al entrar un hombre se encontraba tras el mostrador, leyendo una revista. No parecía amigable, y creo que Natalie también lo notó porque me tomó de la mano. Con mi pulgar acaricié su mano, en un gesto de consuelo.

⏤Disculpe, quisiéramos ver a Arthur Rogers.

⏤¿Son policías?

⏤¿Parecemos policías? ⏤inquirí como respuesta.

El hombre resoplo y sacudió su revista, volviendo a leer. Suspire, saqué unos billetes y los puse en el mostrador. El hombre los cogió y lo contó.

⏤Piso dos, habitación 25.

⏤Gracias.

Subimos al elevador, el cual era de rejillas.

⏤Esto da pinta como a una película de terror ⏤comenté mientras salíamos del elevador.

⏤Lucien ⏤me llamaron Natalie y Wanda.

Me giré a verlas.

⏤¿Qué?

⏤Cállate ⏤dijeron al mismo tiempo.

Reprimi la sonrisa.

⏤Lo siento...

Al tipo a quien buscábamos era el hombre que había secuestrado al hermano menor de Ryan Collins, el fantasma. Su hermanito seguía con vida, por ahora.

⏤¿Qué hacemos ahora? ⏤me preguntó Natalie en voz baja, a unos pocos metros de la habitación 25.

⏤Esperar a que Ryan aparezca.

⏤Iré por él ⏤anunció Wanda, para luego cruzar la puerta.

⏤Wanda fue por él.

⏤Por cierto, ¿cuándo fue que ella llegó? ⏤preguntó de pronto Natalie.

⏤Anoche, justo en el cine.

⏤¿Los fantasmas se quedan en tu casa o se van?

Leonardo me dio un codazo. Frunci el ceño, sin entender.

⏤Se van, aunque Jace se quedaba en mi casa ya que no tenía otro lugar a donde ir.

⏤Pero es un fantasma, no necesita una casa.

⏤Pero pueden sentirse solos.

En ese momento Wanda volvió, junto con un chico, tal vez de 12 años.

⏤Wanda volvió con un niño ⏤le avisé⏤. ¿Tú eres Ryan Collins? ⏤le pregunté cuando estuvo frente a mí, agachado hasta llegar a su altura.

Su ropa estaba bañada en sangre, su cara pálida, y un aura gris lo envolvía, una característica fantasmal.

⏤S-sí ⏤respondió con timidez.

⏤Ryan, vamos a ayudarte, pero debes decirnos qué pasó y cómo terminó tu hermano aquí.

Asintió.

⏤Estábamos en el parque jugando, un camión de helados se estacionó enfrente y nos acercamos: Cuando lo hicimos un hombre nos subió y nos llevó lejos, con los ojos vendados. Nos trajo aquí, pero unos meses después me mató porque no dejaba de gritar o intentar escapar.

Miré a Natalie.

⏤Lo secuestro el hombre con un camión de helados cuando jugaban en el parque, y meses después lo mató. Ahora solo queda su hermano.

⏤Lucien, por favor salva a mi hermano. Salva a Steve. No resistirá por mucho.

Puse mis manos en sus hombros.

⏤Lo haremos, lo prometo.

⏤¿En serio lo harás?

⏤En serio.

⏤Lucien...

⏤¿Qué sucede, Natalie?

⏤Creo que oí la voz del niño...

⏤¿Qué?

⏤¿No puede vernos?

Cubrió su boca con asombro.

⏤¡Lo oí preguntar si podía verlos!

Me levanté con rapidez.

⏤Pero, ¿cómo?

⏤No lo sé.

⏤¿Eso es malo o bueno? ⏤preguntó Wanda.

⏤Para que no nos descubran los demás, malo ⏤respondió Leonardo.

⏤¿Los oíste?

⏤No.

Me acerqué a Wanda y toqué su hombro.

⏤Di algo, Wanda.

⏤Roncas cuando duermes, pero igual te ves lindo ⏤lo dijo con una sonrisita.

