Capítulo 2 Capitulo Dos.

. Ciara Coleman.

Su cara fue un auténtico poema, como si lo hubiese pillado con las manos en la masa, y ver esa expresión, fue como una patada en el estómago.

"Yo, no sé qué hayas escuchado, pero, jamás te haría eso Ciara"

Una lágrima rebelde se deslizó por mi mejilla, sus palabras se sintieron como pequeños alfileres calientes en mi corazón, uno a uno, enterrándose con ímpetu en mi frágil alma.

"Nadie me dijo nada, te he visto besarla hace menos de una hora, y ambos parecían disfrutarlo de hecho"

Sus ojos se abrieron, él dio un paso hacia mí, pero, inmediatamente retrocedí.

"No es lo que piensa, déjame explicarte, yo..."

"Tú y yo ya no somos nada, ella y yo tampoco, házselo saber"

"No puedes hacerme esto, entre ella y yo no pasa nada, puedo jurarlo por..."

"¡Maldita sea Damián! ¿Por qué decides mentirme ahora? ¡lo he visto con mis malditos ojos! Y no puedes decir algo que me haga borrar esa imagen de mi mente"

Mi nudo en la garganta se deshace tan rápido, que lágrima tras lágrima salen de mis ojos en una perfecta marcha, mis mejillas empiezan mojarse y todo mi cuerpo empieza a temblar... aún no sé cómo se atrevió a hacerme esto, y Hannah, a éstas alturas, no sé cuál de los dos ha sido el peor golpe.

"Yo no quiero escucharte justificarte no quiero verte más en mi vida, eres una mierda, te di mi confianza, te di un lugar que nunca antes le había cedido a nadie en mi vida, y tú, me traicionas"

"Hannah es ..."

"Ya basta, por favor" Mi voz sale casi como un susurro, me duele todo, siento que no tengo fuerzas para seguir con ésta conversación. "Quiero que te vayas, quiero que te alejes de mí"

"No me alejaré de ti sin antes explicarte lo que ha pasado" Su voz sale fuerte, tan decidida, pero, ¿para qué perder mi tiempo? "Sé que no quieres..."

Tragué saliva, retrocedí un paso y le cerré la puerta en la cara, pude oírlo golpear la puerta, llamar mi nombre y decirme entre oraciones lo que no quería oír.

Me encerré en mi habitación, mi corazón estaba tan dañado, pateado y usado, los días junto a él fueron hermosos mientras duraron, me dieron calidez, una que, al parecer, solo existió en mi mente.

Mi teléfono empezó a sonar, sabía que era él, sabía que no se rendiría, pero, una imagen puede decir mucho más que mil palabras, que mil explicaciones y justificaciones. No lo perdonaré, no tengo por qué hacerlo, él y Hannah están oficialmente muertos para mí.

Es tan agría la traición, viniendo de ambas partes se siente como un cúmulo de emociones que son densas y oscuras, la soledad nuevamente vuelve a ser parte de mí, sí, la vida me ha enseñado que no tengo que correr detrás de las personas, y es que, Damián sabe todo lo que tuve que pasar, crecer en una familia disfuncional, una que, no me mostró el amor de verdad, una que, se encargó de echarme a un lado por ser como soy... y a él no le importó herirme, y a Hannah, mucho menos.

*

Cuando el sol se asomó por mi ventana, supe que me había quedado dormida, mi cara estaba llena de baba y mi cabello rojo hecho un desastre, y entonces, cuando abrí mis ojos, el dolor me golpeó como si fuese un saco de boxeo, me sentí abatida, mis lágrimas comenzaron a caer nuevamente, todo ahora me resulta oscuro, como si las noches y días que parecían ser de veranos, hubiesen pasado hace un millón de años, y no ayer.

Me levanté, miró a mi alrededor, hay algunas cosas de él, como sus abrigos y una que otra prenda, los viernes y fines de semanas de él solían ser míos, y sí, ayer él hubiese pasado la noche aquí, junto a mí, pero, ya debo deshacerme de esa idea, ya debo dejar ir algo que no cargaré más.

Miró mi teléfono, hay tantos mensajes y llamadas de él, que una parte de mí desea escucharlo y solventar las cosas, pero, mi lado más racional y al que más han herido, me pide que alce mi mentón y convierta ese dolor en otra cosa.

¿Qué esperaba? ¿Qué podía esperar de él?

Muchas personas me advirtieron, una chica que ha estado viviendo bajo el anonimato, formando su propia vida y pasando desapercibida, es la persona menos indicada para un hombre que es una estrella a todo sitio que llega, para un hombre que es un lobo en los negocios y es un rompecorazones retirado...bueno, ayer ha decidido retomar sus andanzas de idiota veinteañero.

Damián y yo nos conocimos y todo en mí cambio, él me sumergió en su mundo y yo le di acceso al mío, éramos una combinación que tarde o temprano terminaría mal, pero, a mis veintitrés años jamás me había enamorado, y decidí abrirle las puertas de mi mente, de mi alma y corazón a él, y ahora, se convertirá en una de esas anécdotas amargas que cuentas en algún bar o en una sala con amigos y con botellas de vino.

Pero, mi anécdota será la más densa de todas, el primer hombre que amo y mi mejor amiga me han clavado una espalda tan filosa y letal en la espalda, me han hecho añicos, sin embargo, sobreviviré...eso creo.

Es difícil de asimilar, todo se siente irreal, Damián y yo teníamos muchos planes, mi corazón estaba tan ciego, y ahora se siente como si le hubiesen abierto los ojos con algún ácido letal, porque ahora todo es nublado, se siente como una pesadilla, una de la que se me dificulta despertar. Pero no, ésta es la realidad, cruel, fría y es lo que es, nada más y nada menos que la vida real.

Me levanto, inhalo y exhalo, no puedo dejar de amarlo de un día para otro, no es así como el ser humano funciona, lo extraño, lo quiero devuelta, pero, mi mente es más fuerte que mi pobre corazón moribundo.

Soy así, se siente como un deja vu, porque a la pobre y tonta Ciara, le suelen engañar, traicionar y apuñalar cada vez que tienen oportunidad. No tengo a nada ni a nadie, salvo a mi pequeño gato Tomás, y ahora, somos él y yo contra el mundo.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022