Capítulo 7: ❝Luciérnaga y Maxi❞
Al parecer sacar a un niño traumatizado, medio desnudo, medio herido y medio drogado es más llamativo de lo que pensamos, porque al salir del depa de Arthur una señora grito al vernos, creyendo que lo estábamos secuestrando, pero le expliqué la situación y llamó a la policía. Por supuesto no la detuve, o se vería sospechoso, aunque Natalie sí lo intentó. Uhm.
Ahora, frente a mí, yo con un trapo con hielo sobre mi pómulo, había un oficial haciéndome preguntas difíciles de responder:
⏤¿Cómo lo encontraron?
Intenté no verme nervioso.
⏤Cuando pasamos por ese pasillo oímos gritos, del hombre e infantiles. Después descubrimos que no tenía ni siquiera familia.
⏤La puerta no estaba forzada, como si tuvieras una llave.
⏤Estaba abierta, tal vez por eso volvió.
⏤¿Qué hacías con la señorita Cowen ahí?
⏤No le incumbe.
⏤Si perjudica la vida o futuro de mi sobrina sí.
⏤Carajo... ⏤emitió Leonardo atrás de mí.
Alcé las cejas.
⏤¿Es su sobrina?
En ese momento la puerta se abrió, dejándome ver a Kairos con la cara más seria de lo normal. El oficial lo miró, y una sonrisa amigable se hizo presente. Luego se levantó y le estrechó su mano.
⏤Kairos Penber, cuánto tiempo sin vernos.
⏤Oficial Cowen.
⏤¿Qué hace aquí?
⏤Vengo por un chico entrometido.
Bajé la cabeza, avergonzado.
⏤No es otro de sus hijos perdidos, ¿o sí? ⏤le preguntó en un murmullo.
Alcé la vista, confundido.
⏤No.
Cuando el oficial me dejó salir me lanzó una mirada extraña, como si estuviera dándome una advertencia. Mientras salíamos de la comisaría pude ver a Natalie afuera con sus padres, seguramente discutiendo por mi culpa.
⏤Tienes suerte de que llegaran antes que la prensa.
⏤Definitivamente no está contento ⏤opinó Wanda.
⏤¿No tienes un cierre para esa boca?
⏤No, ¿tú no una máscara?
Una camioneta negra se paró enfrente de nosotros.
⏤¿Tienes hijos? ⏤le pregunté a Kairos.
⏤Tenía ⏤respondió mientras abría la puerta trasera para que entrase.
Decidí no seguir hablando, y entré.
⏤Algún fantasma te envió ahí, ¿cierto?
Miraba a Natalie mientras nos íbamos, y en algún momento también miró atrás. Hubiéramos compartido una mirada si la ventanilla estuviera baja, o no fuera ahumada.
⏤Sí, el hermano mayor del niño ⏤contesté sin mirarlo⏤. Él murió en el departamento de ese hombre horrible.
Él estaba a mi lado, y lo miré cuando sentí su mirada posada sobre mí.
⏤Lucien, sé que quieres ayudar a los fantasmas, o vivos, pero debes tener en cuenta que hay alguien peligroso buscándote. Piensa en ti y en tu familia, especialmente en ti.
Asentí, sin muchos ánimos.
⏤Ánimo ⏤palmeó mi hombro⏤. ¿Tienes hambre? Porque yo sí.
Me encogi de hombros.
⏤¿Te gustan las hamburguesas?
Asentí.
⏤¿Cómo va la escuela? ⏤me preguntó cuando estuvimos en un restaurante.
⏤Regular.
Un chico se acercó para anotar nuestra orden, cuando de pronto reconocí al chico de ojos pequeños, tristes pero sarcásticos.
⏤¿Max? Creí que trabajabas en Las antigüedades de Blanca.
⏤Mira, Wanda, otro chico para que lo acoses ⏤le dijo Leonardo.
⏤Nah.
