La Sombra del CEO
img img La Sombra del CEO img Capítulo 5 La Sombra en el Pasado
5
Capítulo 11 El tablero oculto img
Capítulo 12 Ecos del abismo img
Capítulo 13 El tablero se quiebra img
Capítulo 14 El eco de los secretos img
Capítulo 15 Círculos de Fuego img
Capítulo 16 Herencias del Silencio img
Capítulo 17 El precio de la verdad img
Capítulo 18 La red de mentiras img
Capítulo 19 La confrontación final img
Capítulo 20 La caída de los muros img
Capítulo 21 El Juego de Poder img
Capítulo 22 Los Ecos del Pasado img
Capítulo 23 La Red que Enreda img
Capítulo 24 La Confrontación de las Sombras img
Capítulo 25 Ecos del Pasado img
Capítulo 26 La Red en las Sombras img
Capítulo 27 La Sombra del Traidor img
Capítulo 28 El Encuentro en la Sombra img
Capítulo 29 Las Grietas de la Sangre img
Capítulo 30 Ecos del Silencio img
Capítulo 31 El Arte de la Guerra img
Capítulo 32 Fantasmas del Pasado img
Capítulo 33 La Herida Que Nunca Cerró img
Capítulo 34 Códigos Rotos img
Capítulo 35 Ecos del Laberinto img
Capítulo 36 El Susurro del Pasado img
Capítulo 37 Ecos en la Arena img
Capítulo 38 La elección que lo cambió todo img
Capítulo 39 El eco de la traición img
Capítulo 40 En las sombras de Estambul img
Capítulo 41 La trampa de las sombras img
Capítulo 42 Enfrentando a las sombras* img
Capítulo 43 La sombra de la traición img
Capítulo 44 La carrera contra el tiempo img
Capítulo 45 Ecos de un pasado olvidado img
Capítulo 46 Enfrentando lo Desconocido img
Capítulo 47 Ecos del Pasado img
Capítulo 48 El Rastro de la Verdad img
Capítulo 49 La Puerta al Abismo img
Capítulo 50 Los Ecos del Pasado img
Capítulo 51 La Larga Noche img
Capítulo 52 El Desenlace Inminente img
Capítulo 53 El Precio de la Verdad img
Capítulo 54 La Decisión Final img
Capítulo 55 Enfrentando las Sombras img
Capítulo 56 El Desafío de la Realidad img
Capítulo 57 La Ruta hacia lo Desconocido img
Capítulo 58 A través de la Frontera img
Capítulo 59 El Guardián y la Prueba img
Capítulo 60 La Decisión Final img
Capítulo 61 El Último Umbral img
Capítulo 62 El Desafío del Velo img
Capítulo 63 La Luz Que Arde en la Sombra img
Capítulo 64 Ecos de un Mundo Despierto img
Capítulo 65 Fragmentos del Pasado img
Capítulo 66 Ecos de Guerra img
Capítulo 67 La Tierra Roja img
Capítulo 68 El Umbral del Juicio img
Capítulo 69 Ecos en la Linde img
Capítulo 70 La Torre del Eco img
Capítulo 71 El Regreso y las Ruinas img
Capítulo 72 El Vínculo Roto img
Capítulo 73 Ecos de un Antiguo Juramento img
Capítulo 74 El Guardián del Umbral img
Capítulo 75 La Caverna del Tiempo Roto img
Capítulo 76 El Retorno del Eco img
Capítulo 77 El Umbral de la Eternidad img
Capítulo 78 La Convergencia de los Destinos img
Capítulo 79 El Último Sacrificio img
Capítulo 80 El Eco de la Ausencia img
Capítulo 81 La Verdad Escondida img
Capítulo 82 Ecos del Pasado img
Capítulo 83 La Oscuridad Despierta img
Capítulo 84 La Frontera del Caos img
Capítulo 85 La Resistencia del Alma img
Capítulo 86 La Larga Caminata hacia la Redención img
Capítulo 87 Sombras que se Alzan img
Capítulo 88 El Eco del Pasado img
Capítulo 89 La Larga Espera img
Capítulo 90 El Sacrificio Necesario img
Capítulo 91 La Última Decisión img
Capítulo 92 El eco de las decisiones img
Capítulo 93 El desmoronamiento de la verdad img
Capítulo 94 El eco de las sombras img
Capítulo 95 Ecos de la verdad img
Capítulo 96 Ecos del Pasado img
Capítulo 97 La Sombra de la Revelación img
Capítulo 98 La Luz del Amanecer img
img
  /  1
img