⏤La oí... ⏤expresó Natalie con asombro⏤. Y qué voz tan chillona.

⏤¿Qué le pasa? ⏤se quejó ella⏤. Lucien, ¿no vas a defenderme?

No le presté atención.

⏤Sorprendente... ⏤murmuré. Luego negué con la cabeza⏤. Bueno, dejemos eso para después. Concentrémonos en salvar al hermano de Ryan.

Ryan nos dijo que Arthur dormía, pero que en una hora despertaría para irse a trabajar. Trabajaba como guardia de seguridad. Y la razón por la que no habíamos llamado a la policía era simple: Arthur sabía cómo esconder personas, así que ningún policía pudo encontrarlos. Tampoco podíamos decirle nosotros porque parecería demasiado sospechoso, y lo último que quería era a la policía tras de mí, o ir al manicomio, o peor; que Cold me encontrase.

Nos quedamos en una habitación, frente a la de Arthur, a esperar que saliera para así nosotros entrar a su depa y sacar a Steve. Ryan se había quedado con su hermano, así que solo estábamos los cuatro: Yo y Natalie sentados sobre la cama, Wanda en la silla del escritorio y Leonardo viendo por la ventana.

⏤Esto es aburridísimo ⏤opinó Wanda, sentada en una silla vieja de manera.

⏤¿Cómo son? ⏤Natalie preguntó de pronto.

La miré. Me había quedado pensando en el misterio de mis habilidades y ese tal Cold.

⏤¿Qué cosa?

⏤Los fantasmas, ¿cómo se ven?

⏤Bueno, para empezar no tocan el suelo, solo frotan, su piel es muy pálida, a veces tienen sangre, la cual, al parecer, solo yo puedo ver.

⏤¿No te dan miedo?

Negué con la cabeza.

⏤Me inquieta que jamás puedan encontrar la paz.

De forma repentina Wanda se lanzó sobre mí.

⏤¿Qué tien...?

⏤Ay, Lucien, no puedo dejar de decir que eres tan lindo y considerado. Eres un Ángel.

Quedé con los brazos alzados, mientras Wanda me abrazaba la cintura con fuerza. Su minifalda se alzó, y Leonardo tuvo que apartar la vista con disgusto. Uhm.

⏤Qué bueno que nadie más puede verla... ⏤murmuró.

⏤¿Te está abrazando?

⏤Síp...

La chica alzó la cabeza, para luego besar mi mejilla, muy cerca de mi boca. Leonardo en ese momento se puso de pie e intentó sacarla de encima de mí.

⏤Dale espacio, mujer. Respeta.

⏤¡Déjame, viejo rabo verde! ⏤exclamó mientras me sujetaba de la sudadera.

⏤¿Está hablando con Leonardo?

Asentí.

Logró tirarla de la cama, y eso enfureció a Wanda porque se puso en posición de pelea.

⏤Hasta aquí, anciano.

⏤Les recuerdo que pueden hacer el desorden que hacen los vivos, así que no peleen.

⏤¡Pero Leonardo no deja de molestar!

⏤¿Yo? Pero si eres tú quien acosa a Lucien.

⏤¡Ja! Mira quién lo dice. ¡Literalmente lo sigues a todas partes, yo acabo de llegar!

Exhale, fue una gran exhalación que sentí las miradas de todos sobre mí.

⏤¿Lucien?...

⏤¿Luciérnaga?...

Alcé la vista con rapidez hacia Wanda.

⏤Ah, perdona, olvidé que no te gusta que alguien más te llame así.

Tragué el nudo que se había formado en mi garganta, y me force a esbozar una sonrisa, a pesar de que aún dolía.

⏤Descuida.

Volvió a sonreír.

⏤Ya pensaré en otro apodo.

⏤Mejor piensa en cómo incomodas a Lucien.

⏤Basta, los dos.

Ya pasada una hora, oímos la puerta de enfrente cerrarse. Nos miramos, esperando a que Ryan apareciera.