⏤Sigo trabajando ahí ⏤contestó sin mucho ánimo, ignorando a los fantasmas.
⏤¿Van juntos a la escuela? ⏤preguntó Kairos.
⏤No, nos conocimos cuando necesite su ayuda para contactar a mi madre.
⏤Y jamás volvió a llamar...
Max parecía molesto, pero no tanto conmigo. Lo sentía, era como un superpoder saber/sentir las emociones de otros.
⏤¿Él también nos ve?
⏤Síp.
⏤Nunca contestaste.
Chasqueó la lengua.
⏤Exacto ⏤se dio la vuelta y se fue.
⏤Qué dramático.
⏤Mira quien lo dice...
⏤¡¿Tú qué, cara de adicto al crack?!
Me levanté y fui tras él, decidido a arreglar las cosas, aunque no sabía muy bien qué había hecho.
⏤¡Max, espera! ¡Max!
⏤Joven, ¿puedo ayudarle? ⏤un hombre me interceptó cuando había entrado a la cocina.
⏤Quiero hablar con Max, es urgente.
Max había salido por la puerta de emergencia.
El hombre se hizo a un lado.
⏤Gracias ⏤dije antes de correr.
Al salir lo vi encendiendo un cigarrillo. La luz de la luna nos dio directo a nosotros, creando unas sombras extrañas, y gracias a ello pudimos ver cómo algo parecía moverse alrededor de nuestras sombras, como una especie de humo.
⏤Nunca lo habías visto, ¿cierto? ⏤me preguntó ante mi sorpresa.
⏤No...
⏤Yo las vi cuando tenía diez. Solo nosotros podemos verlas.
Lo miré.
⏤¿Por qué?
Le dio una calada a su cigarrillo antes de responder.
⏤¿Yo qué sé? Tú eres quién debería saber más. Ah, por cierto, vi lo que hiciste en las noticias. Muy heroico, ¿cierto? ⏤una sonrisa amarga se dibujó en su rostro.
Frunci el ceño.
⏤¿Cómo te enteraste? No salió mi cara ni mi nombre.
⏤Un pajarito me lo dijo.
Alcé las cejas.
⏤¿Ya hablas con los fantasmas?
⏤Solo con uno, y no; me encontré a tu novia cuando venía. Está en la otra cuadra.
⏤Todavía no es mi novia... ⏤murmuré mientras pateaba una piedra imaginaria.
⏤Parece buena persona ⏤dijo de pronto, tomándome de sorpresa.
⏤Lo es.
⏤¡Lucien! ⏤Oí a Wanda llamarme⏤. Ah, ahí estás.
Leonardo salió después de ella, con una cara de fastidio. Max la escaneo con la mirada, ceñudo.
⏤Max, ellos son Wanda y Leonardo, son fantasmas.
⏤Lo supuse ⏤dio una calada, y mientras soltaba el humo se dirigió a Wanda⏤: ¿Mitsuri Kanroji?
⏤¡Sí! Al fin alguien la reconoce ⏤negó con la cabeza y entrelazó su brazo con el mío, emocionada⏤. Encontré un apodo para ti: Lux. ¿Qué te parece?
Sinceramente me daba igual cómo me llamara, pero tampoco quería hacerla enojar o lastimarla.
⏤¿Para qué un apodo? ⏤Max quiso saber.
⏤Pensaba decirle Luciérnaga pero así le decía su madre así que estaba en busca de otro. Y bueno, ya lo encontré.
Max emitió una pequeña risita ácida.
⏤¿Luciérnaga?
⏤¿Algún problema? ⏤preguntó Wanda, lista para atacar.
⏤Cuidado, que sus insultos son ingeniosos ⏤le advirtió Leonardo.
⏤No hay ningún problema, es solo que es muy estúpido. Es cómo; ¡Oh, Luciérnaga salvó el día! Como si fuera un superhéroe de DC.
⏤Pues lo es. Hoy salvo a un niño, ¿y tú qué hiciste? Lavar platos.