Capítulo 5 La Sombra en el Pasado

Alejandro sentía cómo la opresión en su pecho aumentaba con cada momento que pasaba. Las palabras de Iván y Lucas seguían retumbando en su mente, pero nada de lo que le habían dicho encajaba por completo. Sabía que había algo mucho más profundo en todo esto, un misterio oculto que estaba cuidadosamente envuelto en una capa de mentiras. Pero ¿quién estaba detrás de todo esto? ¿Y por qué el suicidio de Rodrigo parecía estar relacionado con una conspiración que solo él parecía estar viendo?

Ese mismo día, cuando las luces del atardecer comenzaban a teñir la ciudad de tonos anaranjados, Alejandro se sentó en su oficina, mirando la vista panorámica desde su ventanal. La ciudad parecía tranquila, pero algo en su interior le decía que la calma era solo una ilusión. Esa calma que lo rodeaba no era más que un velo sobre un peligro inminente, y las piezas del rompecabezas que había comenzado a armar con tanto cuidado empezaban a desmoronarse.

El teléfono sonó, cortando el silencio de la habitación. Era Laura, su secretaria, quien lo había mantenido al tanto de cualquier novedad.

-Señor Rodríguez -comenzó Laura con una voz que denotaba cierta urgencia-, he encontrado algo que puede ser importante. Es sobre Rodrigo.

Alejandro se levantó rápidamente de su asiento, sintiendo cómo un escalofrío recorría su espalda. Había pasado demasiado tiempo sin obtener ninguna pista sólida, y cualquier indicio podría ser la clave para entender lo que había sucedido. Su mente ya empezaba a anticipar lo peor, pero no podía dejar que el miedo se apoderara de él.

-¿Qué has encontrado? -preguntó, con la voz más firme de lo que se sentía en ese momento.

-Hay algo en los correos electrónicos de Rodrigo que no había visto antes. Al parecer, tuvo contacto con una firma de abogados fuera del país, en Suiza. Lo más raro es que esos correos fueron enviados en los últimos días de su vida, casi justo antes de su muerte -explicó Laura, ahora claramente preocupada-. El abogado que aparece en esos correos tiene una historia que no encaja con lo que sabemos de él. No estoy segura de si Rodrigo estaba tratando de esconder algo, o si realmente estaba siendo manipulado.

Alejandro sintió cómo su mente comenzaba a trabajar a una velocidad vertiginosa. Su primer impulso fue pedir más información, pero antes de que pudiera hablar, Laura continuó.

-He solicitado los detalles de la firma de abogados, y también he rastreado al abogado en cuestión. Tiene varios vínculos con personas de la alta sociedad y algunos casos de lavado de dinero, aunque todo parece haber sido cuidadosamente borrado de los registros oficiales. Este hombre está bien cubierto, Alejandro. Pero algo no cuadra, y me temo que hay más en todo esto de lo que parece.

-Haz que me envíen todo lo que encuentren -respondió Alejandro, con un tono que ya no escondía la inquietud que sentía. Sabía que estaba cerca de algo grande, pero las piezas seguían dispersas.

Laura terminó la llamada, y Alejandro, sumido en sus pensamientos, se quedó de pie frente a la ventana, mirando las luces titilantes de la ciudad. El futuro de su empresa, de su vida, estaba colgando de un hilo. ¿Quién estaba detrás de todo esto? Y más importante aún, ¿por qué lo había hecho?