⏤Ya pueden salir ⏤nos avisó el niño, con solo la mitad del cuerpo dentro del cuarto.

⏤Vamos.

⏤¿Cómo entraremos? ⏤preguntó Natalie.

⏤Ryan, ya puedes tocar las cosas ⏤le avisó Wanda⏤. Abre la puerta.

El niño entró y la abrió. El cuarto era pequeño, oscuro y algo sucio, con tres puertas; la primera, la cual estaba al lado de la puerta, el armario, los otros dos no sabía cuál era el baño y el dormitorio.

⏤No hay que tocar nada ⏤le dije a Natalie mientras entrábamos⏤, solo sacaremos al niño, tomamos las fotos y le pediré a alguien que las entregue a la policía, para que así Arthur Rogers vaya a prisión.

⏤Vaya, Lucien, deberías ser policía, te verías súper sexy con una pistola.

Leonardo le dio un golpecito detrás de su cabeza.

⏤¡Oye!

⏤¡Chicos, Arthur viene para acá!

⏤Arthur viene ⏤le avisé a Natalie.

Cuando lo dije Natalie tropezó con la escoba, la cual casi tira un cuadro pero alcancé a cogerlo antes de que tocara el suelo.

⏤¿Por qué? ⏤pregunté.

⏤No lo sé, ¡pero deben esconderse!

Ryan cerró la puerta, mientras nos decía dónde podíamos escondernos.

⏤Natalie, ve a esconderte bajo la cama, yo iré al armario.

Se metió con rapidez al cuarto de Arthur, mientras yo iba al armario, el cual apestaba de un olor casi putrefacto.

⏤¿Qué haces? No puede vernos ⏤lo oí decir a Leonardo.

⏤¡Entre en pánico! Nunca había hecho esto.

⏤Bueno, bueno. Ryan, ¿dónde está tu hermano?

En ese momento la puerta de entrada se abrió, y pude verlo gracias a las rejillas del armario. Parecía tener unos cincuenta, caucásico, y tenía la cara de un pervertido, aunque tal vez lo veía así porque sabía lo que escondía.

⏤Está en el closet de su habitación. Duerme ya que le inyecto algo.

El hombre caminaba como si supiera que había alguien más. Después de eso se dirigió al dormitorio. Suplique porque no encontrara a Natalie.

Leonardo metió la cabeza al armario.

⏤¿Qué haremos si los descubren?

⏤No lo sé... ⏤susurre.

Oí que Natalie gritó, y de inmediato salí. Al entrar vi cómo la sujetaba de la coleta de cabello, sacándola de debajo de la cama.

⏤¡Sueltala! ⏤ordené mientras me le lanzaba encima, pero me dio un puñetazo, haciéndome caer. Luego tiró a Natalie a la cama.

Me pasé una mano en la nariz, notando que había salido sangre.

⏤¡Lucien! ⏤gritó Wanda.

⏤¿Quiénes son y por qué entraron?

⏤¡Porque eres un asqueroso hombre que secuestra y mata niños! ⏤escupió Natalie, ahora de pie frente a él⏤ ¡E irás a prisión!

El hombre, hecho furia, se lanzó sobre ella para ahorcarla.

⏤¡No! ¡déjala!

⏤¡Lucien, toma! ⏤Leonardo me lanzó un jarrón, que no dudé en romperlo en la cabeza de Arthur, provocando que cayera al suelo, ahora inconsciente.

⏤¿Estás bien?

Tosio antes de responder, ahora con la cara roja.

⏤Ajá..¿y tú?

⏤Sí...

Me dirigí al armario, y vi al hermano de Ryan atado de manos y pies, inconsciente sobre el suelo de manera. Me puse de rodillas para desatarlo.

⏤Ya estás a salvo...

______

Bueeeeno, decidí cortar el capítulo, así que la segunda parte estará después de esto. Y sí, ya sé que estamos a 13, pero hasta ahora pude terminarlo.

Posdata: Wanda y yo somos simp de Luciérnaga.

⏤Agares Benedetti.

            
            

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