⏤Wanda... ⏤intenté intervenir.
⏤Oh, perdona, pero no todos tenemos todo en bandeja de plata. Algunos tenemos que hacer cosas duras y que odiamos para asegurar la vida de otros. ¿En serio crees que me gusta tener tres empleos y hacer el papel de padre solo porque el otro nos abandonó a mí y mi familia? ⏤exhalo. Se había desahogado⏤. No puedo hacer lo que Lucien hace, o acabaré en un manicomio...
Le cubrí la boca a Wanda cuando vi que tenía intención de hablar.
⏤¿Puedes tocarla? ⏤preguntó Max, sorprendido.
⏤Sí, ¿no lo sabías?
⏤No...
⏤Bueno, hoy descubrí que los demás pueden oírlos si los tocas, y poseer tu cuerpo.. Ah, y la primera vez con los fantasmas lancé una extraña luz azul.
⏤La mía fue morada.
⏤¿En serio? Supongo que todos deben tener colores distintos.
Iba a decir algo, cuando la puerta de emergencia se abrió de golpe y de ella salió un hombre calvo.
⏤¡Max, ven a trabajar!
Miré a Max tirar el cigarrillo, pisarlo y luego me miró con una débil sonrisa agria.
⏤Me llaman.
Pero antes de que desapareciera...
⏤Max ⏤lo llamé.
⏤¿Hum? ⏤me miró sobre su hombro.
⏤Suerte, y cuídate.
Frunció el ceño.
⏤Suena a una despedida.
También frunci el ceño.
⏤¿No lo era?
Se encogió de hombros.
⏤Algo me dice que nos volveremos a ver ⏤me guiño el ojo y se fue.
En definitiva, Max era extraño.
Y estaba muy herido...
Narra Max.
⏤Te toca cerrar ⏤me dijo mi jefe cuando ya no había nadie, dejando las llaves sobre el mostrador mientras contaba el dinero.
Asentí.
⏤Ah, y adelantaron la fecha del baile de mi hija, será en dos semanas. No te olvides que tienes que llevarla, pero nada de poner tus manos donde no debes ⏤me apunto con su dedo.
⏤Lo sé.
Ese era mi tercer trabajo; ser un acompañante. Ya saben, fingir que soy el familiar de alguien, pareja, etcétera, me pagaban, y eso era suficiente. Aunque esta vez no tenía permitido decirle a la hija de mi jefe que su padre me había pagado para invitarla al estúpido baile de su escuela.
⏤¿De qué te ríes? ⏤le pregunté a Hanna, la fantasma que estaba sentada en una de las mesas vacías del local. Se puso de pie y se acercó a mí, quedando cara a cara.
Su piel era de un hermoso color chocolate, tenía heterocromia; uno era café y el otro gris, su cabello estaba suelto, le llegaba hasta los hombros, pero tal vez sería más largo cuando lo planchase⏤si pudiera, vaya⏤. Si estuviera viva tendría unos treinta, pero desgraciadamente le quitaron la vida cuando apenas estaba comenzando a ser una adolescente.
⏤Tienes esa cara.
⏤¿Qué cara?
⏤La cara que pones cuando quieres hacer algo, pero no lo haces por miedo.
⏤No es cierto ⏤mentí.
Me conocía demasiado bien, y es que estuvo conmigo desde hace dos años, aunque al principio casi ni le hablaba, hasta hace unas semanas.
Resoplo.
⏤Vamos, te conozco.
⏤Sí, y a veces desearía que no ⏤una débil sonrisita se formó en mi cara, mientras salía del mostrador para comenzar a limpiar.
⏤Ese chico, el que también ve fantasmas, ¿es amigo tuyo?
⏤No.
⏤¿Por qué no? No tienes amigos vivos, salvo a mí, pero estoy muerta.
Primero empecé con recoger las sillas para colocarlas sobre las mesas, luego buscaría el trapeador.