La respuesta estaba cerca, pero aún faltaba algo crucial para completar el rompecabezas. Necesitaba respuestas que solo Rodrigo podría haber dado, pero ahora eso ya no era posible.

Esa misma noche, Alejandro no pudo dormir. Las sombras en su mente no se desvanecían. Caminó por su apartamento, sin rumbo, mientras las imágenes de Rodrigo y los últimos días de su vida se repetían una y otra vez en su cabeza. De repente, recordó algo que Rodrigo había dicho durante una de sus últimas reuniones.

Había hablado sobre algo que estaba "fuera de su control", pero nunca quiso entrar en detalles. En ese momento, Alejandro pensó que simplemente estaba abrumado por las presiones del trabajo. Pero ahora, al mirar atrás, esas palabras parecían tener un peso mucho más significativo. ¿Qué significaba "fuera de su control"? Y ¿qué había estado ocultando Rodrigo?

La respuesta que buscaba estaba cada vez más cerca, pero también lo estaba el peligro que había comenzado a acecharlo. Sabía que alguien dentro de su círculo más cercano lo estaba traicionando, y cada paso que daba lo acercaba más a descubrir la verdad. Pero a la vez, cada paso lo acercaba también al abismo.

Decidió que, al día siguiente, haría algo que no había considerado hasta ese momento. Necesitaba enfrentarse a alguien de su pasado, alguien que sabía más de lo que había revelado. Pensó en esa persona durante un largo rato, y finalmente decidió que no había otra opción: tenía que ir a ver a Carmen.

Carmen no era solo una vieja amiga. Había sido su socia en los primeros días de la empresa, antes de que Alejandro comenzara a construir su imperio. Se habían distanciado con el tiempo, pero Alejandro nunca olvidó el papel crucial que ella había jugado en su ascenso. Carmen sabía cosas que él ya no recordaba, cosas sobre Rodrigo y sobre muchos otros aspectos del pasado que él había intentado enterrar.

A la mañana siguiente, Alejandro llegó al pequeño café donde había quedado con Carmen. Al verla sentada en una mesa junto a la ventana, no pudo evitar notar lo diferente que era ahora. Carmen había cambiado. Ya no era la joven entusiasta que había sido hace años, sino una mujer más seria, marcada por la vida y por las decisiones que había tomado.

-Carmen -dijo Alejandro, con un tono que intentaba sonar casual, pero que no lograba ocultar la tensión que sentía-. Gracias por verme.

Ella levantó la mirada y sonrió levemente, pero la sonrisa no llegó a sus ojos. Alejandro se sentó frente a ella y le entregó una copa de vino, algo que nunca había dejado de compartir con ella en los viejos tiempos.

-Alejandro, me alegra verte -dijo Carmen, pero su voz sonó algo distante, como si estuviera evaluando cada palabra que iba a decir.

-Necesito tu ayuda -empezó Alejandro, sin rodeos. No había tiempo para suavizar las cosas. Había llegado el momento de descubrir la verdad.

Carmen lo miró fijamente durante un largo momento antes de hablar.

-Sé lo que estás buscando, Alejandro -dijo, con una claridad que sorprendió a Alejandro-. Sé que estás buscando respuestas sobre Rodrigo. Pero ten cuidado, porque lo que estás buscando no es solo la verdad, es un terreno peligroso.

Alejandro sintió cómo la incomodidad se instalaba en su pecho. Había algo en su tono, algo en su mirada, que lo hizo sentir como si Carmen estuviera hablando desde una perspectiva mucho más amplia de lo que él imaginaba.

-¿Qué sabes de todo esto, Carmen? -preguntó, sin poder evitar que su voz se rompiera un poco. Había estado buscando respuestas en los lugares equivocados, y ahora parecía que la pieza clave estaba justo frente a él.

Carmen lo miró, y por primera vez en mucho tiempo, parecía que iba a hablar con total franqueza.

-Rodrigo no se suicidó, Alejandro. Alguien lo mató. Y tú eres el siguiente.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022