⏤Porque no, Hanna ⏤la miré sobre mi hombro⏤. Si me hago amigo de ese chico, tarde o temprano acabaremos en un manicomio, o peor... ⏤apreté con fuerza las patas de la silla que sostenía⏤. No puedo perder a mi familia. No puedo dejar que me pierdan a mí también.
De forma inesperada Hanna me abrazó, rodeando mi cuello con sus brazos. Decidí también abrazarla.
⏤Nada malo le pasará a tu familia, o a ti.
⏤¿Cómo estás tan segura?
⏤Porque haré lo posible para que nada malo suceda, lo prometo.
La aparté.
⏤Gracias, pero no creo en las promesas.
Suspiró.
⏤Ay, Maxi, eres tan terco que a veces quisiera golpearte con una silla.
(***)
Al abrir la puerta del departamento encontré a mi hermano menor dormido en el sofá, con la televisión encendida y mostrando un anuncio de algún aparato para masajear pies. Vivía con mis dos hermanos y mi madre, uno de trece y el otro de ocho. Nuestra madre enfermó unos meses antes de que mi padre nos abandonara, yo tenía apenas quince, pero tuve que tomar el papel que él decidió no cumplir. Desde entonces, yo me hago cargo de mi familia. Yo la cuido.
Apagué la televisión, y cargué a Billy en brazos para llevarlo a su cama.
⏤Shhh, sigue durmiendo... ⏤susurre mientras lo cubría con la sábana.
Los dos dormían en una litera; Sam arriba y Billy abajo, mientras que yo al lado en una cama individual. Hasta que tuve que empezar a dormir con mamá cuando comenzó a tener terrores nocturnos, y tenía que estar con ella para calmarla. Sus medicamentos eran demasiado caros, por eso los tres trabajos, por ende había tenido que dejar la escuela. Adiós a mi sueño de ser doctor.
Al mirar arriba Sam estaba cubierto hasta la cabeza con las sábanas. Solo él y yo podíamos ver a los muertos, y eso me hacía sospechar sobre que Billy era de otro hombre, o era adoptado, quién sabía.
⏤Mañana tendrás que ir a hablar con su director, ¿no? ⏤preguntó Hanna.
⏤Sí.
Me dirigí al dormitorio de mamá, y por suerte la encontré durmiendo. Suspire con alivio, ya que casi no dormía, y no sabía por qué. Me quité los zapatos y con cuidado me acosté para intentar dormir.
⏤¿Scotty? ⏤murmuró mi madre, somnolienta.
Me seguía molestando que soñara con ese hombre, pero lo atribuí a que era porque estaba enferma, así que evitaba juzgarla.
⏤No, má. Duerme ⏤la arrope con la sábana, y me dio la espalda para seguir durmiendo.
A la mañana siguiente me desperté más temprano de lo normal; y mientras hacía el desayuno, con Billy en la mesa comiendo, vi entrar a Sam con el labio herido.
⏤¿Qué pasó esta vez, Sam? ⏤le pregunté desde la estufa, todavía sosteniendo la espátula.
⏤Nada ⏤se sentó en la mesa, sin siquiera mirarme.
Me crucé de brazos.
⏤¿Fueron los de tu escuela o los niños esos del parque? Porque si son de tu escuela dilo, porque justo hoy iba a hablar con el director.
Me miró, frunciendo el ceño.
⏤¡¿Por qué siempre tienes que meterte en donde no te llaman?! ⏤se levantó de la mesa de golpe.
⏤Baja la voz, Sam, o despertarás a mamá.
⏤Entonces, ocúpate en tus asuntos.
Fruncí el ceño. ¿Me estaba hablando como si él fuera el adulto? Aun así mantuve una postura tranquila, pero autoritaria.
⏤No me hables así, porque lo único que quiero es que ustedes estén a salvo. No espero un "gracias", solo que pienses con claridad.
Aún intranquilo, con una vena en su frente apunto de explotar, me dijo con la voz más dura y fría que pudo emitir:
⏤No eres mi padre, no tengo porqué obedecerte.
Auch.
Dicho y hecho se fue del departamento, no sin antes llevarse la mochila de la escuela.
Me relamí los labios, conteniendo la ira. Miré a Billy, quien había dejado de comer.
⏤Solo espero que tampoco te comportes así cuando tengas su edad.
⏤Jamás serás como papá ⏤dijo, serio, tomándome de sorpresa⏤, y espero que nunca lo seas, porque él es malo y nos abandonó. Tú eres mejor.
Esboce una débil sonrisa, y pase una mano por su cabellera de rulos rojizos.
⏤Jamás los dejaré.
⏤¿Lo prometes?
⏤Lo prometo.
Cuando estuvimos casi listos alguien tocó la puerta, mientras le ayudaba a Billy a atar sus agujetas.
⏤Espera ⏤me puse de pie y fui a abrí la puerta, encontrándome con Heidi, mi vecina y quien cuidaba a nuestra madre cuando ninguno de los tres estaba⏤. Hola.
⏤Hola, Max ⏤me saludó con su gran sonrisa.
¿Cómo podía ser tan alegre? Qué envidia.
⏤Pasa, ya nos vamos ⏤me hice a un lado⏤. Ya le di sus medicamentos, así que dormirá un buen rato.
⏤¿Cómo ha estado?
⏤Mejor: los vómitos y dolores se detuvieron.
⏤Me alegra. ¿Y tú? Billy me dijo que tienes tres empleos. Max, es admirable cuánto haces por tu familia, en serio, pero también debes pensar en ti.
⏤Listo ⏤anunció Billy, salvandome de aquella conversación, ya con las agujetas atadas y la mochila encima.
⏤Hola, Billy.
⏤¡Heidi! ⏤chocaron los cinco.
⏤Ya sabes atar tus agujetas, ¿eh?
⏤Sí, Maxi me dio el ejemplo con éste pie ⏤alzó el izquierdo⏤, y yo hice el otro.
⏤Guau, así se hace, chico.
Miré mi reloj: ya se hacía tarde.
⏤Bueno, vámonos, niño cool.
Asintió y se dirigió hacia la puerta.
⏤Adiós, Heidi ⏤se despidió cuando estuvimos en el pasillo.
⏤Adiós, chicos.
⏤¿La invitaras a salir? ⏤me preguntó cuando entramos al elevador.
⏤¿Qué?
⏤¿Invitaras a salir a Heidi?
Frunci el ceño.
⏤¿Por qué lo haría?
⏤Porque le gustas ⏤dijo como si fuera obvio⏤, y porque es linda.
⏤No es cierto, no le gusto.
⏤Sí es cierto.
⏤¿Por qué lo dices?
⏤Tal vez porque cuida a mamá sin que le pagues ⏤dijo con obviedad.
⏤Solo es amable.
⏤No, el niño tiene razón; le gustas ⏤expresó Hanna de pronto.
La miré con mi cara de: No ayudas.
⏤Aunque fuera cierto no puedo invitarla a salir, ya que tengo cosas más importantes que hacer que perder el tiempo con alguien con el cual solo estaré por menos de dos meses.
⏤Cielos, Maxi, date un respiro...
⏤¿Por qué menos de dos meses?
⏤Las relaciones amorosas no duran mucho, Billy.
Un ejemplo son mis padres...
⏤¿Por qué?
⏤Así es la vida, nada dura para siempre.
Como nuestra existencia.
En la oficina del director de mis hermanos, justo en la esquina, había una pequeña niña jugando con un auto de juguete. Tenía una curita en la frente de Hello Kitty.
⏤Entonces, señor Bates, ¿expulsará a los chicos que molestan a mi hermano?
Dudaba mucho que lo hiciera, pero debía intentarlo.
⏤Donovan, me temo que no puedo hacerlo.
⏤¿Por qué no? ⏤me mantuve tranquilo.
⏤Sam comenzó la pelea, y no toleramos eso aquí.
Me relamí los labios, intentando no golpearlo yo a él.
⏤Sam golpeó a ese chico porque él y sus amigos lo han estado molestando desde siempre. ¿Eso sí tolera? ¿el bullying?
⏤Wow, no ⏤soltó una risa casi nerviosa⏤. No tenía idea de que lo molestaran, y créame cuando le digo que lo detendré.
⏤Pues espero que así sea ⏤me levanté y salí de su estúpida oficina.
⏤Yo lo hubiera golpeado si fuese tú ⏤comentó Hanna detrás de mí⏤. ¿Quién se cree?
Los chicos se encontraban en sus aulas en ese momento. En cambio los de la escuela de al lado, donde iba la hija de mi jefe, no, así que aproveché para ir a verla. Ya saben, para hacerlo más creíble.
⏤Eres cruel, ¿lo sabías? ⏤decía Hanna mientras encendía un cigarrillo e íbamos a la parte trasera de la escuela, donde las porristas ensayaban.
⏤¿Por qué?
Busqué a la chica con la mirada.
⏤Porque ilusionas a una pobre chica, y no pareces arrepentido de ello.
⏤Le estaría dando una lección.
⏤¿Ah sí? ¿Cómo cuál?
⏤Que no confíe en las personas ⏤dije con simpleza.
Alguien de pronto se acercó.
⏤¡Hola, Max!
⏤Natalie ⏤no le presté demasiada atención.
¿Dónde diablos estaba esa chica?
⏤¿Buscas a Lucien?
⏤Nop ⏤después de unos segundos la encontré: estaba sentada en una de las mesas redondas del patio, sola, leyendo un libro. La señalé⏤. ¿Podrías decirle a la chica que está leyendo por allá que venga?
⏤¿Maia? ⏤pareció un poco sorprendida.
⏤Ajá.
Asintió y corrió hacia ella.
⏤Mira, ahí está el chico que también ve fantasmas ⏤señaló a Lucien, quien se dirigía donde Natalie y Maia se encontraban, junto con esos dos fantasmas raros. Le dijo algo a Maia, luego ella me señaló mientras decía cosas, para después Lucien mirarme y me saludó con la mano. Yo apenas la levanté⏤. Parece que también conoce a Maia. ¿No había dicho su padre que nadie le hablaba?
⏤Lucien debe ser de esos que no ignora a nadie sin importar qué tan fastidioso sea ⏤me encogi de hombros.
Apagué el cigarrillo cuando vi a Maia acercándose, y active el modo coqueto. Puse mis manos sobre la reja que nos separaba para crear intimidad.
⏤Hola muñeca.
⏤Hola, Max ⏤me saludó con nerviosismo⏤. ¿Qué haces aquí?
⏤Quería verte.
Maia no era fea. No era escandalosamente hermosa, pero era..linda. Solo era algo torpe, se vestía raro, como una cristiana oprimida por la iglesia o por el miedo a que los pervertidos le metan mano, y temblaba como un chihuahua cuando estaba nerviosa.
⏤¿Otro libro? ⏤señalé con la cabeza el libro que tenía bajo su brazo.
⏤Eeh, sí, es de Lovecraft. Se llama; La llamada de Cthulhu. Lo empecé a leer hoy, es muy interesante y misterioso ⏤emitió una risita.
⏤Seguramente. En fin, supe que habría un baile en tu escuela, ¿te gustaría ir conmigo?
⏤¿En serio? Pero es el viernes, ¿no trabajas ese día?
Curve los labios, no tomándole importancia.
⏤Tu padre me dará día libre.
⏤En ese caso, me encantaría ir al baile contigo.
Sonreí.
⏤Ay, Maxi, un día tu trabajo como prostituto te dará una gran paliza...
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Ay, me emociona que ya conozcan a mi Maxi, porque él es el otro protagonista y es hermoso uwu